ENTORNOS DIGITALES Y POLÍTICAS EDUCATIVAS
245810S 245810S
Las tecnologías de la información y la comunicación: desafíos para la igualdad de género en América Latina mayores dificultades con que tropiezan se asocian también con la carencia de servicios de cuidado accesibles y la falta de oportunidades de capacitación en el trabajo (Harlan y Bertheide, 1994; Albelda y Tilly, 1997, en CEPAL, 2010a). El patrón de empleo precario genera oportunidades para algunas mujeres, pero con estándares laborales bajos, perfiles de segregación laboral, brecha salarial de género y derechos sociolaborales y sindicales limitados o nulos como resultado de la falta de políticas que favorezcan el trabajo decente y la corresponsabilidad para enfrentar el trabajo productivo y reproductivo. En la mayoría de los países, las mujeres constituyen una porción importante de los grupos con menores ingresos. Una de cada tres mujeres latinoamericanas aún no tiene ingresos propios y su presencia en la economía digital está caracterizada por sesgos discriminatorios similares a los que enfrenta en otros ámbitos de la vida privada y social. Algunas décadas atrás, contar o no con acceso a Internet definía la brecha digital en la población y generaba colectivos incluidos y excluidos de la sociedad de la información. Pero en años recientes, los niveles de cobertura de Internet registraron un aumento exponencial en todo el mundo. Actualmente la brecha digital se manifiesta como un fenómeno más complejo que el simple acceso a Internet, por lo que las categorías que la describen también se vuelven más complejas. Existe una primera brecha digital que se refiere al acceso a las computadoras y a la conexión a Internet, según las características sociodemográficas de las personas. La segunda brecha se relaciona con los usos, tanto con su intensidad como con su variedad, y está determinada por las capacidades y habilidades desarrolladas por los individuos para utilizar los aparatos y recursos del nuevo paradigma tecnológico. La barrera más difícil de superar no es la del acceso (provisión de infraestructura, difusión de artefactos, programas de aprendizaje introductorios), sino la del uso y las habilidades. Además, más allá del tiempo de uso de las computadoras o Internet, es necesario analizar el tipo de uso que hombres y mujeres hacen de estas herramientas (Castaño, 2008). Por ello, es muy relevante el análisis de la segunda brecha digital. entornos digitales y políticas educativas dilemas y certezas [75]
[76] La segunda brecha digital afecta más intensamente a las mujeres. En varios países de la región, las mujeres igualan a los hombres en acceso a Internet, lo que indicaría que la primera brecha digital de género está en vías de superación. En la segunda brecha digital, en cambio, las mujeres se sitúan en una posición de clara desventaja frente a los hombres, ya que hacen un uso más restringido y realizan actividades que requieren menor destreza tecnológica (Castaño, 2008). Estas diferencias en los usos tienen su explicación en las relaciones de poder asimétricas entre hombres y mujeres, enraizadas históricamente en el sistema de género hegemónico que se reproduce en la familia, la escuela y el mundo laboral. Entender el proceso por el cual se ha configurado y persiste esta segunda brecha digital de género es crucial para diseñar políticas que permitan revertir esta inserción desventajosa de las mujeres en la sociedad de la información y del conocimiento y en la economía digital. De manera general, el número de usuarios de Internet de ambos sexos viene aumentando en todos los países de la región para los que se cuenta con información reciente. Sin embargo, resulta llamativo que, junto con ese incremento, las brechas entre mujeres y hombres también aumentan. Brasil, México y Uruguay son los tres países con información disponible donde se redujeron las diferencias entre hombres y mujeres. En el resto de los países, la brecha se amplió porque, si bien la proporción de usuarios de ambos sexos viene aumentando, la distancia entre hombres y mujeres también se acentuó. Por ejemplo, en Perú el 26% de las mujeres se declaran usuarias de Internet, mientras que entre los hombres esta cifra alcanza el 34,1%. El hecho de que aumenten los usuarios y se incremente la brecha de género es un fuerte llamado de atención a los organismos encargados de las políticas referentes a las tecnologías de la información y las comunicación (TIC) para el diseño de políticas activas que promuevan la igualdad de género en este ámbito. En este contexto, una mayor y mejor participación de las mujeres en la sociedad de la información, regulada por políticas públicas, produciría un amplio rango de beneficios para la sociedad en su conjunto. El aumento del número de mujeres formadas en el área de las TIC contribuiría a aumentar la creatividad, las habilidades y la competitividad en los sectores tecnológicos, además de
- Page 23 and 24: En todos los países incluidos en e
- Page 25 and 26: Si bien esta correlación puede no
- Page 27 and 28: Figura 8. digitalización y transpa
