Pease-Allan El lenguaje del-Cuerpo1
• Fase 1. Contacto visual: Ella echa un vistazo a la sala y detecta al hombre que le gusta. Espera hasta que él se percata de su presencia y mantiene la mirada durante cinco segundos, para apartarla acto seguido. El sigue observándola para ver si ella vuelve a hacerlo. Antes de que el hombre se percate de lo que sucede, la mujer tiene que mirarlo tres veces, como media. Este proceso de miradas puede repetirse varias veces y marca el inicio del proceso de flirteo. • Fase 2. Sonrisa: Ella le regala un par de sonrisas fugaces. Se trata de una media sonrisa rápida cuyo objetivo es dar luz verde al hombre para que inicie la aproximación. Desgraciadamente, muchos hombres no responden a estas señales y la mujer se queda con la sensación de que la potencial pareja no siente ningún interés por ella. • Fase 3. Pavoneo: Ella se sienta bien erguida para subrayar sus pechos y cruza las piernas o los tobillos para mostrarse lo más atractiva posible. En el caso de estar de pie, ladea las caderas y la cabeza hacia un hombro, dejando expuesto su cuello desnudo. Juguetea con el cabello durante un espacio de tiempo que llega hasta los seis segundos (sugiriendo con ello que está peinándose para su hombre). Puede también humedecerse los labios, tocarse algunos mechones del pelo y colocar su ropa y sus joyas en su debido lugar. El responderá con gestos como el de ponerse bien erguido, meter estómago, hinchar el pecho, ponerse bien la ropa, acariciarse el pelo y esconder los pulgares en el cinturón. Ambos mueven los pies o el cuerpo entero en dirección al otro. • Fase 4. Conversación: Él se aproxima e intenta iniciar la charla utilizando clichés como «Me parece que te conozco de algo» y otras frases hechas cuya pura intención es romper el hielo. • Fase 5. Contacto: Ella busca una oportunidad para tocarle brevemente el brazo, sea o no «accidental». Tocar la mano indica un nivel superior de intimidad que tocar un brazo. Los contactos van repitiéndose por niveles para comprobar con ello si la otra persona se siente cómoda con los diversos niveles de intimidad y hacerle saber que el primer contacto no ha sido accidental. Un suave roce en el hombro del hombre sirve para comunicar que la mujer está interesada por su estado de salud y su aspecto. Estrecharse la mano es una forma rápida de pasar a la fase de contacto. Estas cinco primeras fases del cortejo pueden parecer de poca importancia o incluso accidentales, pero son fundamentales para iniciar cualquier nueva relación y son las fases que a la mayoría de la gente, sobre todo a los hombres, les resultan difíciles. Este capítulo examinará las señales que hombres y mujeres (y también Graham) suelen emitir durante estas fases. Los trece gestos y signos de cortejo más comunes de las mujeres Básicamente las mujeres utilizan los mismos gestos de pavoneo que los hombres: tocarse el pelo, arreglarse la ropa, llevarse una o las dos manos a las caderas, señalar con los pies o con el cuerpo hacia el hombre, prolongar la mirada y aumentar el contacto visual. Hay mujeres que también adoptan el gesto de ocultar los pulgares en el cinturón, un gesto que, a pesar de ser de afirmación masculina, se utiliza con mayor sutileza: normalmente se oculta sólo un pulgar o se deja asomar por encima de un bolso o un bolsillo. Hacia la mitad del ciclo menstrual las mujeres se vuelven más sexualmente activas, pues es el momento con mayor probabilidad de concepción. Es durante este tiempo que suelen llevar los vestidos más cortos y los tacones más altos, para caminar, hablar, bailar y actuar - 208 -
más provocativamente y utilizar las señales que estamos a punto de comentar. Lo que sigue es una lista de los trece gestos y signos de cortejo que utilizan las mujeres para indicar al hombre que podría estar disponible. 1. Agitar la cabeza y mover el cabello Es normalmente la primera exhibición que la mujer utiliza cuando ve a un hombre que es de su agrado. Agita la cabeza hacia atrás para que el cabello caiga por encima de los hombros o se aleje de la cara. Es un gesto que utilizan incluso las mujeres que llevan el pelo corto. Es la forma sutil que la mujer utiliza para demostrar que le importa el aspecto que pueda transmitir al hombre. Con ello expone también su axila, lo que permite que el «perfume del sexo», las feromonas, haga su camino hacia el hombre objetivo. 2. Humedecerse los labios y hacer morritos, abrir ligeramente la boca En la pubertad, la estructura facial del niño se altera notablemente, pues la testosterona le proporciona una mandíbula más fuerte y sobresaliente, una nariz más larga y una frente más pronunciada, es decir, todos los elementos esenciales para que la cara quede protegida durante los encuentros con animales o enemigos. La estructura ósea de las chicas permanece casi inalterada y subsiste el aspecto infantil, con más grasa subcutánea, lo que hace que la cara de la adolescente parezca más gruesa y llena, sobre todo en los labios. Los labios grandes y carnosos, por lo tanto, se convierten en señal de feminidad pues contrastan en tamaño con los labios masculinos. Hay mujeres que se inyectan colágeno para subrayar su diferencia sexual y resultar más atractivas a los hombres. El gesto de hacer morritos no hace otra cosa que aumentar la exhibición labial. Los labios genitales externos de la mujer son proporcionalmente del mismo grosor que sus labios faciales. Desmond Morris lo describe como una «auto-imitación», ya que el - 209 -
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más provocativamente y utilizar las señales que estamos a punto de comentar. Lo que sigue<br />
es una lista de los trece gestos y signos de cortejo que utilizan las mujeres para indicar al<br />
hombre que podría estar disponible.<br />
1. Agitar la cabeza y mover el cabello<br />
Es normalmente la primera exhibición que la mujer utiliza cuando ve a un hombre que es de<br />
su agrado. Agita la cabeza hacia atrás para que el cabello caiga por encima de los hombros o<br />
se aleje de la cara. Es un gesto que utilizan incluso las mujeres que llevan el pelo corto. Es la<br />
forma sutil que la mujer utiliza para demostrar que le importa el aspecto que pueda transmitir<br />
al hombre. Con ello expone también su axila, lo que permite que el «perfume <strong>del</strong><br />
sexo», las feromonas, haga su camino hacia el hombre objetivo.<br />
2. Humedecerse los labios y hacer morritos,<br />
abrir ligeramente la boca<br />
En la pubertad, la estructura facial <strong>del</strong> niño se<br />
altera notablemente, pues la testosterona le proporciona<br />
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una nariz más larga y una frente más pronunciada,<br />
es decir, todos los elementos esenciales para que la<br />
cara quede protegida durante los encuentros con<br />
animales o enemigos. La estructura ósea de las<br />
chicas permanece casi inalterada y subsiste el aspecto<br />
infantil, con más grasa subcutánea, lo que<br />
hace que la cara de la adolescente parezca más<br />
gruesa y llena, sobre todo en los labios. Los labios<br />
grandes y carnosos, por lo tanto, se convierten en<br />
señal de feminidad pues contrastan en tamaño con<br />
los labios masculinos. Hay mujeres que se inyectan<br />
colágeno para subrayar su diferencia sexual y resultar<br />
más atractivas a los hombres. <strong>El</strong> gesto de hacer morritos no hace otra cosa que aumentar<br />
la exhibición labial.<br />
Los labios genitales externos de la mujer son proporcionalmente <strong>del</strong> mismo grosor que<br />
sus labios faciales. Desmond Morris lo describe como una «auto-imitación», ya que el<br />
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