30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

También es cierto que <strong>la</strong> Iglesia Católica sigue reservándose el derecho exclusivo de interpretar <strong>la</strong> Biblia<br />

a <strong>la</strong> luz de su propia tradición.<br />

288 ACERCA DE LACUNZA—Para obt<strong>en</strong>er datos sobre <strong>la</strong> influ<strong>en</strong>cia que tuvieron <strong>la</strong>s ideas de<br />

Lacunza <strong>en</strong> el desarrollo del movimi<strong>en</strong>to adv<strong>en</strong>tista, no solo <strong>en</strong> Sudamérica sino también <strong>en</strong> muchas otras<br />

partes del mundo, véase L. E. Froom, The Prophetic Faith of Our Fathers, Review and Herald, 1946, pp.<br />

268, 280, 303-324, 425, 450, 478, 482-485, 518-520, 657; A. F. Vaucher, Lacunza un heraldo de <strong>la</strong><br />

segunda v<strong>en</strong>ida de Cristo, Ediciones Interamericanas, 1970.<br />

296 MANTOS DE ASCENSIÓN—La patraña de que los adv<strong>en</strong>tistas hicieron mantos especiales<br />

para subir “al <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro del Señor <strong>en</strong> el aire” fue inv<strong>en</strong>tada <strong>por</strong> los que deseaban vituperar <strong>la</strong> causa. Fue<br />

propagada de modo tan ing<strong>en</strong>ioso que muchos <strong>la</strong> creyeron; pero una investigación probó su falsedad.<br />

Durante muchos años se ha ofrecido una bu<strong>en</strong>a gratificación al que probara <strong>la</strong> veracidad del aserto, pero<br />

hasta <strong>la</strong> fecha nadie ha podido hacerlo. Nadie que amara <strong>la</strong> v<strong>en</strong>ida del Señor hubiera sido tan poco<br />

conocedor de <strong>la</strong>s Escrituras para suponer que para semejante ocasión fues<strong>en</strong> necesarias vestiduras que<br />

pudieran ellos hacer. La única vestidura que necesitarán los santos para ir al <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro del Señor es <strong>la</strong><br />

justicia de Cristo. Véase Apocalipsis 19:8.<br />

296 LA CRONOLOGÍA DE LA PROFECÍA—EL Dr. George Bush, profesor de hebreo y de<br />

literatura ori<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> <strong>la</strong> Universidad de Nueva York, <strong>en</strong> carta que dirigiera al Sr. Miller, y que se publicó<br />

<strong>en</strong> el Adv<strong>en</strong>t Herald, and Signs of the Times Re<strong>por</strong>ter, de Boston, Números del 6 y 13 de marzo de 1844,<br />

hizo algunas im<strong>por</strong>tantes dec<strong>la</strong>raciones respecto a sus cálculos de los tiempos proféticos. Dice el Dr. Bush:<br />

“Me parece que no hay <strong>por</strong> qué c<strong>en</strong>surarle a usted ni a sus amigos, <strong>por</strong> haber dedicado mucho<br />

tiempo y at<strong>en</strong>ción al estudio de <strong>la</strong> cronología de <strong>la</strong> profecía, ni <strong>por</strong> haberse afanado tanto <strong>en</strong> determinar<br />

<strong>la</strong>s fechas del principio y fin de los grandes períodos de esta. Si el Espíritu Santo indicó períodos <strong>en</strong> los<br />

libros proféticos, fue sin duda con el fin de que fues<strong>en</strong> estudiados y probablem<strong>en</strong>te también de que<br />

concluyeran <strong>por</strong> ser del todo <strong>en</strong>t<strong>en</strong>didos; y a nadie se le debe tachar de ins<strong>en</strong>sata presunción <strong>por</strong>que con<br />

toda rever<strong>en</strong>cia trate de compr<strong>en</strong>derlos [...]. Al tomar un día como término profético de un año, creo, que<br />

se manti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> el terr<strong>en</strong>o de <strong>la</strong> más sana exégesis, apoyados además <strong>por</strong> los grandes nombres de Mede,<br />

Sir Isaac Newton, Kirby, Scott, Keith, y una legión más que hace mucho tiempo llegaron a conclusiones<br />

590

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!