30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

sido pisoteado <strong>en</strong> Bohemia <strong>por</strong> <strong>la</strong>s hordas de Roma. Los que no quisieron r<strong>en</strong>unciar a <strong>la</strong> verdad tuvieron<br />

que huir. Algunos de ellos que se refugiaron <strong>en</strong> Sajonia guardaron allí <strong>la</strong> antigua fe, y de los desc<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes<br />

de estos cristianos provino <strong>la</strong> luz que iluminó a Wesley y a sus compañeros.<br />

Después de haber sido ord<strong>en</strong>ados para el ministerio, Juan y Carlos Wesley fueron <strong>en</strong>viados como<br />

misioneros a América. Iba también a bordo un grupo de moravos. Durante el viaje se des<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>aron<br />

viol<strong>en</strong>tas tempestades, y Juan Wesley, viéndose fr<strong>en</strong>te a <strong>la</strong> muerte, no se sintió seguro de estar <strong>en</strong> paz con<br />

Dios. Los alemanes, <strong>por</strong> el contrario, manifestaban una calma y una confianza que él no conocía.<br />

“Ya mucho antes—dice él—, había notado yo el carácter serio de aquel<strong>la</strong> g<strong>en</strong>te. De su humildad<br />

habían dado pruebas manifiestas, al prestarse a desempeñar <strong>en</strong> favor de los otros pasajeros <strong>la</strong>s tareas<br />

serviles que ninguno de los ingleses quería hacer, y al no querer recibir paga <strong>por</strong> estos servicios,<br />

dec<strong>la</strong>rando que era un b<strong>en</strong>eficio para sus altivos corazones y que su amante Salvador había hecho más <strong>por</strong><br />

ellos. Y día tras día manifestaban una mansedumbre que ninguna injuria podía alterar. Si eran empujados,<br />

golpeados o derribados, se ponían <strong>en</strong> pie y se marchaban a otro lugar; pero sin quejarse. Ahora se<br />

pres<strong>en</strong>taba <strong>la</strong> o<strong>por</strong>tunidad de probar si habían quedado tan libres del espíritu de temor como del de orgullo,<br />

ira y v<strong>en</strong>ganza. Cuando iban a <strong>la</strong> mitad del salmo que estaban <strong>en</strong>tonando al com<strong>en</strong>zar su culto, el mar<br />

embravecido desgarró <strong>la</strong> ve<strong>la</strong> mayor, anegó <strong>la</strong> embarcación, y p<strong>en</strong>etró de tal modo <strong>por</strong> <strong>la</strong> cubierta que<br />

parecía que <strong>la</strong>s trem<strong>en</strong>das profundidades nos habían tragado ya. Los ingleses se pusieron a gritar<br />

desaforadam<strong>en</strong>te. Los alemanes siguieron cantando con ser<strong>en</strong>idad. Más tarde, pregunté a uno de ellos:<br />

‘¿No tuvisteis miedo?’ Y me dijo: ‘No; gracias a Dios’. Volví a preguntarle: ‘¿No t<strong>en</strong>ían temor <strong>la</strong>s mujeres<br />

y los niños?’ Y me contestó con calma: ‘No; nuestras mujeres y nuestros niños no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> miedo de morir’”.<br />

<strong>White</strong>head, o cit., 10.<br />

Al arribar a Savannah vivió Wesley algún tiempo con los moravos y quedó muy impresionado <strong>por</strong><br />

su com<strong>por</strong>tami<strong>en</strong>to cristiano. Refiriéndose a uno de sus servicios religiosos que contrastaba notablem<strong>en</strong>te<br />

con el formalismo sin vida de <strong>la</strong> iglesia anglicana, dijo: “La gran s<strong>en</strong>cillez y solemnidad del acto <strong>en</strong>tero<br />

casi me hicieron olvidar los diecisiete siglos transcurridos, y me parecía estar <strong>en</strong> una de <strong>la</strong>s asambleas<br />

donde no había fórmu<strong>la</strong>s ni jerarquía, sino donde presidía Pablo, el tejedor de ti<strong>en</strong>das, o Pedro, el pescador,<br />

y donde se manifestaba el poder del Espíritu”. Ibíd., 11, 12.<br />

222

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!