Pease-Allan El lenguaje del-Cuerpo1
Cómo fomentar el acuerdo El gesto de asentir con la cabeza tiene dos importantes funciones. El lenguaje del cuerpo es un reflejo exterior inconsciente de los sentimientos internos, de modo que cuando nos sentimos positivos o afirmativos, nuestra cabeza empezará a asentir cuando hablemos, y si simplemente empezamos a asentir de forma consciente, empezaremos también a experimentar sentimientos positivos. Es decir, los sentimientos positivos hacen que la cabeza asienta... y también funciona al revés: asentir con la cabeza puede generar sentimientos positivos. Una vez más, estamos ante una relación de causa y efecto. Asentir con la cabeza es, además, muy contagioso. Si alguien asiente con la cabeza cuando hablamos, acabaremos asintiendo también, aunque no estemos de acuerdo con lo que se dice. Asentir con la cabeza es una herramienta excelente para generar confianza, conseguir acuerdos y cooperación. Cuando las frases se terminan con una afirmación verbal del tipo «¿verdad?», «¿no es cierto?» o «¿te parece bien?», y con el que habla y el que escucha asintiendo con la cabeza, la persona que escucha experimenta sentimientos positivos que crean una mayor probabilidad de conseguir un acuerdo. Asentir con la cabeza fomenta la cooperación y el acuerdo. Formule una pregunta y cuando escuche la respuesta de su interlocutor, asienta con la cabeza. Cuando su interlocutor deje de hablar, siga asintiendo con la cabeza cinco veces más, a la velocidad de un gesto de asentimiento por segundo. Normalmente, cuando lleve ya cuatro, la persona que le escuchaba tomara otra vez la palabra y le proporcionará más información. Y siempre y cuando usted siga asintiendo y permanezca en silencio con la mano en la barbilla, en posición de evaluación, no habrá presión para que tome la palabra y no será considerado un interrogador. Cuando escuche, coloque la mano debajo de la barbilla y déle golpecitos suaves pues, como se ha dicho anteriormente, las investigaciones demuestran que esto anima a los demás a seguir hablando. Negar con la cabeza Las investigaciones indican que el gesto de negar con la cabeza, que normalmente quiere decir «no», podría ser también una acción congénita y los biólogos evolucionistas creen que es el primer gesto que los humanos aprenden. Esta teoría dice que cuando el bebé recién nacido ha mamado la leche suficiente, mueve la cabeza de un lado a otro para rechazar el pecho de su madre. De modo similar, el niño que ha comido bastante utiliza el gesto de negar con la cabeza para rechazar el intento de darle más cucharadas de comida. El gesto de negar con la cabeza debe su origen a la alimentación materna. Cuando alguien intenta convencerle, observe si utiliza el gesto de negar con la cabeza mientras le dice que está de acuerdo. La persona que le dice «Comprendo lo que quieres decir», «Me parece bien» o «Haremos negocios», mientras mueve la cabeza de un lado a otro, puede sonar convincente, pero el gesto de negar con la cabeza delata una actitud negativa, por lo que le aconsejamos que se muestre escéptico al respecto. - 166 -
Ninguna mujer se cree al hombre que le dice «Te quiero» mientras mueve negativamente la cabeza. Cuando Bill Clinton murmuró su famosa frase: «No mantuve relaciones sexuales con esa mujer», durante el interrogatorio por el caso Monica Lewinsky, no utilizó el gesto de negar con la cabeza. Las posiciones básicas de la cabeza 1. Cabeza levantada Existen tres posiciones básicas de la cabeza. La primera es la de la cabeza levantada y es la posición que adopta la persona que tiene una actitud neutral respecto a lo que se dice. La cabeza permanece quieta y la conversación podría ir siendo puntuada por ocasionales y leves gestos de asentimiento A menudo, acompañando, dicha posición, se utilizan gestos de evaluador llevándose la mano a la mejilla. Cuando la cabeza se levanta un poco más, empujando la barbilla hacia adelante, indica superioridad, ausencia de miedo o arrogancia. La persona expone, intencionadamente, su garganta y gana con ello un peso adicional que le permite mirarnos «por encima del hombro». El tamaño de la barbilla depende de la cantidad de testosterona, por eso disparar la barbilla hacia adelante se asocia con poder y agresividad. 2. Cabeza ladeada Ladear la cabeza es una señal de sumisión porque deja la garganta expuesta y hace que la persona parezca más pequeña de tamaño y menos amenazadora. Su origen probable se encuentra en et niño que descansa la cabeza en los hombros o en el pecho de sus padres y el significado de sumisión y de ausencia de amenaza que transmite parece ser comprendido, inconscientemente, por la mayoría de la gente, especialmente mujeres. Charles Darwin fue uno de los primeros que se percató de que los humanos, igual que los animales (especialmente los perros), ladean la cabeza cuando se muestran interesados por alguna cosa. Las mujeres utilizan este gesto para mostrar inte- - 167 -
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Ninguna mujer se cree al hombre que le dice «Te quiero» mientras mueve negativamente<br />
la cabeza. Cuando Bill Clinton murmuró su famosa frase: «No mantuve relaciones sexuales<br />
con esa mujer», durante el interrogatorio por el caso Monica Lewinsky, no utilizó el gesto de<br />
negar con la cabeza.<br />
Las posiciones básicas de la cabeza<br />
1. Cabeza levantada<br />
Existen tres posiciones básicas de la cabeza. La primera es la de la cabeza levantada y es<br />
la posición que adopta la persona que tiene una actitud neutral respecto a lo que se dice. La<br />
cabeza permanece quieta y la conversación podría ir siendo puntuada por ocasionales y leves<br />
gestos de asentimiento A menudo, acompañando, dicha posición, se utilizan gestos de<br />
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Cuando la cabeza se levanta un poco más, empujando la barbilla hacia a<strong>del</strong>ante, indica<br />
superioridad, ausencia de miedo o arrogancia. La persona expone, intencionadamente, su<br />
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<strong>El</strong> tamaño de la barbilla depende de la cantidad de testosterona, por eso disparar la<br />
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