Pease-Allan El lenguaje del-Cuerpo1
o «fría» que es la actitud del interlocutor y para que la persona que habla sepa lo bien que está transmitiendo su mensaje. Aburrimiento Cuando la persona que escucha empieza a utilizar la mano para apoyar la cabeza es señal de que ha empezado a cundir el aburrimiento, pues la mano actúa como un intento de mantener la cabeza alta y no caer dormido. El grado de aburrimiento de la persona que escucha se relaciona con el nivel con que la mano y el brazo sostienen la cabeza. El gesto suele iniciarse únicamente con el dedo pulgar sujetando la barbilla y, a medida que el interés decae, es el puño entero el que la sujeta. Una falta de interés extrema queda demostrada cuando la mano (véase ilustración) sujeta por completo la cabeza, mientras que la señal de aburrimiento definitivo se produce cuando ambas manos sostienen totalmente la cabeza y empiezan a oírse ronquidos. El repiqueteo de los dedos sobre la mesa y los golpecitos en el suelo con los pies, Suelen malinterpretarse como señales de aburrimiento cuando, en realidad, son señales de impaciencia. Si se dirige usted a un grupo y observa la presencia de estas señales, deberá llevar a cabo un movimiento estratégico que implique en la conversación a la persona que repiquetea con los dedos o da golpecitos con los pies y evitar así que el efecto de impaciencia se contagie al resto del público. Cuando el público exhibe conjuntamente señales de aburrimiento e impaciencia, está comunicándole al orador que ha llegado la hora de ir terminando. La velocidad del repiqueteo y de los golpecitos aumentará según sea la sensación de impaciencia: cuanto más rápida, más impaciencia. «¿Habla usted en sueños?», le preguntó al orador. «No», le respondió el orador. «Entonces, por favor, no hable para interrumpir los míos.» Gestos de evaluación La evaluación se demuestra apoyando la mejilla o la barbilla sobre la mano cerrada, muchas veces con el dedo índice señalando hacia arriba. Cuando la persona empieza a perder interés - 114 -
pero quiere seguir pareciendo interesada, por pura educación, la posición se alterará de modo que la palma de la mano pase a apoyar la cabeza, como muestra de aburrimiento. Evaluación interesada... la cabeza se apoya y la mejilla reposa sobre la mano. Los directivos intermedios suelen utilizar este gesto para fingir interés hacia el presidente de la empresa cuando éste ofrece un discurso monótono y aburrido. Por desgracia para ellos, sin embargo, tan pronto como la mano pasa a apoyar de alguna manera la cabeza, el juego queda delatado y es probable que el presidente tenga la sensación de que algunos de sus directivos son poco sinceros o falsamente aduladores. Aquí hay pensamientos negativos. El verdadero interés se demuestra cuando la mejilla se apoya ligeramente sobre la mano, no cuando la mano se utiliza como un apoyo de la cabeza. Cuando el dedo índice señala vertical- mente hacia la mejilla y el dedo pulgar sostiene la barbilla, significa que esa persona tiene pensamientos negativos o críticos acerca de la persona que habla o el tema que está desarrollando. A veces, si los pensamientos negativos se prolongan, el dedo índice llega a rascar el ojo o a tirar de él. Este gesto suele confundirse con una señal de interés, pero el dedo pulgar debajo de la barbilla, sustentándola, delata la verdad sobre la actitud crítica de la persona. Mantener durante un rato un conjunto de gestos, afectan a la actitud de una persona de modo que cuanto más rato se mantenga, más tiempo se mantendrá su actitud crítica. Este conjunto de gestos indica a la persona que habla la necesidad de ponerse en acción de inmediato, bien implicando a la persona que lo escucha en lo que está diciendo, bien dando el encuentro por finalizado. Un simple movimiento, como entregarle a la persona que escucha algún objeto para con ello alterar su postura, basta a veces para provocar un cambio de actitud. - 115 -
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o «fría» que es la actitud <strong>del</strong> interlocutor y para que la persona que habla sepa lo bien que<br />
está transmitiendo su mensaje.<br />
Aburrimiento<br />
Cuando la persona que escucha empieza a utilizar la mano para apoyar la cabeza es señal de<br />
que ha empezado a cundir el aburrimiento, pues la mano actúa como un intento de mantener<br />
la cabeza alta y no caer dormido. <strong>El</strong> grado de aburrimiento de la persona que escucha se<br />
relaciona con el nivel con que la mano y el brazo sostienen la cabeza. <strong>El</strong> gesto suele iniciarse<br />
únicamente con el dedo pulgar sujetando la barbilla y, a medida que el interés decae, es el<br />
puño entero el que la sujeta. Una falta de interés extrema queda demostrada cuando la mano<br />
(véase ilustración) sujeta por completo la cabeza, mientras que la señal de aburrimiento<br />
definitivo se produce cuando ambas manos sostienen totalmente la cabeza y empiezan a<br />
oírse ronquidos.<br />
<strong>El</strong> repiqueteo de los dedos sobre la mesa y los golpecitos en el suelo con los pies, Suelen<br />
malinterpretarse como señales de aburrimiento cuando, en realidad, son señales de impaciencia.<br />
Si se dirige usted a un grupo y observa la presencia de estas señales, deberá llevar a<br />
cabo un movimiento estratégico que implique en la conversación a la persona que repiquetea<br />
con los dedos o da golpecitos con los pies y evitar así que el efecto de impaciencia se<br />
contagie al resto <strong>del</strong> público. Cuando el público exhibe conjuntamente señales de aburrimiento<br />
e impaciencia, está comunicándole al orador que ha llegado la hora de ir terminando.<br />
La velocidad <strong>del</strong> repiqueteo y de los golpecitos aumentará según sea la sensación de<br />
impaciencia: cuanto más rápida, más impaciencia.<br />
«¿Habla usted en sueños?», le preguntó al orador. «No», le respondió el orador. «Entonces,<br />
por favor, no hable para interrumpir los míos.»<br />
Gestos de evaluación<br />
La evaluación se demuestra apoyando la mejilla o la barbilla sobre la mano cerrada, muchas<br />
veces con el dedo índice señalando hacia arriba. Cuando la persona empieza a perder interés<br />
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