ENTORNOS DIGITALES Y POLÍTICAS EDUCATIVAS
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Entre redes y paredes:<br />
enseñar y aprender en la cultura digital<br />
hasta trabas de seguridad que los inhabilitan ante cualquier sospecha<br />
de robo, así como la capacitación y contratación masiva de técnicos<br />
profesionales. La continuidad del proyecto también es otro punto<br />
inquietante, ya que tanto el hardware como el software requieren<br />
actualizaciones periódicas, y el esquema de apoyo institucional a<br />
un programa de tanta magnitud no se debe menospreciar. Como<br />
quiera que sea, todos esos reparos referidos a cuestiones técnicas<br />
podrían resolverse sin mayores problemas, aunque impliquen altas<br />
inversiones en recursos de todo tipo, además de bastante paciencia<br />
durante el necesario periodo de adaptación para que un sistema de<br />
semejante envergadura termine de ajustarse.<br />
En otro nivel, sin embargo, la discusión se torna mucho más<br />
compleja y fundamental, por ejemplo cuando se cuestiona hasta<br />
qué punto la tecnología se integrará a un proyecto pedagógico realmente<br />
innovador, capaz de reconcentrar la atención del alumnado<br />
en el aprendizaje que, por lo visto, seguirá ocurriendo prioritariamente<br />
entre las paredes del aula. En este sentido, también se han<br />
realizado serios trabajos de creación de materiales didácticos en<br />
formato digital, contemplando el apoyo a la capacitación de los docentes<br />
y la implementación de foros para compartir dudas o experiencias.<br />
Incluso así, el riesgo más amenazador es que los aparatos se<br />
conviertan en un nuevo y poderoso agente de dispersión o de fuga<br />
del confinamiento que, de modo más evidente aún al verse informatizado,<br />
parece haber perdido su sentido. Tras permitir el acceso al<br />
flujo –aun sabiendo que, de hecho, habría sido necio o vano intentar<br />
mantenerlo afuera–, ahora el problema será “enseñar” a lidiar con<br />
él. Algo sumamente difícil, para lo cual los profesores deberían ser<br />
“capacitados” tanto o más que para manejar las computadoras y sus<br />
programas didácticos. Pero el problema es aún mayor, ya que quizás<br />
nadie sepa realmente en qué consiste esa enseñanza, y es muy<br />
dudoso que los docentes contemporáneos puedan asumir esa tarea<br />
cuando se ha disuelto el mito de la transmisión, sobre todo en ese<br />
campo en que los chicos parecen “saber” más que ellos.<br />
En el contexto actual, “cualquier conexión produce efectos<br />
dispersivos”, recuerda Cristina Corea. “Sin principio de autoridad<br />
ni código establecido, toda conexión con el flujo, toda intervención,<br />
produce una multiplicidad dispersa de efectos”, agrega la<br />
entornos digitales y políticas educativas<br />
dilemas y certezas<br />
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