LA SEXUALIDAD Y SU ORIGEN ESPIRITUAL
RG_Edicion_267_Septiembre_2016_Web
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EL HACHÍS<br />
l uso del hachís en el Medio Oriente se propagó a<br />
Europa en el siglo XVIII. Este es quizá uno de los<br />
Epsicoactivos que más ha dado pie a la creación de<br />
leyendas y experimentaciones artísticas. Dentro de la<br />
denominada botánica oculta se sabía desde tiempos<br />
remotos que del cáñamo índico se extraía "un extracto<br />
grasiento", del cual se fabricaba el famoso "haschisch". Por<br />
su parte, el aceite de cáñamo parece haber entrado en<br />
circulación hasta el siglo XIX y su uso se mantuvo como una<br />
modalidad europea.<br />
La palabra hashís o hachís, esta última es la palabra ya<br />
castellanizada, proviene de los hassassins, miembros de<br />
una secta famosa por sus asesinatos y vinculada al uso de<br />
este psicofármaco. Al hachís también se le llama hash en<br />
México, aunque es poco común encontrarlo. En España en<br />
cambio es de lo más común, mucho más que la marihuana<br />
seca y se le llama chocolate, china o polen. Un cigarro<br />
elaborado con tabaco y hachís es un porro o canuto. Y la<br />
persona que lo ha consumido, está colocado o emporrado.<br />
El hachís es una pasta hecha con la resina prensada que<br />
segrega la parte florida del cáñamo hembra (los llamados<br />
cogollos). Dicha resina tiene un color café intenso y<br />
generalmente se presenta comprimida en forma de<br />
pequeños bloques. Se elabora extrayendo la resina de la<br />
marihuana seca con ayuda de un cedazo. La marihuana se<br />
agita dentro de un tamiz hasta que la resina atraviese los<br />
agujeros de la malla toda vez separada de la materia<br />
vegetal. Esta resina se prensa para formar una bola o una<br />
tableta de hachís.<br />
Otra forma de prepararlo que se utiliza en la India y en Nepal<br />
es frotando los cogollos de la marihuana aún plantada entre<br />
las manos, hasta que poco a poco la resina se vaya<br />
acumulando en la piel formando una capa oscura, entonces<br />
se frotan las manos entre sí hasta formar una bolita que se<br />
denomina charas. El aceite puede presentarse como un<br />
alquitrán resinoso de color marrón oscuro o como un líquido<br />
muy fluido de color ambarino. Éste último, que es el de<br />
mejor calidad, se obtiene tratando el hachís en retortas con<br />
alcohol, mientras que el primero se extrae prensando<br />
directamente los tallos, las hojas y las flores de la planta de<br />
cáñamo.<br />
El hachís se fuma o se ingiere mezclado con miel o<br />
mantequilla. Sobre su mecanismo de acción al llegar al<br />
cerebro se sabe que es similar al de la marihuana, tarda al<br />
menos 30 minutos en aparecer cuando ha sido fumado y<br />
hasta una hora y media cuando ha sido ingerido, en cuyo<br />
caso puede prolongarse hasta por cinco o seis horas. El<br />
aceite puede ingerirse oralmente cuando es muy puro, de<br />
otra manera es mezclado con tabaco y se fuma. Por vía<br />
intestinal puede tardar hasta dos horas en hacer efecto y su<br />
duración puede llegar hasta las ocho o diez.<br />
Las dosis bajas de hachís se calculan entre 500 y 1000 mg;<br />
dosis medias entre 3000 y 4000 mg. Las dosis letales<br />
sobrepasan los 30.000 mg. En cuanto al aceite, la dosis<br />
depende de la calidad del producto, si es muy puro, basta<br />
una pequeña gota para inducir experiencias de notable<br />
intensidad que se manifiestan hasta después de dos horas<br />
de haber sido consumido.<br />
Se adquiere cierta tolerancia a los tres o cuatro días de uso<br />
continuo y desaparece a los dos o tres días de privación, no<br />
obstante, parece ser que las experiencias provocadas por<br />
ambos productos son tan intensas que no hay muchos que<br />
se atrevan a repetirlas cotidianamente. Al igual que la<br />
marihuana, ni el hachís ni el aceite provocan dependencia<br />
física, pero sí pueden llegar a generar una gran<br />
dependencia psicológica. Su retiro no produce ningún<br />
síndrome abstinencial orgánico, aunque pueden<br />
presentarse cuadros de ansiedad, tensión e irritabilidad<br />
pasajeros.<br />
A nivel físico, el consumo tanto de hachís como de aceite<br />
ocasiona alteraciones muy similares a las de la marihuana,<br />
acelera el ritmo cardíaco, dilata los vasos sanguíneos y<br />
disminuye la coordinación psico-motriz en función de la<br />
cantidad utilizada. En algunos casos se han detectado<br />
anormalidades menstruales en las mujeres y disminución<br />
en las concentraciones de testosterona y espermatozoides<br />
en los hombres. Los riesgos comparativos a nivel pulmonar<br />
entre fumar tabaco y fumar hachís son los mismos que entre<br />
fumar tabaco y fumar marihuana.<br />
Los psicólogos han podido detectar en los consumidores de<br />
drogas la carencia de un conocimiento de tipo superior que<br />
les permita respirar siempre felicidad, comprensión y<br />
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