Pease-Allan El lenguaje del-Cuerpo1

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¿Es él un hombre de culos, tetas o piernas? En cuanto a la parte del cuerpo femenino que prefieren los hombres, podríamos dividirlos universalmente en tres grupos bastante equitativos: culos, tetas y piernas. En esta sección analizaremos sólo las características físicas del cuerpo femenino y por qué cada una de esas partes tiene un impacto tan tremendo sobre los sentidos masculinos. El cuerpo de la mujer ha evolucionado como un sistema de señalización sexual permanente y portátil cuyo objetivo es atraer la atención masculina con fines; reproductivos, y son las nalgas, el pecho y las piernas las partes más destacadas en este proceso. Tal vez no sea políticamente correcto, pero sí es biológicamente correcto. 1. Culos Las nalgas que más atractivas resultan a los hombres son las nalgas redondeadas, con forma de melocotón. Las nalgas femeninas del ser humano se diferencian de las del resto de los primates en que las hembras primates exhiben unas nalgas protuberantes y aumentadas de tamaño sólo cuando están listas para el apareamiento. Las hembras humanas exhiben siempre unas nalgas aumentadas de tamaño y están casi siempre disponibles para el hombre. Ello se debe a que uno de los principales objetivos de la actividad sexual humana normal es fomentar un emparejamiento permanente que permita criar a los hijos con éxito. El ser humano es el único primate que se aparea de manera frontal. En las demás especies primates el macho aborda a la hembra por detrás y ella utiliza unas nalgas enrojecidas y aumentadas de tamaño como señal de que esta lista para el apareamiento. Y ahí está el secreto de la atracción que los hombres sienten por el culo femenino: la impresión de que ella está siempre preparada sexualmente. Las nalgas de las mujeres tienen dos objetivos más: almacenar grasa para el periodo de lactancia y actuar como almacén de urgencia de alimentos en épocas de delgadez, algo similar a la joroba de los camellos. Las hembras humanas son las únicas primates que tienen las nalgas siempre aumentadas de tamaño. Los pantalones vaqueros se han hecho muy populares porque subrayan las nalgas y Ies proporcionan un aspecto firme y redondeado. Los zapatos de tacón alto obligan a quien los calza a arquear la espalda, a sacar las nalgas hacia fuera y a caminar contoneándose, algo que, ineludiblemente llama la atención del hombre. Se dice que Marilyn Monroe recortaba unos dos centímetros del tacón del zapato izquierdo para subrayar su contoneo. Las hembras - 216 -

de determinadas especies de escarabajos contonean también el trasero delante de sus potenciales parejas para atraer su atención. 2. Los pechos En los últimos años la mayor parte del planeta ha desarrollado una obsesión por los pechos, y todo lo relacionado con ellos, cosmética y quirúrgicamente, se ha convertido en un negocio de billones de dólares. Un hecho destacable, teniendo en cuenta que los pechos humanos son poco más que unas glándulas sudoríparas aumentadas de tamaño. El pecho está constituido, básicamente, por tejido graso. Es lo que le proporciona su aspecto redondeado y es un tejido que poco tiene que ver con la producción de leche materna. Por encima de todo, los pechos tienen un claro objetivo: señalización sexual. Los pechos imitan el aspecto trasero de la mujer, una reliquia de los días en que el ser humano andaba a cuatro patas. Si se nos acercara un mono o un chimpancé caminando sólo con dos patas, no podríamos decir si es macho o hembra. Pero el ser humano camina con dos piernas y el pecho femenino, con su gran tamaño, es una evolución que pretende imitar el trasero femenino. Pruebas realizadas con fotografías de nalgas y pechos femeninos demuestran, de forma convincente, que los hombres son incapaces de diferenciarlos. - 217 -

de determinadas especies de escarabajos contonean también el trasero <strong>del</strong>ante de sus potenciales<br />

parejas para atraer su atención.<br />

2. Los pechos<br />

En los últimos años la mayor parte <strong>del</strong> planeta<br />

ha desarrollado una obsesión por los pechos, y<br />

todo lo relacionado con ellos, cosmética y<br />

quirúrgicamente, se ha convertido en un negocio<br />

de billones de dólares. Un hecho destacable,<br />

teniendo en cuenta que los pechos humanos<br />

son poco más que unas glándulas sudoríparas<br />

aumentadas de tamaño.<br />

<strong>El</strong> pecho está constituido, básicamente, por<br />

tejido graso. Es lo que le proporciona su aspecto<br />

redondeado y es un tejido que poco tiene que ver con la producción de leche materna.<br />

Por encima de todo, los pechos tienen un claro objetivo: señalización<br />

sexual. Los pechos imitan el aspecto trasero de la mujer,<br />

una reliquia de los días en que el ser humano andaba a cuatro patas.<br />

Si se nos acercara un mono o un chimpancé caminando sólo con<br />

dos patas, no podríamos decir si es macho o hembra. Pero el ser<br />

humano camina con dos piernas y el pecho femenino, con su gran<br />

tamaño, es una evolución que pretende imitar el trasero femenino.<br />

Pruebas realizadas con fotografías de nalgas y pechos femeninos<br />

demuestran, de forma convincente, que los hombres son incapaces<br />

de diferenciarlos.<br />

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