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lascivo
Fanzine #2
Lascivo
Fanzine

Francisco Reyes Trejo (@warsawx)
Gerson Guerrero Lozano (@dospalabrass)
Textos
Francisco Reyes
Enrique Bang Bang
Fifi Blanco
Vania Wilde
F. Popoca
Corrección de estilo
Francisco Reyes
Ilustraciones
Fifi Blanco
Francisco Reyes
Gerson Guerrero
Diseño de portada y contenido
Gerson Guerrero
Diseño de logo
Vector Von Doom // facebook.com/Vector-Von-Doom
facebook.com/lascivofanzine
Lascivo
Fanzine

´
INDICE
Mala semilla 4
Por Francisco Reyes
La mierda (segunda parte) 5
Por F. Popoca
Misa negra (segunda parte) 7
Por Fifi Blanco
Putas, cables y Dios 9
Por Enrique Bang Bang
Fragmentos de una carta de amor 11
Por Vania Wilde
¿Underground? Una entrevista con Justin Pearson 14
Por Francisco Reyes
Acercaos a mí 17
Por Fifi Blanco

Lascivo
Fanzine

Mala semilla
Francisco Reyes
Así que ahí estaba ella, la dueña de
mis pensamientos en las últimas
semanas, Ángela. O al menos ese
me dijo que era su nombre, en
aquella noche en la que requerí
de sus servicios como lo he hecho
con tantas otras viejas. Una noche
normal como las que he tenido
antes. Encontrarnos en mi casa,
unos pocos minutos de plática y
unos pocos minutos de sexo; pero
esa noche terminó diferente: la
dejé ir con vida. Aunque me lo he
cuestionado tantas veces, aún no me
explico por qué. Ahora se encuentra
frente a mí, tomando mi orden.
Sé que ella me reconoció, por la
pequeña sonrisa que deja escapar.
Lo considero mientras termino mi
comida: invitarla a salir, lejos del
ambiente en el que nos conocimos;
darle la oportunidad de conocer
un lado de mí que ninguna mujer
ha visto. Romántico lo llamarían
algunos; asqueroso y vergonzoso
lo llamo yo. De pronto la escucho
hablar –“¿Se le ofrece algo más?”.
–“La cuenta, por favor”, le contesto
tras un largo silencio, en el que me
pierdo mirando sus ojos. Salgo de
ese horrible lugar, sin atinar a decirle
algo más a Ángela, esperando no
lamentar ese error.
…
Es suficiente, tengo que llamarla
de nuevo. La necesito en mi cama;
la necesito en mi vida. Marco su
número y me dice que estará aquí
en una hora. Sólo tengo que esperar
Lascivo
Fanzine
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y escoger bien mis palabras.
…
Lo hizo. No puedo creer que lo
hizo. La maldita perra lo hizo.
Rechazarme a mí. Le abrí mi
corazón y me rechazó. –“Sólo eres
un cliente, como tantos otros. Entre
los dos no puede suceder algo más”,
fueron sus últimas palabras, antes
de soltar un grito mientras me vio
acercarme a ella con el cuchillo.
Debí suponerlo, todas son iguales
y todas mueren igual, sin embargo,
con ella sentí algo diferente.
Mientras hundía mi cuchillo en su
pecho, podía sentir como una parte
de mí me abandonaba. Lo he hecho
tantas ocasiones; ¿qué tiene ésta de
diferente? Me lo cuestioné mientras
perdía la cuenta de las veces que el
filo atravesaba su cuerpo. Ángela,
mi hermosa Ángela. Si tan solo
hubieras podido escucharme y ser
un poco más comprensiva. Pero ya
no podrás lastimarme más. No más.
Debo hacerme a la idea de que tu
memoria me perseguirá, esto es así.
Tú no eras como las demás putas; tú
eras diferente, tú importabas. ¿Fue
esta la decisión correcta? No lo sé.
Ahora sólo me limito a reflexionar
en lo frío que se siente el cuchillo en
mis manos, cuando mi pensamiento
se interrumpe por un calor que
recorre todo mi cuerpo, mientras
miro como mis muñecas sangran y
se enrojecen. Esto es todo. Tan sólo
unos minutos más, Ángela.

