30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

“compr<strong>en</strong>der, con todos los santos, cuál sea <strong>la</strong> anchura, y <strong>la</strong> longitud, y <strong>la</strong> altura y <strong>la</strong> profundidad y conocer<br />

el amor de Cristo, que sobrepuja a todo conocimi<strong>en</strong>to”. Pero <strong>la</strong> oración del apóstol alcanza al apogeo del<br />

privilegio cuando ruega que sean “ll<strong>en</strong>os de ello, hasta <strong>la</strong> medida de toda <strong>la</strong> pl<strong>en</strong>itud de Dios”. Efesios<br />

3:16-19 (VM).<br />

Así se pon<strong>en</strong> de manifiesto <strong>la</strong>s alturas de <strong>la</strong> perfección que podemos alcanzar <strong>por</strong> <strong>la</strong> fe <strong>en</strong> <strong>la</strong>s<br />

promesas de nuestro Padre celestial, cuando cumplimos con lo que él requiere de nosotros. Por los méritos<br />

de Cristo t<strong>en</strong>emos acceso al trono del poder infinito. “El que aun a su propio Hijo no perdonó, antes le<br />

<strong>en</strong>tregó <strong>por</strong> todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas <strong>la</strong>s cosas?” Romanos 8:32. El Padre<br />

dio a su Hijo su Espíritu sin medida, y nosotros podemos participar también de su pl<strong>en</strong>itud. Jesús dice:<br />

“Pues si vosotros, si<strong>en</strong>do malos, sabéis dar bu<strong>en</strong>as dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre<br />

celestial dará el Espíritu Santo a los que lo pidier<strong>en</strong> de él?” Lucas 11:13. “Si algo pidiereis <strong>en</strong> mi nombre,<br />

yo lo haré”. “Pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido”. Juan 14:14; 16:24.<br />

Si bi<strong>en</strong> <strong>la</strong> vida del cristiano ha de ser caracterizada <strong>por</strong> <strong>la</strong> humildad, no debe seña<strong>la</strong>rse <strong>por</strong> <strong>la</strong><br />

tristeza y <strong>la</strong> d<strong>en</strong>igración de sí mismo. Todos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> el privilegio de vivir de manera que Dios los apruebe<br />

y los b<strong>en</strong>diga. No es <strong>la</strong> voluntad de nuestro Padre celestial que estemos siempre <strong>en</strong> cond<strong>en</strong>ación y<br />

tinieb<strong>la</strong>s. Marchar con <strong>la</strong> cabeza baja y el corazón ll<strong>en</strong>o de preocupaciones re<strong>la</strong>tivas a uno mismo no es<br />

prueba de verdadera humildad. Podemos acudir a Jesús y ser purificados, y permanecer ante <strong>la</strong> ley sin<br />

avergonzarnos ni s<strong>en</strong>tir remordimi<strong>en</strong>tos. “Ahora pues, ninguna cond<strong>en</strong>ación hay para los que están <strong>en</strong><br />

Cristo Jesús, los que no andan conforme a <strong>la</strong> carne, mas conforme al Espíritu”. Romanos 8:1.<br />

Por medio de Jesús, los hijos caídos de Adán son hechos “hijos de Dios”. “Porque el que santifica<br />

y los que son santificados, de uno son todos: <strong>por</strong> lo cual no se avergü<strong>en</strong>za de l<strong>la</strong>marlos hermanos”. Hebreos<br />

2:11. La vida del cristiano debe ser una vida de fe, de victoria y de gozo <strong>en</strong> Dios. “Todo aquel que es<br />

<strong>en</strong>g<strong>en</strong>drado de Dios v<strong>en</strong>ce al mundo; y esta es <strong>la</strong> victoria que v<strong>en</strong>ce al mundo, a saber, nuestra fe”. 1 Juan<br />

5:4 (VM). Con razón dec<strong>la</strong>ró Nehemías, el siervo de Dios: “El gozo de Jehová es vuestra fortaleza”.<br />

Nehemías 8:10. Y San Pablo dijo: “Gozaos <strong>en</strong> el Señor siempre: otra vez os digo: Que os gocéis”. “Estad<br />

siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias <strong>en</strong> todo; <strong>por</strong>que esta es <strong>la</strong> voluntad de Dios para con vosotros<br />

<strong>en</strong> Cristo Jesús”. Filip<strong>en</strong>ses 4:4; 1 Tesalonic<strong>en</strong>ses 5:16-18.<br />

413

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!