30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

1899, tomo 3, no 4, pp. 53, 54). “En <strong>la</strong> mayor parte del país fue tanta <strong>la</strong> oscuridad durante el día, que<br />

<strong>la</strong> g<strong>en</strong>te no podía decir qué hora era ni <strong>por</strong> el reloj de bolsillo ni <strong>por</strong> el de pared. Tampoco pudo comer,<br />

ni at<strong>en</strong>der a los quehaceres de casa sin ve<strong>la</strong> pr<strong>en</strong>dida”. La ext<strong>en</strong>sión de esta oscuridad fue también muy<br />

notable. Se <strong>la</strong> observó al este hasta Falmouth, y al oeste, hasta <strong>la</strong> parte más lejana del estado de<br />

Connecticut y <strong>en</strong> <strong>la</strong> ciudad de Albany; hacia el sur fue observada a lo <strong>la</strong>rgo de toda <strong>la</strong> costa, y <strong>por</strong> el<br />

norte lo fue hasta donde se ext<strong>en</strong>dían <strong>la</strong>s colonias americanas” (William Gordon, History of the Rise,<br />

Progress, and Establishm<strong>en</strong>t of the Indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>ce of the USA, tomo 3, p. 57).<br />

La profunda oscuridad del día fue seguida, una o dos horas antes de <strong>la</strong> caída de <strong>la</strong> tarde, <strong>por</strong> un<br />

ac<strong>la</strong>rami<strong>en</strong>to parcial del cielo, pues apareció el sol, aunque oscurecido <strong>por</strong> una neblina negra y d<strong>en</strong>sa.<br />

“Después de <strong>la</strong> puesta del sol, <strong>la</strong>s nubes volvieron a apiñarse y oscureció muy pronto”. “La oscuridad<br />

de <strong>la</strong> noche no fue m<strong>en</strong>os extraordinaria y terrorífica que <strong>la</strong> del día, pues no obstante ser casi tiempo<br />

de luna ll<strong>en</strong>a, ningún objeto se distinguía sin <strong>la</strong> ayuda de luz artificial, <strong>la</strong> cual vista de <strong>la</strong>s casas vecinas<br />

u otros lugares distantes parecía pasar <strong>por</strong> una oscuridad como <strong>la</strong> de Egipto, casi imp<strong>en</strong>etrable para sus<br />

rayos” (Isaiah Thomas, Massachusetts Spy; or <strong>America</strong>n Oracle of Liberty, 25 de mayo, 1780, tomo<br />

9, no 472). Un testigo ocu<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> esc<strong>en</strong>a dice: “No pude sustraerme, <strong>en</strong> aquel mom<strong>en</strong>to, a <strong>la</strong> idea de<br />

que si todos los cuerpos luminosos del universo hubies<strong>en</strong> quedado <strong>en</strong>vueltos <strong>en</strong> imp<strong>en</strong>etrable<br />

oscuridad, o hubies<strong>en</strong> dejado de existir, <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s no habrían podido ser más int<strong>en</strong>sas” (Carta del<br />

Dr. S. T<strong>en</strong>ney, de Exeter, N. H., diciembre de 1785, Massachusetts Historical Society Collections,<br />

1792, serie 1, tomo 1, p. 97). Aunque <strong>la</strong> luna llegó aquel<strong>la</strong> noche a su pl<strong>en</strong>itud, “no logró <strong>en</strong> lo más<br />

mínimo disipar <strong>la</strong>s sombras sepulcrales”. Después de media noche desapareció <strong>la</strong> oscuridad, y cuando<br />

<strong>la</strong> luna volvió a verse, parecía de sangre.<br />

El 19 de mayo de 1780 figura <strong>en</strong> <strong>la</strong> historia como “el día oscuro”. Desde el tiempo de Moisés,<br />

no se ha registrado jamás período alguno de oscuridad tan d<strong>en</strong>sa y de igual ext<strong>en</strong>sión y duración. La<br />

descripción de este acontecimi<strong>en</strong>to que han hecho los historiadores no es más que un eco de <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras<br />

del Señor, expresadas <strong>por</strong> el profeta Joel, dos mil quini<strong>en</strong>tos años antes de su cumplimi<strong>en</strong>to: “El sol se<br />

tornará <strong>en</strong> tinieb<strong>la</strong>s, y <strong>la</strong> luna <strong>en</strong> sangre, antes de que v<strong>en</strong>ga el día grande y espantoso de Jehová”. Joel<br />

2:31. Cristo había mandado a sus discípulos que se fijas<strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>la</strong>s señales de su adv<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to, y que se<br />

267

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!