30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El cielo <strong>en</strong>tero se había regocijado <strong>en</strong> reflejar <strong>la</strong> gloria del Creador y <strong>en</strong>tonar sus a<strong>la</strong>banzas. Y <strong>en</strong><br />

tanto que Dios era así honrado, todo era paz y dicha. Pero una nota discordante vino a romper <strong>la</strong>s armonías<br />

celestiales. El amor y <strong>la</strong> exaltación de sí mismo, contrarios al p<strong>la</strong>n del Creador, despertaron<br />

pres<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos del mal <strong>en</strong> <strong>la</strong>s m<strong>en</strong>tes de aquellos <strong>en</strong>tre qui<strong>en</strong>es <strong>la</strong> gloria de Dios lo superaba todo. Los<br />

consejos celestiales alegaron con Lucifer. El Hijo de Dios le hizo pres<strong>en</strong>tes <strong>la</strong> grandeza, <strong>la</strong> bondad y <strong>la</strong><br />

justicia del Creador, y <strong>la</strong> naturaleza sagrada e inmutable de su ley. Dios mismo había establecido el ord<strong>en</strong><br />

del cielo, y Lucifer al apartarse de él, iba a deshonrar a su Creador y a atraer <strong>la</strong> ruina sobre sí mismo. Pero<br />

<strong>la</strong> amonestación dada con un espíritu de amor y misericordia infinitos, solo despertó espíritu de resist<strong>en</strong>cia.<br />

Lucifer dejó prevalecer sus celos y su rivalidad con Cristo, y se volvió aún más obstinado.<br />

El orgullo de su propia gloria le hizo desear <strong>la</strong> supremacía. Lucifer no apreció como don de su<br />

Creador los altos honores que Dios le había conferido, y no sintió gratitud alguna. Se glorificaba de su<br />

belleza y elevación, y aspiraba a ser igual a Dios. Era amado y rever<strong>en</strong>ciado <strong>por</strong> <strong>la</strong> hueste celestial. Los<br />

ángeles se deleitaban <strong>en</strong> ejecutar sus órd<strong>en</strong>es, y estaba revestido de sabiduría y gloria sobre todos ellos.<br />

Sin embargo, el Hijo de Dios era el Soberano reconocido del cielo, y gozaba de <strong>la</strong> misma autoridad y<br />

poder que el Padre. Cristo tomaba parte <strong>en</strong> todos los consejos de Dios, mi<strong>en</strong>tras que a Lucifer no le era<br />

permitido <strong>en</strong>trar así <strong>en</strong> los designios divinos. Y este ángel poderoso se preguntaba <strong>por</strong> qué había de t<strong>en</strong>er<br />

Cristo <strong>la</strong> supremacía y recibir más honra que él mismo.<br />

Abandonando el lugar, que ocupaba <strong>en</strong> <strong>la</strong> pres<strong>en</strong>cia inmediata del Padre, Lucifer salió a difundir<br />

el espíritu de descont<strong>en</strong>to <strong>en</strong>tre los ángeles. Obrando con misteriosos sigilo y <strong>en</strong>cubri<strong>en</strong>do durante algún<br />

tiempo sus verdaderos fines bajo una apari<strong>en</strong>cia de respeto hacia Dios, se esforzó <strong>en</strong> despertar el<br />

descont<strong>en</strong>to respecto a <strong>la</strong>s leyes que gobernaban a los seres divinos, insinuando que el<strong>la</strong>s imponían<br />

restricciones innecesarias. Insistía <strong>en</strong> que si<strong>en</strong>do dotados de una naturaleza santa, los ángeles debían<br />

obedecer los dictados de su propia voluntad. Procuró ganarse <strong>la</strong> simpatía de ellos haciéndoles creer que<br />

Dios había obrado injustam<strong>en</strong>te con él, concedi<strong>en</strong>do a Cristo honor supremo. Dio a <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que al aspirar<br />

a mayor poder y honor, no trataba de exaltarse a sí mismo sino de asegurar libertad para todos los<br />

habitantes del cielo, a fin de que pudies<strong>en</strong> así alcanzar a un nivel superior de exist<strong>en</strong>cia.<br />

427

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!