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Excodra XXXIII: La soledad

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El resultado de aquella tromba fue una carrera larga en la que Remington<br />

se interpretó a sí mismo y al mismo tiempo a un pez solitario.<br />

–¡Qué tipo tan perdedor!<br />

Esa expresión que sonaba a insulto fue su comienzo halagüeño, todo<br />

un pistoletazo del que salieron algunas críticas asombrosas. El chico<br />

solo del cine patrio se convirtió en un fetiche underground, donde se valoraba<br />

su patetismo a la hora de repartir tristeza.<br />

–Le huele el aliento a melancolía, podría apestarnos con una arcada.<br />

Así se expresaban los periodistas crudos que fabricaban las novedades,<br />

pintando ciertas escenas de drama espectacular; luego mataban al<br />

personaje. Remington sin embargo saltó a la corriente mayoritaria,<br />

donde las clases medias se consolaban con su desdicha.<br />

–Es un currante modelo.<br />

Pero ante todo, Remington no los creyó. No soportaba al éxito y sus<br />

halagos, le parecían chismes rabiosos. ¿Hacía falta expresarse así? Si<br />

deseasen enaltecerlo, lo harían de otra manera, no con insultos burdos<br />

vestidos de terciopelo.<br />

–Olviden su hipocresía, yo no la necesito para actuar.<br />

Esas palabras no se escuchaban porque reían cuando él las decía, si<br />

acaso miraban hacia otro lado y lo dejaban en paz. Llevaba ocurriendo<br />

desde el principio, y aunque Arrebola se hacía el loco, lo estaba viendo<br />

con claridad pasmosa, y a miles de millas, con más distancia, podía observarlo<br />

mucho mejor; a él no lo burlarían como a un niñato recién llegado,<br />

no era una marioneta de directores zafios ni mamporrero de su<br />

representante, en todo caso sería al revés, ese alcahuete desvergonzado<br />

de Honoré Moure sería Historia desde aquel día, una verdad potente<br />

como el bistec de dos kilos más medio barril de cerveza que se estaría<br />

zampando en cualquier parrilla, así las gastaba ese comediante si lo dejaban<br />

a su albedrío, ya fuese allí en Amarillo, Texas, o en la frontera<br />

con Nuevo México.<br />

–Esta charanga se acaba aquí.<br />

Pensó en una nueva vida y un sitio raro para largarse, mirando su<br />

trayectoria, podía servirle cualquiera.<br />

<strong>La</strong> <strong>soledad</strong> 13 <strong>Excodra</strong> <strong>XXXIII</strong>

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