Pease-Allan El lenguaje del-Cuerpo1

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El hábito de fumar refleja el efecto contrario de la tensión y el estrés causado por la falta de nicotina en sangre. Los estudios demuestran que durante las primeras semanas después de haber dejado de fumar se producen cambios de humor pero que todo mejora notablemente una vez el cuerpo se ha liberado por completo de la nicotina, desaparece el deseo de consumir esa droga y el estrés que provoca. Fumar es como darse en la cabeza con un martillo, pues cuando dejas de hacerlo, te sientes mucho mejor. Aunque fumar está prohibido en la actualidad en muchos lugares y contextos, es una ventaja comprender la relación existente entre las señales del lenguaje del cuerpo del fumador y la actitud de una persona. Los gestos del fumador juegan un papel importante en la valoración de los estados emocionales, pues normalmente se realizan como un ritual y de una manera predecible que puede proporcionar pistas interesantes sobre el estado mental del fumador o sobre lo que pretende conseguir. El ritual del cigarrillo implica diversos microgestos que indican que la persona experimenta más tensión de la que sería normal. Diferencias entre hombres y mujeres Cuando las mujeres fuman suelen sujetar el cigarrillo en lo alto, con la muñeca doblada hacia atrás formando un gesto de exhibición de muñeca y dejando al descubierto la parte delantera del cuerpo. Cuando los hombres fuman lo hacen manteniendo la muñeca recta para evitar parecer afeminados y dejan caer la mano que fuma por debajo del nivel del pecho después de expulsar el humo, manteniendo en todo momento protegida la parte delantera del cuerpo. Ambos sexos fuman dando el mismo número de caladas al cigarrillo, pero los hombres conservan el humo en el interior de los pulmones durante más tiempo, por lo que son más susceptibles que las mujeres a sufrir cáncer de pulmón. Los hombres fuman utilizando la sujeción con pinza, especialmente cuando intentan mantener el secretismo, escondiendo el cigarrillo en el interior de la palma de la mano. Es - 190 -

un gesto que utilizan en el cine los actores que se hacen los duros o que son sospechosos o malvados. Fumar como exhibición sexual Las películas y la publicidad han caracterizado siempre el fumar como algo sexy. El fumar es otra oportunidad de subrayar nuestras diferencias sexuales: permite a la mujer utilizar exhibiciones de la muñeca (de las que hablaremos en el capítulo 15) y abrir su cuerpo al hombre, y permite además utilizar el cigarrillo como un pequeño falo que se chupa seductoramente. El hombre subraya su masculinidad sujetando el cigarrillo con cierto secretismo y seducción. Las generaciones anteriores a las nuestras utilizaron un seductor ritual de fumar como una forma aceptable de cortejo en la que el hombre ofrecía fuego a la mujer, mientras ella le tocaba la mano y mantenía la mirada posada en él durante más tiempo del habitual, mientras le daba las gracias. Pero hoy en día el hábito de fumar ha pasado en muchos lugares a ser tan popular como echarse un pedo dentro de un traje espacial, de modo que el ritual de cortejo con el tabaco está virtualmente muerto. La clave de la atracción sexual que se percibe en el acto de fumar es la actitud sumisa que implica, es decir, transmite el sutil mensaje de que la mujer que fuma es una mujer a la que se puede convencer para que haga cosas que no son precisamente las que más le convienen. Y a pesar de que echarle el humo a la cara es una acción inaceptable en todas partes, en Siria se considera como una invitación sexual cuando un hombre le echa el humo a una mujer. Cómo detectar una decisión positiva o negativa La dirección hacia arriba o hacia abajo hacia la que se expulsa el humo revela si una persona tiene una actitud positiva o negativa hacia sus circunstancias. Suponemos aquí que el fumador no expulsa el humo hacia arriba con el fin de no ofender a los demás y que podría haberlo hecho en cualquier dirección. La persona que se siente positiva, superior o confiada en lo que ve o escucha, expulsará el humo hacia arriba en la mayoría de las ocasiones. Por otro lado, la persona con un estado mental negativo, cerrado o receloso, expulsará casi siempre el humo hacia abajo. Expulsar el humo hacia abajo y desde la comisura de la boca, indica una actitud incluso más negativa o cerrada. En las películas, el líder de la banda de motoristas o del sindicato del crimen se muestra, normalmente, como un hombre duro y agresivo que cuando fuma echa hacia atrás la cabeza y con una precisión controlada, expulsa el humo en dirección al techo para demostrar su superioridad al resto de la banda. En contraste, Humphrey Bogart representó a menudo al gángster o al chico duro que sujetaba el cigarrillo en la mano en sentido invertido y que expulsaba el humo hacia abajo y por la comisura de la boca cuando planeaba una fuga de la cárcel o cualquier otra actividad delictiva. Esto parece relacionarse también con lo positiva o negativa que se sienta la persona y la velocidad con la que expulse el humo. Cuanto más rápidamente se expulse el humo hacia arriba, más superior o confiada; cuanto más rápidamente se expulse hacia abajo, más negativa se sentirá. - 191 -

