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CONCLUSIONES
El centro ceremonial Otomí constituye una parte fundamental para nuestro entorno, es el patrimonio que nosotros heredamos y si
queremos que este monumento continúe debemos hacer lo posible para preservarlo. Por lo que nos planteamos las siguientes preguntas.
¿Cuál es el uso social del patrimonio cultural elegido?
El monumento histórico mencionado anteriormente tiene la función de preservar la cultura Otomí por medio de diseños arquitectónicos,
gastronomía y artesanías. Se utiliza como punto de reunión, donde los otomíes llevan a cabo sus diferentes rituales y también
para que deportistas lleven a cabo sus actividades correspondientes, entre otros. Además, es un buen lugar para interactuar con el
entorno histórico y las familias pasan un rato agradable en este hermoso lugar conviviendo con las demás personas.
¿Qué se hace en el presente para preservar ese patrimonio?
Para la preservación de este lugar se ha implementado personal para vigilar esta zona, tiene horarios específicos para entrar y salir,
además de un reglamento que las personas deben acatar, cuenta con letreros que señalan la ubicación de los contenedores de basura.
Con el dinero que se recauda (por medio de una cuota para entrar a esta zona) se van mejorando los espacios que con el
tiempo se han ido deteriorando y, además, las personas colaboran unas con otras para mantener en buen estado la infraestructura.
¿Qué compromiso social debemos asumir frente al patrimonio cultural?
Debido a que con el tiempo la tecnología ha ido cambiando al mundo, sin darnos cuenta hemos ido dejado de lado nuestras culturas,
esto es lo que actualmente le pasa a la cultura otomí, por eso se creó el centro ceremonial, nosotros como ciudadanos tenemos
la responsabilidad de seguir promoviendo la enseñanza de nuestras culturas, y debemos continuar protegiéndolas, para que las generaciones
futuras conozcan acerca de su pasado y puedan visitar estos lugares.
¿Qué instituciones y legislación se encargan de preservar ese patrimonio?
Con el paso del tiempo la estructura de las zonas arqueológicas se ha ido deteriorando, y esto debe ser tratado inmediatamente
para evitar mayores daños, para esto se han creado diversas instituciones y convenios para preservar estas zonas, en lo que concierne
al Centro Ceremonial Otomí la organización que se encarga de eso es el “Salón del Consejo Supremo Otomí” que se encarga
de prever estas situaciones y actuar.