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Edición No.10 Junio 2016

En nuestra edición No.10 tenemos a Lucia Pastor que nos cuenta sobre la asociación rincón poétco del valle del Vinalopó

En nuestra edición No.10 tenemos a Lucia Pastor que nos cuenta sobre la asociación rincón poétco del valle del Vinalopó

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Uniendo Poetas<br />

Mitos y Leyendas<br />

Pegaso<br />

Mis mascotas<br />

Mi amigo se fue<br />

Reflexiones y Pensamientos<br />

Milagros Ríos<br />

Galería<br />

Un lugar para admirar el arte<br />

Entre las letras de<br />

JOSEFA GONZÁLEZ CUESTA<br />

Carmen Torronteras<br />

Lucia Pastor<br />

Nos habla de la asociación<br />

Rincón Poético<br />

Del Valle del Vinaloó


1<br />

/www.visionuniversal-magazine.com.mx<br />

CONTENIDO<br />

Lucia Pastor<br />

Asociación Rincón<br />

Poético Del Valle<br />

Del Vinalopó<br />

Uniendo Poetas<br />

Mitos y Leyendas<br />

Pegaso<br />

Mis mascotas<br />

Mi amigo se fue


www.visionuniversal-magazine.com.mx<br />

Entre las letras de<br />

JOSEFA GONZÁLEZ CUESTA<br />

Carmen Torronteras<br />

2<br />

Lucia Pastor<br />

Nos habla de la asociación<br />

Rincón Poético<br />

Del Valle del Vinalpó<br />

Galería<br />

Un lugar para admirar el arte<br />

Reflexiones y Pensamientos<br />

Milagros Ríos


3<br />

/www.visionuniversal-magazine.com.mx<br />

DIRECTORA GENERAL<br />

Alicia Rangel<br />

DISEÑADORA<br />

Vanessa Rivera<br />

RELACIONES PÚBLICAS<br />

Milagros Ríos<br />

Colaboradores en los artículos<br />

de la edición <strong>No.10</strong><br />

Lucia Pastor<br />

José Ponce<br />

El Rincón del Poeta<br />

Mitos y leyendas<br />

Visión Universal Magazine en su<br />

edición <strong>No.10</strong><br />

Una revista que se distribuye de forma<br />

digital a varios países del mundo, con<br />

la única finalidad de dar a conocer el<br />

talento, arte, productos y servicios<br />

entre una amplia comunidad. Lo que<br />

la hace diferente es que es una revista<br />

muy personal y cada lector puede formar<br />

parte de ella escribiendo artículos<br />

o compartiendo algo con el mundo.<br />

Mes con mes crecemos gracias a su<br />

preferencia y participación,<br />

a los anuncios que nos envían y publicamos<br />

aquí de una forma<br />

gratuita.<br />

Alicia Rangel<br />

Directora General<br />

Carmen Torronteras de la Cuadra<br />

Milagros Ríos<br />

Josefa González Cuesta<br />

Reflexiones y pensamientos


www.visionuniversal-magazine.com.mx<br />

4<br />

Hablar de poesía, de poetas y escritores no se nos da tan fácilmente<br />

a todos y me incluyo en ese difícil tema, aunque creo que todos<br />

en algún momento de nuestras vidas escribimos algo parecido a la<br />

poesía, tal vez en la juventud o en la soledad nos atrevimos a plasmar<br />

en un pedazo de papel un sentimiento, una angustia o inquietud<br />

tratando de que nuestros pensamientos rimaran o por lo menos<br />

tuvieran una bonita apariencia para después romper el papel o<br />

guardarlo donde nadie lo pudiera leer y de eso ya ha pasado mucho<br />

tiempo!!!<br />

En estos meses he tenido la fortuna de compartir con un grupo de<br />

poetas en visión universal radio y disfrutado sus recitales, cada<br />

poeta que se presenta tiene ese don no solo de escribir sino de<br />

declamar con delicadeza, fuerza y claridad cada uno de sus poemas<br />

para transmitir un sentimiento único y así entender la poesía.<br />

Lucia Pastor nos ha dado a conocer a cada uno de estos poetaspues<br />

es una mujer que nació para escribir no solo porque cuenta<br />

con ese don y vive inspirada,ella defiende, ama y vive la poesía y a<br />

cada uno de los poetas, escuchar su entusiasmo por dar a conocer<br />

cada poeta que conoce y esa ansiedad por que la poesía siga creciendo<br />

es su propósito primordial, ella cree en todo mundo conserva<br />

ese toque de inocencia, la voz sutil para transmitir, un corazón<br />

sensible y la suerte de pertenecer a esa gran asociación, de tener<br />

un gran compañero y de saber ganar ese respeto y admiración que<br />

muchos le tenemos. Gracias Lucia por ese maravilloso Rincón del<br />

Poeta.<br />

EDITORIAL<br />

Vanessa Rivera


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Asociación Rincón Poético Valle Vinalopó<br />

