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Su conversación puede ser informal o amistosa, pero la atmósfera relajada no será completa<br />
hasta que los gestos de llevarse las manos a las caderas desaparezcan y pasen a utilizarse<br />
gestos más abiertos o ladeen la cabeza.<br />
Si estos dos hombres estuvieran directamente el uno frente al otro, con los pies firmemente<br />
asentados en el suelo y las piernas separadas, sería probable: que acabaran peleándose,<br />
A pesar de que Adolf Hitler utilizaba el gesto de llevarse las manos a las caderas para<br />
intentar parecer autoritario en las fotografías para las que posaba, seguía sin poder evitar que<br />
su mano izquierda cruzara su cuerpo para intentar cubrir su único testículo.<br />
Piernas abiertas<br />
Se trata prácticamente de un gesto sólo masculino y que se observa también en los monos,<br />
cuando intentan establecer su autoridad sobre otros congéneres. En lugar de arriesgarse a<br />
sufrir lesiones peleándose, abren las piernas y aquel que tiene algo que enseñar de mayor<br />
tamaño es considerado como el dominante. Y lo mismo sucede con los humanos; a pesar de<br />
que normalmente se hace de manera inconsciente, envía un potente mensaje.<br />
Cuando un hombre adopta la posición de las piernas abiertas, los otros normalmente<br />
lo imitarán para mantener su estatus. Sin embargo, el efecto es muy negativo cuando el<br />
hombre utiliza esta posición <strong>del</strong>ante de mujeres, sobre todo en un contexto profesional, pues<br />
ellas no pueden imitarlo.<br />
Si el hombre utiliza la posición de piernas abiertas en un contexto profesional, la mujer se<br />
sentirá intimidada.<br />
Las reuniones que grabamos en vídeo revelan que muchas mujeres responden al gesto<br />
cruzándose de brazos y piernas, lo que inmediatamente las pone a la defensiva. <strong>El</strong> consejo<br />
para los hombres está muy claro: en reuniones de negocios se deben mantener las piernas<br />
juntas. Si es usted mujer y se enfrenta constantemente con un hombre que exhibe su entrepierna,<br />
no reaccione cuando él lo haga. Responder a la defensiva va en su contra. Intente, en<br />
cambio, hablar con su entrepierna: respuestas <strong>del</strong> tipo «Veo que tienes un buen punto, Bob»<br />
o «Ya veo por dónde vas» pueden enseñarle al hombre una lección valiosa, además de<br />
provocar grandes carcajadas si se utiliza en el momento adecuado.<br />
La pierna sobre el brazo <strong>del</strong> sofá<br />
Otro gesto que normalmente realizan sólo los hombres porque se realiza también con las<br />
piernas abiertas. No sólo significa que el hombre es quien tiene la propiedad de la silla, sino<br />
que además indica que tiene una actitud informal y agresiva.<br />
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