Pease-Allan El lenguaje del-Cuerpo1

29.03.2016 Views

Cómo aplacar a los que se enfadan No intimidar a los demás es posible si, conscientemente, disminuimos nuestra altura en relación a ellos. Examinemos el lenguaje del cuerpo en una situación en la que hemos cometido una infracción al volante (como saltarnos una señal de stop o no ceder el paso y acelerar) y la policía nos detiene. En estas circunstancias el oficial se acercará a nuestro vehículo viéndonos como un adversario y la reacción de la mayoría de los conductores será permanecer en el interior del coche, bajar la ventanilla y buscar excusas o negar el delito. Las negativas del lenguaje del cuerpo en este caso son: 1. El oficial se ve forzado a abandonar su territorio (el coche patrulla) y a adentrarse en el territorio de la persona que ha cometido la falta (su vehículo). 2. Suponiendo que esa persona es realmente culpable, sus excusas representarán un ataque para el oficial. 3. Al permanecer dentro del coche, se crea una barrera entre esa persona y el oficial de policía. Teniendo en cuenta que bajo estas circunstancias el oficial de policía está en una posición superior, este comportamiento sirve, únicamente, para que la situación vaya de mal en peor y las posibilidades de acabar recibiendo una multa aumenten. Si le detiene la policía por una circunstancia de este tipo, intente lo siguiente: 1. Salga inmediatamente del coche (su territorio) y avance hacia el coche del policía (su territorio). De esta manera el policía no tendrá que molestarse en abandonar su espacio. 2. Encorve el cuerpo para parecer más pequeño que el policía. 3. Rebaje su estatus diciéndole al policía que ha sido usted un irresponsable y ascienda el de él dándole las gracias por indicarle el error que ha cometido y diciéndole que es consciente de lo difícil que debe ser su trabajo al tener que tratar, constantemente, con locos como usted. 4. Con las palmas de las manos hacia arriba y con voz temblorosa, pídale que no le ponga la multa. Si es usted mujer y el oficial de policía es hombre, pestañee repetidamente y diríjase a él utilizando un tono de voz agudo. Si es usted hombre, acepte la multa y páguela. Este comportamiento le indica al oficial de policía que usted no representa ninguna amenaza y le anima a asumir el papel del padre que da una regañina, en cuyo caso podría decidir limitarse a darle una severa advertencia y decirle que siga adelante... ¡sin la multa! Si utiliza esta técnica tal y como se indica, podrá ahorrarse la multa en el cincuenta por ciento de los casos en los que el coche patrulla lo detenga. - 232 -

La misma técnica sirve para calmar a un cliente enfadado que devuelve un producto defectuoso a la tienda o que quiere hacer una reclamación. En este caso, el mostrador del establecimiento representa una barrera entre el empleado y el cliente. El control del cliente enfadado es difícil mientras el empleado permanezca en su lado del mostrador y genera una situación de «usted contra mí» que puede incluso irritar más, si cabe, al cliente. Si el empleado se traslada al lado del cliente con el cuerpo encorvado y las palmas de las manos hacia arriba, y utiliza la misma técnica que hemos enseñado para el oficial de policía, conseguirá aplacar los ánimos del cliente enfadado. Permanecer detrás de una mesa o un mostrador sube los niveles del enfado. ¿Qué tiene que ver el amor con todo esto? El antropólogo polaco Boguslaw Pawlowski descubrió que en la relación ideal, el dinero, la confianza y el respeto son menos importantes que una diferencia de altura de 1 a 1,09. El estudio que llevó a cabo en el año 2004 demostró que para asegurarse la felicidad marital el hombre tiene que ser 1,09 veces más alto que su pareja. Esta fórmula encaja con diversos casos de romances fracasados, como el de Nicole Kidman (un metro ochenta) con Tom Cruise (un metro setenta). Ejemplos de parejas que caen dentro de esta diferencia de éxito son: Cherie Blair y Tony Blair = 1,10 Jennifer Anniston y Brad Pitt = 1,11 Victoria Beckham y David Beckham = 1,09 Y ejemplos de parejas que técnicamente no caben en esta diferencia son: Camilla Parker-Bowles y el príncipe Carlos = 1,01 Penny Lancaster y Rod Stewart = 0,97 Estrategias para ganar percepción de altura Si es usted bajito puede emplear diversas estrategias para neutralizar el poder de las personas más altas decididas a intimidarlo. Un detalle importante, si es usted mujer, pues en promedio, las mujeres son cinco centímetros más bajas que los hombres. Establezca un espacio donde puede controlar el entorno utilizando sillas de diversas alturas y pida a las personas más altas que ocupen las sillas más bajas. La posición sentada neutraliza la altura, de modo que si sentáramos al Increíble Hulk en un sofá bajo disminuiríamos el poder que desprende. Sentarse en el extremo opuesto de una mesa sirve también para equilibrar las cosas, igual que apoyarse en el umbral de la puerta del despacho de alguien para hablar, mientras el propietario del despacho va hablando. Hablar en un lugar público, como en un bar o en un lugar lleno de gente, o en un coche o en un avión, limita también las tácticas de los más altos. Si se enfrenta a alguien que se muestra muy arrogante o permanece de pie mientras usted está sentado, levántese, acérquese a una ventana y mire hacia el exterior mientras discuten el tema. Proporcionará con ello la sensación de que está reflexionando profundamente sobre el tema y la persona más alta perderá la ventaja que le proporciona su altura cuando usted no la mire. Finalmente, puede minimizar también las diferencias de altura actuando de forma enérgica. Estas estrategias colocarán «su cabeza y sus hombros» por encima de los que pretenden intimidarle con su altura y le permitirán «alzarse por encima» de los que pretenden «pisotearle». - 233 -