La asociación Rincón Poético<br />

Valle Vinalopó nació<br />

ahora hace un año fundada<br />

por Lucía pastor y Luis P<br />

Limiñana con la idea de<br />

unir pueblos en todo el<br />

sentimiento que conlleva<br />

la poesía, aún difícil sea<br />

en este tiempo, su nombre<br />

nos da fuerza por ser ese<br />

Valle del Vinalopó que recorre<br />

nuestros pueblos, aún<br />

escaso de agua esparce en<br />

cauce de brotes nuestros<br />

recuerdos, en un camino<br />

de encuentros y recitales<br />

poéticos, con la fuerza de<br />

alcanzar lejos, , como fuerza<br />

es la palabra..<br />

Palabra en su causa y<br />

disciplina sea dentro como<br />

fuera palabra...<br />

Rincón Poético Valle Vinalopó<br />

es una asociación<br />

de integrantes de parte de<br />

España como de nuestro<br />

Valle. En su grupo de facebook<br />

publican poetas y<br />

escritores de todo el mundo.<br />

Y en nuestros grupo de<br />

asociación del Valle en su<br />

joven tiempo hemos hecho<br />

y seguimos haciendo muchos<br />

encuentros poéticos,<br />

eventos, presentaciones<br />

de libros de autores como<br />

míos y que seguimos recorriendo<br />

pueblos a veces entre<br />

baches y tropiezos .. pero<br />

siempre levantándonos con<br />

la intención de su<br />

acogimiento como de su<br />

esparcir en fuerza de toda<br />

palabra, sea de poetas de<br />

nuestras asociación como<br />

de amigos lo importante<br />

de esta asociación es ese<br />

llevar del adentro arte y que<br />

alcanzar sea en su tiempo<br />

sin más, sean de nuestro<br />

grupo como de otros, unidos<br />

en la poesía engrandecemos<br />

todos.<br />

Estas son unas de muchos<br />

encuentros poéticos como<br />

eventos que este año hemos<br />

hecho como participado<br />

más de 100... Con la<br />

antorcha de luces que nos<br />

siga encendiendo sus leyes<br />

de camino las de aquel que<br />

nos acoja.<br />

Unos de lo más bonitos<br />

e importante encuentros<br />

poéticos nuestros fue...<br />

el I Encuentro poético<br />

Valle del Vinalopó en su<br />

lema Monforte “Acogiendo<br />

la Poesía”... uniendo<br />

poetas de varios lugares<br />

de nuestro valle como<br />

de provincias, uniendo<br />

en poesía y sentimientos<br />

siendo un éxito por parte<br />

de todos en la calidad<br />

del trasmitir esencia...


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12<br />

Presentación de mi primer libro MIRADAS DE ADENTRO... como presentación<br />

de mi segundo y tercer libro DEL ALMA AL ALBA e INSPIRACIONES DEL MO-<br />

MENTO eventos sentidos por sus sentimientos de palabras, como de gentes,<br />

atraídas pos las mismas, en esos que fueron mis libros...


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Muestra del libro...<br />

”Del Autor al Pueblo”<br />

una tentación del<br />

querer acercar las<br />

letras al pueblo... en<br />

un idea para asegurar<br />

un poco más la cultura<br />

nuestra como la de<br />

del autor que exponga<br />

sus obras.<br />

Fotos de otros encuentros poéticos con parte de integrantes<br />

de la asociación y amigos...


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LA TRAGEDIA DEL<br />

DESENCANTO<br />

(Extracto del relato La Tragedia<br />

del Desencanto)<br />

Uno de los zarcillos se me<br />

estrelló con media cara contra<br />

el pavimento. El impacto<br />

los fundió a ambos contra<br />

el suelo como si fueran una<br />

pieza conjunta e imposible<br />

de separar, mientras que el<br />

otro zarcillo salió despedido<br />

de la oreja que aún mantenía<br />

intacta. Quise recuperar ese<br />

segundo zarcillo e intenté<br />

levantarme, e insistí nuevamente,<br />

pero el cuerpo no me<br />

respondía. En ese momento<br />

no supe por qué pero hacía<br />

esfuerzos por levantarme y<br />

no me obedecían las piernas,<br />

ni los brazos, ni se me<br />

levantaba el tronco, aunque<br />

yo tuviera la impresión de<br />

que sí, pero el hecho era<br />

que mi impresión no era<br />

realmente cierta porque mi<br />

cuerpo estaba allí tendido y<br />

quieto.<br />

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Como no conseguía levantarme,<br />

