Excodra XXXIII: La soledad

Ya sé que es un tópico comparar un libro con un amigo: pero cuando
te toca de cerca, cuando se pierde alguno de ellos, el tópico toma
cuerpo y la sensación de pérdida es, si no idéntica, sí muy parecida y
casi igual de dolorosa.
Es imposible rellenar el hueco de esa ausencia.
Y así morimos muchas veces: llenos de oquedades donde resuena el
silencio, en una casa de soledad.
***
Ser anónimo en soledad.
***
II: Lamento del nómada solo
Dejé el hogar de mis mayores,
mi madre lloraba en la puerta.
Rapté las muchachas que quise
y forcé su amor hasta saciarme.
Mi ley no fue más que mi deseo,
no hubo paz donde yo estuviera.
El cielo es mi guía y mi techo,
mi mejor amigo, este caballo.
Ahora siento una soledad que me cercena
y no sé si habrá un lugar
para mí entre los muertos.
EM
La soledad 41 Excodra XXXIII