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Suplemento Cultural Tres Mil 20 de Febrero de 2016

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NO. 1338 / SÁBADO <strong>20</strong> / FEBRERO / <strong>20</strong>16 FUNDADO EL 24 DE MARZO DE 1990<br />

FOTOGRAFÍA<br />

>Elvis Aviv Guzmán,<br />

NIÑO CARAVAGGIO.<br />

(El Salvador)


“Cada uno <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> todos los individuos se realizan por tres únicas razones: por honor, por dinero o por amor” (NAPOLEÓN BONAPARTE)<br />

Una balada<br />

<strong>de</strong> bondad<br />

No todos los poetas son buenos. Esta<br />

afirmación podría interpretarse con la calidad<br />

<strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> estos, sin embargo eso es algo<br />

que le confiere a los lectores y los críticos.<br />

Yo me apego a la historia <strong>de</strong> los autores, historias dignas<br />

<strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s novelas negras, llenas <strong>de</strong> intriga, muerte,<br />

resignación. Es <strong>de</strong>cir, no todos los poetas son lo que<br />

moralmente se <strong>de</strong>fine como “correctos”, y eso se toma<br />

con <strong>de</strong>sconfianza. Porque la gran mayoría <strong>de</strong> personas<br />

creen que el vate es un ser etéreo, apartado <strong>de</strong>l mundo,<br />

y todo un asceta que procura la vida sólo a través <strong>de</strong><br />

palabras y jamás por la vida misma. Creen que un poeta<br />

es un ser <strong>de</strong>licado y entregado sólo a la belleza. Como<br />

esos entregados artistas <strong>de</strong> música sacra que parecían<br />

jamás bajar <strong>de</strong>l mezzanine.<br />

Que enorme sorpresa es cuando se encuentran con<br />

individuos como Francoise Villon, el autor <strong>de</strong> hermosas<br />

baladas como “Quien quiera ser feliz, que lo sea; <strong>de</strong>l<br />

mañana no hay certezas”.<br />

En tanto, su historia tiene una lista <strong>de</strong> hermosas<br />

baladas, robos y asesinatos, que eran perdonados por<br />

las personas que apreciaban su obra. ¿Difícil creerlo?<br />

No, los poetas son seres humanos que toman postura en<br />

su existencia, en sus apreciaciones políticas y en cada<br />

uno <strong>de</strong> los aspectos <strong>de</strong> la vida. Eso es así, aunque por<br />

lo general los poetas se inclinan a la izquierda y a las<br />

Bitácora<br />

Don Alfredito Martínez Moreno un joven entre nosotros<br />

Algunas charlas son inolvidables, más<br />

aún cuando éstas cobran vida y permanecen<br />

sin tiempo, son perlas que<br />

las personas llevan en sus almas recordando<br />

ese encuentro en ocasiones insospechado,<br />

como las breves tertulias <strong>de</strong> don Alfredito;<br />

este muchacho parece poseer la fuente <strong>de</strong> la<br />

eterna juventud, no es para menos, tiene el<br />

don <strong>de</strong> la palabra. Cuando evoco su condición<br />

juvenil es porque no tiene ningún reparo en<br />

reunirse en un café y celebrar los pequeños<br />

logros <strong>de</strong> aspirantes a escritores como nosotros;<br />

en realidad celebrar la publicación <strong>de</strong> un<br />

libro es un acontecimiento extraordinario en<br />

nuestra nación, por ello con mucho agrado<br />

recibo su libro: Figuras universales, publicado<br />

por la DPI, diciembre <strong>20</strong>15; no exagero<br />

al citar su eterna juventud porque recuerdo<br />

aquellas palabras <strong>de</strong> Andrei Gromiko: “La<br />

paz, en sus múltiples manifestaciones, es una<br />

condición <strong>de</strong> eterna juventud en la búsqueda<br />

<strong>de</strong> la verdad, opuesta a la maldad y opresión”,<br />

esas cualida<strong>de</strong>s le pertenecen.<br />

El prólogo es rubricado por David Escobar<br />

Galindo: “Hace ya mucho tiempo que esperábamos<br />

este libro <strong>de</strong>l doctor Alfredo Martínez<br />

Moreno, cuya labor doctrinal, docente y<br />

diplomática como internacionalista <strong>de</strong> fama<br />

universal ha venido siendo acompañada,<br />

a lo largo <strong>de</strong> los años, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la inquieta<br />

adolescencia hasta la florida madurez, por<br />

la inquietud jusfilosófica, el fervor académico,<br />

el culto <strong>de</strong> la amistad literaria y el<br />

sentimiento profundo <strong>de</strong>l idioma”. Cuando<br />

lean su libro estarán invitados a profundizar<br />

en el conocimiento literario, musical o jurídico:<br />

Dante, Alfonso el sabio, Víctor Hugo,<br />

Bolívar, Séneca, Lincoln, Andrés Bello,<br />

Intimissimun<br />

CARALVÁ<br />

FUNDADOR<br />

SUPLEMENTO TRES MIL<br />

Schubert, José Francisco Guerrero… su<br />

obra es un continente <strong>de</strong> sabiduría, también<br />

sus charlas al recordar su vivencia en Costa<br />

Rica, las lecturas <strong>de</strong> Carmen Lyra (miembro<br />

<strong>de</strong>l Partido Comunista <strong>de</strong> Costa Rica) quién<br />

en una entrevista <strong>de</strong> principios <strong>de</strong>l siglo XX<br />

escribió sobre los pies <strong>de</strong> estos chiquillos<br />

[…]. A mí se me volvieron una obsesión los<br />

piececitos <strong>de</strong> todos aquellos niños: patillas<br />

<strong>de</strong>scalzas tan a menudo heridas, que venían<br />

renqueando <strong>de</strong> su casa, envueltas en unos<br />

trapos sucios: patillas calzadas <strong>de</strong> un modo<br />

fantástico con unos zapatos nunca nuevos,<br />

siempre torcidos, a veces el talón <strong>de</strong> fuera,<br />

las suelas abiertas en muecas como <strong>de</strong><br />

burla por la miseria, unos <strong>de</strong>ditos medrosos<br />

asomando por la <strong>de</strong>spiadada abertura…<br />

“Si las cosas seguían como estaban, sería<br />

hacia las congojas, hacia el dolor, quizá a<br />

la cárcel. Las cárceles están llenas <strong>de</strong> pies<br />

que casi siempre han andado <strong>de</strong>scalzos o<br />

mal calzados (Lyra, 1935, 4).”, también<br />

un poema <strong>de</strong>dicado al Dr. Ricardo Moreno<br />

Cañas titulado: “Que tuvo en la mano un corazón”:<br />

Privilegio <strong>de</strong> quien fue todo alma,/<br />

<strong>de</strong> quien tuvo en la mano el corazón: /¡Po<strong>de</strong>r<br />

acariciar él mismo un día/ esa ánfora en que<br />

está escondido Dios!” …<br />

Maestro <strong>de</strong> Roque Dalton… un día Roque<br />

llegó por primera vez a tiempo a mi clase,<br />

siempre llegaba tar<strong>de</strong>, entonces yo me<br />

le acerqué –porque habíamos tenido esa<br />

discusión amistosa-, entonces le dije: mira<br />

Roque mi hermana tiene en Costa Rica en<br />

un faro, un versito que dice: Te voy a beber<br />

<strong>de</strong> un trago/Como una copa <strong>de</strong> ron/Negra<br />

quemada en ti misma/Espejo <strong>de</strong> mi pasión…<br />

¡Nicolás Guillén! ¡Songorocosongo! ¡Secuestro<br />

<strong>de</strong> la mujer <strong>de</strong> Antonio!… -me dijo<br />

Roque- ¿Quiere oírlo Doctor?... y me lo<br />

repitió <strong>de</strong> memoria.<br />

MAURICIO VALLEJO MÁRQUEZ<br />

COORDINADOR<br />

SUPLEMENTO TRES MIL<br />

causas justas, también han existido personajes que se<br />

han arrojado a la <strong>de</strong>recha y se han convertido en poetas<br />

nacionales laureados mientras se <strong>de</strong>sarrolla un régimen,<br />

como le sucedió a Gabriele D’Annunzio, quien se le<br />

apodó “il vate”, algo que me recuerda a “il Duce” <strong>de</strong><br />

Benito Mussolini, a quien apoyó aunque no vivió para<br />

ver su caída. Sí, D’Annunzio era buen poeta, muy lírico,<br />

pero también un <strong>de</strong>fensor <strong>de</strong>l fascismo que aplaudió la<br />

invasión a Etiopía que hizo Italia.<br />

También existen casos <strong>de</strong> poetas que estando en la<br />

izquierda pasan a engrosar las listas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>recha como<br />

sucedió acá con Waldo Chávez Velazco que hasta fue<br />

asesor <strong>de</strong> los presi<strong>de</strong>ntes militares tras haber sido parte<br />

<strong>de</strong> la Generación Comprometida y <strong>de</strong>jado versos en los<br />

que se <strong>de</strong>nunciaba la realidad social. Es cuestión <strong>de</strong><br />

elecciones y <strong>de</strong> la forma <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> cada persona.<br />

No po<strong>de</strong>mos negar que en cualquier lado <strong>de</strong> la historia<br />

pue<strong>de</strong>n haber injusticias, y a veces el poeta le canta al<br />

malvado pensando que es un ángel. Así le sucedió al<br />

gran poeta Pablo Neruda al elaborarle una gloriosa oda a<br />

Iósif Stalin, quien dirigió hermosas obras en Rusia como<br />

el Teatro <strong>de</strong>l Bolchoi, pero también persiguió y mando a<br />

matar a León Troski, así como a miles <strong>de</strong> personas más<br />

que las acusó <strong>de</strong> revisionistas y traidores. Neruda quizá<br />

no creyó que estás cosas se dieran o quién sabe. ¿Acaso<br />

no son los poetas humanos y no pue<strong>de</strong>n errar?<br />

vallejomarquez.blogspot.com<br />

@vallejomarquez Mauricio Vallejo Márquez<br />

Del conocimiento profundo<br />

Uno <strong>de</strong> los más gran<strong>de</strong>s y conmovedores<br />

testimonios <strong>de</strong> dolor y luci<strong>de</strong>z, lo<br />

representa la larga epístola titulada: “In<br />

Carcere et Vinculis” (“De Profundis”), escita<br />

por el narrador, dramaturgo y esteta consumado,<br />

Óscar Wil<strong>de</strong> (1854-1900), durante su encierro<br />

miserable en la Cárcel <strong>de</strong> Reading, Inglaterra.<br />

Porque, Óscar Wil<strong>de</strong> no sólo sufrió las penas<br />

<strong>de</strong> la prisión. Otros males confabularon en su<br />

contra: la vejación pública <strong>de</strong> su persona y<br />

obra, la pérdida <strong>de</strong> su familia, la incautación <strong>de</strong><br />

todos sus bienes; y, sobre todo, su aniquilación<br />

interior a causa <strong>de</strong> la tormentosa relación con<br />

su amante, Lord Alfred Douglas, motivo <strong>de</strong> su<br />

tragedia tras las rejas.<br />

La implacable sociedad victoriana no pudo<br />

permitir que Wil<strong>de</strong> y Douglas, mostraran en<br />

público, lo que en privado, otros tantos hacían.<br />

Su <strong>de</strong>lito fue la franqueza, el <strong>de</strong>safío a la doble<br />

moral <strong>de</strong> aquellos tiempos. Atrás quedaron los<br />

días <strong>de</strong> gloria, <strong>de</strong> quien arrancó risas y aplausos<br />

con su inteligente e irónica dramaturgia; <strong>de</strong>l<br />

elegante caballero <strong>de</strong>l clavel ver<strong>de</strong>, que llevó la<br />

lengua inglesa a una <strong>de</strong> sus más espectaculares<br />

cúspi<strong>de</strong>s.<br />

Sin embargo, Wil<strong>de</strong>, en su naturaleza<br />

radicalmente personal, íntima; al margen<br />

<strong>de</strong>l genial personaje que mo<strong>de</strong>ló su arte,<br />

nos confiesa una honda y quemante verdad.<br />

Oigámoslo en “De Profundis”: “Pue<strong>de</strong> estar<br />

lleno <strong>de</strong> la sabiduría más encantadora un<br />

hombre por completo ignorante <strong>de</strong> las formas<br />

<strong>de</strong>l arte en su revolución, o los estados <strong>de</strong><br />