La mierda (Segunda parte)
F. Popoca
Tras varias pasadas, Arturo miró
nuevamente la servilleta con
terror, solo para encontrar otro de
esos animales embarrado a medio
aplastar entre las heces, con la mitad
del cuerpo desecho, sus patitas
se movían agónicamente sobre la
servilleta; un escalofrío estremeció
al hombre, quien se deshizo del
papel en un movimiento guiado
únicamente por el asco y el miedo.
Subió sus pantalones y se fajó la
camisa. Atormentado, se lavó las
manos eufóricamente, miró hacía
el espejo que estaba frente a él por
encima del lavamanos; su rostro
había tomado un color amarillo
pálido.
Sin saber qué hacer, Arturo salió
discretamente del baño, se dirigió
nuevamente a su cubículo y se
sentó frente a la computadora,
como siempre lo había hecho.
Sin embargo, su mente no podía
apartarse de los pequeños moluscos
que habían salido de su cuerpo, de
los asquerosos seres que podrían
estar en su interior. Aterrorizado,
tomó su saco y trató de salir del
edificio, pero cada paso que daba
se le complicaba más; sus piernas
se sentían cada vez más débiles,
su vista comenzó nublarse y ni
siquiera llegó al ascensor antes de
desvanecerse.
Despertó todavía en la alfombra
de la oficina. Varias personas le
rodeaban de pie mientras Rodrigo,
el de paquetería, le tendía con
Lascivo
Fanzine
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su saco una almohada; todos
compartían la misma mirada de
consternación. Rodrigo era el único
que se mantenía cerca de Arturo,
era de las pocas personas que
mantenían cierto contacto con él;
a veces se encontraban en la terraza
del edificio mientras fumaban.
Arturo quiso hablar, pero su boca
estaba completamente adormecida,
solo sentía la saliva fluir por debajo de
sus labios. Al intentar incorporarse,
sintió un dolor punzante en el pecho,
como si le clavaran una aguja entre
las costillas. Era tan intenso, que
casi olvida el constante cosquilleo
que sentía por todo el cuerpo, una
picazón incesante que venía desde
su interior.
En la oficina todo se detuvo por ese
momento. El aspecto del hombre
era terrible, tenía la piel amarillenta
y arrugada, sus ojos enrojecidos
apenas se asomaban por entre los
parpados a medio cerrar, el sudor
fluía desde cada poro de su cuerpo
y había humedecido casi toda su
ropa, lo que provocaba un hedor
insoportable que invadió el piso
entero. Ni siquiera el chico de
paquetería lo resistió y tuvo que
alejarse un par de pasos para evitar
vomitarle encima.
Arturo no duró mucho despierto, o al
menos ya no lo parecía. Para cuando
los paramédicos llegaron, el piso
estaba casi completamente vacío;
salvo por Rodrigo y otros pocos
compañeros suyos, no quedaban
nadie para presenciar la horrible

Lascivo
Fanzine
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escena. Los dos paramédicos
estaban tan impresionados como
todos los demás por el terrible olor
y el asqueroso aspecto de Arturo.
Uno de ellos contuvo el aliento y se
acercó para revisarle. De inmediato
notó la flacidez de la piel al contacto.
Arturo, que parecía no haberse
dado cuenta de su llegada, volteó
en cuanto sintió el tacto. Sería lo
último que haría.
En ese momento, su cabeza se
desprendió de su cuello y de
él comenzaron a salir miles de
pequeños moluscos que corrían
en todas direcciones, invadiendo
el cuerpo hediondo, las prendas y
la cabeza recién desprendida. El
paramédico saltó de inmediato
al ver a las horribles alimañas
apoderarse del cuerpo y esparcirse
por el suelo. El hedor que venía del
cuerpo se hizo más fuerte. Todos
los presentes no tuvieron más
remedio que salir corriendo para no
seguir observando tan abominable
espectáculo. Sacudiéndose las ropas
y resistiendo las ganas de vomitar,
dejaron lo que quedaba de Arturo.
El tercer piso se mantuvo clausurado
por un mes, fue fumigado y
remodelado completamente, los
trabajadores que vieron el fenómeno
fueron liquidados con grandes
pensiones y de los paramédicos que
lo atendieron nada se supo después,
más que abandonaron los servicios
de emergencia desde entonces. De
Arturo, sin familia y sin amigos,
solo queda un suave aroma
fuera del elevador que por más
limpieza, nunca pudo eliminarse
completamente.

