30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

manos, y su costado heridos, de donde manó <strong>la</strong> corri<strong>en</strong>te purpurina que reconcilió al hombre con Dios,<br />

allí está <strong>la</strong> gloria del Salvador, “allí mismo está el escondedero de su poder”. “Poderoso para salvar” <strong>por</strong><br />

el sacrificio de <strong>la</strong> red<strong>en</strong>ción, fue <strong>por</strong> consigui<strong>en</strong>te fuerte para ejecutar <strong>la</strong> justicia para con aquellos que<br />

despreciaron <strong>la</strong> misericordia de Dios. Y <strong>la</strong>s marcas de su humil<strong>la</strong>ción son su mayor honor; a través de <strong>la</strong>s<br />

edades eternas, <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>gas del Calvario proc<strong>la</strong>marán su a<strong>la</strong>banza y dec<strong>la</strong>rarán su poder. “¡Oh, torre del<br />

rebaño, colina de <strong>la</strong> hija de Sión, a ti te llegará; sí, a ti v<strong>en</strong>drá el dominio anterior!” Miqueas 4:8 (VM).<br />

Llegó el mom<strong>en</strong>to <strong>por</strong> el cual suspiraron los santos desde que <strong>la</strong> espada de fuego expulsó a <strong>la</strong><br />

primera pareja del paraíso, el tiempo de “<strong>la</strong> red<strong>en</strong>ción de <strong>la</strong> posesión adquirida”. Efesios 1:14. La tierra<br />

dada al principio al hombre para que fuera su reino, <strong>en</strong>tregada alevosam<strong>en</strong>te <strong>por</strong> él a manos de Satanás, y<br />

conservada durante tanto tiempo <strong>por</strong> el poderoso <strong>en</strong>emigo, ha sido recuperada mediante el gran p<strong>la</strong>n de <strong>la</strong><br />

red<strong>en</strong>ción. Todo lo que se había perdido <strong>por</strong> el pecado, ha sido restaurado. “Así dice Jehová, [...] el que<br />

formó <strong>la</strong> tierra y <strong>la</strong> hizo, el cual <strong>la</strong> estableció; no <strong>en</strong> vano <strong>la</strong> creó, sino que para ser habitada <strong>la</strong> formó”.<br />

Isaías 45:18 (VM). El propósito primitivo que t<strong>en</strong>ía Dios al crear <strong>la</strong> tierra se cumple al convertirse esta <strong>en</strong><br />

<strong>la</strong> morada eterna de los redimidos. “Los justos heredarán <strong>la</strong> tierra, y vivirán para siempre sobre el<strong>la</strong>”.<br />

Salmos 37:29.<br />

El temor de hacer aparecer <strong>la</strong> futura her<strong>en</strong>cia de los santos demasiado material ha inducido a<br />

muchos a espiritualizar aquel<strong>la</strong>s verdades que nos hac<strong>en</strong> considerar <strong>la</strong> tierra como nuestra morada. Cristo<br />

aseguró a sus discípulos que iba a preparar mansiones para ellos <strong>en</strong> <strong>la</strong> casa de su Padre. Los que aceptan<br />

<strong>la</strong>s <strong>en</strong>señanzas de <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra de Dios no ignorarán <strong>por</strong> completo lo que se refiere a <strong>la</strong> patria celestial. Y<br />

sin embargo son “cosas que ojo no vio, ni oído oyó, y que jamás <strong>en</strong>traron <strong>en</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to humano <strong>la</strong>s<br />

cosas grandes que ha preparado Dios para los que le aman”. 1 Corintios 2:9 (VM). El l<strong>en</strong>guaje humano<br />

no alcanza a describir <strong>la</strong> recomp<strong>en</strong>sa de los justos. Solo <strong>la</strong> conocerán qui<strong>en</strong>es <strong>la</strong> contempl<strong>en</strong>. Ninguna<br />

intelig<strong>en</strong>cia limitada puede compr<strong>en</strong>der <strong>la</strong> gloria del paraíso de Dios.<br />

En <strong>la</strong> Biblia se l<strong>la</strong>ma a <strong>la</strong> her<strong>en</strong>cia de los bi<strong>en</strong>av<strong>en</strong>turados una patria. Hebreos 11:14-16. Allí<br />

conduce el divino Pastor a su rebaño a los manantiales de aguas vivas. El árbol de vida da su fruto cada<br />

mes, y <strong>la</strong>s hojas del árbol son para el servicio de <strong>la</strong>s naciones. Allí hay corri<strong>en</strong>tes que manan eternam<strong>en</strong>te,<br />

c<strong>la</strong>ras como el cristal, al <strong>la</strong>do de <strong>la</strong>s cuales se mec<strong>en</strong> árboles que echan su sombra sobre los s<strong>en</strong>deros<br />

575

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!