ánimo <strong>de</strong>l pensamiento en su progreso, la<br />

pompa <strong>de</strong>l verso latino o la mayor riqueza<br />

musical <strong>de</strong>l vocálico griego, la escultura<br />

toscana o la poesía isabelina. El verda<strong>de</strong>ro<br />

insensato <strong>de</strong> quien los dioses se burlan o al<br />

que <strong>de</strong>struyen es el que no se conoce a sí<br />

mismo. Durante mucho tiempo fui uno <strong>de</strong><br />

ellos. Y tú también lo fuiste durante mucho<br />

tiempo. Deja <strong>de</strong> serlo. No<br />

Claraboya<br />

ÁLVARO DARÍO LARA<br />

ESCRITOR Y POETA<br />

temas. El vicio supremo<br />

es la limitación <strong>de</strong>l espíritu”.<br />

En este fragmento un reflexivo Wil<strong>de</strong>, “<strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el abismo” -el ineludible “abismo” <strong>de</strong> sí<br />

mismo- don<strong>de</strong> no hay engaño posible, revisa<br />

su vida, y lleno <strong>de</strong> sapiencia, es capaz <strong>de</strong><br />

compren<strong>de</strong>r cuál fue la médula <strong>de</strong> su fracaso:<br />

el no tener consciencia plena <strong>de</strong> quién era<br />

en verdad, y hacia dón<strong>de</strong> <strong>de</strong>bía encauzar<br />

sus mejores talentos; para a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong> ser<br />

un gran escritor, ser, mo<strong>de</strong>stamente, un<br />

hombre feliz.<br />

Esta es la misma razón, que asiste a<br />

don Alberto Masferrer al señalarnos:<br />

“Mas el hombre que se conoce, per<strong>de</strong>rá<br />

la soberbia. Se tornará más y más<br />

humil<strong>de</strong> cuanto más se conozca, hasta<br />

llegar a compren<strong>de</strong>r y a sentir que toda<br />

excelencia, hasta las más suyas y propias,<br />

no están en él sino <strong>de</strong> reflejo, pues su<br />

verda<strong>de</strong>ra real y perdurable resi<strong>de</strong>ncia no<br />

es el yo, la individualidad, sino el Todo,<br />

la Universalidad, que es la manifestación<br />

<strong>de</strong> Dios”. (Fragmento <strong>de</strong> “Conócete a ti<br />

mismo”).<br />

El conocimiento <strong>de</strong> sí mismo es el gran<br />

imperativo, Masferrer aclara, en la bella<br />

composición aludida: “…exige el estudio<br />

<strong>de</strong> sí mismo; el autoanálisis <strong>de</strong> cada<br />

uno, con sus idiosincrasias, pasiones,<br />

ten<strong>de</strong>ncias, taras y enfermeda<strong>de</strong>s,<br />

vocación, virtu<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>fectos y potencias”.<br />

Es, siguiendo al Maestro, “el<br />

gobierno <strong>de</strong> sí mismo”, el único<br />

instrumento que nos orientará y<br />

protegerá en la vida; y que luego,<br />

podrá ser el soporte <strong>de</strong> otras empresas<br />

afanadas en el gobierno social.<br />

Al fin y al cabo, como se afirma<br />

místicamente: “Todos somos uno”.<br />

El único suplemento cultural<br />

<strong>de</strong> El Salvador<br />

2 TRESMIL Sábado <strong>20</strong> / febrero / <strong>20</strong>16<br />

Director Diario Co Latino: Francisco Valencia.<br />

Coordinador: Mauricio Vallejo Márquez.<br />

Colaboradores: Caralvá, José Roberto Cea, Augusto Crespín, Julio Iraheta<br />

Santos, Álvaro Darío Lara, Tirso Canales, Luis Antonio Chávez, Rob Escobar,<br />

Elvis Aviv Guzmán, Wilfredo Arriola y Bilal Arif Portillo. Armando Molina (San<br />

Francisco), Dora Olivia Magaña (Los Ángeles), Rafael Lara-Martínez (Nuevo<br />

México), Manuel Iris (Cincinatti), Alfonso Velis-Tobar (Canadá), Perla Rivera Núñez<br />

(Honduras) y Edgar Quisquinay (Guatemala).<br />

<strong>Suplemento</strong> <strong>Cultural</strong> 3000 fue fundado el 24 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1990 por Gabriel<br />

Otero y Caralvá. Durante 25 años lo han coordinado en diferentes periodos<br />

Gabriel Otero, Caralvá, Walter Raudales, Otoniel Guevara (2) , Luis Alvarenga,<br />

Álvaro Darío Lara, Colectivo Coordinador* y Mauricio Vallejo Márquez.<br />

* Salvador Juárez, Roberto Quezada, Mario Castrillo, Luis Alvarenga, José Roberto Cea y Mauricio Marquina<br />

Toda colaboración <strong>de</strong> artículos, cuentos, ensayos, poesía, ilustración, pintura y fotografía<br />

pue<strong>de</strong> enviarse al correo electrónico: suplemento3000@gmail.com


BILAL PORTILLO<br />

Ensayista*<br />

El nombre <strong>de</strong> Jomeini evoca i<strong>de</strong>as<br />

relacionadas con política y religión,<br />

en especial con la revolución<br />

islámica <strong>de</strong> Irán <strong>de</strong> 1979, pocas<br />

personas (seguramente) conocen<br />

la faceta <strong>de</strong>l Jomeini místico, filósofo y poeta,<br />

en parte por las casi inexistentes traducciones<br />

al español que hay <strong>de</strong> su trabajo en estos<br />

campos. La mayoría <strong>de</strong> biógrafos occi<strong>de</strong>ntales<br />

<strong>de</strong>l eminente clérigo iraní basaron sus trabajos<br />

<strong>de</strong> forma exclusiva en su papel como dirigente<br />

y fundador <strong>de</strong> la Revolución Islámica <strong>de</strong> Irán,<br />

poniendo muy poca atención en su trabajo como<br />

humanista. Cosa diferente con sus biógrafos<br />

orientales quienes mostraron casi siempre<br />

una faceta más completa <strong>de</strong>l ayatolá, aunque<br />

volvemos a tropezar con la misma piedra (la falta<br />

<strong>de</strong> traducciones al español).<br />

Ahora si nos centramos en su trabajo poético<br />

(o lo que <strong>de</strong> él hay en español) encontramos<br />

un puñado <strong>de</strong> poemas que nos muestran la<br />

profundidad <strong>de</strong> su pensamiento místico y la<br />

variedad <strong>de</strong> imágenes que utiliza, aunque <strong>de</strong>be<br />

tenerse siempre presente que la traducción (o<br />

mejor dicho interpretación) <strong>de</strong> un idioma como<br />

el persa hacia el español significa un pérdida<br />

consi<strong>de</strong>rable en cuanto a ritmo y significado.<br />

Es importante señalar que algunos estudiosos<br />

<strong>de</strong> su poesía (1) señalan que buena parte <strong>de</strong> su<br />

trabajo se encuentra bajo la forma <strong>de</strong> “Ghazal<br />

(2)” y “Rubaiyat (3)”, en los cuales hay una<br />

gran influencia <strong>de</strong>l poeta Hafiz, y existe una<br />

rica combinación <strong>de</strong> imágenes representativas<br />

<strong>de</strong> la esfera espiritual musulmana (el vino, la<br />

taberna,la copa, los ídolos etc.). De los trabajos<br />

poéticos <strong>de</strong> Jomeini po<strong>de</strong>mos mencionar:<br />

“Divan-e Imam”<br />

“Mahram-e-Raz”<br />

“Noqtaiye Atfe”<br />

Por supuesto ninguno <strong>de</strong> estos trabajos ha sido<br />

aún traducido a nuestra lengua. A continuación<br />

reproducimos algunos poemas <strong>de</strong>l ayatolá<br />

Jomeini traducidos al español (4).<br />

Notas:<br />

1- Ver en trabajo en inglés <strong>de</strong> Ghulam-Rida<br />

A’wani y Muhammad Legenhausen, disponible<br />

en: http://www.al-islam.org/wine-love-mysticalpoetry-imam-khomeini<br />

2- El Ghazal es una forma <strong>de</strong> poesía nacida en<br />

Arabia y popularizada por los gran<strong>de</strong>s poetas<br />

persas, cuyas características principales son una<br />

longitud <strong>de</strong> entre cinco y quince coplas, en las<br />

que se tratan temas como la melancolía, el amor<br />

y la metafísifca. (http://www.poets.org/poetsorg/<br />

text/poetic-form-ghazal)<br />

3- El Rubaiyat es una composición <strong>de</strong> cuatro<br />

versos (Rubai en árabe y en persa significa 4)<br />

que sigue un ritmo específico y cuyo objetivo<br />

es la presentación <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>a o concepto, esta<br />

forma fue utilizada por el poeta persa Omar<br />

Khayyam. (http://www.omarkhayyamrubaiyat.<br />

com/rubaiyat.htm)<br />

4- http://www.redislam.net/<strong>20</strong>14/03/poesia-<strong>de</strong>layatola-jomeini.html<br />

*Editor <strong>de</strong> la Revista Biblioteca Islámica,<br />

ensayista y Director <strong>de</strong>l Área <strong>de</strong> Arte y Cultura<br />

<strong>de</strong> la Asociación <strong>Cultural</strong> Islámica Shiita <strong>de</strong> El<br />

Salvador<br />

www.islamelsalvador.com<br />

www.redislam.net<br />

www.elminarete.net<br />

Facebook:/islamsv<br />

Poesía mística iraní:<br />

Ruhullah Jomeini<br />

LOS BORRACHOS ATADOS<br />

En los círculos místicos no hallé<br />

La alegría que buscaba;<br />

En los monasterios no se oía<br />

La música compuesta por el amor.<br />

En la escuela no hallé para leer<br />

Ningún libro que fuera <strong>de</strong>l amigo;<br />

En el minarete era difícil encontrar<br />

La voz suya para aten<strong>de</strong>r.<br />

En el amor <strong>de</strong> los libro no pu<strong>de</strong> ver<br />

Esa cara <strong>de</strong> belleza velada;<br />

En las Escrituras no pu<strong>de</strong> obtener<br />

Las trazas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino<br />

En casa <strong>de</strong> ídolos toda mi vida<br />

Pasó totalmente en vano;<br />

En las reuniones <strong>de</strong> rivales no vi<br />

Ni remedio ni dolor.<br />

El anillo <strong>de</strong>l amante ahora <strong>de</strong>bo unir<br />

Esperando hallar solaz<br />

En el jardín <strong>de</strong> rosas <strong>de</strong>l amado,<br />

Una brisa agradable.<br />

“Nosotros” y “yo” ambos son <strong>de</strong> la razón,<br />

Usados como cuerdas para atar<br />

En masa a los que están borrachos.<br />

Ni “yo” ni “nosotros” pue<strong>de</strong> hallarse.<br />

ÉXTASIS DEL AMANTE<br />

¡Oh, no es un corazón<br />

El que no ama tu bella faz!<br />

¡Oh, no es sabio<br />

El que no anhela ese lunar tuyo!<br />

¡Oh, para el amante <strong>de</strong> corazón extasiado!,<br />

Éxtasis es todo lo que hay en tu vino.<br />

Para mí, aparte <strong>de</strong> este éxtasis,<br />

¿Qué más pue<strong>de</strong> ofrecer la vida?<br />

¿Quién me arrojó a este <strong>de</strong>sierto?<br />

Fue tu amor, ¡oh amigo!<br />

¿Qué acto pue<strong>de</strong> ahora rescatarme?<br />

No se ve el fin <strong>de</strong> este <strong>de</strong>sierto.<br />

Si eres un amante <strong>de</strong> corazón extasiado,<br />

Ponte pronto a un lado,<br />

Para que entre tú y él no haya más<br />

Que la pared <strong>de</strong> tu orgullo.<br />

Si eres un viajero <strong>de</strong>l camino <strong>de</strong>l amante,<br />

