30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

de <strong>la</strong> mitad de sus bi<strong>en</strong>es y que finalm<strong>en</strong>te, si se obstinaban <strong>en</strong> desobedecer, se les hiciese esc<strong>la</strong>vos. Los<br />

de <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses inferiores debían sufrir destierro perpetuo.<br />

Se recurrió también a los mi<strong>la</strong>gros. Entre otros casos maravillosos, se refería que un campesino<br />

que iba a <strong>la</strong>brar su campo <strong>en</strong> día domingo limpió su arado con un hierro que le p<strong>en</strong>etró <strong>en</strong> <strong>la</strong> mano, y <strong>por</strong><br />

dos años <strong>en</strong>teros no lo pudo sacar, “sufri<strong>en</strong>do con ello mucho dolor y vergü<strong>en</strong>za” (Francis West, Historical<br />

and Practical Discourse on the Lords Day, p. 174). Más tarde, el papa ord<strong>en</strong>ó que los sacerdotes del campo<br />

amonestas<strong>en</strong> a los que vio<strong>la</strong>s<strong>en</strong> el domingo y los indujeran a v<strong>en</strong>ir a <strong>la</strong> iglesia para rezar, no fuese que<br />

atrajes<strong>en</strong> alguna gran ca<strong>la</strong>midad sobre sí mismos y sobre sus vecinos. Un concilio eclesiástico adujo el<br />

argum<strong>en</strong>to tan frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te empleado desde <strong>en</strong>tonces, y hasta <strong>por</strong> los protestantes, de que <strong>en</strong> vista de<br />

que algunas personas habían sido muertas <strong>por</strong> el rayo mi<strong>en</strong>tras trabajaban <strong>en</strong> día domingo, ese debía ser<br />

el día de reposo. “Es evid<strong>en</strong>te—decían los pre<strong>la</strong>dos—cuán grande era el desagrado de Dios al verlos<br />

despreciar ese día”. Luego se dirigió un l<strong>la</strong>mami<strong>en</strong>to para que los sacerdotes y ministros, reyes y príncipes<br />

y todos los fieles “hicieran cuanto les fuera posible para que ese día fuese repuesto <strong>en</strong> su honor y para que<br />

fuese más devotam<strong>en</strong>te observado <strong>en</strong> lo <strong>por</strong> v<strong>en</strong>ir, para honra de <strong>la</strong> cristiandad” (Thomas Morer, Discourse<br />

in Six Dialogues on the Name, Notion, and Observation of the Lords Day, p. 271).<br />

Como los decretos de los concilios resultaran insufici<strong>en</strong>tes, se instó a <strong>la</strong>s autoridades civiles a<br />

promulgar un edicto que inspirase terror al pueblo y le obligase a abst<strong>en</strong>erse de trabajar el domingo. En<br />

un sínodo reunido <strong>en</strong> Roma, todos los decretos anteriores fueron confirmados con mayor fuerza y<br />

solemnidad, incor<strong>por</strong>ados <strong>en</strong> <strong>la</strong> ley eclesiástica y puestos <strong>en</strong> vig<strong>en</strong>cia <strong>por</strong> <strong>la</strong>s autoridades civiles <strong>en</strong> casi<br />

toda <strong>la</strong> cristiandad (véase Heylyn, History of the Sabbath, parte 2, cap. 5, sec. 7).<br />

A pesar de esto <strong>la</strong> falta de autoridad bíblica <strong>en</strong> favor de <strong>la</strong> observancia del domingo no originaba<br />

pocas dificultades. El pueblo ponía <strong>en</strong> te<strong>la</strong> de juicio el derecho de sus maestros para echar a un <strong>la</strong>do <strong>la</strong><br />

dec<strong>la</strong>ración positiva de Jehová: “El séptimo día sábado es del Señor tu Dios” a fin de honrar el día del<br />

Sol. Se necesitaban otros expedi<strong>en</strong>tes para suplir <strong>la</strong> falta de testimonios bíblicos. Un celoso def<strong>en</strong>sor del<br />

domingo que visitó a fines del siglo XII <strong>la</strong>s iglesias de Ing<strong>la</strong>terra, <strong>en</strong>contró resist<strong>en</strong>cia <strong>por</strong> parte de testigos<br />

fieles de <strong>la</strong> verdad; sus esfuerzos resultaron tan inútiles que abandonó el país <strong>por</strong> algún tiempo <strong>en</strong> busca<br />

de medios que le permities<strong>en</strong> apoyar sus <strong>en</strong>señanzas. Cuando regresó, <strong>la</strong> falta había sido suplida y <strong>en</strong>tonces<br />

495

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!