- Page 29 and 30: Figura 10. Hogares con acceso a Int
- Page 31 and 32: Por otra parte, aun considerando la
- Page 33 and 34: cuatro canastas típicas de consumo
- Page 35 and 36: Si bien el consumidor latinoamerica
- Page 37: Cuadro 10. América Latina 15 : Sit
- Page 40 and 41: la Administración Federal de Ingre
- Page 42 and 43: [42] Norte (57,79%) y la región de
- Page 44 and 45: Figura 14. Buscadores y publicidad
- Page 46 and 47: Figura 15. Ineficiencias estructura
- Page 48 and 49: [48] Como se observa en la figura 1
- Page 50 and 51: En relación con el nivel de desarr
- Page 52 and 53: [52] se debe focalizar el esfuerzo
- Page 54 and 55: [54] vista conceptual, este cambio
- Page 56 and 57: [56] en términos de inclusión y c
- Page 58 and 59: A modo de conclusión [58] América
- Page 60 and 61: [60] investigaciones. Es un cambio
- Page 62 and 63: [62] En principio, no sugerimos ni
- Page 64 and 65: [64] El otro “pero” que podemos
- Page 66 and 67: [66] llevada y traída tal vez, per
- Page 68 and 69: LAS TECNOLOGÍAS dE LA INFORMACIÓN
- Page 70 and 71: Las tecnologías de la información
- Page 72 and 73: Las tecnologías de la información
- Page 76 and 77: Las tecnologías de la información
- Page 78 and 79: Las tecnologías de la información
- Page 80 and 81: Las tecnologías de la información
- Page 82 and 83: Las tecnologías de la información
- Page 84 and 85: Las tecnologías de la información
- Page 86 and 87: Las tecnologías de la información
- Page 88 and 89: Las tecnologías de la información
- Page 90 and 91: Anexo gráFiCo 1. América Latina (
- Page 92 and 93: gráFiCo 3. América Latina (14 pa
- Page 94 and 95: gráFiCo 5. América Latina (14 pa
- Page 96 and 97: Las tecnologías de la información
- Page 98 and 99: HABILIdAdES dIGITALES PARA EL SIGLO
- Page 100 and 101: Habilidades digitales 1 Habilidades
- Page 102 and 103: Habilidades digitales para el siglo
- Page 104 and 105: Habilidades digitales para el siglo
- Page 106 and 107: Habilidades digitales para el siglo
- Page 108 and 109: LAS POLÍTICAS TIC EN AMéRICA LATI
- Page 110 and 111: Las políticas TIC en América Lati
- Page 112 and 113: Las políticas TIC en América Lati
- Page 114 and 115: Las políticas TIC en América Lati
- Page 116 and 117: Las políticas TIC en América Lati
- Page 118 and 119: Las políticas TIC en América Lati
- Page 120 and 121: Las políticas TIC en América Lati
- Page 122 and 123: Las políticas TIC en América Lati
[76]<br />
La segunda brecha digital afecta más intensamente a las mujeres.<br />
En varios países de la región, las mujeres igualan a los hombres<br />
en acceso a Internet, lo que indicaría que la primera brecha digital<br />
de género está en vías de superación. En la segunda brecha digital,<br />
en cambio, las mujeres se sitúan en una posición de clara desventaja<br />
frente a los hombres, ya que hacen un uso más restringido<br />
y realizan actividades que requieren menor destreza tecnológica<br />
(Castaño, 2008). Estas diferencias en los usos tienen su explicación<br />
en las relaciones de poder asimétricas entre hombres y mujeres, enraizadas<br />
históricamente en el sistema de género hegemónico que<br />
se reproduce en la familia, la escuela y el mundo laboral.<br />
Entender el proceso por el cual se ha configurado y persiste esta<br />
segunda brecha digital de género es crucial para diseñar políticas que<br />
permitan revertir esta inserción desventajosa de las mujeres en la sociedad<br />
de la información y del conocimiento y en la economía digital.<br />
De manera general, el número de usuarios de Internet de ambos<br />
sexos viene aumentando en todos los países de la región para<br />
los que se cuenta con información reciente. Sin embargo, resulta<br />
llamativo que, junto con ese incremento, las brechas entre mujeres<br />
y hombres también aumentan. Brasil, México y Uruguay son los tres<br />
países con información disponible donde se redujeron las diferencias<br />
entre hombres y mujeres. En el resto de los países, la brecha se amplió<br />
porque, si bien la proporción de usuarios de ambos sexos viene<br />
aumentando, la distancia entre hombres y mujeres también se acentuó.<br />
Por ejemplo, en Perú el 26% de las mujeres se declaran usuarias<br />
de Internet, mientras que entre los hombres esta cifra alcanza el<br />
34,1%. El hecho de que aumenten los usuarios y se incremente la<br />
brecha de género es un fuerte llamado de atención a los organismos<br />
encargados de las políticas referentes a las tecnologías de la información<br />
y las comunicación (TIC) para el diseño de políticas activas<br />
que promuevan la igualdad de género en este ámbito.<br />
En este contexto, una mayor y mejor participación de las mujeres<br />
en la sociedad de la información, regulada por políticas públicas,<br />
produciría un amplio rango de beneficios para la sociedad<br />
en su conjunto. El aumento del número de mujeres formadas en<br />
el área de las TIC contribuiría a aumentar la creatividad, las habilidades<br />
y la competitividad en los sectores tecnológicos, además de