Quita la alfombra <strong>de</strong> rezar, abrígate.<br />

No hay allí otro guía que el amor.<br />

Remójate entonces en el amor.<br />

Si eres un verda<strong>de</strong>ro amante, entonces<br />

No seas místico piadoso,<br />

Ya que no pue<strong>de</strong> entrar al círculo <strong>de</strong>l amante<br />

Sino sólo el grupo <strong>de</strong>l amante.<br />

| poesía |<br />

Quisiera jugar con su cabello ensortijado,<br />

¿Qué hay <strong>de</strong> malo en eso?, ¿qué es vil?<br />

Un toque <strong>de</strong> locura y un golpe salvaje,<br />

¿Qué más pue<strong>de</strong> volver loco al amante?<br />

Toma mi brazo y libera<br />

Mi alma <strong>de</strong> esta túnica,<br />

Ya que ésta no es sino sólo<br />

El refugio <strong>de</strong>l ignorante.<br />

Conocimiento, misticismo, déjalos,<br />

Ellos no conducen a la taberna;<br />

Como el lugar don<strong>de</strong> resi<strong>de</strong>n los amantes<br />

La falsedad no pue<strong>de</strong> encontrar esposo.<br />

MIRADA DE AMOR<br />

¡Oh mi amor!, mi mundo empieza<br />

Y termina a tu puerta.<br />

Si paso mi vida aquí,<br />

No necesito nada más.<br />

En taberna, mezquita, monasterio<br />

Y el suelo <strong>de</strong>l templo <strong>de</strong> ídolos,<br />

Me postro esperando que<br />

Tú me bendigas y adores.<br />

El seminario no pudo hallar cura<br />

Para mis problemas, ni el santo.<br />

¡Oh!, sácame <strong>de</strong> esta confusión<br />

Con tu mirada, o me <strong>de</strong>smayo.<br />

¡Oh!, lleno <strong>de</strong> ego estaba el místico<br />

Hasta don<strong>de</strong> pu<strong>de</strong> ver.<br />

¡Oh!, déjame tener tu vista<br />

Para que mi corazón esté claro.<br />

He expulsado <strong>de</strong> mí el amor<br />

Así que ahora existo.<br />

¡Oh!, dirige a mí tu dulce mirada,<br />

A esta insignificancia.<br />

Me!! aman hombre <strong>de</strong> placer,<br />

Y me llaman simplemente amante.<br />

¡Oh!, mi corazón rebosante <strong>de</strong> alegría<br />

Seguro que nunca tuvo esta cubierta.<br />

Vida <strong>de</strong> ermitaño he escogido<br />

Por ese amado velado,<br />

Para que con su amorosa mirada<br />

Esta gota suene como un mar.<br />

Sábado 13 / febrero / <strong>20</strong>16 TRESMIL 3


ÁLVARO RIVERA LARIOS<br />

Escritor<br />

A<br />

lo largo <strong>de</strong>l siglo XX, ciertos<br />

<strong>de</strong>sarrollos <strong>de</strong> la filosofía y<br />

la lingüística propiciaron un<br />

renacimiento <strong>de</strong> la retórica:<br />

viejo saber acerca <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong>l<br />

lenguaje con fines persuasivos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

circunstancias acotadas. Ya en la antigüedad,<br />

los griegos <strong>de</strong>scubrieron cómo las situaciones<br />

concretas afectaban a la creación y recepción<br />

<strong>de</strong> los discursos. Esa conciencia dio lugar<br />

a observaciones teóricas y reglas creativas<br />

que llevaban el análisis <strong>de</strong> la circunstancia<br />

a la mente <strong>de</strong>l orador para que este eligiese<br />

los argumentos y el lenguaje que más le<br />

convenían para convencer a un público<br />

<strong>de</strong>terminado en una circunstancia concreta.<br />

El texto retórico no solo era un discurso en<br />

una situación, era un discurso que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su<br />

misma génesis se asumía en esa situación<br />

para intervenir en ella. Esta autoconciencia<br />

pragmática y discursiva tuvo consecuencias<br />

en el plano <strong>de</strong> la forma y el contenido <strong>de</strong> las<br />

palabras. Los estilos, por ejemplo, estaban<br />

sometidos a consi<strong>de</strong>raciones casuísticas.<br />

Un retórico no elegía la elevación o la<br />

sencillez <strong>de</strong> sus palabras a partir <strong>de</strong> rígidas<br />

estimaciones abstractas. Aplicaba unos<br />

principios, entre ellos los <strong>de</strong>l estilo, en<br />

función <strong>de</strong> una circunstancia. La palabra no<br />

perdía sutileza por adaptarse a una coyuntura,<br />

al contrario, esa a<strong>de</strong>cuación hecha en función<br />

<strong>de</strong> intereses prácticos obligaba a <strong>de</strong>sarrollar<br />

una compleja serie <strong>de</strong> cálculos formales.<br />

Un retórico se preguntaba qué palabras le<br />

convenían al asunto que iba a <strong>de</strong>sarrollar o<br />

cuáles eran las más indicadas para dirigirse<br />

a <strong>de</strong>terminadas personas. De acuerdo con<br />

estas y otras consi<strong>de</strong>raciones seleccionaba<br />

sus términos. Cicerón llegó a escribir que en<br />

ciertos tramos <strong>de</strong> un discurso convenía ser<br />

prosaico, pero que al rematarlo, en su clímax,<br />

lo más conveniente era elevar la intensidad y<br />

la belleza <strong>de</strong> su lenguaje. El establecimiento<br />

<strong>de</strong> valles y <strong>de</strong> altos picos en un mismo texto<br />

estaba al servicio <strong>de</strong> la persuasión en una<br />

circunstancia comunicativa concreta.<br />

La retórica niega la autonomía <strong>de</strong>l estilo.<br />

Los estilos retóricos siempre se adaptan<br />

a convenciones <strong>de</strong> género discursivo, a<br />

la naturaleza <strong>de</strong> un tema o a una situación<br />

comunicativa <strong>de</strong>terminada. No se trata<br />

sólo <strong>de</strong> aplicar ciertas reglas según los<br />

casos; <strong>de</strong> acuerdo con los casos, se<br />

flexibiliza la aplicación <strong>de</strong> las reglas. Pero<br />

esas restricciones externas (formales y<br />

circunstanciales) que la retórica le impone<br />

al estilo – como índice <strong>de</strong> autonomía<br />

<strong>de</strong>l creador – no con<strong>de</strong>nan a la pobreza<br />

discursiva. La misma orientación pragmática<br />

<strong>de</strong> la retórica le impone al orador una gran<br />

exigencia estilística. Si al discurso le falta<br />

belleza o carece <strong>de</strong>l esplendor oportuno,<br />

lo más probable es que fracase. Un motivo<br />

utilitario y en apariencia ajeno a la lógica<br />

interna <strong>de</strong>l lenguaje, lo obliga a la sutileza,<br />

a la perfección, a la eficacia. Para la retórica<br />

el contexto y el interés se convierten en un<br />

problema creativo –interno– <strong>de</strong>l texto.<br />

Cuando el contexto <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser la condición<br />

social objetiva en la que se construye un<br />

discurso –transformándose en un conjunto<br />

<strong>de</strong> “variables” que plantean un problema <strong>de</strong><br />

comunicación literaria–, quien escribe está<br />

obligado a resolver una serie <strong>de</strong> <strong>de</strong>safíos<br />

4 TRESMIL Sábado <strong>20</strong> / febrero / <strong>20</strong>16<br />

| Artículo |<br />

temáticos y formales en el marco <strong>de</strong> la que<br />

ha sido bautizada como “situación retórica”.<br />

Tanto el poeta, como el lenguaje que utiliza<br />

y la obra que plasma y ese lector que la<br />

interpreta se gestan, inscriben y actúan en<br />

re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> comunicación simbólica socialmente<br />

estructuradas. Los razonamientos <strong>de</strong> Bajtin,<br />

la pragmática y la retórica revelan como<br />

las situaciones don<strong>de</strong> se construyen los<br />

enunciados literarios llegan a formar parte<br />

<strong>de</strong>l interior <strong>de</strong> su proceso creativo.<br />

No camino lejos <strong>de</strong>l tema <strong>de</strong> mi ensayo, lo<br />

que intento es acercarme a él dando un ro<strong>de</strong>o<br />

necesario. Ahora puedo <strong>de</strong>cir con claridad<br />

que aten<strong>de</strong>r a las propieda<strong>de</strong>s formales <strong>de</strong><br />

un escrito <strong>de</strong> Roque Dalton es necesario,<br />

pero que sería un error –propiciado por el<br />

formalismo dogmático– tachar a priori las<br />

posibles influencias <strong>de</strong>l “contexto” en sus<br />

elecciones formales y tachar a priori el peso<br />

que tuvo su vida en la recepción <strong>de</strong> su obra<br />

literaria.<br />

Decía T.S. Eliot que los intereses sociales<br />

<strong>de</strong> William Wordsworth inspiraron sus<br />

innovaciones en el verso y respaldaron<br />

su teoría <strong>de</strong>l lenguaje poético. Este juicio<br />

<strong>de</strong> Eliot pue<strong>de</strong> servirnos <strong>de</strong> entrada para<br />

examinar si la filosofía e intereses sociales<br />

<strong>de</strong> Roque Dalton tuvieron algún efecto en<br />

su visión <strong>de</strong> la palabra poética. Algunos<br />

consi<strong>de</strong>ran que sí, pero solo para <strong>de</strong>nunciar<br />

que la i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong> Roque siempre limitó su<br />

lenguaje. Yo no me atrevería a generalizar<br />

tanto, solo afirmo que esas i<strong>de</strong>as son<br />

cruciales para enten<strong>de</strong>r la forma en que el<br />

poeta interpretaba la “situación retórica”<br />

don<strong>de</strong> colocaba su voz. Esas i<strong>de</strong>as, por lo<br />

tanto, permiten compren<strong>de</strong>r cómo ciertos<br />

elementos interpretados <strong>de</strong>l mundo pasaron<br />

a convertirse en un problema <strong>de</strong>l proceso<br />

creativo <strong>de</strong>l poeta. A través <strong>de</strong> ellas estructuró<br />

el sentido y el objetivo <strong>de</strong> sus textos. A través<br />

<strong>de</strong> ellas estableció una relación dialéctica<br />

con el lenguaje <strong>de</strong> la poesía. A través <strong>de</strong><br />

ellas “visualizó” a los posibles receptores <strong>de</strong><br />

su palabra. En pugna con ellas y a través <strong>de</strong><br />

ellas encontró su rostro <strong>de</strong> escritor.<br />

Al asumirse como poeta que trabajaba para la<br />

revolución, Dalton aceptó la tesis clásica <strong>de</strong><br />

Horacio <strong>de</strong> que la poesía <strong>de</strong>leita e instruye y,<br />

por lo tanto, es un placer y un conocimiento<br />

que forman al mismo tiempo la sensibilidad<br />

y la conciencia <strong>de</strong>l público lector. Cuando<br />

los trágicos griegos planteaban a los<br />

espectadores dilemas morales irresolubles<br />

estaban mo<strong>de</strong>lando su empatía y su<br />

inteligencia moral. Así que lo didáctico no<br />

hay que enten<strong>de</strong>rlo <strong>de</strong> manera simplista. La<br />

orientación didáctica y revolucionaria <strong>de</strong><br />

Dalton tuvo consecuencias pragmáticas en lo<br />

que al lenguaje se refiere: con una lírica que<br />

alteraba valores y modificaba actitu<strong>de</strong>s podía<br />

construirse la subjetividad radical <strong>de</strong> quienes<br />

habrían <strong>de</strong> transformar el mundo.<br />

De ahí que podamos <strong>de</strong>cir que esa voluntad<br />

persuasiva <strong>de</strong> Roque situó su palabra frente<br />

al otro y lo alejó <strong>de</strong>l solipsismo en que<br />

navegan los escritores que mantienen fuera<br />

<strong>de</strong> su proceso creativo cualquier tipo <strong>de</strong> trato<br />

con el público. Roque <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> ser un creador<br />

encerrado en sí mismo y <strong>de</strong>cidió introducir<br />

Segunda entrega<br />

La poesía en el país <strong>de</strong> la retórica<br />

–Ethos y contexto en la lírica <strong>de</strong> Roque Dalton–<br />

<strong>de</strong>liberadamente a los <strong>de</strong>más en la gestación<br />

y finalidad <strong>de</strong> su escritura. “Los <strong>de</strong>más” no<br />

eran una figura abstracta para un poeta que<br />

razonaba sociológicamente. Sabía que su<br />

competencia literaria lo fijaba en el horizonte<br />

simbólico <strong>de</strong> la clase media culta en una<br />

sociedad oligárquica en la que su búsqueda<br />

<strong>de</strong> los otros estaba minada por brechas<br />

sociales terribles. Esas brechas, como<br />

veremos, le abrirían problemas estilísticos a<br />

un poeta que buscaba la comunicación.<br />

El creador que se orientaba retóricamente<br />

complicó la trama <strong>de</strong> su poética al querer ser<br />

a<strong>de</strong>más un poeta <strong>de</strong> la vanguardia literaria.<br />

