ENTORNOS DIGITALES Y POLÍTICAS EDUCATIVAS
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Aunque también es cierto que, de a poco, esa modalidad empieza<br />
a ser cada vez más aceptada, sobre todo en los programas educativos<br />
dirigidos a adultos: en el Brasil, por ejemplo, el 15% de<br />
los alumnos matriculados en cursos universitarios ya los realizan a<br />
distancia. Esa cifra en intenso avance incluye tanto los programas<br />
que podrían ser adjetivados como gourmet –destinados a profesionales<br />
en plena carrera que desean actualizarse o especializarse<br />
pero no tienen tiempo para desperdiciar con minucias– como a las<br />
ofertas fast food que se multiplican en el otro extremo del abanico.<br />
Estos últimos se destinan a un perfil de clientela “más vieja y más<br />
pobre”; es decir, aquellos que no puede darse el lujo de frecuentar<br />
una escuela tradicional. 18<br />
De todos modos, para los adultos que quieren capacitarse, está<br />
claro que resulta más cómodo –y puede tener cada vez más sentido–<br />
optar por esas ofertas más flexibles en términos de espacios y<br />
tiempos. En el caso de los adolescentes y, sobre todo, de los niños<br />
pequeños, la situación es más compleja porque no se trata solo de<br />
recibir un conjunto de instrucciones para el desarrollo profesional<br />
de ciertas habilidades, sino de un proyecto educativo más amplio<br />
que incluye la socialización infantil en el entorno cultural; y, fundamentalmente,<br />
de un lugar para estar durante cierto tiempo casi todos<br />
los días del año. Algo que, en última instancia, bien podría ser<br />
substituido por un galpón o una especie de depósito; y, de hecho,<br />
no es poco habitual que eso termine sucediendo.<br />
Todavía son raros los proyectos como el de las escuelas primarias<br />
suecas administradas por el grupo educativo Vittra, una de<br />
las cuales –llamada Telefonplan y situada en Estocolmo– fue inaugurada<br />
en 2011 con la propuesta de “experimentar derribando<br />
las paredes de las aulas y poniendo en las manos de cada alumno<br />
una laptop”. En ese establecimiento sorprendentemente gratuito,<br />
el diseño del espacio “se asemeja más a un pequeño parque de<br />
diversiones o a las oficinas de una empresa como Google que a<br />
una escuela tradicional”. 19 En este colegio sin aulas, sin clases y<br />
18<br />
Lordelo, Carlos, “Tecnologia democrática”, O Estado de São Paulo, 27/2/2012.<br />
19<br />
Guyot, Carlos, “Escuelas sin aulas en el horizonte”, Diario La Nación, Buenos<br />
Aires, 29/1/2012.