un anciano se me<br />

adelantó, y cubrió el zarcillo<br />

con la suela del zapato, ocultándolo<br />

con sigilo y con mucho<br />

cuidado para no aplastarlo,<br />

mientras informaba a<br />

una vecina de mi locura:<br />

_ Dicen que es la vecina del<br />

décimo – miraba de reojo la<br />

manta que cubría el cuerpo<br />

que ya me era ajeno, intentando<br />

asegurarse de que ya<br />

no podría levantarme para<br />

reclamarle la joya, mientras<br />

que con el rabillo del otro<br />

ojo se percataba de que nadie<br />

más lo hubiera visto-. Era<br />

muy rara – prosiguió llevándose<br />

un dedo a las sienes,<br />

como si destornillara algo en<br />

su cerebro. Así ilustraba mi<br />

locura y de camino distraía<br />

a la vecina, por si acaso,<br />

ella hubiera visto también el<br />

zarcillo-. Era más rara que<br />

un perro verde<br />

– insistió de nuevo en mi<br />

carácter, haciendo tiempo<br />

para que se fuera su<br />

interlocutora y así poder<br />

rescatar el pequeño botín<br />

que escondía debajo de su<br />

zapato ancho y deforme de<br />

anciano encogido-.<br />

_¡Pobrecilla, tan joven y<br />

con tanta vida por delante!.<br />

¡¿Qué le habrá pasado por<br />

la cabeza para hacer esa<br />

locura? –eran las palabras<br />

de la mujer mientras se<br />

alejaba del anciano-.<br />

La mujer se acercó apenada<br />

al grupo de curiosos<br />

mientras el viejo se mantuvo<br />

en el mismo lugar donde<br />

había encontrado la joya,<br />

esperando quedarse solo<br />

y sin testigos que pudieran<br />

presenciar la escena en la<br />

que obtenía el zarcillo, una<br />

vez que la mujer se hubiera<br />

alejado. Esperó pacientemente,<br />

y cuando calculó<br />

que estaba a salvo de miradas,<br />

dobló una de las


odillas como hacía años<br />

que no podía, con una agilidad<br />

inapropiada para la artritis<br />

y los muchos años que<br />

tenía. Agarró el zarcillo, escondiéndolo<br />

rápidamente en<br />

el bolsillo de una desvencijada<br />

chaqueta azulina, y una<br />

vez oculto el botín, curvó de<br />

nuevo el cuerpo y volvió a<br />

recuperar la posición de ancianidad<br />

natural en él, y de<br />

un golpe de bastón se encaminó<br />

en dirección contraria<br />

a la escena del drama.<br />

“Coño, esto ya no lo necesita.<br />

Para que se lo lleve<br />

la policía…..” –se dijo así<br />

mismo, convenciéndose de<br />

la justicia del acto mientras<br />

se alejaba de mí-.<br />

Y en realidad, yo no tenía<br />

motivos para enfadarme,<br />

ya que, evidentemente, los<br />

muertos no necesitábamos<br />

de oropeles, así que, decidí<br />

mirar cómo se alejaba sin<br />

disgustarme, aunque se<br />

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hubiera adelantado a mi<br />

intención de recuperar el<br />

zarcillo. Lo miraba alejarse<br />

situada frente al grupo de<br />

curiosos. Yo estaba junto<br />

a la policía que mantenía<br />

acordonado el espacio donde<br />

había caído aquel cuerpo<br />

que ya no era mío, y junto<br />

al juez que había mandado<br />

levantar la manta que cubría<br />

mis restos. En aquellos momentos<br />

yo ignoraba todavía<br />

mi nuevo estado de espíritu,<br />

y no llegaba a comprender<br />

cómo mi cuerpo yacía desecho<br />

debajo de una manta. Yo<br />

no comprendía por qué me<br />

tocaba a mí misma y no hallaba<br />

ninguna herida ni nada<br />

anormal: mis orejas estaban<br />

intactas, sin señas de aplastamiento,<br />

y no había nada<br />

que me sangrara. Nada. Toda<br />

yo en perfectas condiciones.<br />

Ni siquiera tenía un simple<br />

dolor de cabeza.<br />

30<br />

Hasta los tacones de los<br />

zapatos estaban intactos.<br />

En vista de que todo parecía<br />

estar correctamente, a<br />

pesar del revuelo de gente<br />

que había alrededor de la<br />

manta que cubría el cuerpo,<br />

me peiné los cabellos, que<br />

esos sí estaban muy revueltos,<br />

mientras era testigo<br />

de cómo, nuevamente,<br />

cubrían los restos tendidos<br />

en el suelo. Seguía sin ser<br />

consciente de que aquellos<br />

restos habían sido míos, y<br />

de que aquella mujer había<br />

sido yo. Quizás, porque el<br />

plaff de mi cuerpo contra el<br />

suelo fue rápido y sin dolor<br />

y no tuve tiempo de centrarme<br />

en la nueva situación.<br />

Me alejé espantada y<br />

el perro abandonado apareció<br />

a mi lado, lamiéndome<br />

las manos, feliz y agradecido<br />

de haber encontrado<br />

dueña.<br />

Carmen Torronteras De la Cuadra


Sabado 11:00 am México centro<br />

09:00 am California (USA)<br />

13:00 pm Argentina


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TERRY el amigo que se fue<br />

