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Esclavos-del-franquismo-Trabajos-forzados_VAL
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Esclavas del franquismo: el trabajo de las mujeres presas<br />
Fernando Hernández Holgado (Universidad Complutense de Madrid; Associació per la<br />
Cultura i la Memòria)<br />
José Miguel Gastón Aguas (Instituto Gerónimo de Uztáriz; IES Tafalla)<br />
Ha habido que esperar demasiados años para que el muro de silencio que ocultaba la<br />
ignominia del sistema represivo del Nuevo Estado franquista se comenzase a diluir. Puede<br />
afirmarse con toda rotundidad que ha sido la fuerza de la memoria de sus víctimas la que,<br />
amplificada su voz y repercusión en fechas muy recientes, tras una primera y limitada<br />
eclosión a finales de los setenta y principios de los ochenta, ha señalado el camino a los<br />
estudios históricos a la hora de registrar, analizar y explicar con rigor y detalle los caracteres<br />
de esta represión; una labor que no ha culminado todavía. El ejemplo de la represión femenina<br />
carcelaria durante el franquismo resulta paradigmático.<br />
Las memorias y testimonios de la represión empezaron a surgir ya durante la<br />
Transición (1) , y en algunas ocasiones mucho antes, por lo que se refiere a obras redactadas y<br />
editadas en el exilio (2) . Pero sólo en tiempos muy recientes, y guiados por los trabajos<br />
pioneros de un reducido grupo de historiadoras feministas (3) , han aflorado algunos estudios<br />
históricos sobre la realidad penitenciaria de las mujeres a lo largo de la dictadura,<br />
principalmente durante la primera posguerra (4) .<br />
La memoria ha guiado, pues, a la historia, tendiéndole un hilo invisible. Los<br />
testimonios estaban desde mucho antes. Testimonios, en este caso, de mujeres sobre cuyas<br />
vidas se hizo de noche antes de tiempo. Mujeres comprometidas con el proyecto republicano,<br />
militantes de sindicatos, partidos políticos y asociaciones femeninas que acabaron formando<br />
parte de la “industria de transformación de existencias” que fue la cárcel franquista por<br />
utilizar el concepto del historiador Ricard Vinyes Rivas (5) , destinada a doblegar y<br />
transformar” a los individuos que caían en sus manos (6) . Allí, estas rojas se encontraron con<br />
otras mujeres —aún más numerosas — sin bagaje reivindicativo o ideológico alguno, al<br />
menos en el terreno de la política pública: esposas, hermanas o madres de rojos, que por el<br />
simple hecho de serlo fueron estigmatizadas y condenadas, cuando no mantenidas como<br />
rehenes a la espera de que el régimen capturara a sus hombres, que sí se habían significado<br />
políticamente a favor de la República.<br />
De este amplio colectivo de represaliadas, sólo las mujeres cuya identidad se había<br />
forjado y macerado en la militancia política y, aún en mayor medida, en el largo periodo<br />
carcelario, tuvieron la fuerza y el coraje necesario para recordar y contar. Mujeres que lo<br />
habían arriesgado todo por proseguir la lucha contra el franquismo en la clandestinidad, y que<br />
en consecuencia habían sido condenadas a las penas más duras: condenas a muerte o a treinta<br />
años de cárcel que, una vez conmutadas, se tradujeron en estancias efectivas de hasta<br />
diecinueve años de prisión (7) . Fue este tipo de experiencia penitenciaria extrema, en<br />
condiciones absolutamente politizadas de continuación de la lucha contra la dictadura dentro<br />
de la prisión, la que, moldeando, cincelando y afirmando su identidad individual, trabó un<br />
compromiso indestructible con la voluntad de recordar y transmitir, y la que, a la postre, las<br />
convertiría en militantes de la memoria. Memoria como identidad. Memoria para no olvidar<br />
vivencias propias e individuales, pero también para recordar lo sucedido con las compañeras