30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El monarca, no descont<strong>en</strong>to de poner fr<strong>en</strong>te a fr<strong>en</strong>te el poder y <strong>la</strong> intelig<strong>en</strong>cia de campeones<br />

opuestos, y de t<strong>en</strong>er <strong>la</strong> o<strong>por</strong>tunidad de humil<strong>la</strong>r <strong>la</strong> soberbia de los altivos frailes,ord<strong>en</strong>ó a los romanistas<br />

que def<strong>en</strong>dies<strong>en</strong> su causa con <strong>la</strong> Biblia. Bi<strong>en</strong> sabían estos que semejante arma de poco les serviría; <strong>la</strong><br />

cárcel, el torm<strong>en</strong>to y <strong>la</strong> hoguera eran <strong>la</strong>s armas que mejor sabían manejar. Cambiadas estaban <strong>la</strong>s suertes<br />

y ellos se veían a punto de caer <strong>en</strong> <strong>la</strong> sima a que habían querido echar a Berquin. Puestos así <strong>en</strong> aprieto no<br />

buscaban más que un modo de escapar. “Por aquel tiempo, una imag<strong>en</strong> de <strong>la</strong> virg<strong>en</strong>, que estaba colocada<br />

<strong>en</strong> <strong>la</strong> esquina de una calle, amaneció muti<strong>la</strong>da”. Esto produjo gran agitación <strong>en</strong> <strong>la</strong> ciudad. Multitud de<br />

g<strong>en</strong>te acudió al lugar dando señales de duelo y de indignación. El mismo rey fue hondam<strong>en</strong>te conmovido.<br />

Vieron <strong>en</strong> esto los monjes una coyuntura favorable para ellos, y se apresuraron <strong>en</strong> aprovechar<strong>la</strong>. “Estos<br />

son los frutos de <strong>la</strong>s doctrinas de Berquin—exc<strong>la</strong>maban—. Todo va a ser echado <strong>por</strong> tierra, <strong>la</strong> religión,<br />

<strong>la</strong>s leyes, el trono mismo, <strong>por</strong> esta conspiración luterana” (ibíd.).<br />

Berquin fue apreh<strong>en</strong>dido de nuevo. El rey salió de París y los frailes pudieron obrar a su gusto.<br />

Enjuiciaron al reformador y le cond<strong>en</strong>aron a muerte, y para que Francisco no pudiese interponer su<br />

influ<strong>en</strong>cia para librarle, <strong>la</strong> s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia se ejecutó el mismo día <strong>en</strong> que fue pronunciada. Al medio día fue<br />

conducido Berquin al lugar de suplicio. Un inm<strong>en</strong>so g<strong>en</strong>tío se reunió para pres<strong>en</strong>ciar el auto, y muchos<br />

notaron con turbación y espanto que <strong>la</strong> víctima había sido escogida de <strong>en</strong>tre <strong>la</strong>s mejores y más vali<strong>en</strong>tes<br />

familias nobles de Francia. La estupefacción, <strong>la</strong> indignación, el escarnio y el odio, se pintaban <strong>en</strong> los<br />

semb<strong>la</strong>ntes de aquel<strong>la</strong> inquieta muchedumbre; pero había un rostro sin sombra alguna, pues los<br />

p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos del mártir estaban muy lejos de <strong>la</strong> esc<strong>en</strong>a del tumulto, y lo único que percibía era <strong>la</strong><br />

pres<strong>en</strong>cia de su Señor.<br />

La miserable carreta <strong>en</strong> que lo llevaban, <strong>la</strong>s miradas de <strong>en</strong>ojo que le echaban sus perseguidores, <strong>la</strong><br />

muerte espantosa que le esperaba, nada de esto le im<strong>por</strong>taba; el que vive, si bi<strong>en</strong> estuvo muerto, pero<br />

ahora vive para siempre y ti<strong>en</strong>e <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>ves de <strong>la</strong> muerte y del infierno, estaba a su <strong>la</strong>do. El semb<strong>la</strong>nte de<br />

Berquin estaba radiante de luz y paz del cielo. Vestía lujosa ropa, y llevaba “capa de terciopelo, justillo<br />

de raso y de damasco, calzas de oro” (D’Aubigné, Histoire de <strong>la</strong> Réformation au temps de Calvin, lib. 2,<br />

cap. 16). Iba a dar testimonio de su fe <strong>en</strong> pres<strong>en</strong>cia del Rey de reyes y ante todo el universo, y ninguna<br />

señal de duelo empañaba su alegría. Mi<strong>en</strong>tras <strong>la</strong> procesión desfi<strong>la</strong>ba despacio <strong>por</strong> <strong>la</strong>s calles atestadas de<br />

171

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!