Masdevallia

Plan para el estudio y la conservación de las orquídeas en Colombia
jurídicamente vinculante en el que se expresa que la conservación de la biodiversidad es una preocupación
común de la humanidad y, además, un componente fundamental para el desarrollo de las
naciones. La mayoría de los países ratificaron el Convenio, lo que ha incrementado el número de
tratados, instrumentos, instituciones y organizaciones que trabajan en pro del conocimiento, la conservación
y el uso sostenible de la biodiversidad. Colombia lo ratificó mediante la Ley 165 de 1994.
El Convenio de Diversidad Biológica reconoce la biodiversidad como patrimonio nacional en cada
país de origen y, además, establece que el potencial económico que se deriva de la biodiversidad y los
subsecuentes beneficios es un derecho de los países de origen. Los tres objetivos principales del CBD
son la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de sus componentes y la distribución justa
y equitativa de los beneficios derivados de su uso. Durante la VI Conferencia de las Partes (COP),
en 2002, se aprobó un plan estratégico en el que las Partes se comprometieron a ejecutar los tres objetivos
del Convenio, de tal forma que para el año 2010 se lograría una disminución significativa del
ritmo de pérdida de la biodiversidad a nivel mundial, nacional y regional (Walsh, 2005).
Estrategia Mundial para la Conservación de las Especies Vegetales
(citado como GSPC por sus siglas en inglés)
Durante el XVI Congreso Internacional de Botánica, realizado en Saint Louis (USA) en 1999,
se estimó que cerca de dos terceras partes de las plantas del mundo podrían encontrase en algún
grado de amenaza para finales del siglo XX. Por ello, Botanic Gardens Conservation International
(BGCI) convocó a un grupo de botánicos y conservacionistas, representantes de varias organizaciones
internacionales, y como resultado de esta reunión se expidió la Declaración de Gran Canaria
que resalta la necesidad de una iniciativa mundial que enfrente la pérdida de la diversidad vegetal.
Esta iniciativa se conoce como la GSPC o Global Strategy for Plant Conservation (2002), la que
debería aplicarse dentro del marco del Convenio de Diversidad Biológica y cuya principal finalidad
sería detener la pérdida actual y continua de la diversidad vegetal (Sharrock, 2012).
Durante la VI COP, realizada en 2002 en La Haya (decisión 9), se adoptó la Estrategia Mundial
para la Conservación de las Especies Vegetales, con el objeto de aminorar, disminuir, contener o
mitigar la pérdida de las especies vegetales. Para alcanzar estas metas se señaló la importancia de
incrementar las relaciones entre los diferentes actores, además de la interacción activa entre los
sectores que participan dentro del marco del Convenio de Diversidad Biológica.
Los objetivos principales de la Estrategia Mundial para la Conservación de las Especies Vegetales
son comprender, conservar y utilizar de manera sostenible la gran riqueza de especies vegetales a
nivel mundial, así como promover la concienciación y crear la capacidad necesaria para aplicarla
en todos los ámbitos (local, regional, nacional y mundial). Para ello es necesario plantear metas
nacionales e incorporarlas en planes, programas e iniciativas que generalemente se incluyen en las
estrategias nacionales de biodiversidad y sus respectivos planes de acción. Las metas nacionales
pueden variar en cada país teniendo en cuenta sus niveles de diversidad y prioridades nacionales.
La Estrategia Mundial para la Conservación de las Especies Vegetales establece que para lograr
estas metas se debe contar con el esfuerzo de todas las instituciones y organizaciones involucradas,
tales como las organizaciones para la investigación y la conservación, las comunidades locales y
los grupos minoritarios, las instituciones gubernamentales y el sector privado, entre muchos otros.
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