ENTORNOS DIGITALES Y POLÍTICAS EDUCATIVAS

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del Sur global aproximarse a estos temas y desafíos con una mirada crítica pero a la vez abierta a nuevos aprendizajes y transformaciones. [238] 1. Los avances de la ciencia plantean una nueva revolución tecnológica, derivada de los recientes desarrollos en el aprendizaje de máquinas (machine learning). Es decir, redes neuronales artificiales que al interactuar con la realidad crean patrones de representación que les permiten hacer sentido de la información (Warden, 2014). Estas máquinas automatizan el descubrimiento, son capaces de procesar, “entender” y “aprender“ información. Todo este cambio tecnológico provoca nuevas interrogantes sobre la naturaleza de los conocimientos y las habilidades que habrán de valorarse y estimularse desde la educación formal. 2. Las tecnologías digitales han generado profundas transformaciones en las formas de acceder, procesar, crear y distribuir conocimiento. Pero el ecosistema de innovaciones no acaba ahí. Si se diversifican los ambientes, frecuencias y contextos en que la información y el conocimiento se adquieren, entonces, es fundamental enriquecer, mejorar y flexibilizar los mecanismos para evaluar y reconocer las nuevas formas de aprender. En relación con la primera idea central, que hace relación al aprendizaje de las máquinas, Cuban (2015) plantea que una buena tecnología no basta para reemplazar a los profesores. Este profesor emérito en educación de la Universidad de Stanford explica que los buenos educadores no solo proporcionan información, también aportan un elemento humano que no puede ser replicado por una máquina. Los maestros toman miles de decisiones al planear y dar clases, así como al evaluar qué tan bien están trabajando los estudiantes. En clases, durante los intercambios entre profesores y estudiantes, en apenas nanosegundos, se toman cientos de decisiones. Muchas de ellas son morales e involucran su autoridad como maestro, las expectativas de los padres y el comportamiento de los estudiantes. Las decisiones sobre lo que es correcto o no

Nuevas formas de evaluar: la innovación pendiente siempre están presentes en las aulas. Los profesores resuelven conflictos diarios entre los estudiantes en relación con decir la verdad y las diferencias entre los valores de los padres y las normas escolares. Los educadores toman decisiones de carácter moral e intelectual. Hasta donde conozco, añade el autor, no existe un software que cuente con los algoritmos para tomar decisiones instantáneas cuando surgen incidentes inesperados o hay que tomar en fracciones de segundo decisiones morales. En cuanto a la segunda idea central, que sugiere la necesidad de enriquecer los instrumentos para evaluar y validar el aprendizaje, hoy resulta más necesario que nunca ir más allá de un debate reducido a la medición de logros. La investigación muestra que al menos la mitad de las oportunidades de éxito a largo plazo están determinadas por el desarrollo de cualidades no académicas como la determinación, la perseverancia o la curiosidad (Kamenetz, 2015b). Dada la relevancia de desarrollar estos tipos de habilidades sociales y emocionales desde edades tempranas, es clave para repensarlas tanto a la luz de lo que se entiende por una escuela de calidad como para construir sistemas de métricas ampliadas (Tooley & Bornfreund, 2014). Al respecto, Bower (2015) nos dice que cuando reducimos algo tan magníficamente complejo y desarticulado como el aprendizaje a un número, ocultamos mucho más de lo que podemos revelar. Las cosas más importantes que los niños aprenden en la escuela no son fáciles de medir. Las cosas más significativas en la vida pueden, de hecho, ser inconmensurables. La buena noticia, sin embargo, es que las cosas más importantes y significativas que queremos que los niños aprendan y hagan en la escuela siempre se pueden observar y describir, concluye. Kimberly O’Malley, vicepresidenta en Pearson Education, agrega que podemos monitorear día a día el aprendizaje de los estudiantes en el entorno digital. Si tenemos éxito, la necesidad de interrumpir las actividades de aprendizaje para realizar una evaluación en muchos casos va a desaparecer. Concluye: “para mí el futuro está en una evaluación integrada e invisible” (Kamenetz, 2015a). Las cualidades descritas a continuación buscan proponer criterios por considerar a la hora de pensar en una evaluación ampliada entornos digitales y políticas educativas dilemas y certezas [239]

Nuevas formas de evaluar:<br />

la innovación pendiente<br />

siempre están presentes en las aulas. Los profesores resuelven conflictos<br />

diarios entre los estudiantes en relación con decir la verdad<br />

y las diferencias entre los valores de los padres y las normas escolares.<br />

Los educadores toman decisiones de carácter moral e intelectual.<br />

Hasta donde conozco, añade el autor, no existe un software<br />

que cuente con los algoritmos para tomar decisiones instantáneas<br />

cuando surgen incidentes inesperados o hay que tomar en fracciones<br />

de segundo decisiones morales.<br />

En cuanto a la segunda idea central, que sugiere la necesidad<br />

de enriquecer los instrumentos para evaluar y validar el aprendizaje,<br />

hoy resulta más necesario que nunca ir más allá de un debate<br />

reducido a la medición de logros. La investigación muestra que<br />

al menos la mitad de las oportunidades de éxito a largo plazo están<br />

determinadas por el desarrollo de cualidades no académicas<br />

como la determinación, la perseverancia o la curiosidad (Kamenetz,<br />

2015b). Dada la relevancia de desarrollar estos tipos de habilidades<br />

sociales y emocionales desde edades tempranas, es clave para repensarlas<br />

tanto a la luz de lo que se entiende por una escuela de<br />

calidad como para construir sistemas de métricas ampliadas (Tooley<br />

& Bornfreund, 2014).<br />

Al respecto, Bower (2015) nos dice que cuando reducimos algo<br />

tan magníficamente complejo y desarticulado como el aprendizaje<br />

a un número, ocultamos mucho más de lo que podemos revelar.<br />

Las cosas más importantes que los niños aprenden en la escuela no<br />

son fáciles de medir. Las cosas más significativas en la vida pueden,<br />

de hecho, ser inconmensurables. La buena noticia, sin embargo, es<br />

que las cosas más importantes y significativas que queremos que<br />

los niños aprendan y hagan en la escuela siempre se pueden observar<br />

y describir, concluye.<br />

Kimberly O’Malley, vicepresidenta en Pearson Education, agrega<br />

que podemos monitorear día a día el aprendizaje de los estudiantes<br />

en el entorno digital. Si tenemos éxito, la necesidad de interrumpir<br />

las actividades de aprendizaje para realizar una evaluación en muchos<br />

casos va a desaparecer. Concluye: “para mí el futuro está en<br />

una evaluación integrada e invisible” (Kamenetz, 2015a).<br />

Las cualidades descritas a continuación buscan proponer criterios<br />

por considerar a la hora de pensar en una evaluación ampliada<br />

entornos digitales y políticas educativas<br />

dilemas y certezas<br />

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