29.03.2016 Views

Pease-Allan El lenguaje del-Cuerpo1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

había de que se convirtiese en fumador. Parece ser que los bebes que se alimentan de la<br />

madre reciben un consuelo y una vinculación con ésta que es inalcanzable con el biberón,<br />

siendo su consecuencia que cuando los bebés alimentados con biberón se convierten en<br />

adultos, siguen buscando su consuelo chupando objetos. Los fumadores utilizan los cigarrillos<br />

por el mismo motivo que el niño que se chupa el dedo.<br />

Los bebés alimentados con biberón presentan el triple de probabilidades de convertirse en<br />

fumadores que los bebés alimentados con pecho.<br />

No sólo se ha demostrado que los bebés alimentados con biberón tienen el triple de<br />

probabilidades de convertirse en fumadores de adultos, sino que también se ha descubierto<br />

que son más neuróticos que los no fumadores y que experimentan fijación oral, como<br />

chupar las varillas de las gafas, morderse las uñas, mordisquear el bolígrafo y morderse los<br />

labios. Queda claro que los bebés alimentados por el pecho materno satisficieron muchas de<br />

sus necesidades, entre ellas la de chupar y sentirse seguros, mejor que los alimentados con<br />

biberón.<br />

Los dos tipos de fumadores<br />

Existen dos tipos básicos de fumadores: los fumadores adictos y los fumadores sociales.<br />

Los estudios demuestran que las caladas más pequeñas y rápidas que se dan a un cigarrillo<br />

estimulan el cerebro y le proporcionan un nivel más elevado de conciencia, mientras<br />

que las caladas más largas y lentas tienen un efecto sedante. Los fumadores adictos dependen<br />

de los efectos sedantes de la nicotina para afrontar el estrés, hacen caladas más<br />

largas y profundas y, además, fuman solos. Los fumadores sociales suelen fumar, únicamente,<br />

en presencia de otras personas o «cuando me he tomado unas cuantas copas». Esto<br />

significa que su costumbre de fumar es una exhibición social que sirve para crear determinadas<br />

impresiones en los demás. Desde que el fumador social enciende el cigarrillo hasta<br />

que lo apaga, consume un veinte por ciento <strong>del</strong> mismo, mediante caladas breves y rápidas,<br />

mientras que el restante ochenta por ciento lo consagra a una serie de gestos y rituales especiales<br />

<strong>del</strong> <strong>lenguaje</strong> <strong>del</strong> cuerpo.<br />

<strong>El</strong> hábito <strong>del</strong> fumador social forma parte de un ritual social.<br />

Un estudio llevado a cabo por Andy Parrot, de la Universidad de East London, informa<br />

de que un ochenta por ciento de los fumadores dicen sentirse menos estresados cuando<br />

fuman. Sin embargo, los niveles de estrés de los fumadores adultos son sólo levemente<br />

superiores a los de los no fumadores, y los niveles de estrés aumentan cuando los fumadores<br />

desarrollan la costumbre de fumar con regularidad. Parrot descubrió también que<br />

dejar de fumar produce una disminución de estrés. La ciencia ha demostrado que el fumar<br />

no facilita en nada el control <strong>del</strong> estado de humor porque la dependencia de la nicotina<br />

aumenta los niveles de estrés. <strong>El</strong> supuesto efecto relajante <strong>del</strong> tabaco sólo refleja la disminución<br />

de la tensión y de la irritabilidad que se desarrolla cuando el fumador carece de<br />

nicotina. Es decir, el estado de humor <strong>del</strong> fumador es normal mientras fuma, y cuando no<br />

fuma se estresa. Eso significa que para que un fumador se sienta normal, tendría que tener<br />

siempre un cigarrillo encendido en la boca. Y lo que es más, cuando los fumadores dejan de<br />

fumar, van poco a poco desestresándose.<br />

- 189 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!