Misa negra (Segunda parte)
Fifi Blanco
No escucho lo último que me dice,
sólo pienso en ella, en Melina. En su
cabellera rojiza como el fuego, en su
piel clara como la nieve escandinava
y en esa sangre que va cayendo sobre
ella. Es un cuadro realmente bello.
Siguiente nombre. No soy yo
Tras tremenda faena, Melina regresa
al pequeño grupo donde estamos
todos. Se coloca a unos cuantos
metros de distancia; a pesar de eso,
puedo olerla. Su fresco perfume
envuelve toda la atmósfera.
Mientras tanto, un hombre mayor
clava una daga en los ojos del bebé
en turno y se los saca, ríe y se los
guarda en sus bolsillos. Pierde
demasiado tiempo gracias a sus
temblorosas manos. La criatura
muere desangrada antes de que
pueda seguir jugueteando.
-Ve y acércate -me dice Lázarotienes
la cara de cachorrito en busca
de la teta de su madre.
-¿Qué? No…. Digo, ahorita no.
-No pierdas tu oportunidad.
Siguiente nombre. Es Lázaro.
-¿Escuchaste? ¡Es mi turno!... Mira
colega, aprovecha y ve, no pierdes
nada. No quiero sonar marica, pero
eres el cabrón más encantador en
esta sala.
No sé qué hacer, pero creo que tiene
razón. Sólo será un cordial saludo,
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Fanzine
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tal vez algunas palabras tontas para
romper el hielo; no es como si le
vaya a pedir matrimonio o algo por
el estilo.
Me aproximo en silencio hacia
Melina, rompiendo filas. Las manos
me sudan y dudo de lo que voy a
decirle. Tal vez la felicite… no, qué
va. Me veré como un lambiscón…
improvisaré.
Lázaro tarda en palpar al bebé, lo
observa y visualiza lo que hará. El
cuerpo del pequeño es su lienzo,
está a punto de crear arte. Toma
la daga y comienza a serruchar los
minúsculos huevos del bebé. Lo está
castrando. «Esto le debieron hacer a
sus padres» pensaba para sí mismo.
-Hola… hola… -le cuchicheo a
Melina- Oye, me pareció hermoso
lo que hiciste allá enfrente, fue como
si el tiempo se detuviera…. Seguro
lo escuchas siempre…
-Ya. Gracias -interrumpe ella.
-No quiero molestarte pero sentí
la necesidad de hablar contigo…
sabes…
-Ya.
-Fue como ver a Van Gogh pintar
sus girasoles, como a Dylan
componiendo Like a Rolling Stone,
como a Sartre escribiendo en su vieja
máquina de escribir, fue como…
-Sí, gracias…

En escena, Lázaro le va empalmando
muy pausadamente la daga por
el esfínter al bebé; cuando parece
que está hasta el fondo, logra darle
un último empujón. Se escucha
un chillido espeluznante. Todo
nos estremecemos, todos menos
Melina. Ella alza la mano para
llamar a alguien. Un encapuchado
se le acerca y le indica algo, pero no
logro distinguir qué fue.
Cuando intento acercarme un
poco más para seguirle hablando,
siento un pesado brazo colocándose
alrededor de mi cuello, jalándome a
quien sabe dónde. Nadie hace caso.
-¿Qué no sabes que esto no es
un club social? -dice uno de los
encapuchados- Te vamos a enseñar
a mostrar respeto.
-Que alguien traiga las herramientas
-dice otro encapuchado.
-No, esperen… yo no…. esperen…
¿Qué hacen?... ¡AH, AH,
AAAAAAAAAAAHHH!
Lo último que escucho es el crujir
de mis huesos. Me estoy rompiendo.
La vista se me comienza a nublar.
Todo desaparece.
Apuesto que Damián se enfurecerá…
Lázaro deja la daga sobre la mesa y
agarra el cadáver del bebé, le sujeta
la cabeza y le da la vuelta como si se
tratara de una taparrosca.
Melina sonríe, sigue disfrutando de
la función. Ya no hay nadie que la
moleste. Ella sólo quería ser testigo
del asesinato del bebé que había
donado, la indeseable criatura que
salió de sus entrañas hace un par de
meses y que ofrecía en sacrificio.
Lascivo
Fanzine
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Putas, cables y Dios
Enrique Bang Bang
—Creo que esto se nos ha ido de
las manos. Es... simplemente, esto
es complicado.
—Un sintetizador es un aparato
que genera y manipula sonidos
por medios electrónicos. Con este
artefacto se pueden crear nuevos
sonidos así como reproducir los de
los instrumentos musicales conocidos.
La forma de la onda generada
es alterada en su duración, altura y
timbre mediante el uso de dispositivos
tales como amplificadores,
mezcladores, filtros, reverberadores,
secuenciadores y moduladores de
frecuencia.
—No hagas esto otra vez. En serio
esto es importante para mí.
—El primer sintetizador apareció
en 1955. Fue desarrollado por Olsen
y Belar en la Radio Corporation
of America en Princeton. Estaba
destinado a investigar las propiedades
del sonido, no a ser un instrumento
musical. Varios compositores
se interesaron en ampliar las posibilidades
de producción de sonidos
y en controlar todos los aspectos
de la música gracias a esta herramienta.
Entre ellos destacan Milton
Babbitt, Marion Davido, Morton
Subotnik y Charles Wuorinen.
El sintetizador más conocido es el
Moog, la primera máquina sencilla,
indicada hasta para el uso doméstico,
que recibe su nombre del ingeniero
estadounidense Robert Moog,
quien desarrolló el primer prototipo
en 1964.
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Fanzine
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—¿Por qué crees que esto debería
importarme? Dame una buena
razón, dame algo con lo que pueda
trabajar. Lo haré funcionar, solo
tienes que darme algo a cambio.
Algo que sea realmente genuino,
algo que me haga sentir satisfecha
con las estúpidas decisiones que he
tomado hasta ahora en nombre de
lo que alguna vez sentí por ti; de lo
que alguna vez hubo entre nosotros.
—También pueden producirse sonidos
que superan la capacidad de los
instrumentos convencionales y que
se combinan con los que captan los
micrófonos. Además de su utilidad
en la composición, los sintetizadores
se utilizan para adaptar música instrumental,
como en las conocidas
grabaciones de Johann Sebastian
Bach que Walter Carlos realizó en
1969. El sintetizador Moog fue seguido
por otros de diseño similar
de empresas como Buchla y Putney.
Entre 1960 y 1980 se fabricaron
aparatos más reducidos que usaban
microprocesadores, con lo que se
hizo posible la grabación digital del
sonido.
—Es tu última oportunidad...
—Todo se resume al teorema de Fourier,
el cual dice que “todo sonido se
puede descomponer en suma de tonos
puros”’. Es decir, que cualquier
sonido, por complejo que sea, podrá
ser imitado si conseguimos generar
los mismos tonos que tiene en la
vida real y los sumamos a su debido
nivel de volumen.