Cómo aplacar a los que se enfadan<br />

No intimidar a los demás es posible si, conscientemente, disminuimos nuestra altura en<br />

relación a ellos. Examinemos el <strong>lenguaje</strong> <strong>del</strong> cuerpo en una situación en la que hemos cometido<br />

una infracción al volante (como saltarnos una señal de stop o no ceder el paso y<br />

acelerar) y la policía nos detiene. En estas circunstancias el oficial se acercará a nuestro<br />

vehículo viéndonos como un adversario y la reacción de la mayoría de los conductores será<br />

permanecer en el interior <strong>del</strong> coche, bajar la ventanilla y buscar excusas o negar el <strong>del</strong>ito.<br />

Las negativas <strong>del</strong> <strong>lenguaje</strong> <strong>del</strong> cuerpo en este caso son:<br />

1. <strong>El</strong> oficial se ve forzado a abandonar su territorio (el coche patrulla) y a adentrarse en<br />

el territorio de la persona que ha cometido la falta (su vehículo).<br />

2. Suponiendo que esa persona es realmente culpable, sus excusas representarán un<br />

ataque para el oficial.<br />

3. Al permanecer dentro <strong>del</strong> coche, se crea una barrera entre esa persona y el oficial de<br />

policía.<br />

Teniendo en cuenta que bajo estas circunstancias el oficial de policía está en una posición<br />

superior, este comportamiento sirve, únicamente, para que la situación vaya de mal en<br />

peor y las posibilidades de acabar recibiendo una multa aumenten. Si le detiene la policía<br />

por una circunstancia de este tipo, intente lo siguiente:<br />

1. Salga inmediatamente <strong>del</strong> coche (su territorio) y avance hacia el coche <strong>del</strong> policía (su<br />

territorio). De esta manera el policía no tendrá que molestarse en abandonar su espacio.<br />

2. Encorve el cuerpo para parecer más pequeño que el policía.<br />

3. Rebaje su estatus diciéndole al policía que ha sido usted un irresponsable y ascienda<br />

el de él dándole las gracias por indicarle el error que ha cometido y diciéndole que es<br />

consciente de lo difícil que debe ser su trabajo al tener que tratar, constantemente, con<br />

locos como usted.<br />

4. Con las palmas de las manos hacia arriba y con voz temblorosa, pídale que no le<br />

ponga la multa. Si es usted mujer y el oficial de policía es hombre, pestañee repetidamente<br />

y diríjase a él utilizando un tono de voz agudo. Si es usted hombre, acepte la<br />

multa y páguela.<br />

Este comportamiento le indica al oficial de policía que usted no representa ninguna amenaza<br />

y le anima a asumir el papel <strong>del</strong> padre que da una regañina, en cuyo caso podría decidir<br />

limitarse a darle una severa advertencia y decirle que siga a<strong>del</strong>ante... ¡sin la multa! Si utiliza<br />

esta técnica tal y como se indica, podrá ahorrarse la multa en el cincuenta por ciento de los<br />

casos en los que el coche patrulla lo detenga.<br />

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