DE DUELO
37tOSySCh
37tOSySCh
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Cuando tiene lugar una muerte en el entorno del menor, hay que comunicárselo al<br />
colegio. No podemos olvidar que es un lugar donde el niño pasa muchas horas al día y<br />
donde puede manifestar muchas conductas y expresiones relacionadas con el duelo que<br />
los responsables del centro escolar no entenderán sin el contexto adecuado.<br />
Es fundamental que, al transmitir la noticia, afrontemos la verdad que rodea a la muerte,<br />
<br />
<br />
de entender los aspectos más importantes que rodean al suceso.<br />
es conveniente recordar que, si el niño no ha sido iniciado en las creencias religiosas, la<br />
muerte puede ser un momento demasiado confuso para hacerlo o incluso podemos<br />
generar en el niño miedos a las ideas abstractas relacionadas con la religión.<br />
Al comunicar a los niños la noticia del fallecimiento de un familiar, vamos a encontrarnos<br />
con muchas preguntas que cuestionan el porqué de la muerte, en algunos casos similares<br />
a las que hacen los adultos: “¿Por qué se ha tenido que morir? ¿Por qué nos ha pasado esto a<br />
nosotros? ¿P¿Por qué cogería la moto esa mañana? ¿Por qué se puso<br />
¿<br />
Afrontar este tema con la verdad permite que el niño confíe en nosotros y se sienta parte<br />
activa de todo el proceso. Por muy duras que sean las circunstancias de la muerte, más<br />
<br />
que ha sido engañado y, además, en un tema tan importante como ese.<br />
<br />
cercanas en torno a la muerte puede ayudar mucho en un primer momento a que los<br />
pequeños comprendan los aspectos fundamentales de la muerte.<br />
<br />
y es lo adecuado en ese momento.<br />
Como ya hemos comentado, es importante que los niños entiendan que el cuerpo de<br />
la persona fallecida ha dejado de funcionar y con él todas las funciones vitales asociadas:<br />
<br />
permanece son los recuerdos que tenemos del tiempo que hemos disfrutado con él.<br />
<br />
sea necesario. Las cosas que hemos vivido con ellos perdurarán siempre en el recuerdo.<br />
Es el momento de introducir las creencias religiosas, en caso de que la familia las tenga,<br />
<br />
decirse en estas circunstancias: <br />
Llegados a este punto,<br />
La mayoría de las cuestiones serán preguntas que intentan variar la situación, que<br />
mantienen en la imaginación la posibilidad de que la muerte no haya sucedido. Si hay<br />
<br />
posible que nosotros nos estemos haciendo las mismas preguntas o que no sepamos qué<br />
responder. En ese caso, debemos indicarle al niño que no sabemos si hay una respuesta<br />
correcta o que nos vaya a dejar más tranquilos. Es bueno que el niño entienda que a veces<br />
los adultos no tenemos respuestas para todo.<br />
Por mucho que aclaremos todo lo que pregunte el niño, hay que tener en cuenta que<br />
planteará muchísimos interrogantes íntimos o relacionados con sus construcciones<br />
imaginarias. En esa situación, lo más importante es que estemos abiertos al diálogo, que<br />
pueda preguntar algo aunque a nosotros nos incomode o aunque no tengamos una<br />
respuesta certera que darle. Las dudas que nos plantee el menor podrán orientarnos<br />
acerca de sus necesidades con respecto a la muerte y el duelo.<br />
Un punto clave es aclarar la responsabilidad del menor frente a la muerte. Cuando<br />
hablamos de responsabilidad no sólo hacemos referencia a los casos en que los niños<br />
sienten que han provocado el fallecimiento del ser querido, sino también a cuando piensan<br />
erróneamente que el fallecido ha muerto disgustado, enfadado, molesto o preocupado<br />
por algo que hicieron y que no ha quedado resuelto (sacar malas notas, un parte del cole,<br />
una amonestación, un castigo). El pensamiento mágico es muy poderoso en la primera<br />
infancia y puede llevar al menor a pensar que un ser querido ha muerto por algo malo<br />
que ha hecho.<br />
46<br />
47