—Eso suena casi imposible.
—El amor entonces no puede ser
tan complicado.
—No hablamos de cables.
—Quizás deberíamos.
—Quizás debería irme.
—Solo piénsalo. Si Dios logró darle
al hombre el conocimiento necesario
para fabricar sintetizadores,
entonces las relaciones humanas
logran definirse como un conocimiento
que tal vez Dios también
nos otorgó, pero hemos decidido
bloquear ese conocimiento con la
absurda obsesión de generar nuevas
tecnologías con la principal función
de hacernos creer que nos facilitan
las cosas que resultan ser complejas
a simple vista, pero que logran
sintetizarse en un gadget que va por
ahí, atrapado en el bolsillo de tus
vaqueros.
—Pero no hablamos de Dios.
—Lo que intento decir, es que el
funcionamiento de todo lo que nos
sucede es manipulado por todo el
contexto en el cual decidimos permanecer
y solo nos queda una especie
de nausea que nos altera de vez
en cuando, como explica Sartre.
—Schopenhauer diría que es un
puto dolor de cabeza.
—Contigo he intentado crear nuevas
cosas, reproducir lo que las
demás personas hacen cuando dicen
estar enamoradas, pero la onda en la
que es generada todo mi amor por ti
Lascivo
Fanzine
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es alterada por la duración, la altura
y el timbre, mediante el uso experimental
de tus besos, de tus caricias,
de todo lo que haces por mí como si
amplificaras esa onda y se mezclara
con todos los recuerdos que hasta
ahora hemos ganado; se filtra por
cada poro de tu ser, expandiendo la
acústica de lo que sientes por mí en
secuencias que creemos controlar
con cierta interfaz de esperanzas,
sueños, promesas y maltratos, pero
la frecuencia jamás se modula.
—Tienes un don para llevar las cosas
complicadas a otro nivel. ¿Te lo
habían dicho?
—M solía decirme que no debía
alejarme de las referencias cinematográficas
o la música punk.
—No empieces con tus putas.
—Creo que me pediré otra cerveza.
—¿Para qué? ¿Para darme una clase
sobre la fermentación de la cebada?
¿O para explicarme que la política
es como la espuma de una de ellas
y que nosotros solo somos esas
pequeñas burbujas que no logran
llegar al borde de tu tarro para desbordarse
de manera melancólica
pero victoriosa por satisfacer tu estúpida
analogía?
—Pensé que no hablábamos de cerveza.
—¡No! De lo que no hablábamos
era de putas, cables y Dios.

