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líptica acerca de la ruptura del lazo social que se precipita hacia un estadio<br />
primitivo del lenguaje, un cordobés sincopado que es fonética<br />
pura, el resabio de una oralidad picaresca y vehemente, arrebatada y<br />
burlona.<br />
Así, el estilo esplendorosamente visual y el detritus de una lengua<br />
violenta (y violentada) se juntan y tensionan en Más allá de los días; entre<br />
ambos extremos, uno (muy) alto y otro (muy) bajo, la escritura de<br />
Tello despliega su potencia poética en la que abundan la notación de<br />
percepciones pormenorizadas y el advenimiento de epifanías fulgurantes.<br />
Porque, para quien escribe desde el lenguaje, la acción de narrar no<br />
equivale a la transmisión de datos ni a la crónica ordenada de sucesos<br />
puntuales; se trata, más bien, de registrar una experiencia que sacude<br />
al lenguaje, lo conmociona, lo desquicia; de producir un saber que no<br />
se mide, que no se corrobora, que no se explica. Un saber de la experiencia<br />
que puebla la lengua con sensaciones agudas y conceptos inesperados.<br />
7<br />
El viaje en bicicleta de Manuel T. rumbo al poema enterrado traza<br />
un periplo fantasmagórico en el que las evocaciones y los sueños se<br />
confunden, una travesía por el fragor humeante de ruinas calcinadas<br />
que mezcla pasado y presente hasta tornarlos indiscernibles. Es también<br />
un tránsito por nuestra historia política y las violencias que la atraviesan<br />
y articulan desde la fundación de la nación hasta la actualidad.<br />
De la encarnizada disputa por el poder, de ese lucha cíclica y perpetua,<br />
habla también Más allá de los días:<br />
“Manuel T., que en bicicleta y con la sola compañía de su perro cruza<br />
la llanura, empieza a saber, lo está sabiendo, que él, superviviente<br />
del ruido y la confusión, ha de renegar de la voz sin espíritu que deja la<br />
violencia si quiere atravesar ese territorio y regresar a su hogar. Hablar<br />
para sí. Resistir sujeto al mástil de su propio sueño. Exiliarse en el interior<br />
del habla hasta que las lenguas corrompidas que hieren y atraviesan<br />
sus oídos perezcan abatidas por la fuerza muda que lo anima.”<br />
<strong>La</strong> cita no sólo resume el argumento de la novela; asimismo conden<br />
<strong>La</strong> <strong>soledad</strong> 139 <strong>Excodra</strong> <strong>XXXIII</strong>