Quiero dedicar esta sección<br />

a mi querido Terry, el estuvo<br />

conmigo durante 4 años<br />

y 3 meses, lo encontre en la<br />

celle la primavera del 2012<br />

tenia aproximadamente 3<br />

meses y corria por una avenida<br />

lo subi a la camioneta y<br />

resulto un cachorro muy<br />

jugueton, Terry aunque crecio<br />

nunca dejo de ser cachorro<br />

siempre fue travieso<br />

y jugueton, a veces me<br />

desesperaba pero cuando lo<br />

regañaba se acercaba a mi<br />

y ponia su cara de chantaje.<br />

Un día dejo de comer y en 3<br />

días increiblemente<br />

adelgazo de una manera increible,<br />

lo lleve al veterinario<br />

y el primer diagnostico<br />

fue artritis y lo empezo a<br />

medicarlo pero seguia sin<br />

comer, lo lleve con dos medicos<br />

más y a un especialista pero<br />

nadie acertaba el diagnostico,<br />

su estado ya era critico<br />

hasta que encontre un verdadero<br />

doctor que lo trato<br />

con mucho cuidado y cariño,<br />

el tratamiento<br />

lo reanimo mucho despues<br />

de 6 meses de verlo tan mal<br />

al fin volvio a jugar y a ladrar,<br />

estaba<br />

muy animada pero tuvo una<br />

recaida, le hicieron estudios<br />

y resulto que tenia leucemia!!!<br />

La doctora le decia "Ojos<br />

bonitos" porque sabia decir<br />

todo con la mirada hasta<br />

despedirse.<br />

¿Qué es la leucemia canina?<br />

La leucemia es un tipo de cáncer que afecta a los leucocitos (glóbulos<br />

blancos). La médula ósea de los perros que padecen leucemia produce<br />

una gran cantidad de leucocitos defectuosos. Estos glóbulos blancos defectuosos<br />

inundan el torrente sanguíneo y la misma médula ósea, pero<br />

debido a sus defectos son incapaces de proteger al organismo.<br />

En consecuencia, el sistema inmunológico se ve afectado negativamente<br />

y los perros se hacen susceptibles de contraer diversas enfermedades. A<br />

medida que la leucemia avanza, afecta también a la producción de otras<br />

células sanguíneas como los glóbulos rojos y las plaquetas, causando así<br />

problemas adicionales de gran magnitud. La leucemia canina puede ser<br />

aguda cuando ocurre rápida y abruptamente, o crónica cuando ocurre<br />

lenta y gradualmente.<br />

Los perros que padecen leucemia presentan una serie de síntomas inespecífi<br />

cia, tiene impacto sobre varios órganos. Los síntomas suelen ser:<br />

Fatiga Pérdida de peso Debilidad Letargo Inapetencia M<br />

Membranas mucosas pálidas Ganglios linfáticos hinchados Hígado<br />

Hemorragias Deshidratación Dificultad para respirar y respiración ac<br />

Ritmo cardíaco acelerado


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cos, ya que la enfermedad afecta al sistema inmune y, en consecuenalestar<br />

general Vómitos Diarrea<br />

agrandado<br />

elerada


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Pegaso es un caballo alado.<br />