O podríamos <strong>de</strong>cirlo a la inversa: Este poeta<br />

<strong>de</strong> vanguardia asumió un dolor <strong>de</strong> cabeza<br />

creativo al hacer suya también una orientación<br />

retórica. Experimentar con el lenguaje y<br />

comunicarse con los otros no eran objetivos<br />

fáciles <strong>de</strong> conciliar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista<br />

literario y pragmático. Este conflicto interno/<br />

externo <strong>de</strong> su proceso creador, <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong><br />

asunciones i<strong>de</strong>ológicas y estéticas, fue el<br />

dramático motor <strong>de</strong> su poesía. Esta no podría<br />

enten<strong>de</strong>rse si separamos al político radical<br />

<strong>de</strong>l poeta vanguardista, tal como algunos<br />

preten<strong>de</strong>n.<br />

A menudo se busca la orientación <strong>de</strong> un autor<br />

comprometido como Dalton en el sentido <strong>de</strong><br />

sus escritos, en ciertos temas y palabras que<br />

aparecen <strong>de</strong> modo recurrente en su lírica.<br />

Pero esta semántica politizada, discernible<br />

con facilidad en la superficie <strong>de</strong>l poema,<br />

era una consecuencia <strong>de</strong> lo que Dalton<br />

pretendía hacer con sus palabras y lo que él<br />

se proponía, y por eso hay un “telos” retórico<br />

en su poesía, era “abrir” la inteligencia<br />

sensible <strong>de</strong> ciertos lectores para acercarlos al<br />

umbral y a la posibilidad <strong>de</strong> ciertas acciones.<br />

Si estamos en el reino <strong>de</strong> un lenguaje poético<br />

vecino a la praxis, <strong>de</strong> un lenguaje que<br />

trascien<strong>de</strong> el solipsismo y busca al otro, es<br />

comprensible que los potenciales receptores<br />

<strong>de</strong> esa lírica cívica y vital tuviesen en cuenta<br />

el prestigio ético <strong>de</strong> una voz que se abría a<br />

la vida, a la práctica. Si la poesía no estaba<br />

hecha solo <strong>de</strong> palabras era porque, en su caso,<br />

al rasgar el velo <strong>de</strong> la alienación burguesa, su<br />

epifanía se acercaba al umbral <strong>de</strong> la acción.<br />

Se podría <strong>de</strong>cir que Roque, en la segunda<br />

mitad <strong>de</strong> los años sesenta <strong>de</strong>l siglo pasado,<br />

contribuyó a forjar con una serie <strong>de</strong> textos<br />

la dimensión simbólica <strong>de</strong> la insurrección<br />

armada que daría comienzo una década más<br />

tar<strong>de</strong>. Su trágica incorporación a un grupo<br />

guerrillero en 1973 le dio un espaldarazo<br />

moral a su palabra. Ese retorno, que<br />

armonizó la palabra y el acto, le otorgó al<br />

poeta, aunque fuese póstumamente, un Ethos<br />

po<strong>de</strong>roso frente a sus lectores. Y así fue leída<br />

su voz, como él <strong>de</strong>seaba, como un discurso<br />

que trascendía el formato físico <strong>de</strong>l libro y se<br />

fundía con la vida.<br />

Guste o no guste, sea que la aceptemos<br />

o rechacemos, estamos aquí ante una<br />

concepción <strong>de</strong> la poesía don<strong>de</strong> la conducta<br />

<strong>de</strong>l poeta respalda su palabra <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> una<br />

comunidad <strong>de</strong> lectores que, en un momento<br />

<strong>de</strong>terminado, también asume la poesía como<br />

un discurso cívico. Esos lectores no eran<br />

ajenos a la música <strong>de</strong>l lenguaje, pero la<br />

percibían como una música moral.<br />

Tal como admite la retórica, el ethos <strong>de</strong> quien<br />

pronuncia un discurso pue<strong>de</strong> amplificar su<br />

carácter persuasivo. En una comunicación<br />

literaria real, tal como la que tuvo lugar en el<br />

contexto <strong>de</strong> los años 80 <strong>de</strong>l siglo pasado, la<br />

palabra poética <strong>de</strong> un Dalton –como quiera<br />

que se la valorase– estaba fuertemente<br />

asociada a su prestigio, a su ethos.<br />

Pero el Ethos prestigioso <strong>de</strong>l poeta que<br />

apuntaló su voz con su cuerpo, también<br />

se abrió paso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el interior mismo <strong>de</strong><br />

su palabra, <strong>de</strong> su discurso, tal como pedía<br />

Aristóteles en su retórica. Poemas como “No<br />

siempre fui tan feo” cumplen una función<br />

estratégica a la hora <strong>de</strong> enmarcar la irónica<br />

humanidad <strong>de</strong> “la persona” que enuncia el<br />

discurso lírico. El personaje <strong>de</strong>l poeta va<br />

estableciendo su cercanía retórica con el lector<br />

a lo largo <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> textos dispersos<br />

por toda su obra. Alta hora <strong>de</strong> la noche y<br />

Sobre nuestra moral poética nos hablan <strong>de</strong><br />

las grietas vecinas a la muerte <strong>de</strong> las cuales<br />

surgen sus palabras. El efecto que tienen<br />

esos versos en la conciencia <strong>de</strong>l lector, sitúan<br />

al poeta y su poesía en un escenario vital y<br />

trágico. Ese mismo escenario inmediato que<br />

los salvadoreños compren<strong>de</strong>mos tan bien.<br />

Toda esa acumulación <strong>de</strong> gestos y signos<br />

circundan el texto, penetran el texto, afectan<br />

su recepción y lo empujan a la confusa<br />

proximidad <strong>de</strong> la vida.<br />

Y en esa vida confusa –en la que se mezclan<br />

muchas voces y varias esferas <strong>de</strong> valor– un<br />

efecto estético se torna un efecto i<strong>de</strong>ológico<br />

y un efecto i<strong>de</strong>ológico abre la posibilidad <strong>de</strong><br />

una alteración factual <strong>de</strong>l mundo.<br />

Situar su biografía como un para-texto<br />

orgánicamente vinculado a su obra, elevar su<br />

vida a la condición <strong>de</strong> un Ethos que potenciaba<br />

el carácter persuasivo <strong>de</strong> su palabra fue una<br />

hazaña retórica que Roque Dalton cumplió<br />

exitosamente. Ese gesto incrustado en la<br />

conciencia <strong>de</strong> varias generaciones <strong>de</strong> lectores<br />

nos indica que estamos ante una poética<br />

y una forma <strong>de</strong> lectura don<strong>de</strong> se tiene una<br />

concepción vital <strong>de</strong> la palabra, una forma <strong>de</strong><br />

enten<strong>de</strong>r la poesía que traspasa las fronteras<br />

abstractas y aparenciales <strong>de</strong>l texto <strong>de</strong>l poema.<br />

Esta forma <strong>de</strong> crear y <strong>de</strong> leer no es una mera<br />

<strong>de</strong>sviación como sugiere el formalismo<br />

dogmático. Con esto no pretendo <strong>de</strong>cir que<br />

esta sea la medida universal <strong>de</strong> la literatura,<br />

solo sugiero que esta forma <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rla y<br />

<strong>de</strong> vivirla ya forma parte <strong>de</strong>l patrimonio <strong>de</strong><br />

nuestra experiencia cultural y que, por eso<br />

mismo, merece ser analizada con rigor y no<br />

censurada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un prejuicio analítico que,<br />

para <strong>de</strong>stacar el texto, tacha el ethos <strong>de</strong> su<br />

autor.<br />

La <strong>de</strong> Roque es una incómoda poesía<br />

vanguardista impregnada <strong>de</strong> orientación<br />

retórica. Un texto lírico que es lanzado<br />

como una flecha retórica, como un discurso<br />

que hace cosas y no se limita a contemplar el<br />

mundo, es un texto en una situación; es un<br />

texto que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su génesis, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su primera<br />

palabra, se asume en esa circunstancia con<br />

el propósito simbólico <strong>de</strong> intervenir en ella.<br />

Al asumir la circunstancia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l texto,<br />

el escritor ha <strong>de</strong> resolver un problema<br />

Sigue en página 5/


Viene <strong>de</strong> página 4/<br />

en el que <strong>de</strong>be ajustar sus elecciones<br />

estilísticas y temáticas a las urgencias <strong>de</strong><br />

una comunicación literaria compleja en un<br />

contexto más o menos específico en una<br />

coyuntura <strong>de</strong>terminada. En Miguel Mármol,<br />

por ejemplo, más que plegarse a una<br />

“doctrina estética conservadora”, Dalton lo<br />

que hace es producir un texto <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una<br />

institución y para una institución: el PCS. Si<br />

en ese texto hay un acarreo <strong>de</strong> aguas para el<br />

molino <strong>de</strong>l autor, dicho acarreo se da en el<br />

relato <strong>de</strong> un fracaso (el <strong>de</strong>l “levantamiento<br />

comunista” <strong>de</strong> 1932) con vistas a la<br />

exploración <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s inmediatas<br />

<strong>de</strong> una nueva tentativa revolucionaria. Esa<br />

circunstancia y ese objetivo lo llevan a<br />

elegir “un estilo documental”. Los lectores<br />

iniciales y prioritarios <strong>de</strong>l poeta eran aquellos<br />

militantes y ciudadanos que, al trasluz <strong>de</strong> la<br />

experiencia histórica, <strong>de</strong>batían a principios<br />

| Artículo |<br />

<strong>de</strong> los años 70 sobre la viabilidad <strong>de</strong> la lucha<br />

armada en América Latina. En ese plano, la<br />

lectura <strong>de</strong> la experiencia <strong>de</strong> Mármol no se<br />

presentaba como un caso a partir <strong>de</strong>l cual<br />

<strong>de</strong>sarrollar el juego abierto e infinito <strong>de</strong> las<br />

interpretaciones, sino que su testimonio se<br />

ofrecía como un ejemplo para discutir otra<br />

línea <strong>de</strong> acción. Así que “el caso” Mármol,<br />

con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l homenaje a una<br />

figura histórica, era la pieza narrativa <strong>de</strong> una<br />

argumentación que iba en pos <strong>de</strong> una tesis y<br />

no tanto una “obra literaria abierta” <strong>de</strong>l estilo<br />

<strong>de</strong> las que recomendaba Umberto Eco. No<br />

hay que ver la respuesta creativa <strong>de</strong> Dalton<br />

como el resultado <strong>de</strong> la adopción <strong>de</strong> unos<br />

principios estéticos conservadores, porque<br />

si fuera así no se explicaría cómo el poeta<br />

trabajaba, por esa misma época, en libros<br />

don<strong>de</strong> se advierte una mayor y más profunda<br />

libertad formal. De haber procedido <strong>de</strong><br />

acuerdo con los principios y estimaciones<br />

<strong>de</strong> “una poética general”, el autor habría<br />

utilizado los mismos procedimientos<br />

constructivos en todas las obras que salieron<br />

<strong>de</strong> sus manos en ese tiempo y no fue así.<br />

Por eso, antes <strong>de</strong> ver “Miguel Mármol”<br />

como la <strong>de</strong>plorable caída realista <strong>de</strong> un<br />

poeta experimental, habría que preguntarse<br />

por qué, en ese caso, Dalton se <strong>de</strong>cantó<br />

por una vía literaria cercana a la mimesis<br />

<strong>de</strong>cimonónica, cuando en otras obras <strong>de</strong> esa<br />

