30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

del papa Juan, cuyo carácter y política poco se prestaban a una investigación aun cuando esta fuera hecha<br />

<strong>por</strong> pre<strong>la</strong>dos de tan escasa moralidad como lo eran los eclesiásticos de aquellos tiempos. Pero no pudo,<br />

sin embargo, oponerse a <strong>la</strong> voluntad de Segismundo (véase el Apéndice).<br />

Los fines principales que debía procurar el concilio eran poner fin al cisma de <strong>la</strong> iglesia y arrancar<br />

de raíz <strong>la</strong> herejía. En consecu<strong>en</strong>cia los dos antipapas fueron citados a comparecer ante <strong>la</strong> asamblea, y con<br />

ellos Juan Hus, el principal propagador de <strong>la</strong>s nuevas ideas. Los dos primeros, considerando que había<br />

peligro <strong>en</strong> pres<strong>en</strong>tarse, no lo hicieron,sino que mandaron sus delegados. El papa Juan,aun cuando era<br />

qui<strong>en</strong> ost<strong>en</strong>siblem<strong>en</strong>te había convocado el concilio, acudió con mucho recelo, sospechando <strong>la</strong> int<strong>en</strong>ción<br />

secreta del emperador de destituirle, y temi<strong>en</strong>do ser l<strong>la</strong>mado a cu<strong>en</strong>tas <strong>por</strong> los vicios con que había<br />

desprestigiado <strong>la</strong> tiara y <strong>por</strong> los crím<strong>en</strong>es de que se había valido para apoderarse de el<strong>la</strong>. Sin embargo,<br />

hizo su <strong>en</strong>trada <strong>en</strong> <strong>la</strong> ciudad de Constanza con gran pompa, acompañado de los eclesiásticos de más alta<br />

categoría y de un séquito de cortesanos. El clero y los dignatarios de <strong>la</strong> ciudad, con un g<strong>en</strong>tío inm<strong>en</strong>so,<br />

salieron a recibirle. V<strong>en</strong>ía debajo de un dosel dorado sost<strong>en</strong>ido <strong>por</strong> cuatro de los principales magistrados.<br />

La hostia iba de<strong>la</strong>nte de él, y <strong>la</strong>s ricas vestiduras de los card<strong>en</strong>ales daban un aspecto impon<strong>en</strong>te a <strong>la</strong><br />

procesión.<br />

Entre tanto, otro viajero se acercaba a Constanza. Hus se daba cu<strong>en</strong>ta del riesgo que corría. Se<br />

había despedido de sus amigos como si ya no p<strong>en</strong>sara volverlos a ver, y había empr<strong>en</strong>dido el viaje<br />

presinti<strong>en</strong>do que remataría <strong>en</strong> <strong>la</strong> hoguera. A pesar de haber obt<strong>en</strong>ido un salvoconducto del rey de Bohemia,<br />

y otro que, estando ya <strong>en</strong> camino, recibió del emperador Segismundo, arregló bi<strong>en</strong> todos sus asuntos <strong>en</strong><br />

previsión de su muerte probable.<br />

En una carta dirigida a sus amigos de Praga, les decía: “Hermanos míos [...] me voy llevando un<br />

salvoconducto del rey para hacer fr<strong>en</strong>te a mis numerosos y mortales <strong>en</strong>emigos [...]. Me <strong>en</strong>comi<strong>en</strong>do de<br />

todo corazón al Dios todopoderoso, mi Salvador; confío <strong>en</strong> que él escuchará vuestras ardi<strong>en</strong>tes súplicas;<br />

que pondrá su prud<strong>en</strong>cia y su sabiduría <strong>en</strong> mi boca para que yo pueda resistir a los adversarios, y que me<br />

asistirá el Espíritu Santo para confirmarme <strong>en</strong> <strong>la</strong> verdad, a fin de que pueda arrostrar con valor <strong>la</strong>s<br />

t<strong>en</strong>taciones, <strong>la</strong> cárcel y si fuese necesario, una muerte cruel. Jesucristo sufrió <strong>por</strong> sus muy amados, y, <strong>por</strong><br />

tanto, ¿habremos de extrañar que nos haya dejado su ejemplo a fin de que suframos con paci<strong>en</strong>cia todas<br />

78

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!