Su nombre proviene de la<br />

palabra griega phgh, que<br />

significaba manantial, pues<br />

se decía que había nacido en<br />

las fuentes del Océano.<br />

Hay varias versiones de su<br />

nacimineto. Por un lado se<br />

decía que había nacido del<br />

cuello de la Gorgona, cuando<br />

Perseo la mató en el mar.<br />

En esta perspectiva, resulta<br />

que su padre es Poseidón, y<br />

Crisaor su hermano gemelo.<br />

Otra versión sostiene que<br />

nació en la tierra, fecundado<br />

por la sangre derramada de<br />

la Gorgona, cuando Perseo<br />

la mató.<br />

Una vez que nació, Pegaso<br />

fue al Olimpo, donde se<br />

puso a las órdenes de Zeus,<br />

al llevarle el rayo.<br />

El papel de Pegaso más<br />

importante es en la leyenda<br />

de Belerofonte, sobre la que<br />

hay diversos argumentos.<br />

Por un lado, se decía que<br />

Pegaso había sido regalado<br />

a Belerofonte por la diosa<br />

Atenea<br />

(diosa de la sabiduría), pero<br />

según otras historias fue<br />

Poseidón el que dio el caballo<br />

a Belerofonte. También se<br />

contaba que el héroe lo había<br />

encontrado, cuando bebía en<br />

la fuente de Pirene.<br />

Fue gracias a Pegaso que<br />

Belerofonte pudo matar a la<br />

Quimera y lograr por sí solo<br />

la victoria sobre las Amazonas.<br />

Cuando Belerofonte muere,<br />

Pegaso volvió a la morada de<br />

los dioses. Tiempo después,<br />

se dio el concurso de canto<br />

que enfrentó a las Musas con<br />

las hijas de Píero. El Monte<br />

Helicón estaba muy complacido<br />

por la belleza de las<br />

voces, por lo que empezó a<br />

crecer amenazando con llegar<br />

al cielo.


Al ver el peligro, Poseidón le ordenó a Pegaso que fuera y<br />

golpeara a la montaña con uno de sus cascos para ordenarle<br />

qe volviera a su tamaño normal, a lo que la montaña<br />

obedeció dócilmente. Pero, en el lugar donde Pegaso la<br />

había golpeado brotó la Fuente Hipocrene, o Fuente del<br />

Caballo.<br />

Por último, Zeus lo convirtió en Constelación, para que<br />

fuera eterno. Cuando esto sucedió, una pluma de sus alas<br />

cayó cerca de Tarso, y así la ciudad adoptó su nombre.<br />

Compartido por:<br />

José Ponce


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Viernes 8:00 pm México centro<br />