misma época eligió principios constructivos<br />

más audaces. No creo que la i<strong>de</strong>ología ni la<br />

estética ortodoxas expliquen con claridad<br />

el asunto, porque la ortodoxia peculiar <strong>de</strong><br />

Dalton no le impediría escribir por entonces<br />

un largo poemario collage sobre Lenin.<br />

Des<strong>de</strong> el momento en que establece un pacto<br />

retórico con sus lectores, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento<br />

en que lleva la historia y los <strong>de</strong>bates<br />

i<strong>de</strong>ológicos a la lírica, el poeta <strong>de</strong>sborda las<br />

líneas <strong>de</strong> las convenciones genéricas pero al<br />

mismo tiempo restringe las fronteras <strong>de</strong><br />

su autonomía individual, dado que pone<br />

a dialogar sus <strong>de</strong>cisiones estilísticas con<br />

el perfil concreto <strong>de</strong> los receptores <strong>de</strong> su<br />

palabra en un contexto y una coyuntura<br />

<strong>de</strong>terminados.<br />

Abrir la lírica a la vida suponía abrir el<br />

texto a otros lenguajes y otras capas <strong>de</strong><br />

la realidad y la experiencia que la poesía<br />

pura se negaba a admitir en su seno. Abrir<br />

la lírica a la vida suponía introducirla en<br />

el reino <strong>de</strong> las palabras que hacen cosas<br />

por la vía <strong>de</strong> alterar la sensibilidad y las<br />

actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> su <strong>de</strong>stinatario. Todo esto, que<br />

implicaba la impugnación <strong>de</strong> la autonomía<br />

i<strong>de</strong>alista <strong>de</strong> la literatura y <strong>de</strong> la autonomía<br />

individualista <strong>de</strong>l creador, en el caso <strong>de</strong><br />

Dalton no <strong>de</strong>sembocó en la renuncia<br />

<strong>de</strong>l estilo como algunos creen, más bien<br />

supuso una orientación pragmática en sus<br />

elecciones formales.<br />

Continuará...<br />

HORROR VACUI<br />

Arte salvadoreño <strong>de</strong> posguerra<br />

ARMANDO MOLINA<br />

Escritor<br />

El conflicto armado ocurrido<br />

en El Salvador entre<br />

1980 y 1992 fue una<br />

hecatombe que trastocó<br />

profundamente los procesos culturales<br />

y artísticos que venían <strong>de</strong>sarrollándose<br />

consistentemente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mediados <strong>de</strong>l<br />

siglo XX. La plástica salvadoreña,<br />

<strong>de</strong>liberadamente influenciada entonces<br />

por las luchas sociales intestinas, fue<br />

<strong>de</strong>cantándose por un marcado realismo<br />

social y por temáticas sociales urbanas y<br />

rurales <strong>de</strong> corte reivindicativo, teniendo<br />

como resultado un momento <strong>de</strong> cisma<br />

estético que ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus inicios anuncia<br />

un <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ntismo: se hace énfasis en lo<br />

vernáculo y lo pintoresco, se reniega<br />

<strong>de</strong>l formalismo y se plantea el problema<br />

estético <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l “espíritu nacional”<br />

<strong>de</strong> la guerra civil. Todo ello manifestado<br />

en murales precarios, panfletarios, el<br />

auge <strong>de</strong>l grafiti político, y en obras <strong>de</strong><br />

corte naif y realismo primitivo que en<br />

la actualidad han quedado relegadas al<br />

olvido y que en su momento más álgido<br />

se supuso conducirían a una nueva<br />

época en la plástica nacional, <strong>de</strong> alto<br />

contenido humanista.<br />

Esta <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia estética también<br />

anuncia para bien o para mal, que<br />

las fuerzas <strong>de</strong>l mercado terminan por<br />

imponerse a la candi<strong>de</strong>z y militancia<br />

i<strong>de</strong>alista <strong>de</strong> los artistas <strong>de</strong> esa época<br />

grave y oscura. La migración <strong>de</strong> los<br />

artistas salvadoreños durante esa década<br />

fue masiva, y pronto la escena local<br />

quedó <strong>de</strong>cimada en su creatividad y<br />

atrofiada estéticamente ante la falta<br />

<strong>de</strong> análisis y discusión pública <strong>de</strong>l<br />

discurso cultural. No obstante, el vacío<br />

fue rápidamente llenado por una nueva<br />

generación <strong>de</strong> artistas plásticos, que se<br />

unió a aquellos que permanecieron en el<br />

país durante el conflicto.<br />

Una silenciosa evolución cultural<br />

comienza a <strong>de</strong>sarrollarse a partir <strong>de</strong> la<br />

firma <strong>de</strong> los acuerdos <strong>de</strong> paz en 1992. La<br />

nueva década da paso a nuevos aires en<br />

la plástica salvadoreña y en el panorama<br />

<strong>de</strong> la cultura en general, para retomar<br />

la ruta perdida en la década anterior.<br />

Señales <strong>de</strong> cambio se notan en el ámbito<br />

cultural, y nuevas ten<strong>de</strong>ncias y visiones<br />

artísticas llegan para quedarse y dar paso<br />

a toda una nueva gama <strong>de</strong> disciplinas y<br />

artistas emergentes. El impacto cultural<br />

<strong>de</strong> la diáspora se hace sentir pocos años<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> finalizada la guerra y firmada<br />

la paz.<br />

En ese contexto histórico <strong>de</strong> trasfondo y<br />

en conmemoración <strong>de</strong>l 24vo aniversario<br />

<strong>de</strong> firmados los acuerdos <strong>de</strong> paz, se<br />

presenta actualmente en la Sala Nacional<br />

<strong>de</strong> Exposiciones Salarrué hasta el 28 <strong>de</strong><br />

febrero, la exhibición “Horror Vacui:<br />

Arte <strong>de</strong> la posguerra”, que incluye la<br />

obra y visión <strong>de</strong> siete artistas plásticos<br />

nacionales. Antonio Bonilla, Dagoberto<br />

Nolasco, Romeo Galdámez, Oscar Soles,<br />

Luis Lazo Chaparro, Negra Álvarez y<br />

Mauricio Mejía son los artistas, todos<br />

ellos poseedores <strong>de</strong> ilustres trayectorias,<br />

cuya visión y lenguaje artístico personal<br />

sintetizan en la amplia muestra parte<br />

<strong>de</strong>l quehacer y la creatividad plástica<br />

salvadoreña ocurrida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquella<br />

importante fecha hasta el presente.<br />

Dividida la exhibición por la<br />

curadora Mayra Barraza en cuatro<br />

eclécticos apartados —DE SANGRE<br />

Y ZOZOBRA, IDENTIDADES<br />

HÍBRIDAS, AMPARO RELIGIOSO<br />

y NUEVOS HORIZONTES—, este<br />

interesante seccionamiento facilita<br />

abarcar y dilucidar conceptualmente<br />

la muestra en su totalidad al explicar<br />

los criterios curatoriales, su leitmotiv<br />

y las i<strong>de</strong>as conductoras <strong>de</strong>l lenguaje<br />

visual o meditación conceptual <strong>de</strong>l<br />

autor. Así, los temas más relevantes y<br />

urgentes <strong>de</strong> este tiempo <strong>de</strong> posguerra<br />

son planteados, aludidos y articulados<br />

en su versión pictórica, sea esta<br />

conceptual o figurativa. La violencia<br />

<strong>de</strong> la posguerra, los resentimientos y<br />

traumas no superados <strong>de</strong> la conquista<br />

y la colonia, temas <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad y<br />

migración, los efectos nefastos <strong>de</strong>l<br />

consumismo <strong>de</strong>senfrenado y la fuerte y<br />

arraigada influencia <strong>de</strong>l cristianismo en<br />

nuestra sociedad; para cerrar el círculo<br />

curatorial con una pregunta urgente<br />

acerca <strong>de</strong>l futuro <strong>de</strong>l arte salvadoreño,<br />

sus temas y sus hacedores. Se percibe<br />

en la muestra un <strong>de</strong>jo esperanzador<br />

subyacente, en su atisbo <strong>de</strong> respuesta a<br />

todos estos problemas existenciales.<br />

En relación a las obras presentadas<br />

en esta trascen<strong>de</strong>ntal y significativa<br />

muestra, tres elementos formales<br />

son evi<strong>de</strong>ntes en su recorrido: las<br />

combinaciones entre el dominio técnico,<br />

la agu<strong>de</strong>za visual y la intencionalidad<br />

conceptual <strong>de</strong> los autores. Destacan por<br />

sobre todo, el dibujo y la figuración,<br />

y esto es indicativo <strong>de</strong> la plástica<br />

salvadoreña, en la que casi siempre<br />

han dominado la escena los pintores<br />

figurativos y en la que el dibujo es una<br />

tradición formal <strong>de</strong> vieja data, práctica<br />

que <strong>de</strong> manera absurda parece haber<br />

perdido relevancia entre las nuevas<br />

generaciones <strong>de</strong> artistas salvadoreños.<br />

De cada uno <strong>de</strong> los artistas incluidos<br />

<strong>de</strong>stacan el dominio técnico, la fina<br />

factura <strong>de</strong> las obras, y el registro<br />

conceptual y la representación fiel <strong>de</strong><br />

su mundo y visión estética propia. Ya<br />

sea el dibujo intrincado, misterioso y<br />

exquisito <strong>de</strong> Dagoberto Nolasco, o la<br />

figuración «feísta» <strong>de</strong> Antonio Bonilla<br />

y sus metáforas ilustradas <strong>de</strong> la vida<br />

nacional que ya son clásicos en nuestro<br />

medio; el manierismo mo<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> Luis<br />

Lazo Chaparro y sus pinturas alegóricas<br />

<strong>de</strong> tintes barrocos; la subjetiva y<br />

espontánea abstracción expresionista<br />

<strong>de</strong> Oscar Soles, o las piezas <strong>de</strong> Negra<br />

Álvarez que encuentran belleza en<br />

materiales y objetos no tradicionales,<br />

que meditan temas universales<br />

olvidados por la sociedad como la niñez,<br />

la flora salvadoreña y la maternidad;<br />

el realismo mágico <strong>de</strong> Mauricio<br />

Mejía que ilustra amorosamente la<br />

condición humana cotidiana <strong>de</strong>l pueblo<br />

salvadoreño; y los interesantes collages<br />

<strong>de</strong> Romeo Galdámez, cuya visión<br />

artística incorpora signos y elementos<br />

<strong>de</strong> la memoria colectiva popular<br />

salvadoreña, forjados en hermosos<br />

trípticos y miniaturas conceptuales en<br />

las que reconocemos nuestras señas <strong>de</strong><br />

i<strong>de</strong>ntidad y la nostalgia <strong>de</strong>l terruño.<br />

La importancia <strong>de</strong> esta muestra radica<br />

en sintetizar la actividad creativa actual<br />

y <strong>de</strong>mostrar a la sociedad la vigencia<br />

y categoría <strong>de</strong> la plástica salvadoreña,<br />

a pesar y en contra <strong>de</strong> las vicisitu<strong>de</strong>s<br />

y obstáculos que sus hacedores han<br />

enfrentado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus trincheras creativas<br />

durante estos años <strong>de</strong> posguerra.<br />

Estas obras son actos <strong>de</strong> fe que nos<br />

<strong>de</strong>muestran que la creatividad plástica<br />

salvadoreña está en buenas condiciones,<br />

y que se apresta a afrontar los retos<br />

artísticos que vienen al incorporarnos<br />

nuevamente a los procesos <strong>de</strong>l mundo<br />

<strong>de</strong>l arte contemporáneo.<br />

Sábado <strong>20</strong> / febrero / <strong>20</strong>16 TRESMIL 5


Fabio Castillo Hernán<strong>de</strong>z es poeta y gestor cultural. Miembro <strong>de</strong> la muestra poética contemporánea <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Comayagua. Miembro cofundador<br />

