WEB Manual de Vida BARI

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tratamientos adecuados. De igual forma sabemos transmitir esos conocimientos para que todos puedan
hacer uso de ellos, es decir que sabemos resguardar la sabiduría ancestral para que no se pierda.
Antes nos podían reconocer porque solo usábamos faldas tejidas de algodón que hacíamos nosotras mismas
y por cortarnos el cabello en forma de "totumo", andábamos con el pecho al aire libre, pues entre el Barí no
existía el morbo y la ofensa hacia las mujeres. Antes también hacíamos collares adornados con huesos de
animales como micos, picures, lapas y caracoles, también de semillas silvestres. Las mujeres nos
encargamos de buscar la tortuga, desyerbamos la yuca, de conseguir la Karicogbay para tejer el chinchorro,
de hilar el algodón y hacemos las artesanías.
Antes las actividades de las mujeres eran desyerbar la yuca, cargar el plátano y la yuca,
también podían cantar, tejían sus vestimentas para hombres y para ellas mismas, las mujeres
enseñaban a tejer faldas y esteras. Para sembrar se utilizaban palos en forma de barretones.
Las mujeres se quitaban las cejas y las pestañas, usaban cabello corto (comunidad Agdosarida).
Nos encargamos de la preparación de los alimentos de manera tradicional cuyas fórmulas heredamos de
nuestros ancestros, sabemos arreglar peces, aves, animales de nuestra selva, durante miles de años hemos
guardado este conocimiento y de él emana el bienestar de todos dentro de Ka.
Nuestros conocimientos los recibíamos de nuestros padres y de las Shivabio, las sabias de la comunidad. Nos
enseñaban los mandatos para vivir, nos enseñaban a base del cariño, a base del canto. Cuando niñas
nuestros padres salen a las actividades diarias, o de viaje, las Shivabio junto a los Sadou nos cuidaban en el
Ka (bohío), en las noches nuestros padres se dedicaban a educarnos; nos cantaban narrando las historias de
nuestros ancestros, nos enseñaban sobre nuestros antepasados y la sabiduría que ellos nos transmitieron,
nos contaban sobre nuestro universo, le daban sentido a todo lo que vivimos, a todo lo que hay en nuestro
Ishta (territorio), nos decían las acciones que debíamos tomar para ser fuertes, tener ingenio, para poder
llevar las obligaciones, para cuidar, proteger y defender nuestro mundo que nos heredó Sabaseba.
Las niñas pequeñas las tenía la mamá o las abuelas y cuando están
más grandes las llevaban a los yuqueros y observaban como lo
hacían las madres y así iban aprendiendo (comunidad Sacacdu).
Ante todo nos enseñaban a base de la felicidad, porque siempre nos inculcaron a ser alegres, por eso nunca
fueron violentos con nosotras ni ejercían castigos físicos, porque Sabaseba siempre nos ha dicho a los Barí
que ante todo debemos ser alegres, sabemos hacernos respetar a nosotras y a nuestro territorio, ni los
tiempos más adversos nos han quitado nuestro derecho a ser alegres, derecho que nos dio Sabaseba.
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