Fragmentos de una carta de amor
Vania Wilde
Era una lluvia de marzo, una lluvia
fría. No tan fría por el invierno, pero
no del todo cálida por la primavera.
No era ni refrescante ni húmeda
como lo son algunas lluvias; había
algo diferente en este tipo. Las
nubes tapaban todo el cielo, como
si los ángeles estuvieran tirando
disparos y éstas se encargaran de
cubrirlos, se sentía esa vibra. El
cielo estaba horrible, de un grisáceo
tétrico y con tintes de que algo
terrible estuviera a punto de pasar.
De repente empezó a granizar. Un
granizo en el que si salías del coche
en ese momento y te pegaba un
copo de hielo en el rostro, te dejaba
una buena rajada; o pegarte en el ojo
y perderlo por completo; o incluso
que el copo de hielo estuviera tan
afilado que penetrara en tu cabeza
y se sumergiera por tu cerebro y
¡BOOM!, estás muerto. Ese era el
tipo de lluvia que estaba cayendo en
esos momentos. Homicida.
Yo iba en el coche con mi novio y
a él le dieron unas ganas tremendas
de encender su cigarrillo, le dije que
el humo se quedaría impregnado en
el coche, ya que no podría exhalarlo
fuera porque no habría manera
de que abriera las ventanas, dado
el tipo de lluvia que había en esos
momentos.
-Como si antes te hubiera
molestado el humo del cigarro, no
seas marica - me lo dice mientras
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Fanzine
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pone el cigarrillo entre sus labios
tratando de buscar el encendedor.
Lo miro mientras yo sigo el camino
en la carretera, con la puta lluvia
infernal y el cielo a punto de caerse.
Son las 3 de la tarde apenas y ya
da pinta de que darán las 8 de la
noche. A veces odio el horario de
invierno, el día acaba tan temprano
que te sientes un inútil por no lograr
hacer todo lo que tenías planeado
a lo largo del día, y cuando ves, ya
oscureció; pero por otro lado es
bueno, la noche es larga.
-Sabes que no fumo y que no me
molesta el humo, siempre y cuando
estemos en un espacio abierto, no en
el puto coche mientras tú me echas
todo el humo en la cara - le digo un
tanto molesto, pero esperando que
lo entienda.
-Cuando te echo otras cosas en
la cara no te molesta - Me lo dice
riéndose solo.
La verdad es que de igual manera
me reí por dentro. Y mi novio me
dijo que si me molestaba el humo,
que estaba bien, no iba a encender
nada por el momento; en vez de
seguir buscando el encendedor,
conecta su iPod al auxiliar del coche
y pone algo de música.
Durante todo el trayecto no
habíamos hecho más que poner

el radio y escuchar unas cuantas
canciones que hemos escuchado
miles de veces en la vida, pero bueno,
creo que Universal Stereo nunca va
a cambiar su jodida programación
musical. Mi novio me sorprende
poniendo algo que no conocía. Me
dice que es una canción del grupo
Explosions In the Sky y que siente
que queda bien con el clima y con
esta onda road trip que traemos.
-Con este espantoso cielo gris
pienso en canciones de Joy Division
- Le digo mientras la canción ya
lleva unos 3 minutos y aún no
empiezan a cantar.
-Qué básico eres. Piensas que la
única banda para climas horrendos
es Joy Divsion. Solamente falta que
me digas que con una taza de café
también, o de té, para sentirte más
inglés - Me dice con tono burlón
y de disgusto, por que no he dicho
nada de la puta banda que acaba de
poner.
-Ya no te pongas así, sé que tú eres
todo un conocedor, pero sabes que
yo no y que esa es la única banda
que se me viene a la mente - Le
respondo.
-Da igual, no me enamoré de ti
por tus gustos musicales – Me lo
dice acariciándome la rodilla y
sonriéndome de una forma que sabe
que me derrite.
Pasó una hora muy rápido de viaje
y el disco terminó y nunca escuché
Lascivo
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al vocalista pronunciar algunas
palabras o cantar un pinche coro.
Mi novio me explica que es un
grupo de post-rock, en el que es
más instrumentación que nada y
rara vez cantan. Nos estacionamos
en un restaurante que se encontraba
al lado de una gasolinera, pero solo
para ir al baño o estirar las piernas.
Yo decidí que no quería salir del
coche y me quedé hojeando la revista
que tenía mi novio en su asiento; es
un ejemplar de la Rolling Stone y
aún sigo sin entender cómo es que
la sigue comprando, si dice que es
la revista con las críticas musicales
más vacías y superficiales, y que
nunca se ha fiado del contenido ya
que es pura basura.
El granizo y la lluvia ya habían
disminuido, pero aún había mucha
neblina. Cuando vi a mi novio
alejarse para entrar al restaurante,
un pensamiento empezó a invadir
mucho mi mente. ¡Llevo ya dos
años y medio con este cabrón, Dios
mío! Muchas cosas ya empezaron
a ser rutina y ya no somos tan
espontáneos como en el primer año.
Ahorita ya hubiera salido del coche
para encontrarme en el baño con él y
empezar a besuquearnos y terminar
con un rapidín, pero no me dieron
ganas; ya lo había hecho antes y sé
que ahora que toda nuestra relación
es tan común, se habría molestado
de no dejarlo orinar o lo que fuera
que esté haciendo en el baño en
estos momentos.
Pero lo quiero, lo amo y el