<strong>de</strong>l movimiento literario “Lienzo breve”, organización <strong>de</strong> poetas comayagüenses. Participante en el festival <strong>de</strong> poesía <strong>de</strong> Islas Caimán,<br />

sus trabajos han sido publicados en revistas <strong>de</strong> México, EEUU e Italia, siendo traducidos al inglés e italiano.<br />

Ha publicado: «Sociedad anónima». Antología, 1er festival <strong>de</strong>l poeta inédito (<strong>20</strong>07); «La monarquía <strong>de</strong> los perros», poemario (Goblin Editores<br />

<strong>20</strong>14); «Tratado <strong>de</strong> poesía Mesoamericana Honduras\México» (Goblin editores <strong>20</strong>14) y «Antología <strong>de</strong> Poesía Hispanoamericana» (<strong>20</strong>15)<br />

Fabio Castillo<br />

HONDURAS<br />

LA LLUVIA<br />

BAJO TIERRA<br />

Me asomo a la ventana.<br />

Veo agujas rotas<br />

que caen como espadas<br />

y hieren el vidrio <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>.<br />

El petricor huele a cansancio,<br />

la tierra se escon<strong>de</strong> como caracol,<br />

el agua se <strong>de</strong>sliza en el vientre <strong>de</strong>l aire.<br />

La soledad se duplica<br />

para acompañar a la lluvia<br />

y mi cama es un puerto <strong>de</strong>solado<br />

don<strong>de</strong> tu recuerdo encalla<br />

en cada tormenta,<br />

en cada grito.<br />

Llueve,<br />

y me inundo <strong>de</strong> miedo.<br />

Llueve<br />

y veo a los perros<br />

cantar tu nombre.<br />

Llueve<br />

y te hacés agua en mi boca.<br />

AYER<br />

A mi amigo Fabio Pacheco<br />

Hoy entendí<br />

que esta vida es un puño <strong>de</strong> sílabas<br />

que se pronuncian en una sola muerte.<br />

Que las distancias son lanzas <strong>de</strong> humo<br />

que se <strong>de</strong>svanecen en el calendario.<br />

Que los amigos no vuelven,<br />

porque nunca se van.<br />

Que el recuerdo,<br />

el momento preciso<br />

el instante oportuno<br />

no nace.<br />

Ya estaba ahí.<br />

EVIDENCIA<br />

Hoy es el día en que sentimos<br />

que la sangre se congela<br />

en la punta <strong>de</strong> las horas.<br />

Que el viento baja la voz<br />

y susurra un canto <strong>de</strong> guerra<br />

en las manos <strong>de</strong> los valientes.<br />

Hoy sentimos como el aliento<br />

<strong>de</strong>l mentiroso se pudre<br />

y se estrella en el concreto<br />

mientras el sol le disuelve las palabras.<br />

Vemos como el hambre<br />

no es la ausencia <strong>de</strong> pan<br />

mas bien la abundancia <strong>de</strong> vida<br />

que se nos quiere cerrar en un discurso<br />

que fracasa,<br />

porque somos la evi<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong> la historia<br />

que ya casi, casi<br />

<strong>de</strong>vora los hijos <strong>de</strong> las hienas<br />

y los hace víctimas <strong>de</strong> sus propias cargajadas.<br />

6 TRESMIL Sábado <strong>20</strong> / febrero / <strong>20</strong>16<br />

TAROT<br />

Besé los arlequines<br />

en el dorso <strong>de</strong> tus manos.<br />

Una suerte <strong>de</strong> escalofrío<br />

danzó en mis vértebras<br />

y me recordó<br />

que tus labios y la muerte<br />

producen la misma sensación.<br />

TIANANMEN<br />

La plaza <strong>de</strong> los gritos perdidos<br />

Los reyes sintieron que el fuego<br />

aruñaba la madrugada<br />

y <strong>de</strong>cidieron aplacarlo<br />

con lágrimas <strong>de</strong> pólvora.<br />

Eran las antorchas <strong>de</strong> Hu Yaobang<br />

que lamían la indiferencia <strong>de</strong> las bestias<br />

en medio <strong>de</strong> la noche.<br />

Los cuervos arrancaron -ese díatodos<br />

los tatuajes <strong>de</strong>l cielo<br />

y los esparcieron en el mar Amarillo.<br />

Los gritos eran piedras<br />

que se estrellaban contra el olvido<br />

y volvían a las manos <strong>de</strong> los niños<br />

convertidos en navajas.<br />

Aún siento la sangre en el viento<br />

que <strong>de</strong>snuda a tu pueblo<br />

y pienso en el mío<br />

(los tanques son rinocerontes <strong>de</strong> barro<br />

mol<strong>de</strong>ados a la medida <strong>de</strong>l odio).<br />

HACE TIEMPO<br />

Hace mucho conocí<br />

a una mujer<br />

que colgaba su piel<br />

en el viento<br />

para que la brisa<br />

<strong>de</strong> la mañana me <strong>de</strong>spertara<br />

con su aroma.<br />

Hace mucho la conocí.<br />

Vi como<br />

acomodaba los días<br />

<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> mis pasos<br />

y me hacia<br />

una alfombra<br />

con las hojas <strong>de</strong>l otoño.<br />

Hace mucho la conocí.<br />

Era mi madre.<br />

LA CASA DE MIS PADRES<br />

Esta casa es un espacio pequeño.<br />

Don<strong>de</strong> danza un ruido <strong>de</strong>svelado y helechos que se<br />

co<strong>de</strong>an con el viento.<br />

La casa <strong>de</strong> mis padres es un reducto<br />

don<strong>de</strong> las mariposas<br />

escriben el tiempo en sus alas<br />

porque las horas germinan en sus estambres.<br />

Ese sitio es ver<strong>de</strong>.<br />

Tiene olor a ma<strong>de</strong>ra y forma <strong>de</strong> bellota adormecida.<br />

Una niebla te eleva sobre la espalda <strong>de</strong> los pinos y el sol,<br />

ese sol que se me ausenta<br />

canta historias amarillas en cada sonrisa<br />

que ilumina el corredor.<br />

En esta casa te encontrás a mi padre<br />

conversando con sus libros,<br />

reparando el filo <strong>de</strong> una nube que cayó en el tejado<br />

o emergiendo <strong>de</strong> su interminable mundo<br />

don<strong>de</strong> se es niño cada vez que se quiere.<br />

En este pequeño espacio don<strong>de</strong> todo conspira<br />

para que la felicidad te <strong>de</strong>je sin nombre<br />

existe mi madre,<br />

que remienda un buen recuerdo<br />

a la camisa <strong>de</strong>l tiempo<br />

o prepara en su cocina<br />

el siguiente bocado que espante mis miedos.<br />

En la casa <strong>de</strong> mis padres hay cuartos <strong>de</strong> visita,<br />

para que las huellas <strong>de</strong>l alma <strong>de</strong>scansen<br />

aunque sea solo por una noche,<br />

hay árboles y flores que simulan<br />

perdonar a sus enemigos.<br />

Hay muchas ventanas<br />

por don<strong>de</strong> marcha un aire <strong>de</strong>snudo<br />

para que los pulmones <strong>de</strong> los más pequeños<br />

se llenen <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>zas.<br />

Es en esta casa,<br />

la <strong>de</strong> mis padres,<br />

don<strong>de</strong> vuelvo la mirada al horizonte<br />

y abrazo los puentes <strong>de</strong> mi infancia.


WALDERMAR ROMERO<br />

Escritor joven<br />

Hoy en día sigue vigente la<br />

i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que hay grupos que<br />

socialmente comparten<br />

una hegemonía <strong>de</strong> rebeldía<br />

transformadora. Es <strong>de</strong>cir<br />

si no cambian algo a nivel social por lo<br />

menos brillan con solo vestir y pensar<br />

diferente.<br />

Michael Maffesoli en su libro Tribus<br />

urbanas: el <strong>de</strong>clive <strong>de</strong>l individualismo<br />

en la sociedad <strong>de</strong> masas, nos habla<br />

<strong>de</strong> manera escueta sobre los cambios<br />

rápidos y efervescentes en la sociedad.<br />

También toca cómo la sociedad necesita<br />

un canal <strong>de</strong> expresión <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un<br />

ambiente estable.<br />

En los últimos 25 años, San Salvador, El<br />

Salvador, ha sido un laboratorio social<br />

en cuanto al surgimiento y proliferación<br />

<strong>de</strong> distintos grupos juveniles que visten<br />

y mantienen un pensamiento similar. Se<br />

podría enlistar cada grupo <strong>de</strong> la siguiente<br />

manera: hippies, punks, rastafaris, emos,<br />

metaleros, hípsters, otakus, sketters,<br />

gitanos malabaristas. Y ahora ha<br />

surgido un grupo que <strong>de</strong> alguna manera<br />

conservan cierto grado <strong>de</strong> voz liberal<br />

en el plano social: los “swag”. Estos se<br />

caracterizan por divagar y establecer<br />

puntos <strong>de</strong> encuentros efímeros en los<br />

centros comerciales <strong>de</strong> San Salvador.<br />

Ahora bien creo que se tendrían que<br />

abolir ciertos estereotipos marcados<br />

por ciertos estudiosos en materia <strong>de</strong><br />

psicología social ya que estos colectivos<br />

urbanos aún conservan cierto humanismo<br />

y conviven libremente, que para muchos<br />

extractos sociales se ha ido perdiendo en<br />

el transcurso <strong>de</strong> este siglo. La mayoría<br />

<strong>de</strong> estos grupos juveniles se concentran<br />

en las periferias, se introducen en las<br />

gran<strong>de</strong>s avenidas, parques y alre<strong>de</strong>dores<br />

<strong>de</strong> los centros comerciales. Algunos <strong>de</strong><br />

ellos son estudiantes y los otros más<br />

| Artículo |<br />

La voz <strong>de</strong> la calle: Las tribus<br />

urbanas como expresión social<br />

simplemente no estudian. Un gran<br />

número no son in<strong>de</strong>pendientes; por<br />

tanto viven con su familia; <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n<br />

económicamente <strong>de</strong> ellos. Hay otros<br />

casos que sobreviven <strong>de</strong> las remesas que<br />

les mandan los familiares migrantes que<br />

viven en Estados Unidos.<br />

En la década <strong>de</strong> 1990, la urbe se expan<strong>de</strong><br />

En la década <strong>de</strong> 1970, el hipismo cobró<br />

gran relevancia en San Salvador <strong>de</strong>bido<br />

a la relación que tenían estos grupos con<br />

el consumo <strong>de</strong> drogas alucinógenas.<br />

La mayoría <strong>de</strong> estos jóvenes eran<br />

estudiantes universitarios <strong>de</strong> clase<br />

media alta y generalmente simpatizaban<br />

políticamente con la izquierda. Ya en<br />

la década <strong>de</strong> 1980, se marcó un antes<br />

y un <strong>de</strong>spués en la historia social <strong>de</strong> El<br />

Salvador. El surgimientos <strong>de</strong> grupos<br />

metaleros vino a establecerse como<br />

una ola nueva <strong>de</strong> grupos suburbanos.<br />

En ese entonces, en muchos espacios<br />

alternativos <strong>de</strong> la época, un conflicto<br />

armado <strong>de</strong> tintes geo políticos se<br />

exten<strong>de</strong>ría por doce años.<br />

El conflicto bélico propició la migración<br />

<strong>de</strong> muchos salvadoreños a países <strong>de</strong>l<br />

norte, sobre todo a Estados Unidos.<br />

Ya en el norte a los salvadoreños los<br />

trataron como a ciudadanos <strong>de</strong> segunda<br />

clase o in<strong>de</strong>seables <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que aarivaron<br />

a tierras norteñas. Con el tiempo<br />

dichos migrantes fueron <strong>de</strong>portados a<br />

El Salvador y siguieron siendo parte<br />

y ahora fortaleciendo y expandiendo<br />

grupos <strong>de</strong>lictivos en su tierra <strong>de</strong> origen.<br />