6:00 pm California (USA)<br />

10:00 om Argentina


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49<br />

NATALIE<br />

"Me dicen que mi nombre es<br />

Natalie y asiento con la mirada<br />

cruzando el momento, acaso deberé<br />

olvidarme de aquel otro que<br />

me pusieron al sacarme de pila,<br />

el nombre de mi abuela y de su<br />

mamá. El nombre que me anclaba<br />

mis raíces como decía mi viejita<br />

con la brisa resoplando entre los<br />

dientes huidos. Me aseguran que<br />

éste cuadra más con mi cara y con<br />

mi acento, que a ellos les parece<br />

dulzón, a pesar de que yo me escucho<br />

igual que siempre. Mi otro<br />

nombre es tosco sin estilo, no es<br />

pegadizo. ¿Qué más me da a mí?<br />

Si mi madre está al otro lado del<br />

gran mar y no podría oír semejante<br />

desatino aunque afinase mucho<br />

la oreja.<br />

El rostro oscuro opina que el<br />

nombre es tan importante en<br />

la primera impresión como el<br />

vestido que llevas puesto, con la<br />

diferencia de que el primero es<br />

para siempre y el vestido lo podemos<br />

mudar a cada rato. El rostro<br />

oscuro dice muchas cosas que yo<br />

no alcanzo a comprender. Pero<br />

ahora sé que le pertenezco, que ya<br />

no soy mía. Es como si me hubiera<br />

comprado por correo a la capital,<br />

eligiéndome junto a las otras en<br />

un gran catálogo de muchachas,<br />

donde las más lindas son las que<br />

interesan.<br />

No lo entiendo aún, cuando allá<br />

en mi tierra le contaron a mi<br />

mamá que era la gran oportunidad<br />

para la familia, que más tarde<br />

podrían venirse acá todos ellos y<br />

viviríamos felices, atiborrados de<br />

comida hasta reventar.<br />

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Entre las letras<br />

. Yo me sentí como heroína de<br />

un cuento mágico, para que el<br />

más chico dejase de sorber de los<br />

senos cansados de mi madre que<br />

hace ya tiempo se secaron, para<br />

que la hermana Camila llevase el<br />

día del casorio ese vestido del que<br />

oyó hablar por el aparato de radio<br />

del Café de León, hasta para<br />

mi mamá habría dinero y podría<br />

ponerse los dientes de en medio,<br />

que se le cayeron hace tanto<br />

que ni me acuerdo de verla con<br />

la dentada completa y entonces<br />

roería la caña sin penas, habría<br />

tortas para todos y composturas<br />

nuevas.<br />

Sí, yo era la heroína allá, pero<br />

ahora como que nadie me deja<br />

serlo. Soy Natalie de día y de noche.<br />

Me quitaron la falda marrón<br />

que la hermana grande guardaba<br />

igual que un tesoro y la blusa que<br />

me cosieron entre todas de un<br />

pedazo de lienzo apenas remendado.<br />

Lo llamaban los pingajos<br />

y hasta creo que se me rieron<br />

en la espalda. Me dieron “blue<br />

jeans” ajustados, cortados de<br />

la mitad del muslo para arriba,<br />

camisas que se clareaban hasta<br />

las entendederas y unos sostenes<br />

de colores que ellos llamaban<br />

“tops”, tal vez porque no servían<br />

para debajo de la ropa sino para<br />

enseñar casi todas las vergüenzas,<br />

a pesar de que yo aún no tenía<br />

muchas si me comparaba con las<br />

muchachas mayores, si que era<br />

raro el negocio.<br />

Mi abuela siempre me amenazó<br />

con el fuego eterno, si me dejaba<br />

ver o tocar mis cosas por algún<br />

varón.<br />

Decía que era pecado de muerte si<br />

antes no te echaron la bendición,<br />

pero esta gente de ahora opinaba<br />

lo contrario y el hombre de rostro<br />

oscuro se me ponía gigante si yo<br />

le llegaba a contradecir y hasta<br />

me golpeaba para que aprendiese<br />

quién era el dueño. Otras veces se<br />

ponía más amable, me acariciaba,<br />

decía que mi piel era oscura pero<br />

sedosa y que tenía el mejor cuerpo<br />

que vio en alguien de mi edad. Yo<br />

hacía por creerle, ¿acaso no era<br />

él, mi bienhechor? El guardián<br />

que me arrancó de la miseria, el<br />

que pagaba siempre: el gran viaje,<br />

mis cosas acá…la deuda debía<br />

ser inmensa y por fuerza tenía<br />

que trabajar mucho si quería que<br />

algún día me hiciera el favor de<br />

perdonármela y dejarme ir.<br />

Y me chocaban tantas cosas. Todo<br />

tenía un color extraño que se me<br />

agarraba a los ojos, como un tinte<br />

cansino. Allá me decían las mujeres<br />

de mi casa que sirviera bien,<br />

que limpiase con buen ojo, que<br />

tendría un bonito cuarto para dormir<br />

y un lindo uniforme para que<br />

todo el mundo supiera que yo era<br />

la que trabajaba para los señores<br />

y eso sería un orgullo muy grande<br />

para mí.<br />

Pero al llegar como que todo se<br />

descompuso. La historia no cuadraba<br />

de veras. Yo tenía un cuarto<br />

compartido con varias extrañas<br />

de caras asustadas, supongo que<br />

como la mía. Había algunas recámaras<br />

más bonitas, todas pintadas<br />

de colores relucientes. Pero esas<br />

las debía compartir para trabajar<br />

con hombres extraños, que se<br />

comportaban como si también<br />

ellos fueran un poco mis dueños<br />

y si no quedaban complacidos, el<br />

rostro oscuro venía y la golpiza era<br />

segura. Tampoco tenía nada que<br />

limpiar salvo esa sensación de suciedad<br />

pegajosa que se me enganchaba<br />

en las manos, en el pecho,<br />

hasta en el fondo de mis


entrañas y que por más que lavase<br />

no quería salir. Hasta en<br />

la garganta se me agriaba a cada<br />

rato. Luego venía otro trago hueso,<br />

