30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

podemos esperar el adv<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de nuestro Señor. El “hombre de pecado”, que también es l<strong>la</strong>mado<br />

“misterio de iniquidad”, “hijo de perdición” y “el inicuo”, repres<strong>en</strong>ta al papado, el cual, como está<br />

predicho <strong>en</strong> <strong>la</strong>s profecías, conservaría su supremacía durante 1.260 años. Este período terminó <strong>en</strong> 1798.<br />

La v<strong>en</strong>ida del Señor no podía verificarse antes de dicha fecha. San Pablo abarca con su aviso toda <strong>la</strong><br />

disp<strong>en</strong>sación cristiana hasta el año 1798. Solo después de esta fecha debía ser proc<strong>la</strong>mado el m<strong>en</strong>saje<br />

de <strong>la</strong> segunda v<strong>en</strong>ida de Cristo.<br />

Semejante m<strong>en</strong>saje no se predicó <strong>en</strong> los siglos pasados. San Pablo, como lo hemos visto, no lo<br />

predicó; predijo a sus hermanos <strong>la</strong> v<strong>en</strong>ida de Cristo para un <strong>por</strong>v<strong>en</strong>ir muy lejano. Los reformadores no<br />

lo proc<strong>la</strong>maron tampoco. Martín Lutero fijo <strong>la</strong> fecha del juicio para cerca de tresci<strong>en</strong>tos años después<br />

de su época. Pero desde 1798 el libro de Daniel ha sido desel<strong>la</strong>do, <strong>la</strong> ci<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong>s profecías ha<br />

aum<strong>en</strong>tado y muchos han proc<strong>la</strong>mado el solemne m<strong>en</strong>saje del juicio cercano. Así como <strong>en</strong> el caso de<br />

<strong>la</strong> gran Reforma del siglo XVI, el movimi<strong>en</strong>to adv<strong>en</strong>tista surgió simultáneam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes países<br />

de <strong>la</strong> cristiandad. Tanto <strong>en</strong> Europa como <strong>en</strong> América, hubo hombres de fe y de oración que fueron<br />

inducidos a estudiar <strong>la</strong>s profecías, y que al escudriñar <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra inspirada, hal<strong>la</strong>ron pruebas<br />

convinc<strong>en</strong>tes de que el fin de todas <strong>la</strong>s cosas era inmin<strong>en</strong>te. En difer<strong>en</strong>tes países había grupos ais<strong>la</strong>dos<br />

de cristianos, que <strong>por</strong> el solo estudio de <strong>la</strong>s Escrituras, llegaron a creer que el adv<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to del Señor<br />

estaba cerca.<br />

En 1821, tres años después de haber llegado Miller a su modo de interpretar <strong>la</strong>s profecías que<br />

fijan el tiempo del juicio, el Dr. Joseph Wolff, “el misionero universal”, empezó a proc<strong>la</strong>mar <strong>la</strong> próxima<br />

v<strong>en</strong>ida del Señor. Wolff había nacido <strong>en</strong> Alemania, de orig<strong>en</strong> israelita, pues su padre era rabino. Desde<br />

muy temprano se conv<strong>en</strong>ció de <strong>la</strong> verdad de <strong>la</strong> religión cristiana. Dotado de intelig<strong>en</strong>cia viva y dada a<br />

<strong>la</strong> investigación, solía prestar profunda at<strong>en</strong>ción a <strong>la</strong>s conversaciones que se oían <strong>en</strong> casa de su padre<br />

mi<strong>en</strong>tras que diariam<strong>en</strong>te se reunían piadosos correligionarios para recordar <strong>la</strong>s esperanzas de su<br />

pueblo, <strong>la</strong> gloria del Mesías v<strong>en</strong>idero y <strong>la</strong> restauración de Israel. Un día, cuando el niño oyó m<strong>en</strong>cionar<br />

a Jesús de Nazaret, preguntó quién era. “Un israelita del mayor tal<strong>en</strong>to—le contestaron—; pero como<br />

aseveraba ser el Mesías, el tribunal judío le s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ció a muerte”. “¿Por qué <strong>en</strong>tonces—siguió<br />

preguntando el niño—está Jerusalén destruida? ¿y <strong>por</strong> qué estamos cautivos?” “¡Ay, ay!—contestó su<br />

310

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!