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los europeos lo confunden con una señal de que están de acuerdo. La inclinación de cabeza<br />
es casi universalmente la señal de un «sí», excepto para los búlgaros, que utilizan este gesto<br />
para decir «no» y los japoneses que lo utilizan por educación. Si dice usted una cosa con la<br />
que un japonés no está de acuerdo, seguirá diciendo «sí», o hai en japonés, para que usted<br />
siga hablando. Un «sí» japonés suele significar, «sí, te he oído» y no «sí, estoy de acuerdo».<br />
Por ejemplo, si le dice usted a una persona japonesa: «No está usted de acuerdo, ¿verdad?»,<br />
esa persona inclinará la cabeza y dirá «sí», aun no estando de acuerdo. En el contexto japonés<br />
significa: «Sí, tiene usted razón, no estoy de acuerdo».<br />
A los japoneses les preocupa salvar la cara y han desarrollado un conjunto de reglas para<br />
evitar que las cosas vayan mal, de modo que intente evitar decir «no» o formular preguntas<br />
cuando la respuesta pueda ser «no». Lo más cerca que un japonés se pondrá de la palabra no<br />
es diciendo: «Es muy difícil» o «Lo estudiaremos positivamente», cuando ló que en realidad<br />
quieren decir es: «Olvidémonos de todo esto y larguémonos a casa».<br />
«Sucio cerdo y asqueroso»: sonarse la nariz<br />
Los europeos y los occidentales se suenan en un pañuelo de tela o de papel, mientras que los<br />
asiáticos o los japoneses escupen o roncan. Unos y otros quedan horrorizados al ver el<br />
comportamiento «repugnante» de los demás. Esta gran diferencia cultural es el resultado<br />
directo de la extensión de la tuberculosis en los siglos pasados. En Europa la tuberculosis<br />
fue el sida de la época, una enfermedad con tan escasas esperanzas de supervivencia que los<br />
gobiernos instruían a la gente para que se sonara la nariz y no extendiera más la enfermedad.<br />
Esta es la razón por la cual los occidentales reaccionan tan exageradamente a la acción de<br />
escupir: la persona que escupe podría contagiar la tuberculosis, de modo que la gente se<br />
sentía tan alarmada ante la idea, como lo estaría si el sida pudiese contagiarse escupiendo.<br />
La acción moderna, de sonarse la nariz es el resultado de las<br />
antiguas epidemias de tuberculosis.<br />
Si la tuberculosis hubiera sido un problema en los países orientales, la reacción cultural<br />
habría sido la misma que la de los occidentales. Como resultado de ello, los japoneses se<br />
quedan estupefactos cuando alguien saca un pañuelo, se suena la nariz y lo vuelve a guardar<br />
en el bolsillo, en el bolso o en la manga. A los japoneses no les impresiona la costumbre<br />
inglesa de que los hombres lleven un pañuelo doblado en el bolsillo superior de la chaqueta.<br />
Es el equivalente a mostrar, orgullosamente, un rollo de papel higiénico, listo en el bolsillo<br />
para cuando se necesite. Los asiáticos creen, correctamente, que la opción más sana es la de<br />
escupir, una costumbre que europeos y occidentales encuentran repulsiva. Es por eso que<br />
las reuniones de negocios entre occidentales y europeos pueden fracasar cuando todo el<br />
mundo está resfriado. No se sienta molesto ante un asiático que escupe o ronca y nunca se<br />
suene la nariz <strong>del</strong>ante de un japonés.<br />
Los tres gestos interculturales más comunes<br />
Examinemos ahora las interpretaciones culturales y las implicaciones de tres gestos con las<br />
manos muy comunes: el anillo, el pulgar hacia arriba y el signo de la V.<br />
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