Se llamaron “maras”. O sea, el crimen<br />

también se globalizó.<br />

Los “maras” son grupos totalmente<br />

ajenos al resto <strong>de</strong> las otras culturas suburbanas<br />

y que ahora se les conoce como<br />

“tribus urbanas”. En la década <strong>de</strong> 1990,<br />

se asoció —<strong>de</strong> manera ingenua— a los<br />

distintas agrupaciones sociales en San<br />

Salvador. Se crearon y mantuvieron<br />

estereotipos mal infundados. Se creyó<br />

| De Aztlán a Cuzcatlán |<br />

que los metaleros, hippies, punk eran la<br />

imagen indiscutible <strong>de</strong> los pandilleros.<br />

Sin embargo, sociológicamente resulta<br />

en un estereotipo distorsionado <strong>de</strong>l<br />

concepto <strong>de</strong> tribus urbanas.<br />

Por su parte, en la década <strong>de</strong> 1990, los<br />

centros comerciales se expandieron por<br />

las zonas periféricas <strong>de</strong> la capital. Con<br />

el tiempo los centros comerciales se<br />

convirtieron en incubadoras y fortaleza<br />

<strong>de</strong> las tribus urbanas en asenso. Al<br />

mismo tiempo, con la <strong>de</strong>mocratización<br />

<strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> comunicación,<br />

surgieron grupos que hasta el <strong>20</strong>00 se<br />

mantenían <strong>de</strong>sconocidos.<br />

El boom <strong>de</strong> los centros comerciales<br />

La década <strong>de</strong> 1990 mantiene la<br />

expansión <strong>de</strong> centros comerciales <strong>de</strong>bido<br />

a que los grupos juveniles <strong>de</strong> distintos<br />

extractos sociales convergían en un solo<br />

punto: el centro comercial. También se<br />

urbanizaron muchos puntos <strong>de</strong> encuentro<br />

hasta ese entonces <strong>de</strong>sconocidos en<br />

las colonias y barrios. Los jóvenes<br />

comenzaron a apropiarse espacios y se<br />

volvieron más itinerantes. Iban <strong>de</strong> un<br />

centro comercial a otro. Mas también<br />

se les comenzó a ver <strong>de</strong>spectivamente<br />

como indigentes, y se les conocía como<br />

“malabaristas urbanos”. Estos eran<br />

jóvenes que <strong>de</strong>mostraban sus <strong>de</strong>strezas<br />

circenses en los semáforo para obtener<br />

dinero y financiar sus estudios.<br />

A partir <strong>de</strong>l <strong>20</strong>00, tanto los malabaristas<br />

urbanos como los otakus —es <strong>de</strong>cir<br />

jóvenes que disfrutan las animaciones<br />

y cultura japonesa— visten como<br />

personajes anime y gustan <strong>de</strong> accesorios<br />

relacionados a estos. Ellos cobraron<br />

protagonismo a partir <strong>de</strong>l fenómeno<br />

comercial <strong>de</strong> la caricatura Pokemon<br />

que universalizó el anime en occi<strong>de</strong>nte.<br />

Hasta la fecha han seguido surgiendo<br />

más centros comerciales y se pue<strong>de</strong>n<br />

presenciar más diversidad <strong>de</strong> sub grupos<br />

<strong>de</strong> culturas urbanas.<br />

Presión y migración por el fenómeno<br />

<strong>de</strong> las Maras<br />

A medida fueron creciendo los distintos<br />

grupos urbanos en todo plano social en<br />

el gran san salvador, también fueron<br />

creciendo las pandillas en distintas<br />

urbanizaciones tanto centrales como<br />

occi<strong>de</strong>ntales en todo el país , estos<br />

grupos <strong>de</strong>lictivos en un principio<br />

conformado por migrantes <strong>de</strong>portados<br />

<strong>de</strong> estados unidos, y con el tiempo por<br />

jóvenes que crecieron entre los años<br />

1992 -<strong>20</strong>01<br />

Posteriormente fueron reclutados por<br />

li<strong>de</strong>res <strong>de</strong> pandillas bajo parámetros <strong>de</strong><br />

inestabilidad tanto social como en su<br />

núcleo familiar, así fueron presionando<br />

, oprimiendo y <strong>de</strong>splazando a otros<br />

jóvenes que no formaban parte <strong>de</strong> estos<br />

grupos, la razón evi<strong>de</strong>nte claro esta, por<br />

su forma <strong>de</strong> vestir, actitu<strong>de</strong>s I<strong>de</strong>ológicas<br />

(afinida<strong>de</strong>s políticas) i<strong>de</strong>ales Indie<br />

(perspectivas alternativas) <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

nuestros contexto social y básicamente<br />

“ser diferente” <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un barrio , se<br />

convirtieron <strong>de</strong> esta manera en un foco<br />

<strong>de</strong> ataques y <strong>de</strong> extorciones <strong>de</strong> parte <strong>de</strong><br />

las maras,<br />

esto obligo a muchas jóvenes en la<br />

necesidad <strong>de</strong> un éxodo <strong>de</strong> colonia en<br />

colonia y en otros casos mas severos<br />

en la migración forzada a los Estados<br />

Unidos para proteger sus familias y con<br />

esto queda <strong>de</strong>mostrado un hecho social<br />

claro y muy tangible en este tiempo,<br />

la migración que se ha propiciado en<br />

los últimos diez años <strong>de</strong>bido a los<br />

ataques perpetrados hacia las tribus<br />

urbanas por estos grupos <strong>de</strong>lictivos, el<br />

<strong>de</strong>splazamiento urbano que ha marcado<br />

un antes y un <strong>de</strong>spués en la historia social<br />

en algunos países Centro Americanos,<br />

a llevado a <strong>de</strong>sintegración modular<br />

<strong>de</strong> muchas familias en la capital <strong>de</strong> el<br />

salvador y tomando en cuenta los pocos<br />

mecanismo culturales emprendidos por<br />

entida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l estado para sub sanar esta<br />

fisura social,<br />

La tribus urbanas han emprendido una<br />

lucha en pro <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>ntidad como voz<br />

social, y a si también erradicar la postura<br />

<strong>de</strong> algunos grupos mas conservadores<br />

que señalan a muchos miembros <strong>de</strong><br />

estas tribus, como el caso <strong>de</strong> los Punks,<br />

Rockeros metaleros, Skater boy,<br />

<strong>de</strong> pandilleros y narcotraficante, se<br />

mantiene aun esa lucha por abolir estos<br />

paradigmas a nivel social-cultural.<br />

La nueva era<br />

La “era <strong>de</strong> las tribus” <strong>de</strong>l profesor<br />

Maffesoli agrega que este tiempo se<br />

caracteriza por grupos gregarios o<br />

grupúsculos, don<strong>de</strong> todas las relaciones<br />

se vuelven inestables y efímeras. Esto<br />

es el resultado <strong>de</strong> la ruptura social al<br />

cual cada generación obe<strong>de</strong>ce y abarca<br />

un híbrido entre clase media alta y<br />

extractos sociales muy bajos. Cabe<br />

<strong>de</strong>stacar que la re<strong>de</strong>s sociales se han<br />

convertido ahora para todos estos “<br />

grupúsculos” en un canal <strong>de</strong> emociones<br />

e i<strong>de</strong>ologías así como también en hechos<br />

banales y triviales <strong>de</strong> sus vidas, así como<br />

rebosantes <strong>de</strong> “aventuras” en centros<br />

comerciales.<br />

La diversidad sexual para algunos<br />

grupos se maneja <strong>de</strong> manera más suelta<br />

y con libertad total en esta nueva era.<br />

Y esta podría consi<strong>de</strong>rarse una parte<br />

importante <strong>de</strong> las transformaciones<br />

sociales que han experimentado alguno<br />

<strong>de</strong> estos colectivos.<br />

Las tribus urbanas están transformándose<br />

incesantemente en el seno una sociedad<br />

<strong>de</strong> masas en un país como El Salvador.<br />

País socialmente convulsionado,<br />

políticamente miope y culturalmente<br />

ingenuo. El Salvador es un buen<br />

ejemplo <strong>de</strong> la cultura post mo<strong>de</strong>rna<br />

urbana. A estas alturas, creo que no<br />

existen <strong>de</strong>finiciones precisas sobre las<br />

“tribus urbanas”. Es más, ahora se ha<br />

empezado a <strong>de</strong>l neo tribalismo urbano.<br />

Esperemos que con el tiempo y los<br />

procesos históricos por establecerse<br />

nos podrán <strong>de</strong>cir que <strong>de</strong> ciertas eran los<br />

acercamientos y <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> todas<br />

estas tribus.<br />

◊<br />

Wal<strong>de</strong>mar Romero. Joven poeta<br />

salvadoreño. Fundador <strong>de</strong>l Círculo<br />

literario Mishima para promoción y<br />

difusión <strong>de</strong> la literatura joven, en San<br />

Salvador. Es realizador audiovisual<br />

<strong>de</strong> dos cortometrajes y trabajó como<br />

periodista en la página Contracultura.<br />

Memoria pasada - olvido presente<br />

El 24 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1932, el<br />

futuro padre <strong>de</strong> F. T. salió a<br />

dar un paseo por la ciudad.<br />

Se disipaban los temores <strong>de</strong><br />

asedio policial que habían acechado la<br />

capital al inicio <strong>de</strong>l año. Seis semanas<br />

antes, <strong>de</strong> reojo ante el pavor, había<br />

observado las humil<strong>de</strong>s exequias <strong>de</strong> un<br />

personaje ilustre. Bajo una llovizna tan<br />

fina como la <strong>de</strong>l genio que se honraba,<br />

se recitaron loas barrocas en su<br />

honor. A exaltar su temple sin reparo,<br />

acudieron escritores <strong>de</strong> renombre. Se<br />

reunieron el censor <strong>de</strong> prensa oficial y<br />

el autor <strong>de</strong>l título poético <strong>de</strong> la nación,<br />

junto a quien recomendaría morir a fin<br />

<strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>r la muerte. Para sosegar<br />

el insistente réquiem —personal y<br />

colectivo— había <strong>de</strong>cidido vagar por<br />

el centro <strong>de</strong> la ciudad. Lo encontraba<br />

renovado y prístino luego <strong>de</strong> meses<br />

<strong>de</strong> encierro. De un retiro productivo<br />

por el tinte que manchaba el lienzo.<br />

Recorrió un antiguo barrio que evocaba<br />

huertos <strong>de</strong>saparecidos. Los vergeles<br />

los fantaseaba exóticos en su recorrido,<br />

abarrotados <strong>de</strong> enreda<strong>de</strong>ras perfumadas<br />

que rozaban los tapiales en ruinas. Los<br />

viveros extintos los recortaba un río,<br />

mítico también, en su recordación<br />

florida <strong>de</strong> plantas que on<strong>de</strong>aban a sus<br />

orillas. Los vegetales, difuntos ahora<br />

ante el <strong>de</strong>rrame urbano, irrumpían a<br />

guisa <strong>de</strong> su <strong>de</strong>seo. En la barriada se<br />

congregaban los grupos más disímiles.<br />

No le fascinaban quienes eran, sino los<br />

suponía tan distantes <strong>de</strong> sí mismo que<br />

casi sólo los percibía en su encanto<br />

RAFAEL LARA-MARTÍNEZ<br />

New Mexico Tech,<br />

soter@nmt.edu<br />

Des<strong>de</strong> Comala siempre…<br />

sensual femenino.<br />

Las imaginaba<br />

en arco iris,<br />

mientras invertía<br />

un verso clásico.<br />

“Yo te quiero<br />

oscura; yo te<br />

quiero morena, te<br />

quiero blonda; yo<br />

te quiero ver<strong>de</strong>; yo te quiero pálida”.<br />

“Ojos <strong>de</strong> ajenjo; senos <strong>de</strong> mármol;<br />

trenzas multicolores; pestañas negras”.<br />

“Siluetas en pentagrama, capaces <strong>de</strong><br />

conturbar mis sentidos varoniles”.<br />

Ahí cayó flácido ante “la noche negra<br />

<strong>de</strong> tu cuerpo” femenino. En esa<br />

alborada <strong>de</strong> sopor esbozó la ponencia<br />

que leería en octubre, junto a otro<br />

colega que había entonado el réquiem<br />

en coral gregoriano. Discurría i<strong>de</strong>as<br />

<strong>de</strong>scabelladas, entre ruidos extremos<br />

<strong>de</strong> la carcajada al llanto ambos<br />

legendarios. “Cervantes, Shakespeare,<br />

Dante… ¿será preciso leer sus<br />

portentosas obras <strong>de</strong> literatura, para<br />

afirmar su gran<strong>de</strong>za? Si admiro lo que<br />

ignoro, mi incultura yo la suplo con mi<br />

poco <strong>de</strong> intuición”. Acaso lo subjetivo<br />

<strong>de</strong>l sentimiento le inspiraría el tema a<br />

tratar. Revertiría el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la materia<br />

