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Dossier

Esclavos-del-franquismo-Trabajos-forzados_VAL

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PRESENTACIÓN<br />

“Los recuerdos de los que sufrieron la derrota y la represión durante la posguerra se<br />

hallan envueltos en la oscuridad y el silencio”. Michael Richards, (1999): 1<br />

No cabe ninguna duda, William Faulkner lo dijo; “El pasado no ha muerto, ni siquiera es<br />

pasado”, poco a poco día a día conocemos nuevos y reveladores datos sobre los cimientos en<br />

los cuales que se asentó la victoria de media España sobre la otra media.<br />

Estamos asistiendo a un rosario de estudios, libros, documentales, películas (estas<br />

menos) que cada día nos aportan nuevos episodios de la que fue la mayor masacre cometida<br />

en este país en su historia, desde el año 1936 hasta por lo menos el año 1945, estamos viendo<br />

por lo menos que 200.000 personas fueron asesinadas por el simple hecho de no profesar las<br />

mismas opiniones políticas que los vencedores, otra cosa fueron las víctimas de la guerra en sí<br />

misma.<br />

En estos momentos podemos decir que ya se tienen suficientes medios y herramientas<br />

para no ignorar lo ocurrido, el que ignora es por qué quiere o es un imbécil, el manto del<br />

silencio, la mentira y la oscuridad se está abriendo a un nuevo conocimiento, en este caso<br />

concreto veremos el de los trabajos forzados, el esclavismo al servicio del régimen y el<br />

capitalismo de la oligarquía franquista, los Batallones Disciplinarios.<br />

Otra cuestión es la actitud de nuestros gobernantes sobre la todo lo concerniente a la<br />

Memoria Histórica, unas veces por qué están maniatados y amordazados por una transición<br />

acomodada a los intereses franquistas, otras por la dejadez cuando no traición de los que en<br />

teoría debían estar interesados en dotar y legislar para la sacar a la luz todos los crímenes y<br />

juicios del franquismo, los pactos secretos, los intereses bastardos y partidistas han intentado<br />

tapar de nuevo nuestro pasado más negro y tenebroso, caiga sobre todos vosotros el peso de la<br />

historia y no volváis más a presentaros ante nosotros como autores o padres de una “modélica<br />

transición”.<br />

He leído estos días que un turista australiano fue detenido en Berlín por hacer el<br />

saludo nazi y decir; “¡Hair Hitler!” en la Puerta de Brandeburgo, —no sabía el imbécil, el<br />

payaso o nazi, que eso en Alemania está severamente castigado —qué envidia he sentido, en<br />

este país los partidos fascistas y muchos criminales siguen libres, sus juicios y leyes aún<br />

siguen sin ser condenadas, no digo lo de “Qué país”, porque en definitiva lo hemos hecho<br />

entre todos, pero unos más que otros, la verdad.<br />

En el caso que nos ocupa —el trabajo esclavo —, muchas fortunas y grandes empresas<br />

se fraguaron o crecieron gracias a estos trabajos, nadie ha pedido que sean expropiadas, nadie<br />

ha pedido perdón, nadie se siente aludido, la imagen de portada es el más grande y único<br />

mausoleo dedicado al fascismo en todo el mundo, miles de nazis y fascistas lo visitan<br />

anualmente, nadie lo ha volado, ejemplos de esos a menor escala existen en todas las<br />

provincias de este país.<br />

<br />

1 Escritor e Hispanista británico, autor del libro: “Un tiempo de silencio. La guerra civil y la represión en la<br />

España de Franco, 1936-1945”. Trad. de Teófilo Lozoya. Ed. Crítica, Barcelona 2000.

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