30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

misericordioso ha sido Dios conmigo y de qué modo tan admirable me ha sost<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> medio de mis<br />

pruebas y t<strong>en</strong>taciones”. Bonnechose 3:74.<br />

En <strong>la</strong> oscuridad de su ca<strong>la</strong>bozo previó el triunfo de <strong>la</strong> fe verdadera. Volvi<strong>en</strong>do <strong>en</strong> sueños a su<br />

capil<strong>la</strong> de Praga donde había predicado el evangelio, vio al papa y a sus obispos borrando los cuadros de<br />

Cristo que él había pintado <strong>en</strong> sus paredes. “Este sueño le aflige; pero el día sigui<strong>en</strong>te ve muchos pintores<br />

ocupados <strong>en</strong> restablecer <strong>la</strong>s imág<strong>en</strong>es <strong>en</strong> mayor número y colores más bril<strong>la</strong>ntes. Concluido este trabajo,<br />

los pintores, rodeados de un g<strong>en</strong>tío inm<strong>en</strong>so, exc<strong>la</strong>man: ‘¡Que v<strong>en</strong>gan ahora papas y obispos! ya no <strong>la</strong>s<br />

borrarán jamás’”. Al referir el reformador su sueño añadió: “T<strong>en</strong>go <strong>por</strong> cierto, que <strong>la</strong> imag<strong>en</strong> de Cristo no<br />

será borrada jamás. Ellos han querido destruir<strong>la</strong>; pero será nuevam<strong>en</strong>te pintada <strong>en</strong> los corazones, <strong>por</strong> unos<br />

predicadores que valdrán más que yo” (D’Aubigné, lib. 1, cap. 7).<br />

Por última vez fue llevado Hus ante el concilio. Era esta una asamblea numerosa y deslumbradora:<br />

el emperador, los príncipes del imperio, delegados reales, card<strong>en</strong>ales, obispos y sacerdotes, y una inm<strong>en</strong>sa<br />

multitud de personas que habían acudido a pres<strong>en</strong>ciar los acontecimi<strong>en</strong>tos del día. De todas partes de <strong>la</strong><br />

cristiandad se habían reunido los testigos de este gran sacrificio, el primero <strong>en</strong> <strong>la</strong> <strong>la</strong>rga lucha <strong>en</strong>tab<strong>la</strong>da<br />

para asegurar <strong>la</strong> libertad de conci<strong>en</strong>cia. Instado Hus para que manifestara su decisión final, dec<strong>la</strong>ró que se<br />

negaba a abjurar, y fijando su p<strong>en</strong>etrante mirada <strong>en</strong> el monarca que tan vergonzosam<strong>en</strong>te vio<strong>la</strong>ra <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra<br />

empeñada, dijo: “Resolví, de mi propia y espontánea libertad, comparecer ante este concilio, bajo <strong>la</strong> fe y<br />

<strong>la</strong> protección pública del emperador aquí pres<strong>en</strong>te”. Bonnechose 3:94. El bochorno se le subió a <strong>la</strong> cara al<br />

monarca Segismundo al fijarse <strong>en</strong> él <strong>la</strong>s miradas de todos los circunstantes.<br />

Habi<strong>en</strong>do sido pronunciada <strong>la</strong> s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia, se dio principio a <strong>la</strong> ceremonia de <strong>la</strong> degradación. Los<br />

obispos vistieron a su prisionero el hábito sacerdotal, y al recibir este <strong>la</strong> vestidura dijo: “A nuestro Señor<br />

Jesucristo se le vistió con una túnica b<strong>la</strong>nca con el fin de insultarle, cuando Herodes le <strong>en</strong>vió a Pi<strong>la</strong>to”.<br />

Ibíd., 95, 96. Habiéndosele exhortado otra vez a que se retractara, replicó mirando al pueblo: “Y <strong>en</strong>tonces,<br />

¿con qué cara me pres<strong>en</strong>taría <strong>en</strong> el cielo? ¿cómo miraría a <strong>la</strong>s multitudes de hombres a qui<strong>en</strong>es he<br />

predicado el evangelio puro? No; estimo su salvación más que este pobre cuerpo destinado ya a morir”.<br />

Las vestiduras le fueron quitadas una <strong>por</strong> una, pronunciando cada obispo una maldición cuando le tocaba<br />

tomar parte <strong>en</strong> <strong>la</strong> ceremonia. Por último, “colocaron sobre su cabeza una gorra o mitra de papel <strong>en</strong> forma<br />

81

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!