29.03.2016 Views

Pease-Allan El lenguaje del-Cuerpo1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La obsesión <strong>del</strong> hombre por la entrepierna<br />

La exhibición sexual más directa que un hombre puede hacer hacia una mujer es el gesto<br />

agresivo de esconder los pulgares en el cinturón, un gesto que subraya su entrepierna. Puede<br />

también encarar su cuerpo hacia ella y señalarla con el pie, utilizar una mirada íntima y<br />

personal y mantenerle la mirada más tiempo de lo que sería normal. Otra posibilidad, si el<br />

hombre está sentado o apoyado contra una pared, es la de abrir las piernas para exhibir su<br />

entrepierna.<br />

En los babuinos y en otros primates observamos que los machos muestran su dominio<br />

exhibiendo el pene. Abren las patas y muestran a todo el mundo su aparejo nupcial, tocándoselo<br />

casualmente de vez en cuando para con ello afirmar y reafirmar su estatus dominante.<br />

<strong>El</strong> hombre utiliza este mismo tipo de exhibición para afirmar su virilidad, aunque<br />

lo hace de manera más sutil que los babuinos, principalmente por la importante sentencia<br />

carcelaria que hacerlo así le implicaría.<br />

En el siglo xv apareció la «coquilla», un accesorio de la vestimenta nada sutil, cuyo<br />

objetivo era subrayar el tamaño de la masculinidad <strong>del</strong> hombre y, en consecuencia, su estátus<br />

social. En el siglo xxi los nativos de Nueva Guinea siguen utilizando protectores <strong>del</strong><br />

pene que aumentan su tamaño, mientras que los hombres occidentales consiguen el mismo<br />

efecto con los calzoncillos ajustados, los bañadores minúsculos o balanceando <strong>del</strong>ante de su<br />

entrepierna un llavero cargado de llaves o el extremo <strong>del</strong> cinturón.<br />

Los objetos colgantes proporcionan al hombre la oportunidad de bajar la mano hasta allí<br />

de vez en cuando para colocarlos en su debido lugar. A las mujeres ni se les pasa por la<br />

cabeza llevarse la mano a la entrepierna y rascársela en público y les sorprende que los<br />

hombres se queden tan frescos practicando regularmente ese gesto. <strong>El</strong> mensaje es el mismo<br />

para todos los primates macho: el hombre, simplemente, lo practica de otra manera.<br />

- 221 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!