cuando nos metían en aquella<br />

furgoneta de nauseabundo olor a<br />

sentimientos quebrados y al poco<br />

de camino, nos dejaban aparcadas<br />

a cada dos o tres muchachas en<br />

una carretera con muchos árboles<br />

que sonaban de viento amenazadores.<br />

Allá a lo lejos cuando era de atardecida<br />

se podía ver gente, seguro<br />

que preñados todos de cosas<br />

lindas como decía mi amiga Aroa<br />

(siempre fue Juliana hasta que el<br />

país le abrió los brazos).<br />

Pero jamás se llegaron a acercar ni<br />

siquiera un poco, no sea que fuéramos<br />

a robarles esa felicidad que<br />

se les adivinaba en el gesto, claro y<br />

al no mediar palabra no llegaban<br />

a saber que éramos buena gente,<br />

extranjeras sí, pero con lo de la<br />

Madre Patria como que todo debía<br />

quedar en familia.<br />

A mí me daba envidia imaginar<br />

los bebitos que jugaban, pero no lo<br />

reclamaba en alto no fuera a servir<br />

de risión a las demás.<br />

Las noches de más invierno eran<br />

horribles, porque el trabajo ese si<br />

que nunca variaba: hablar melosas,<br />

dispuestas para el señor que<br />

frenase el auto, después un mal<br />

rato porque los hombres pedían<br />

cosas extrañas que a veces dolían o<br />

daban ganas de vomitar hasta dejar<br />

sana la barriga o como que se<br />

volvían violentos si no les gustaba<br />

el trabajo, pero eso jamás lo aprendimos<br />

en la escuela o en el fogón<br />

de nuestras madres.<br />

¿Qué querían si no? Pero de que<br />

llegaba la anochecida comenzaba<br />

la tiritera, los huesos se nos<br />

calaban con una sensación seca,<br />

cortante, igual que si te desgarraran<br />

de las carnes para dentro.<br />

/www.visionuniversal-magazine.com.mx<br />

Había dos chicas de piel blanquita,<br />

casi transparente que no<br />

le daban grandísima importancia<br />

al aire que se enredaba<br />

en nuestro pelo y nuestra<br />

garganta, decían que eran del<br />

este (no sé dónde quedaría ese<br />

lugar…) y que en su país el frío<br />

era mucho mayor y la nieve<br />

caía de seguido. Pero nosotras<br />

y las africanas de la vuelta de la<br />

curva lo pasábamos fatal. Luego<br />

si a alguna se nos ocurría<br />

echarnos la rebeca por lo alto,<br />

antes o después llegaba a oídos<br />

del rostro oscuro que se ponía<br />

furioso de veras. Decía que<br />

cómo iban a comprar el género<br />

si tapábamos los escaparates.<br />

A mí se me hacían odiosas las<br />

pantaletas minúsculas que llevábamos,<br />

las otras las llamaban<br />

“tangas” ya viste ni el nombre<br />

me llegaba a gustar…<br />

Yo soñaba entonces con aquel<br />

caldo de achicoria que mi<br />

abuela hacía hervir en el fogón.<br />

Me salían sus palabras hasta<br />

por los ojos. Aquella terneza<br />

con que me cobijaba entre<br />

sus faldas enormes de mulata<br />

arrugada, a poco podía paladear<br />

el sabor tibio del brebaje y<br />

cómo que me sentía aliviada al<br />

instante. Pero un auto frenaba<br />

de nuevo y las tres o cuatro<br />

asaltábamos la ventanilla para<br />

que la voz de dentro pudiera<br />

escoger mejor.<br />

Yo no sé si aquello era bueno<br />

o malo, en mi pueblo jamás lo<br />

vi. Solo alguna vez las viejas<br />

comadreando entre dientes<br />

decían chismes de alguna<br />

“mala mujer” pero creo que no<br />

habría de ser lo mismo, porque<br />

el rostro oscuro aseguraba que<br />

en Europa el trabajo nuestro<br />

era de lo más solicitado y que<br />

teníamos enorme suerte de<br />

50<br />

haberlo conocido, porque él era<br />

legal y cuando la deuda se hubiese<br />

rebajado, nos daría los papeles y<br />

ya sería cosa nuestra seguir en el<br />

oficio o mudar de faena.<br />

Ya ni me acuerdo como llegaba a<br />

ser de grande la obligación, porque<br />

los billetes no conseguían rozarme<br />

las manos. El decía que era<br />

mejor así, que ya avisaría cuando<br />

la fecha se acercase, que no era<br />

bueno que manejásemos plata,<br />

porque alguien de mala fe podía<br />

engañarnos y lo decía así como serio,<br />

como hombre. Pero yo le veía<br />

en los ojos burbujas mentirosas<br />

que nunca se disipaban.<br />

Si hubiera estado aquí la Chabela,<br />

la “mujer santa” de mi pueblo, de<br />

seguro habría mirado en el fondo,<br />

bien en el fondo de sus palabras<br />

y hubiera conocido al instante si<br />

mentía o decía la verdad. ¡La vieja<br />

dichosa! Tanto miedo que nos<br />

daba cuando pasaba cerca nuestro<br />

con una retahíla de oraciones hilvanadas<br />

en la boca, que solo ella<br />

aprendió en otra vida decían.<br />

Aunque nunca comprendí para<br />

qué quiere una persona más de<br />

una vida, si sólo tiene una cara,<br />

unos brazos, qué sé yo… para<br />

gastarlos en ella. Pero sí, si Chabela<br />

hubiera visto lo que el hombre<br />

sin rostro callaba, ¡pero yo! ¿Qué<br />

podía hacer? Esperar quizás al<br />

cumplir los catorce (sólo faltaban<br />

dos meses). Ya sería una mujer y<br />

entonces las luces de cuando chica<br />

regresasen y yo no tendría esa<br />

comezón en la boca del estómago,<br />

que me roe como un gusano<br />

hambriento cada vez que la tarde<br />

se me acaba y las sonrisas de los<br />

hombres como que me quieren<br />

amenazar.<br />

Y a veces por el día que es cuando<br />

se duerme en este oficio, se me<br />

agolpan negras en los sueños y me<br />

duelen, me duelen de verás, ¿qué<br />

no les dará pena que sólo soy una<br />

niña?