un gesto que utilizan en el cine los actores que se hacen los duros o que son sospechosos o<br />

malvados.<br />

Fumar como exhibición sexual<br />

Las películas y la publicidad han caracterizado siempre el fumar como algo sexy. <strong>El</strong> fumar<br />

es otra oportunidad de subrayar nuestras diferencias sexuales: permite a la mujer utilizar<br />

exhibiciones de la muñeca (de las que hablaremos en el capítulo 15) y abrir su cuerpo al<br />

hombre, y permite además utilizar el cigarrillo como un pequeño falo que se chupa seductoramente.<br />

<strong>El</strong> hombre subraya su masculinidad sujetando el cigarrillo con cierto secretismo<br />

y seducción. Las generaciones anteriores a las nuestras utilizaron un seductor ritual de<br />

fumar como una forma aceptable de cortejo en la que el hombre ofrecía fuego a la mujer,<br />

mientras ella le tocaba la mano y mantenía la mirada posada en él durante más tiempo <strong>del</strong><br />

habitual, mientras le daba las gracias. Pero hoy en día el hábito de fumar ha pasado en<br />

muchos lugares a ser tan popular como echarse un pedo dentro de un traje espacial, de modo<br />

que el ritual de cortejo con el tabaco está virtualmente muerto. La clave de la atracción<br />

sexual que se percibe en el acto de fumar es la actitud sumisa que implica, es decir, transmite<br />

el sutil mensaje de que la mujer que fuma es una mujer a la que se puede convencer<br />

para que haga cosas que no son precisamente las que más le convienen. Y a pesar de que<br />

echarle el humo a la cara es una acción inaceptable en todas partes, en Siria se considera<br />

como una invitación sexual cuando un hombre le echa el humo a una mujer.<br />

Cómo detectar una decisión positiva o negativa<br />

La dirección hacia arriba o hacia abajo hacia la que se expulsa el humo revela si una persona<br />

tiene una actitud positiva o negativa hacia sus circunstancias. Suponemos aquí que el fumador<br />

no expulsa el humo hacia arriba con el fin de no ofender a los demás y que podría<br />

haberlo hecho en cualquier dirección. La persona que se siente positiva, superior o confiada<br />

en lo que ve o escucha, expulsará el humo hacia arriba en la mayoría de las ocasiones. Por<br />

otro lado, la persona con un estado mental negativo, cerrado o receloso, expulsará casi<br />

siempre el humo hacia abajo. Expulsar el humo hacia abajo y desde la comisura de la boca,<br />

indica una actitud incluso más negativa o cerrada.<br />

En las películas, el líder de la banda de motoristas o <strong>del</strong> sindicato <strong>del</strong> crimen se<br />

muestra, normalmente, como un hombre duro y agresivo que cuando fuma echa hacia atrás<br />

la cabeza y con una precisión controlada, expulsa el humo en dirección al techo para demostrar<br />

su superioridad al resto de la banda. En contraste, Humphrey Bogart representó a<br />

menudo al gángster o al chico duro que sujetaba el cigarrillo en la mano en sentido invertido<br />

y que expulsaba el humo hacia abajo y por la comisura de la boca cuando planeaba una<br />

fuga de la cárcel o cualquier otra actividad <strong>del</strong>ictiva. Esto parece relacionarse también con<br />

lo positiva o negativa que se sienta la persona y la velocidad con la que expulse el humo.<br />

Cuanto más rápidamente se expulse el humo hacia arriba, más superior o confiada; cuanto<br />

más rápidamente se expulse hacia abajo, más negativa se sentirá.<br />

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