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Bolet%C3%ADn-63-Julio-2016

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humano. Aunque las dos primeras tramitaron la<br />

patente sobre el sistema con anterioridad, Zhan lo<br />

hizo más tarde pero mediante un proceso exprés.<br />

Desde entonces estos tres y el grupo del doctor<br />

George Church, junto con muchísimos grupos de<br />

todo el mundo, han hecho av ances clave en la<br />

optimización de la técnica CRISPR. Como y a os<br />

podéis imaginar dada la importancia de la técnica y<br />

los prov echos económicos generables, ha surgido<br />

una guerra de patentes entre la presentada por las<br />

primeras y la propia del MIT.<br />

Pero v osotros diréis, ¿qué relación tiene toda esta<br />

historia de patentes con palmeras y salinas? Pues<br />

aquí está el punto clave en que todos coinciden, y es<br />

que el pionero de la rev olución CRISPR es el<br />

ilicitano Francis Mojica. El Dr. Mojica es profesor<br />

titular del Departamento de Fisiología, Genética y<br />

Microbiología en la Universitat d’Alacant (UA). Sí, sí,<br />

leéis bien. La persona que abrió el campo de estudio<br />

de CRISPR es de bien cerca, de cosecha propia,<br />

v amos. Y ha tenido el detalle de compartir unos<br />

minutos de conversación conmigo y hacernos<br />

sabedores de esta historia preciosa sobre cómo la<br />

ciencia básica es útil y tiene aplicaciones que no son<br />

f áciles de predecir.<br />

Francis, ¿cómo encontraste CRISPR, puedes<br />

contarnos tu trayectoria?<br />

Hace casi 25 años, cuando era estudiante de<br />

doctorado (en el laboratorio del profesor Rodríguez<br />

Valera, en la UA), buscaba elementos de DNA que<br />

permitieran a ciertas arqueas aisladas en las salinas<br />

de Santa Pola (Alicante) viv ir en condiciones de<br />

concentraciones extremas de sal. Curiosamente,<br />

observ amos unas secuencias repetidas de DNA que<br />

además estaban regularmente espaciadas. Después<br />

encontramos que ya se habían descrito prev iamente<br />

en otros procariotas como las bacterias Escherichia<br />

coli y Mycobacterium tuberculosis, pero no se sabía<br />

nada de ellas 3,4 . Comenzamos a trabajar en conocer<br />

cuál era la f unción de aquellas secuencias,<br />

probando todas las hipótesis que se nos ocurrían.<br />

Nuestros primeros análisis y a apuntaban a que no<br />

se trataba de elementos puramente estructurales,<br />

sino que se transcribían y que incluso podían ser<br />

importantes para la transmisión de la inf ormación<br />

genética de la bacteria.<br />

Pero en los años 90, ¿resultaba fácil secuenciar<br />

genomas?<br />

No, hasta 1995 no se obtuvo un genoma bacteriano<br />

completo. En ese momento había muy pocos datos<br />

de secuencias. En el laboratorio del profesor<br />

Rodríguez Valera f uimos pioneros en secuenciar<br />

genomas bacterianos en la UA. Conseguir una<br />

lectura limpia de 100 parejas de bases de DNA era<br />

para celebrarlo! [lecturas muy cortas si<br />

consideramos que los genomas bacterianos pueden<br />

tener un tamaño de diversos millones de pares de<br />

bases].<br />

Sobre el año 2000 empezamos a analizar un<br />

número signif icante de secuencias genómicas<br />

bacterianas depositadas en bases de datos<br />

internacionales y comprobamos que las secuencias<br />

espaciadas y repetitiv as [que más tarde Francis<br />

denominaría CRISPR] estaban presentes en<br />

muchos microorganismos 4 .<br />

¿Y cuál fue el siguiente paso?<br />

Pues v imos que las secuencias espaciadoras de<br />

DNA de las CRISRP eran de origen f oráneo,<br />

prov enían de invasores (de virus, may oritariamente).<br />

Pudimos constatar en la bibliografía que nunca se<br />

había podido identificar una infección ef icaz de esos<br />

virus en bacterias cuy o sistema CRISPR incluy era<br />

elementos espaciadores homólogos a la secuencia<br />

de dichos virus. Todas estas observaciones nos<br />

llev aron a proponer que CRISPR era un sistema<br />

inmune. Se trataba de una inmunidad adquirida: las<br />

bacterias adquirían los espaciadores de aquellos<br />

virus y así desarrollaban resistencia a ellos.<br />

Nosotros lo propusimos, pero no llegamos a<br />

demostrarlo experimentalmente porque<br />

trabajábamos con una bacteria donde el sistema<br />

CRISPR está reprimido y nuestros datos no eran<br />

bastante robustos. Lo publicamos en 2005 5 y en<br />

2007 otro grupo demostró empíricamente que era<br />

cierto, aquello era un sistema inmunológico de<br />

bacterias 6 .<br />

A pesar de la importancia del sistema que<br />

revelaban, tuvieron muchos problemas para<br />

publicar el artículo en 2005, ¿verdad?<br />

¡Y tanto! Pasaron casi dos años desde que lo<br />

env iamos a rev istas científicas hasta que lo<br />

aceptaron. Y tuvimos que suavizar nuestras<br />

af irmaciones para que no sonara pretencioso.<br />

¿Cree que pertenecer a la UA y no a una<br />

institución científica de más reconocimiento<br />

internacional fue determinante para esta<br />

dilatación en el proceso?<br />

Quiero pensar que no [risas], pero los científicos que<br />

juzgan nuestros trabajos también son personas y<br />

supongo que incluso inconscientemente no se recibe<br />

igual un artículo de la UA, de un grupo relativ amente<br />

desconocido, que uno de otro más grande en una<br />

institución más conocida.<br />

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