30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

de Miller muchos, hasta de los que profesaban ser del pueblo de Dios, se bur<strong>la</strong>ron de <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras de<br />

aviso. ¿Y <strong>por</strong> qué <strong>la</strong> doctrina y predicación de <strong>la</strong> segunda v<strong>en</strong>ida de Cristo fueron tan mal recibidas <strong>por</strong><br />

<strong>la</strong>s iglesias? Si bi<strong>en</strong> el adv<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to del Señor significa desgracia y deso<strong>la</strong>ción para los impíos, para<br />

los justos es motivo de dicha y esperanza. Esta gran verdad había sido consuelo de los fieles siervos de<br />

Dios a través de los siglos; ¿<strong>por</strong> qué hubo de convertirse, como su Autor, <strong>en</strong> “piedra de tropiezo, y<br />

piedra de caída”, para los que profesaban ser su pueblo? Fue nuestro Señor mismo qui<strong>en</strong> prometió a<br />

sus discípulos: “Si yo fuere y os preparare el lugar, v<strong>en</strong>dré otra vez, y os recibiré conmigo”. Juan 14:3<br />

(VM).<br />

El compasivo Salvador fue qui<strong>en</strong>, previ<strong>en</strong>do el abandono y dolor de sus discípulos, <strong>en</strong>cargó<br />

a los ángeles que los conso<strong>la</strong>ran con <strong>la</strong> seguridad de que volvería <strong>en</strong> persona, como había subido al<br />

cielo. Mi<strong>en</strong>tras los discípulos estaban mirando con ansia al cielo para percibir <strong>la</strong> última vislumbre de<br />

Aquel a qui<strong>en</strong> amaban, fue atraída su at<strong>en</strong>ción <strong>por</strong> <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras: “¡Varones galileos, ¿<strong>por</strong> qué os quedáis<br />

mirando así al cielo? Este mismo Jesús que ha sido tomado de vosotros al cielo, así v<strong>en</strong>drá del mismo<br />

modo que le habéis visto ir al cielo!” Hechos 1:11 (VM). El m<strong>en</strong>saje de los ángeles reavivó <strong>la</strong> esperanza<br />

de los discípulos. “Volvieron a Jerusalén con gran gozo: y estaban siempre <strong>en</strong> el templo, a<strong>la</strong>bando y<br />

b<strong>en</strong>dici<strong>en</strong>do a Dios”. Lucas 24:52, 53. No se alegraban de que Jesús se hubiese separado de ellos ni de<br />

que hubies<strong>en</strong> sido dejados para luchar con <strong>la</strong>s pruebas y t<strong>en</strong>taciones del mundo, sino <strong>por</strong>que los ángeles<br />

les habían asegurado que él volvería.<br />

La proc<strong>la</strong>mación de <strong>la</strong> v<strong>en</strong>ida de Cristo debería ser ahora lo que fue <strong>la</strong> hecha <strong>por</strong> los ángeles a<br />

los pastores de Belén, es decir, bu<strong>en</strong>as nuevas de gran gozo. Los que aman verdaderam<strong>en</strong>te al Salvador<br />

no pued<strong>en</strong> m<strong>en</strong>os que recibir con ac<strong>la</strong>maciones de alegría el anunció fundado <strong>en</strong> <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra de Dios de<br />

que Aquel <strong>en</strong> qui<strong>en</strong> se conc<strong>en</strong>tran sus esperanzas para <strong>la</strong> vida eterna volverá, no para ser insultado,<br />

despreciado y rechazado como <strong>en</strong> su primer adv<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to, sino con poder y gloria, para redimir a su<br />

pueblo. Son aquellos que no aman al Salvador qui<strong>en</strong>es desean que no regrese; y no puede haber prueba<br />

más concluy<strong>en</strong>te de que <strong>la</strong>s iglesias se han apartado de Dios, que <strong>la</strong> irritación y <strong>la</strong> animosidad<br />

despertadas <strong>por</strong> este m<strong>en</strong>saje celestial.<br />

296

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!