ENTORNOS DIGITALES Y POLÍTICAS EDUCATIVAS
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Entre redes y paredes:<br />
enseñar y aprender en la cultura digital<br />
puede resultar más provechosa para el aprendizaje que la rigidez<br />
del confinamiento.<br />
Otra sorpresa que suelen deparar ese tipo de experiencias<br />
es que los efectos de la dispersión parecen más insidiosos en el<br />
aula que en la interacción a distancia. “La presencia institucional<br />
tal como está pautada en la modalidad llamada presencial, que<br />
en rigor habría que llamar tradicional, es altamente dispersiva”,<br />
afirma Corea, ya que “la dispersión no está en Internet sino en<br />
nosotros”. 23 Así, por ejemplo, además del cansancio y su consecuente<br />
dispersión, el ejercicio de la opinión –que es otro de<br />
los obstáculos más habituales para la producción de pensamiento–<br />
suele exasperarse en el aula presencial, mientras que puede<br />
inhibirse en los debates más formales cuyo soporte es la palabra<br />
escrita, aunque estos ocurran vía Internet. Por eso, las tecnologías<br />
de información pueden funcionar como estrategias cohesivas<br />
y, de hecho, se usan cada vez más como un apoyo extra en<br />
los cursos tradicionales: se montan foros de discusión y se envían<br />
materiales complementarios por correo electrónico, por ejemplo.<br />
Quizás cabría, entonces, nombrar de otra manera a estas nuevas<br />
prácticas: el aprendizaje a través de redes informáticas no se define<br />
necesariamente por la falta de presencia, por la distancia o<br />
por la experiencia de una ausencia, sino que puede constituir un<br />
tipo de vínculo más productivo que el que se genera en el confinamiento.<br />
Sin embargo, aún es muy poco lo que se sabe en este<br />
terreno todavía experimental, sobre todo en el caso de la educación<br />
de niños y adolescentes, aunque sin duda es un camino que<br />
deberá ser explorado.<br />
Claro que habrá que aprender a lidiar, también, con la volatilidad<br />
inherente al ámbito “virtual”, caracterizado por la condición<br />
evanescente de la información, frente a la cual hay que desarrollar<br />
estrategias activas de apropiación. No se trata exactamente de<br />
almacenar y registrar, operaciones típicas del dispositivo pedagógico,<br />
sino que aquí el desafío consiste en coagular y adensar el<br />
flujo. “La acumulación o el archivo trabajan para la institución del<br />
saber”, distingue Corea, mientras que “la cohesión es necesaria<br />
entornos digitales y políticas educativas<br />
dilemas y certezas<br />
[221]<br />
23<br />
Corea, op. cit., p. 93.