30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Evangelios y de <strong>la</strong>s Epísto<strong>la</strong>s que se leían <strong>en</strong> el culto público y suponía que eso era todo lo que cont<strong>en</strong>ía<br />

<strong>la</strong> Biblia. Ahora veía, <strong>por</strong> primera vez, <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra de Dios completa. Con rever<strong>en</strong>cia mezc<strong>la</strong>da de<br />

admiración hojeó <strong>la</strong>s sagradas páginas; con pulso tembloroso y corazón turbado leyó con at<strong>en</strong>ción <strong>la</strong>s<br />

pa<strong>la</strong>bras de vida, det<strong>en</strong>iéndose a veces para exc<strong>la</strong>mar: “¡Ah! ¡si Dios quisiese darme para mí otro libro<br />

como este!” (ibíd). Los ángeles del cielo estaban a su <strong>la</strong>do y rayos de luz del trono de Dios reve<strong>la</strong>ban a su<br />

<strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to los tesoros de <strong>la</strong> verdad. Siempre había t<strong>en</strong>ido temor de of<strong>en</strong>der a Dios, pero ahora se s<strong>en</strong>tía<br />

como nunca antes conv<strong>en</strong>cido de que era un pobre pecador.<br />

Un sincero deseo de librarse del pecado y de reconciliarse con Dios le indujo al fin a <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> un<br />

c<strong>la</strong>ustro para consagrarse a <strong>la</strong> vida monástica. Allí se le obligó a desempeñar los trabajos más humil<strong>la</strong>ntes<br />

y a pedir limosnas de casa <strong>en</strong> casa. Se hal<strong>la</strong>ba <strong>en</strong> <strong>la</strong> edad <strong>en</strong> que más se apetec<strong>en</strong> el aprecio y el respeto<br />

de todos, y <strong>por</strong> consigui<strong>en</strong>te aquel<strong>la</strong>s viles ocupaciones le mortificaban y of<strong>en</strong>dían sus s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos<br />

naturales; pero todo lo sobrellevaba con paci<strong>en</strong>cia, crey<strong>en</strong>do que lo necesitaba <strong>por</strong> causa de sus pecados.<br />

Dedicaba al estudio todo el tiempo que le dejaban libre sus ocupaciones de cada día y aun robaba<br />

al sueño y a sus escasas comidas el tiempo que hubiera t<strong>en</strong>ido que darles. Sobre todo se deleitaba <strong>en</strong> el<br />

estudio de <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra de Dios. Había <strong>en</strong>contrado una Biblia <strong>en</strong>cad<strong>en</strong>ada <strong>en</strong> el muro del conv<strong>en</strong>to, y allá<br />

iba con frecu<strong>en</strong>cia a escudriñar<strong>la</strong>. A medida que se iba conv<strong>en</strong>ci<strong>en</strong>do más y más de su condición de<br />

pecador, procuraba <strong>por</strong> medio de sus obras obt<strong>en</strong>er perdón y paz. Observaba una vida ll<strong>en</strong>a de<br />

mortificaciones, procurando dominar <strong>por</strong> medio de ayunos y vigilias y de castigos cor<strong>por</strong>ales sus<br />

inclinaciones naturales, de <strong>la</strong>s cuales <strong>la</strong> vida monástica no le había librado. No rehuía sacrificio alguno<br />

con tal de llegar a poseer un corazón limpio que mereciese <strong>la</strong> aprobación de Dios. “Verdaderam<strong>en</strong>te—<br />

decía él más tarde—yo fui un fraile piadoso y seguí con mayor severidad de <strong>la</strong> que puedo expresar <strong>la</strong>s<br />

reg<strong>la</strong>s de mi ord<strong>en</strong> [...]. Si algún fraile hubiera podido <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> el cielo <strong>por</strong> sus obras monacales, no hay<br />

duda que yo hubiera <strong>en</strong>trado. Si hubiera durado mucho tiempo aquel<strong>la</strong> rigidez, me hubiera hecho morir a<br />

fuerza de austeridades” (ibíd., cap. 3). A consecu<strong>en</strong>cia de esta dolorosa disciplina perdió sus fuerzas y<br />

sufrió convulsiones y desmayos de los que jamás pudo reponerse <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te. Pero a pesar de todos sus<br />

esfuerzos, su alma agobiada no hal<strong>la</strong>ba alivio, y al fin fue casi arrastrado a <strong>la</strong> desesperación.<br />

93

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!