al espíritu, al sugerir lo interior como<br />

móvil <strong>de</strong> lo externo. De nuevo, en su<br />

retiro absorto, pensaba. En un pequeño<br />

cua<strong>de</strong>rno escribía que la soledad le<br />

confiaría el método. Su fina caligrafía<br />

anotaba “si la ciencia conduce <strong>de</strong>l<br />

exterior al interior, <strong>de</strong> la materia<br />

al espíritu, la filosofía revierte el<br />

trayecto”. Por una técnica alternativa,<br />

suplementaría el análisis objetivo. Le<br />

interesaba “su propia subjetividad”<br />

que “veía proyectada” en “ese mundo<br />

externo <strong>de</strong>l materialismo”. No negaba<br />

lo natural ni lo social, pero su saber<br />

lo distinguía en el ensimismamiento.<br />

A contrapunto <strong>de</strong> toda política<br />

hablaría <strong>de</strong> “la liberación hacia sí<br />

mismo”. Por esta introspección,<br />

ante una audiencia selecta y poco<br />

numerosa, el 24 <strong>de</strong> octubre acudió a la<br />

Universidad Nacional a conmemorar<br />

un doble centenario. No le preocupaba<br />

<strong>de</strong>sconocer la obra festejada, le<br />

bastaba evocarla en su introversión. El<br />

evento que hoy celebraba el recuerdo<br />

—“el festival <strong>de</strong> la inteligencia”—<br />

mañana se llamaría olvido. Viceversa,<br />

“los imprevistos y fatales sucesos” sin<br />

memoria los consignarían los informes<br />

futuros. Presentía que tal era el sino<br />

<strong>de</strong> la historia. La memoria pasada la<br />

recubría el olvido <strong>de</strong>l presente. “Nadie<br />

recordará las alianzas que aquí fragua<br />

una memoria en común”, predijo,<br />

“como nadie evocará “la negra noche<br />

<strong>de</strong> tu cuerpo” en un mundo que ignora<br />

la tersura <strong>de</strong> tu raza”.<br />

Sábado <strong>20</strong> / febrero / <strong>20</strong>16 TRESMIL 7


MARIO CASTRILLO<br />

escritor<br />

Inmerso en una habitación,<br />

lee <strong>de</strong>tenidamente un<br />

cuento. De cuando en<br />

vez levanta la vista para<br />

observar uno <strong>de</strong> los rostros<br />

<strong>de</strong> sus acompañantes. Otras<br />

veces observa el rayo <strong>de</strong> sol que<br />

entra por la ventana abierta y<br />

trepa elevándose <strong>de</strong> su posición<br />

supina hasta alcanzar personas<br />

conversando y una mesa con<br />

retratos <strong>de</strong> otras personas que ahora<br />

están entre los muertos. Cuando<br />

mira las caras <strong>de</strong> sus acompañantes<br />

se entretiene en pequeños <strong>de</strong>talles:<br />

los ojos <strong>de</strong> vidrio ahumado tras<br />

los cuales no había nadie, nadie,<br />

nadie. El mismo nos dice, sobre<br />

los pequeños <strong>de</strong>talles: “entonces<br />

yo pu<strong>de</strong> mirarle la boca, que<br />

era muy gran<strong>de</strong>. El movimiento<br />

<strong>de</strong> los labios, estirándose hacia<br />

los costados, parecía que no<br />

terminaría más; pero mis ojos<br />

recorrían con gusto toda aquella<br />

distancia <strong>de</strong> rojo húmedo”. Otras<br />

levanta la cara <strong>de</strong>l libro que lee y<br />

ve palomas revoloteando tras las<br />

ventanas alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> una estatua.<br />

En otra ocasión que levanta la<br />

vista <strong>de</strong> su lectura cree observar<br />

llamas sobre la superficie <strong>de</strong> una<br />

mesa <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, que finalmente<br />

resulta ser un florero con flores<br />

rojas y amarillas sobre las cuales<br />

se <strong>de</strong>rrama un rayo potente <strong>de</strong><br />

sol estallando. Ve una mujer que<br />

recuesta la cabeza contra la pared<br />

y la cabellera ondulada se <strong>de</strong>sliza<br />

como una enreda<strong>de</strong>ra sobre la<br />

pared <strong>de</strong> una casa muy vieja. Eso<br />

le hace recordar a<br />

la mujer <strong>de</strong>l cuento<br />

que leía: obsesionada<br />

se dirigía por las<br />

noches a un puente<br />

con la intención <strong>de</strong><br />

suicidarse pero –<br />

como en una historia<br />

<strong>de</strong> Rodolfo Usiglisiempre<br />

había un<br />

obstáculo que le<br />

impedía alcanzar a la<br />

muerte.<br />

Finalmente termina<br />

el cuento que estaba<br />

leyendo y la gente lo<br />

ro<strong>de</strong>a y lo llena <strong>de</strong><br />

comentarios diversos.<br />

Uno cuenta otra<br />

historia; otro la<br />

crítica; entabla<br />

diálogos con una<br />

mujer atractiva.<br />

Le pi<strong>de</strong>n <strong>de</strong>spués<br />

que toque el piano<br />

a lo cual acce<strong>de</strong><br />

prontamente. Es<br />

<strong>de</strong>tenido por los<br />

llantos <strong>de</strong> una mujer<br />

que pi<strong>de</strong> no toquen<br />

música porque no<br />

la ha oído <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

la muerte lejana <strong>de</strong><br />

su esposo. A esa<br />

“Así discurren<br />

los cuentos<br />

<strong>de</strong> Felisberto<br />

Hernán<strong>de</strong>z,<br />

entre la<br />

naturalidad y el<br />

asombro, entre la<br />

i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong><br />

pequeños <strong>de</strong>talles y sus<br />

posibles significados”<br />

altura <strong>de</strong> las cosas los invitados<br />

empiezan a irse. Él se queda con<br />

otros hablando cada vez más en<br />

voz baja. La oscuridad va llenando<br />

la sala y nadie encendía las<br />

lámparas. Cuando se dispone a irse<br />

la sobrina <strong>de</strong>l anfitrión lo <strong>de</strong>tiene<br />

por la manga <strong>de</strong>l saco y le dice<br />

que tiene que hacerle un encargo,<br />

recostando la cabeza en la pared<br />

<strong>de</strong>l zaguán. La misma mujer con<br />

quien antes había discutido sobre<br />

si un árbol pue<strong>de</strong> o no sacarse a<br />

pasear como acompañante un día<br />

cualquiera. Ella opinaba que era<br />

factible. Bastaba con que el árbol<br />

se repitiera a largos intervalos<br />

y siempre lo tendríamos cerca.<br />

Afirma la mujer que el árbol no<br />

solo se repite a largos pasos sino<br />

que se repite indicándonos el<br />

camino y que más allá se juntan<br />

todos ellos y se asoman a lo lejos<br />

para vernos pasar.<br />

Así discurren los cuentos <strong>de</strong><br />

Felisberto Hernán<strong>de</strong>z, entre la<br />

naturalidad y el asombro, entre<br />

la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> pequeños<br />

<strong>de</strong>talles y sus posibles significados.<br />

La naturalidad <strong>de</strong>l asombro es<br />

constante y cara a Felisberto,<br />

músico <strong>de</strong> salas <strong>de</strong> cine mudo <strong>de</strong><br />

provincias <strong>de</strong> Uruguay, Argentina y<br />

Brasil, en don<strong>de</strong> brinda conciertos<br />

<strong>de</strong> piano. El Asombro surge al<br />

<strong>de</strong>scubrir en una situación normal<br />

pequeños raros intersticios, como<br />

una rendija en el Tiempo, que<br />

brinda a los sucesos cotidianos otra<br />

dimensión. Rendija a través <strong>de</strong> la<br />

cual observan no muchas personas.<br />

Evento que se <strong>de</strong>sarrolla en una<br />

atmósfera don<strong>de</strong> no se le esperaba,<br />

que sale <strong>de</strong> lo cotidianeidad,<br />

provocado por una<br />

situación extraña,<br />

muy extraña. Así<br />

8 TRESMIL Sábado <strong>20</strong> / febrero / <strong>20</strong>16<br />

son los cuentos<br />

<strong>de</strong> Felisberto<br />

Hernán<strong>de</strong>z.<br />

Situaciones<br />

inesperadas que<br />

a él le parecen<br />

normales como<br />

cuando en el cuento<br />

El Acomodador, le<br />

dirigen la siguiente<br />

pregunta en medio<br />

<strong>de</strong> una reunión: “<br />

Mi hija lo invitó<br />

a venir a este<br />

lugar?” A lo que<br />

él respon<strong>de</strong> “No<br />

señor. Yo venía a<br />

ver estos objetos…<br />

y ella me caminaba<br />

por encima…”<br />

respuesta propia<br />

<strong>de</strong> un Cronopio <strong>de</strong><br />

Julio Cortázar.<br />

Y es que algo<br />

tiene que ver<br />

con este escritor<br />

argentino. Maestro<br />

<strong>de</strong>l extrañamiento,<br />

Cortázar nos dice:<br />

“Yo vi siempre<br />

el mundo <strong>de</strong> una<br />

| artículo |<br />

NADIE ENCENDÍA<br />

LAS LÁMPARAS<br />

Un cuento <strong>de</strong><br />

Felisberto Hernán<strong>de</strong>z<br />

manera distinta, sentí siempre,<br />

que entre dos cosas que parecen<br />

perfectamente <strong>de</strong>limitadas y<br />

separadas, hay intersticios por los<br />

cuales, para mí al menos, pasaba,<br />

se colaba, un elemento, que no<br />

podía explicarse con leyes, que no<br />

podía explicarse con lógica, que no<br />

podía explicarse con la inteligencia<br />

razonante”. Un rompimiento<br />

imprevisible <strong>de</strong>l continuo<br />

cotidiano. Tal la vida misma <strong>de</strong><br />

Felisberto, que se casa con María<br />

Luisa <strong>de</strong> las Heras, agente soviética<br />

<strong>de</strong> la Guerra Fría, veterana <strong>de</strong> la<br />

Guerra Civil española, que teje su<br />

red <strong>de</strong> espionaje encubierta como<br />

su esposa, modista y ven<strong>de</strong>dora<br />

<strong>de</strong> antigüeda<strong>de</strong>s para infiltrarse<br />

en la alta sociedad uruguaya, y<br />

Felisberto no sabe nunca nada <strong>de</strong><br />

eso.<br />

Suele rememorar para dar rienda<br />

suelta a sus historias. Tiene<br />

una peculiar manía <strong>de</strong> ligarse<br />

estrechamente con el Tiempo y <strong>de</strong><br />

darle primordial importancia a los<br />

objetos inertes, con la finalidad <strong>de</strong><br />

hacernos experimentar emociones y<br />

sensaciones. Felisberto Hernán<strong>de</strong>z<br />

no ejercita una prosa dilatada.<br />

La brevedad es su encanto. Ítalo<br />

Calvino ha dicho que él es: “un<br />

escritor que no se parece a nadie:<br />

a ninguno <strong>de</strong> los europeos y a<br />

ninguno <strong>de</strong> los latinoamericanos, es<br />

un ‘francotirador’ que <strong>de</strong>safía toda<br />

clasificación y todo marco, pero<br />

se presenta como inconfundible al<br />

abrir sus páginas”. No en vano su<br />

obra ha sido publicada en alemán,<br />

inglés, francés, italiano, portugués<br />

y griego. Felisberto Hernán<strong>de</strong>z<br />

nace en 1902 en la ciudad <strong>de</strong><br />

Montevi<strong>de</strong>o, en don<strong>de</strong> muere<br />

sesenta y un años <strong>de</strong>spués atacado<br />

inmisericor<strong>de</strong>mente <strong>de</strong> leucemia.

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