Caminos Misión

Sobre el terreno
ocupada por ovejas. Una casa ruinosa,
una cuadra y un alpendre junto
a tres laureles reales que semejan
ser uno. Situada en una montaña,
entre las cimas más altas de la diócesis
de Santiago, en la que el frío
aquí sólo se ve contrarrestado por el
calor de la bondad de sus gentes.
Además, nace una fuente de agua
en este hermoso lugar del ayuntamiento
de Mesía cuyas aguas desembocan
en el río Samo y éste, en
el Tambre que, como nuestras vidas,
van a dar a la mar. Y es que en el
curso de “este río”, que es la Vida,
sólo hay que dejarse llevar por su
Cauce sabiendo que, al final, todo
será como tenía que ser. Las cataratas,
los saltos, embalses, remansos,
meandros… que aparecerán en el recorrido
del río, lejos de ser obstáculos
o problemas, son formas caprichosas
que configuran su belleza. He aprendido
a fluir y a dejarme arrastrar, junto
a otras diminutas gotas, mientras
disfrutamos del paisaje, abandonados
en la Confianza cierta de que el
Cauce nos está llevando a una desembocadura
precisa y preciosa. Créeme
si te digo que nos hemos lanzado
al agua sin saber por dónde
trascurre el curso del río, pero… ¡estamos
disfrutándolo tanto!
No son palabras poéticas, es
el Regalo que estamos viviendo, es
la Vida misma que intento expresar
en unas palabras que se quedarán
cortas, pues no alcanzan para describirlo.
Y es que podríamos contarte
tantas experiencias y momentos
mágicos que hemos vivido que no
sé por dónde empezar. Eso sí, tengo
la sensación de que aquí y ahora,
todo “sucede” en el momento preciso.
Me siento inmensamente agradecido
y fortalecido, aunque se me
hizo “largo” el Camino hasta esta
década de mis cuarenta, porque me
recuerda a los cuarenta años o días
que tuvieron que “pasar” otros, antes
que yo, como Abraham, Moisés,
Elías, incluso Jesús. Y, si estamos
disfrutando de este precioso regalo,
creo que tú también tienes el tuyo
reservado para ti si eres capaz de
Confiar. Y es que esto es lo único
que quisiera decirte y es la única misión
de este “Sueño”: Sueño que
CONFÍES en UN@ que tú y yo sabemos…y
¡verás! (Eso sí, tendrás que
esperar tus “cuarenta”…).
“Existe UN@, a Quien
tú y yo conocemos,
cuya Misericordia
es Eterna”
Podría contarte pequeños
detalles, e inmensos a la vez, de
personas cuya generosidad no tiene
límites y es que este proyecto es
posible gracias a la Bondad que
reina en esta “buena gente”, porque
ellos son el Proyecto: permiten que
32 Nº 146 Diciembre 2016