30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

transigir. Otros se dec<strong>la</strong>raron dispuestos a ceder o a modificar <strong>en</strong> algunos puntos su confesión de fe y a<br />

unirse con los que habían aceptado parte del cristianismo, insisti<strong>en</strong>do <strong>en</strong> que ello podría llevarlos a una<br />

conversión completa. Fue un tiempo de profunda angustia para los verdaderos discípulos de Cristo. Bajo<br />

el manto de un cristianismo falso, Satanás se introducía <strong>en</strong> <strong>la</strong> iglesia para corromper <strong>la</strong> fe de los crey<strong>en</strong>tes<br />

y apartarlos de <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra de verdad.<br />

La mayoría de los cristianos consintieron al fin <strong>en</strong> arriar su bandera, y se realizó <strong>la</strong> unión del<br />

cristianismo con el paganismo. Aunque los adoradores de los ídolos profesaban haberse convertido y<br />

unido con <strong>la</strong> iglesia, seguían aferrándose a su ido<strong>la</strong>tría, y solo habían cambiado los objetos de su culto <strong>por</strong><br />

imág<strong>en</strong>es de Jesús y hasta de María y de los santos. La levadura de <strong>la</strong> ido<strong>la</strong>tría, introducida de ese modo<br />

<strong>en</strong> <strong>la</strong> iglesia, prosiguió su funesta obra. Doctrinas falsas, ritos supersticiosos y ceremonias idolátricas se<br />

incor<strong>por</strong>aron <strong>en</strong> <strong>la</strong> fe y <strong>en</strong> el culto cristiano. Al unirse los discípulos de Cristo con los idó<strong>la</strong>tras, <strong>la</strong> religión<br />

cristiana se corrompió y <strong>la</strong> iglesia perdió su pureza y su fuerza. Hubo sin embargo crey<strong>en</strong>tes que no se<br />

dejaron extraviar <strong>por</strong> esos <strong>en</strong>gaños y adorando solo a Dios, se mantuvieron fieles al Autor de <strong>la</strong> verdad.<br />

Entre los que profesan el cristianismo ha habido siempre dos categorías de personas: <strong>la</strong> de los que<br />

estudian <strong>la</strong> vida del Salvador y se afanan <strong>por</strong> corregir sus defectos y asemejarse al que es nuestro modelo;<br />

y <strong>la</strong> de aquellos que rehuy<strong>en</strong> <strong>la</strong>s verdades s<strong>en</strong>cil<strong>la</strong>s y prácticas que pon<strong>en</strong> de manifiesto sus errores. Aun<br />

<strong>en</strong> sus mejores tiempos <strong>la</strong> iglesia no contó exclusivam<strong>en</strong>te con fieles verdaderos, puros y sinceros. Nuestro<br />

Salvador <strong>en</strong>señó que no se debe recibir <strong>en</strong> <strong>la</strong> iglesia a los que pecan voluntariam<strong>en</strong>te; no obstante, unió<br />

consigo mismo a hombres de carácter defectuoso y les concedió el b<strong>en</strong>eficio de sus <strong>en</strong>señanzas y de su<br />

ejemplo, para que tuvies<strong>en</strong> o<strong>por</strong>tunidad de ver sus faltas y <strong>en</strong>m<strong>en</strong>dar<strong>la</strong>s. Entre los doce apóstoles hubo un<br />

traidor. Judas fue aceptado no a causa de los defectos de su carácter, sino a pesar de ellos. Estuvo unido<br />

con los discípulos para que, <strong>por</strong> <strong>la</strong> instrucción y el ejemplo de Cristo, apr<strong>en</strong>diese lo que constituye el<br />

carácter cristiano y así pudiese ver sus errores, arrep<strong>en</strong>tirse y, con <strong>la</strong> ayuda de <strong>la</strong> gracia divina, purificar<br />

su alma obedeci<strong>en</strong>do “a <strong>la</strong> verdad”. Pero Judas no anduvo <strong>en</strong> aquel<strong>la</strong> luz que tan misericordiosam<strong>en</strong>te le<br />

iluminó; antes bi<strong>en</strong>, abandonándose al pecado atrajo <strong>la</strong>s t<strong>en</strong>taciones de Satanás. Los malos rasgos de su<br />

carácter llegaron a predominar; <strong>en</strong>tregó su m<strong>en</strong>te al dominio de <strong>la</strong>s potestades t<strong>en</strong>ebrosas; se airó cuando<br />

sus faltas fueron repr<strong>en</strong>didas, y fue inducido a cometer el espantoso crim<strong>en</strong> de v<strong>en</strong>der a su Maestro. Así<br />

27

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!