30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

firmeza <strong>en</strong> sus pareceres, superior a los torm<strong>en</strong>tos del ‘Santo’ Oficio. En todas <strong>la</strong>s audi<strong>en</strong>cias que tuvo<br />

con sus jueces, [...] se manifestó desde luego protestante, y no solo protestante, sino dogmatizador de su<br />

secta <strong>en</strong> <strong>la</strong> ciudad de Toro, donde hasta <strong>en</strong>tonces había morado. Exigiéronle los jueces de <strong>la</strong> Inquisición<br />

que dec<strong>la</strong>rase uno a uno los nombres de aquel<strong>la</strong>s personas llevadas <strong>por</strong> él a <strong>la</strong>s nuevas doctrinas; pero ni<br />

<strong>la</strong>s promesas, ni los ruegos, ni <strong>la</strong>s am<strong>en</strong>azas bastaron a alterar el propósito de Herrezuelo <strong>en</strong> no descubrir<br />

a sus amigos y parciales. ¿Y qué más? ni aun los torm<strong>en</strong>tos pudieron quebrantar su constancia, más firme<br />

que <strong>en</strong>vejecido roble o que soberbia peña nacida <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de los mares.<br />

“Su esposa [...] presa también <strong>en</strong> los ca<strong>la</strong>bozos de <strong>la</strong> Inquisición; al fin débil como jov<strong>en</strong> de<br />

veinticuatro años [después de cerca de dos años de <strong>en</strong>carce<strong>la</strong>mi<strong>en</strong>to], cedi<strong>en</strong>do al espanto de verse<br />

reducida a <strong>la</strong> estrechez de los negros paredones que formaban su cárcel, tratada como delincu<strong>en</strong>te, lejos<br />

de su marido a qui<strong>en</strong> amaba aun más que a su propia vida, [...] y temi<strong>en</strong>do todas <strong>la</strong>s iras de los inquisidores,<br />

dec<strong>la</strong>ró haber dado franca <strong>en</strong>trada <strong>en</strong> su pecho a los errores de los herejes, manifestando al propio tiempo<br />

con dulces lágrimas <strong>en</strong> los ojos su arrep<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to [...].<br />

“Llegado el día <strong>en</strong> que se celebraba el auto de fe con <strong>la</strong> pompa conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te al orgullo de los<br />

inquisidores, salieron los reos al cadalso y desde él escucharon <strong>la</strong> lectura de sus s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cias. Herrezuelo<br />

iba a ser reducido a c<strong>en</strong>izas <strong>en</strong> <strong>la</strong> voracidad de una hoguera: y su esposa doña Leonor a abjurar <strong>la</strong>s doctrinas<br />

luteranas, que hasta aquel punto había albergado <strong>en</strong> su alma, y a vivir, a voluntad del ‘Santo’ Oficio, <strong>en</strong><br />

<strong>la</strong>s casas de reclusión que para tales delincu<strong>en</strong>tes estaban preparadas. En el<strong>la</strong>s, con p<strong>en</strong>it<strong>en</strong>cias y<br />

samb<strong>en</strong>ito recibiría el castigo de sus errores y una <strong>en</strong>señanza para <strong>en</strong> lo v<strong>en</strong>idero desviarse del camino de<br />

su perdición y ruina”. De Castro, 167, 168.<br />

Al ir Herrezuelo al cadalso “lo único que le conmovió fue el ver a su esposa <strong>en</strong> ropas de p<strong>en</strong>it<strong>en</strong>te;<br />

y <strong>la</strong> mirada que echó (pues no podía hab<strong>la</strong>r) al pasar cerca de el<strong>la</strong>, camino del lugar de <strong>la</strong> ejecución, parecía<br />

decir: ‘¡Esto sí que es difícil so<strong>por</strong>tarlo!’ Escuchó sin inmutarse a los frailes que le hostigaban con sus<br />

im<strong>por</strong>tunas exhortaciones para que se retractase, mi<strong>en</strong>tras le conducían a <strong>la</strong> hoguera. ‘El bachiller<br />

Herrezuelo—dice Gonzalo de Illescas <strong>en</strong> su Historia pontifical—se dejó quemar vivo con valor sin igual.<br />

Estaba yo tan cerca de él que podía verlo <strong>por</strong> completo y observar todos sus movimi<strong>en</strong>tos y expresiones.<br />

No podía hab<strong>la</strong>r, pues estaba amordazado: [...] pero todo su contin<strong>en</strong>te reve<strong>la</strong>ba que era una persona de<br />

205

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!