51<br />

Los niños deben soñar serenos,<br />

sí, eso si es seguro. Pero se ve que<br />

aquí ya no soy una niña. ¡ya no<br />

sé lo que soy! Lo que si me representa<br />

a cada poco es que cada vez<br />

estoy más lejos de mí misma.<br />

Hay dos yo, uno el de allá lejos,<br />

que regresa cuando quiere a jalarme<br />

los recuerdos bonitos para<br />

llevarme con ellos y dormir de<br />

noche y arrancar las matas al lado<br />

de mi madre que se queja de la<br />

espalda, porque el bebé se le agarra<br />

a los huesos de tanto cargarlo,<br />

ponerle candelitas al santo cuando<br />

alguno se pone chueco, escuchar<br />

a las viejitas de chisme sentaditas<br />

en las puertas de sus casas, esperando<br />

para cazar la primera brisa<br />

fresca de la temporada y jalarla a<br />

los cuartos recalentados de todo<br />

el día.<br />

Y mi abuela, ¡ay mi abuelita!<br />

Mucho más desdentada que mi<br />

mamá, con la cara como una fruta<br />

reseca y pasada, tirando de mí,<br />

riñéndome pero con ojos de que<br />

no, de que los que ya se pasaron<br />

de años, siempre tienen la culpada<br />

en la boca. Pero es solo por aparentar,<br />

por hacer respeto, dicen<br />

ellos, porque luego nunca quieren<br />

acabar el plato. Aunque los pellejos<br />

les lleguen al suelo, nos meten<br />

los restos en la boca de los niños<br />

y nos jalean para ver quien acaba<br />

antes la convidada. Ese yo sí que<br />

me gusta, pero éste de acá como<br />

que no debe ser bueno.<br />

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Las otras muchachas apenas gritan<br />

para que las dejen ir y se van, pero<br />

al cabo regresan con el rostro<br />

golpeado, tan lleno de moratones<br />

que luego apenas pueden taparlos<br />

con los polvos de la cara y como<br />

me ven chiquita, me dicen que no<br />

proteste, que haga bien mi trabajo<br />

para que nadie se le queje de mí al<br />

que no tiene rostro. Y claro, yo me<br />

acuerdo de la deuda, de los ojos<br />

grandones de los míos, que cuando<br />

el hambre llega, se hacen más<br />

hondos, igual que si quisiera<br />

llorar, pero se hubieran sorbido las<br />

lágrimas e hicieran mucha fuerza<br />

sin conseguirlo. Y eso también me<br />

duele.<br />

Y pienso que tengo que hacerme<br />

de verdad heroína para ellos y<br />

darme mucha prisa, no se me vaya<br />

a enfermar alguno de no echarle<br />

apenas a la barriga, o morirse que<br />

eso sí que lo he visto yo, alguna<br />

vez en mi pueblo. Porque los<br />

llantos van de casa en casa como<br />

reguero de tristeza amarilla y voy<br />

y le pongo buena cara a las pantaletas<br />

y al frío de por la noche y me<br />

prometo a mí misma decir a todo<br />

que sí, para que los hombres den<br />

parabienes de mi tarea y la deuda<br />

se me haga cada vez más chica.<br />

¡Y ya no recuerdo mi nombre de<br />

ayer, tantas veces como lo oí y ya<br />

lo olvidé!<br />

Ahora soy Natalie, Natalie de noche,<br />

dando saltitos para espantar<br />

el frío de la carretera cuando me<br />

quiera morder. Natalie para<br />

decir que sí a los deseos negros<br />

que me buscan sin acordarse<br />

de que aún soy niña. Natalie<br />

para soñar con los ojos bien<br />

cerrados, cuando mi cuerpo<br />

deja de ser mío. Heroína por el<br />

día, ama de<br />

mis pensamientos, de la memoria<br />

hasta donde nadie llega<br />

porque la escondí bien cerquita<br />

del corazón, así las manos que<br />

me hurgan no la alcanzarán<br />

jamás. Por mucho que estrujen<br />

y rompan le haré caso a<br />

Aroa (Juliana para siempre).<br />

Ella es más grande y como que<br />

sabe más de todo. Dice que<br />

aprenda a pintar de lindo los<br />

raticos peores, que juegue en el<br />

pensamiento, que dé brincos y<br />

volteretas porque el pensar es<br />

libre y nadie me lo puede robar.<br />

¡sí! Eso haré cuando pare<br />

el próximo auto. Diré a todo<br />

qué bueno, pero mientras me<br />

escaparé, cruzaré el gran mar e<br />

iré a refugiarme en las manos<br />

tostadas de mi abuelita. Seguro<br />

que cuando se dé cuenta de la<br />

comezón de la barriga no me<br />

deja<br />

regresarme y aunque Natalie<br />

continúe asomada por el cristal<br />

de la ventanilla que se detuvo,<br />

yo, yo el yo mío para siempre<br />

se acomode al calor del aliento<br />

de mi vieja, que me consolará<br />

poco a poco del frío pasado."<br />

ESCRITORA:<br />

JOSEFA GONZÁLEZ<br />

CUESTA


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