pensamiento que me carcomió
fue el imaginar que algo horrible
le llegara a pasar; algo que lo haga
experimentar la muerte de cerca,
o incluso fantasear con su propia
muerte. No es que quiera que se
muera, por supuesto que no, pero
el saber que no lo volvería a ver
de nuevo me excitó, imaginándolo
agonizando y murmurando mi
nombre por última vez y teniéndolo
en mis brazos. Si algunas de estas
cosas llegaran a pasar, cambiaría
nuestra aburrida rutina.
Existe este cliché de que el amor
debería ser para siempre, los putos
cuentos y el famoso “y vivieron
felices para siempre”. Pero la
eternidad es precisamente lo que
evapora y termina destruyendo el
amor. Solo imaginar lo familiar que
te puedes llegar a volver con una
persona después de miles o millones
de años me resulta espantoso. Que
cuando muramos, los dos nos
vayamos al cielo y estemos felices y
juntos hasta siempre; la familiaridad
haría que nos terminemos hartando
y odiando de nosotros mismos.
Mejor que él esté en el cielo y yo
en el infiero. Anhelaríamos el uno
al otro, fantasearíamos en nuestros
sueños húmedos el uno con el otro.
Desde el infierno mandaría señales
de humo hacia el cielo para que le
llegaran y se la viva pensando en
mí. También le mandaría cartas de
amor aunque olieran a sulfuro y lo
asfixiaran, ya que en el cielo todo
huele a Chanel n° 5, mientras yo
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me quemo y pudro en el infiero.
Pero aún así nos amaríamos y nos
desearíamos de una manera más
intensa que si estuviéramos juntos.
Él sería el ángel y yo el demonio,
en vez de dos jodidos y aburridos
ángeles juntos o dos aburridos
demonios.
¿Acaso eso no es más romántico que
el maldito “felices para siempre”? Lo
eterno puede llegar a ser enfermizo.
Pero estos son algunos pensamientos
retorcidos que tengo. Si la muerte o
el deseo de que mi novio se muriera
hacen que al amor y la atracción
entre nosotros mejore, ¿podrá
mejorarlo del todo? La idea de no
ver a mi novio nunca más me hace
desearlo con mayor intensidad.
En estos momentos veo a mi novio
salir del restaurante, poniéndose la
capucha que trae su chamarra color
verde militar, ya que todavía hay
una ligera lluvia. Al acercarse al
coche, intenta abrir la puerta pero
está cerrada. Abro la ventana del
copiloto solo para verlo por fuera,
y él me dice que le abra la puerta
de una jodida vez porque hace un
frio que te cagas afuera. Pienso en
subir el vidrio con rapidez mientras
su cara esta en medio de la ventana
y en que si lo hago, lo degolló.
Así que ahora pienso en quererlo
matar, y es cuando me doy cuenta
que no simplemente fantaseo en
que se muera, sino que fantaseo en
matarlo.

