Pease-Allan El lenguaje del-Cuerpo1
és por los hombres que les gustan, porque una mujer que no resulta amenazadora y se muestra sumisa es atractiva para la mayoría de los hombres. Estudios de imágenes de los últimos dos mil años demuestran que las mujeres aparecen representadas tres veces más que los hombres en la posición de cabeza ladeada y que aparecen en los anuncios publicitarios ladeando la cabeza tres veces más que los hombres. Esto demuestra que la mayoría de la gente comprende, a un nivel intuitivo, que exhibir el cuello significa sumisión. En entornos de negocios con hombres, sin embargo, la mujer debería mantener siempre la cabeza hacia arriba. Cuando realice una presentación o un discurso, busque este gesto entre su público. Cuando vea un público que ladea la cabeza y se inclina hacia adelante utilizando gestos de evaluación de llevarse la mano a la mejilla, significará que está transmitiendo su mensaje. Cuando escuche a la gente, utilice los gestos de la cabeza ladeada y de asentir con la cabeza y su interlocutor empezará a sentirse confiado con usted porque ofrece un aspecto no amenazador. 3. Cabeza hacia abajo Cuando la barbilla está hacia abajo, indica una actitud negativa, crítica o agresiva. Los grupos de gestos de evaluación crítica se construyen, normalmente, con la cabeza hacia abajo y habrá problemas mientras la persona que hace el gesto no levante o ladee la cabeza. Los presentadores y los entrenadores se enfrentan a menudo con públicos en los que la gente está sentada con la cabeza hacia abajo y los brazos cruzados sobre el pecho. Los conferenciantes y los presentadores expertos hacen lo necesario para implicar a su público y obtener su participación antes de iniciar su presentación. Lo que se pretende es que el público levante la cabeza y se implique. Si la táctica sale bien, la posición de cabeza que utilizará el público a continuación será la de la cabeza ladeada. Los ingleses tienen un gesto de saludo muy particular denominado giro de cabeza y que se realiza bajando la cabeza y simultáneamente girándola hacia un lado. Es un gesto que tiene sus orígenes en tiempos medievales, cuando los hombres se despojaban del sombrero a modo de saludo; esto fue evolucionando para pasar, simplemente, a bajar un poco la cabeza y tocarse el sombrero lo que, en tiempos modernos, ha pasado a ser el giro de cabeza, o simplemente darse un golpecito en la frente al saludar a alguien. - 168 -
Encogerse de hombros con la cabeza Cuando levantamos los hombros y dejamos que la cabeza quede entre ellos, protegemos la vulnerabilidad del cuello de posibles lesiones. Es el grupo de gestos utilizado por la persona que escucha una explosión a sus espaldas o por aquella que cree que le va a caer alguna cosa encima. Cuando se utiliza en un contexto personal o profesional, implica una disculpa sumisa, lo que va en contra de cualquier encuentro en el que sé intente aparentar confianza en uno mismo. Cuando alguien pasa junto a un grupo de personas que están hablando, admirando un paisaje o escuchando a alguien que habla, encoge la cabeza, encoge los hombros e intenta parecer pequeño e insignificante. Es lo que se conoce como esconder la cabeza. Lo utilizan también los subordinados que abordan a su superior y es un gesto que revela el estatus y el juego de poder entre los individuos. Sacudirse de encima pelusa imaginaria Cuando una persona desaprueba la opinión o la actitud de los demás, pero no quiere mencionarlo, es probable que se produzcan gestos de desplazamiento, es decir, gestos aparentemente inocentes del lenguaje del cuerpo que revelan una opinión reprimida. Uno de estos gestos es el de sacudirse de encima una pelusa imaginaria. Cuando la persona se sacude la pelusa, una acción aparentemente mínima e irrelevante, suele mirar hacia abajo y apartar la vista de los demás. Se trata de una señal muy común de desaprobación y es un buen signo de que a esa persona no le gusta lo que se dice, aunque parezca que está de acuerdo con todo. La persona que se sacude la pelusa de encima tiene una opinión secreta que prefiere no declarar. Muestre las palmas de las manos y diga: «¿Qué opinas?» o «Veo que tienes una opinión sobre el tema. ¿Te importaría explicármela?». Siéntese cómodamente, con los brazos separados y las palmas de las manos visibles, y espere la respuesta. Si la persona le dice que está de acuerdo con usted pero sigue sacudiéndose de encima una pelusa imaginaria, no le quedará más remedio que abordar la cuestión más directamente y descubrir las objeciones ocultas. ¿De qué modo mostramos que estamos listos para entrar en acción? En situaciones de peleas o en los rituales de cortejo los animales utilizan distintos recursos para parecer más grandes: las aves hinchan las plumas, los peces expanden el tamaño de su cuerpo tragando agua y los gatos y los perros erizan su pelo. Cuando el ser humano, des- - 169 -
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Encogerse de hombros con la cabeza<br />
Cuando levantamos los hombros y dejamos que la cabeza quede<br />
entre ellos, protegemos la vulnerabilidad <strong>del</strong> cuello de posibles lesiones.<br />
Es el grupo de gestos utilizado por la persona que escucha<br />
una explosión a sus espaldas o por aquella que cree que le va a caer<br />
alguna cosa encima. Cuando se utiliza en un contexto personal o<br />
profesional, implica una disculpa sumisa, lo que va en contra de<br />
cualquier encuentro en el que sé intente aparentar confianza en uno<br />
mismo.<br />
Cuando alguien pasa junto a un grupo de personas que están<br />
hablando, admirando un paisaje o escuchando a alguien que habla,<br />
encoge la cabeza, encoge los hombros e intenta parecer pequeño e<br />
insignificante. Es lo que se conoce como esconder la cabeza. Lo<br />
utilizan también los subordinados que abordan a su superior y es un gesto que revela el<br />
estatus y el juego de poder entre los individuos.<br />
Sacudirse de encima pelusa imaginaria<br />
Cuando una persona desaprueba la opinión o la actitud de los demás, pero no quiere mencionarlo,<br />
es probable que se produzcan gestos de desplazamiento, es decir, gestos aparentemente<br />
inocentes <strong>del</strong> <strong>lenguaje</strong> <strong>del</strong> cuerpo que revelan una opinión reprimida. Uno de estos<br />
gestos es el de sacudirse de encima una pelusa imaginaria. Cuando la persona se sacude la<br />
pelusa, una acción aparentemente mínima e irrelevante, suele mirar hacia abajo y apartar la<br />
vista de los demás. Se trata de una señal muy común de desaprobación y es un buen signo de<br />
que a esa persona no le gusta lo que se dice, aunque parezca que está de acuerdo con todo.<br />
La persona que se sacude la pelusa de encima tiene<br />
una opinión secreta que prefiere no declarar.<br />
Muestre las palmas de las manos y diga: «¿Qué opinas?» o «Veo que tienes una opinión<br />
sobre el tema. ¿Te importaría explicármela?». Siéntese cómodamente, con los brazos separados<br />
y las palmas de las manos visibles, y espere la respuesta. Si la persona le dice que<br />
está de acuerdo con usted pero sigue sacudiéndose de encima una pelusa imaginaria, no le<br />
quedará más remedio que abordar la cuestión más directamente y descubrir las objeciones<br />
ocultas.<br />
¿De qué modo mostramos que estamos listos para entrar en acción?<br />
En situaciones de peleas o en los rituales de cortejo los animales utilizan distintos recursos<br />
para parecer más grandes: las aves hinchan las plumas, los peces expanden el tamaño de su<br />
cuerpo tragando agua y los gatos y los perros erizan su pelo. Cuando el ser humano, des-<br />
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