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Suplemento Cultural Tres Mil 30 de Enero de 2016

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NO. 1335 / SÁBADO <strong>30</strong> / ENERO / <strong>2016</strong> FUNDADO EL 24 DE MARZO DE 1990<br />

FOTOGRAFÍA<br />

>Illaria Tosello,<br />

CUANTO ESPACIO DE MAR<br />

(España)


“Cada uno <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> todos los individuos se realizan por tres únicas razones: por honor, por dinero o por amor” (NAPOLEÓN BONAPARTE)<br />

Los libreros<br />

y viajes al Centro<br />

Cuando a uno le gusta leer es capaz <strong>de</strong> convertirse<br />

en un arqueólogo en busca <strong>de</strong> tesoros. Esos<br />

tesoros que llamamos libros y son verda<strong>de</strong>ros<br />

portales para otros mundos. El <strong>de</strong>talle es que<br />

para el resto <strong>de</strong> personas que no les agrada leer somos<br />

consi<strong>de</strong>rados “seres extraños”. Quizá tengan razón, quizá.<br />

Mientras crecía no me preocupé tanto por encontrar libros,<br />

en esas eda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrimientos los estantes <strong>de</strong> las casas<br />

<strong>de</strong> mis abuelos eran suficientes. Sin embargo, al crecer la<br />

historia trajo nuevas aventuras.<br />

La curiosidad creció conforme fui <strong>de</strong>scubriendo que la<br />

biblioteca <strong>de</strong> casa se quedaba corta, y <strong>de</strong> que el mundo <strong>de</strong><br />

los libros era inmensamente ancha. Incluso resultó todo<br />

un impacto el día en que Evelyn Pastori me obsequió una<br />

antología <strong>de</strong> Rubén Darío y un libro <strong>de</strong> Gustavo Adolfo<br />

Becquer. El primero lo conocía, mi mamá recitaba algunos<br />

<strong>de</strong> sus poemas, pero <strong>de</strong> Becquer no sabía nada.<br />

Al superar la adolescencia el nombre <strong>de</strong> autores comenzó<br />

a <strong>de</strong>sbordarse, eran cientos <strong>de</strong> apellidos que jamás había<br />

pronunciado y aquel trío que nos guío en el mundo literario<br />

(Geovani Galeas, Carlos Santos y Ricardo Lindo) compartió<br />

sus tesoros. Galeas me hizo conocer a Jorge Luis Borges y a<br />

Arturo Pérez Reverte, don Ricardo nos compartió a Herman<br />

Melville, mientras que Santos me <strong>de</strong>jó su biblioteca al<br />

marcharse <strong>de</strong> nuevo a Canadá. Así que los libros comenzaron<br />

Bitácora<br />

MAURICIO VALLEJO MÁRQUEZ<br />

COORDINADOR<br />

SUPLEMENTO TRES MIL<br />

a inundar mis horas, pero se fueron haciendo pocos y el<br />

hambre por más autores no se saciaba.<br />

Las librerías no siempre tienen los autores que uno busca,<br />

aunque a veces nos ofrecen buenas opciones. Un día en<br />

medio <strong>de</strong> esas incansables búsquedas me encontré con<br />

un manantial en pleno Centro <strong>de</strong> San Salvador: don Jesús<br />

Villegas, o como le llamamos todos sus clientes don<br />

Chusito, el dueño <strong>de</strong> la Segunda Lectura, quien se hizo mi<br />

principal proveedor. Don Chusito no sólo me conseguía los<br />

libros que yo buscaba, también me recomendaba narradores,<br />

ensayistas. El hombre sabía <strong>de</strong> libros. A veces me escapaba<br />

<strong>de</strong>l trabajo por unos <strong>30</strong> minutos para escarbar entre las pilas<br />