¿Underground?
Una entrevista con Justin Pearson
Francisco Reyes
“El punk está muerto”. Esta es
una expresión que muchos hemos
escuchado hasta el cansancio. Ya
sea porque la industria musical ha
cambiado tanto desde la invención de
este término, o porque la vestimenta y
actitud punk terminaron convertidos
en una caricatura de sí mismo, la
verdad es que la mayoría de artistas
que pretenden seguir la ideología y
métodos del punk, están fallando en
su cometido. Sin embargo, dentro del
underground, aún es posible encontrar a
ciertos personajes que consiguen agitar
a las masas y vol(te)ar algunas cabezas
en el camino.
Uno de estos personajes es Justin
Pearson, quien ha estado presente en
la escena underground musical desde
los 90’s, pasando por distintos géneros
musicales y una infinidad de bandas que
mantienen siempre una ideología DIY
que ha logrado mantenerlo vigente en
la escena musical (y lo que queda del
punk) actualmente.
Por su extensa carrera han pasado
bandas tan diversas como los Swing
Kids, pioneros del screamo; The
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Locust, quienes son fácilmente una
de las bandas más extremas y raras en
conseguir un éxito moderado en el siglo
XXI; All Leather, música electrónica
que seguramente ofendería a más de
uno; y sus proyectos más recientes y
activos, Retox y Head Wound City,
los cuales están llenos de letras y
temáticas políticas y provocadoras, para
recordarnos como debe sonar el punk
provocador.
Siendo una figura relevante en el
underground desde hace años, ya sea a
través de sus diversas bandas o como
cabeza de la disquera independiente
Three One G, me interesaba conocer
su opinión sobre el estado actual de la
escena artística underground, por lo cual
me propuse a realizarle una entrevista.
A continuación, las palabras de Justin
Pearson
1. Has estado en la escena artística
underground desde los 90’s.
Comparado con la actualidad, ¿cuál
dirías que es el mayor cambio?
JP: No es por evitar una respuesta
directa, pero para ser honesto, todo está

cambiando siempre. Lo veo cada par
de años. Si no es una afluencia de skins
Neo-Nazi, es la cultura del DJ teniendo
prioridad sobre bandas verdaderas y la
musicalidad. Por supuesto que también
está el cambio más obvio y mejor
conocido como el Internet. Creo que
esto ha hecho algunas cosas más fáciles
y ha eliminado otras tantas, como la
relevancia de las disqueras mayores,
pero también ha hecho a las personas
perezosas hasta cierto punto y, sin duda,
ha hecho las cosas un poco menos
especiales. Ahora ya no tienes que
poner mucho empeño para descubrir
cosas underground impresionantes.
Ya no es como en los 90’s, cuando te
encontrabas con una nueva banda, o
conseguías un 7’’ raro o algo así. A la
gente ya no parece importarle tanto, por
lo que puedo notar.
alma. Ahora, todo está a un click de
distancia y la gente espera gratificación
inmediata. Todo eso es algo para
reflexionar.
4. ¿Cuál es la importancia de crear
arte provocador y “shockeante”?
JP: No estoy seguro. Si alguna vez he
sido parte de algo “shockeante”, nunca
fue mi concepto u objetivo inicial. Si
fue “shockeante”, fue un derivado, de
2. ¿Crees que todavía es posible hablar
sobre la existencia de una “escena
underground”?
JP: Por supuesto, siempre habrán
cosas underground. La forma en que
las cosas son creadas y compartidas
tal vez cambie, pero siempre existirá
lo underground, de la misma forma
en que siempre existirán entidades
encargadas de exponerlo por las razones
equivocadas.
3. Internet se ha convertido en una
herramienta muy útil para la difusión
de arte alternativo e independiente,
pero ¿la considerarías tú como algo
indispensable y esencial para lograr
que tu trabajo sea conocido o crees
que los medios tradicionales aún son
útiles?
JP: Honestamente creo que el Internet
es muy útil para llevar el arte allá afuera.
Sin embargo, también creo que ha
vuelto a las personas muy perezosas
y ha contribuido a un océano de
sobresaturación. Antes, cuando tenías
que trabajar en trabajos de mierda
para sacar un 7’’ y después hacer giras
exhaustivas para promocionarlo, esto
hacía que le pusieras más corazón y
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alguna manera. No me malinterpretes,
me gusta el arte “shockeante”, pero creo
que debe ser realizado de cierta manera
específica, en ocasiones. En este punto
de nuestra existencia, como humanos,
la mayoría de las cosas “shockeantes” han
sido hechas. Ya no te puedes cagar en el
escenario y obtener la misma respuesta,
¿sabes? Pero creo que desafiar a la
gente con elementos subversivos, es
mucho más efectivo en obtener lo
que lo “shockeante” puede lograr. Y ser
subversivo está mucho más pensado,
puede alcanzar a más personas y joder
con cierta gente en el camino. Como
sea, lo que en verdad importa es que seas
sincero. GG Allin era sincero. Así que

si usas eso como guía, probablemente
vayas por buen camino.
5. Lo “shockeante” siempre ha estado
presente en la música y el resto del
arte, incluso alcanzando a la cultura
pop con personajes como Marilyn
Manson, Gene Simmons y muchos
otros; sin embargo, en años recientes,
este tipo de personajes parecen estar
desapareciendo. ¿A qué crees que se
deba?
aparición en Bowling for Columbine. Ese
fue un grandioso material, y fácilmente
uno de sus momentos en público más
“shockeantes”, en mi opinión.
6. ¿Por qué la gente encuentra
fascinación en personajes
provocativos y polémicos?
JP: No estoy seguro. Tal vez es falta
de exposición a ciertas cosas. Head
Wound City tocó algunas fechas con
Manson, y bueno, estuvo genial, y pude
ver que, hasta estos días, la gente en
el público aún cree que sus payasadas
en el escenario son locas. Pero para
mí, no tuvo el mismo efecto. Así que
regresando a las preguntas y respuestas
sobre el Internet, quizás las personas ya
deberían de “haberlo visto todo” para
este punto. Pero tal vez la mayorían
están más ocupados en ver videos de
gatos graciosos y jugar Pokémon.
JP: Gran pregunta. Desearía saber
la respuesta correcta para esto. Yo
especulo que es lo que dije en la
pregunta pasada… ya casi todo ha sido
hecho. Bueno, al menos las cosas obvias.
Ahora tienes que ser más intelectual, o
creativo, o incluso tal vez más educado.
Ahora todos sabemos que te puedes
cagar en el escenario. Ya no es tan cool.
Y gente como Gene Simmons era sólo
una broma, en realidad. Él nunca tuvo
mérito en algo más allá que tener un
traje y un bajo impresionantes. Pero
alguien como Marilyn Manson, por
mucho que no me guste su música o
sus payasadas, ha soltado unos golpes
impresionantes; uno siendo su breve
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7. ¿Cuál crees que es el futuro para las
expresiones artísticas consideradas
diferentes, transgresoras o incluso
“feas” por algunas personas? ¿Crees
que se volverán algo más aceptado con
el tiempo?
JP: Todos los tipos de arte extremo
o innovador se vuelven mainstream
eventualmente. Mira el término
“alternativo”, que ya no es de ninguna
forma alternativo. Incluso el “punk”
es basura ahora. Sólo espero que la
verdadera alternativa para el arte sea
volverse más y más inteligente en lo que
haces. Cosas como Doomsday Student,
o Warsawwasraw, o gente como Donny
Miller, o John Waters, o incluso cosas
relacionadas con Adult Swim, son las
personas que se están reajustando a
lo que ha pasado y lo que la gente ya
espera.
8. ¿Cuál sería tu consejo para las
personas que quieren crear arte pero
le temen a las críticas o la censura?
JP: Los consejos apestan.

Acercaos a mí
Fifi Blanco
Me encanta tenerlos tan cerca, que vengan y me abrasen. Que me cuenten sus
pecados y sus sueños. Son tan confortables y tan bellos. Amo su ingenuidad,
su pureza. Sus pieles tan tersas, aterciopeladas. No hay nada perverso en
ellos. ¿Qué tiene de malo amarlos? Amarlos con tanta devoción. Yo no los
lastimo, al contrario, los cuido y guio por el buen camino. Lo único que
hago es mimarlos, amar a esos pequeñines que han sufrido bastante.
Me encantan sus pequeños rectos, todavía tan estrechos. Me duele verlos
gritar al principio, pero después entran en un éxtasis total. Cuando veo que
mi verga no les entra, tengo que introducir uno o dos dedos para poder
ir abriendo camino. Hasta ahora no he tenido un problema al respecto.
También amo sus pequeños penes, tan tiernos, parecen pequeños bebés
arrugados, escupiendo leche. El sabor es dulce, el sabor de esas verguitas
que todavía no están contaminadas. ¡Es tan divino!
Odio que me crucifiquen, que me tengan miedo. Que tengan miedo de
mi valentía. No soportan ver a personas seguras de sí mismas. ¿Por qué
debería cambiar? Así nací, esta es mi condición. Por mucho tiempo estuve
escondiéndome, guardando el secreto, pero ya no más. Basta de toda esa
mierda. Sólo se vive una vez.
Hombres cogiendo niños, niños cogiendo hombres… da igual.
Lascivo
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Francisco Reyes (@warsawx)
Gerson Guerrero (@dospalabrass)
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