<strong>de</strong> libros y polvo, y pesqué buenas obras y más <strong>de</strong> alguna<br />

alergia. Con el tiempo ya no he vuelto a la Segunda Lectura,<br />

pero siempre recomiendo a la gente que lo visite. Espero<br />

pronto bajar hasta allá, quizá el pueda ayudarme a conseguir<br />

La mancha humana <strong>de</strong> Phillip Roth y algún libro <strong>de</strong> Toni<br />

Morrison.<br />

Claro que no todo está perdido, porque ahora existen jóvenes<br />

libreros y poetas que me sacan <strong>de</strong> apuros como el caso <strong>de</strong><br />

Alberto López Serrano y Wally Romero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Maktub,<br />

quienes siempre tienen alguna sorpresa bajo la manga.<br />

Así que no <strong>de</strong>jamos <strong>de</strong> leer. Aunque, como dice Carlos<br />

Fuentes no logremos leer todo lo queramos en esta vida,<br />

seguiremos leyendo un buen rato más.<br />

@vallejomarquez<br />

vallejomarquez.blogspot.com<br />

Mauricio Vallejo Márquez<br />

Un crimen y una equivocación: Chivo expiatorio<br />

En el libro Memorias <strong>de</strong> Fouché<br />

1759-1820 se relata el siguiente<br />

evento durante la consolidación<br />

<strong>de</strong>l imperio napoleónico (fragmentos):<br />

“es preciso aterrorizar o perecer” –Napoleón<br />

Bonaparte-… “Supe al día siguiente<br />

que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi partida se había celebrado<br />

consejo, y que durante la noche<br />

Savary había procedido a la ejecución<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sgraciado príncipe. Se hablaba <strong>de</strong><br />

circunstancias atroces. Savary se había<br />

resarcido, según <strong>de</strong>cían, <strong>de</strong> que se le<br />

hubiese escapado su presa en Normandía,<br />

don<strong>de</strong> tuvo la ilusión <strong>de</strong> atraer al cepo,<br />

mediante los hilos <strong>de</strong> la conspiración <strong>de</strong><br />

Cadoubal, al duque <strong>de</strong> Berry y al con<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong> Artois, a quienes hubiese sacrificado<br />

<strong>de</strong> más buena gana que al duque <strong>de</strong><br />

Enghien. Réal me aseguró que él lo cogió<br />

tan <strong>de</strong> sorpresa la ejecución nocturna,<br />

que a la mañana siguiente había ido a<br />

Vincennes, esperando llevar al príncipe<br />

a la Malmasion, imaginándose que el primer<br />

cónsul acabaría este gran negocio <strong>de</strong><br />

un modo magnánimo. Pero a Bonaparte<br />

le pareció indispensable aquel golpe <strong>de</strong><br />

Estado para atemorizar Europa y <strong>de</strong>struir<br />

todos los gérmenes <strong>de</strong> conspiración<br />

contra su persona. La indignación que<br />

yo había previsto estalló <strong>de</strong>l modo más<br />

sangriento. No fui yo, por cierto, quién<br />

expresó con menos paliativos sobre este<br />

atentado, que atropellaba el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong><br />

Como hijo <strong>de</strong> pobre<br />

“Como hijo <strong>de</strong> pobre” se titula una popular<br />

prosa <strong>de</strong>l escritor, periodista y empresario<br />

uruguayo Constancio C. Vigil (1876-1954),<br />

fecundo responsable <strong>de</strong> medio centenar <strong>de</strong> libros,<br />

<strong>de</strong>dicados a los niños, y exitoso fundador <strong>de</strong> la<br />

Editorial Atlántida, que tantas revistas produjo,<br />

entre ellas, la muy apreciada “Billiken” (1919).<br />

Dos personajes extraordinarios nacieron <strong>de</strong> la<br />

pluma y <strong>de</strong> la imaginación inagotable <strong>de</strong> Vigil:<br />

“El mono relojero” y “La hormiguita viajera”,<br />

que hicieron la <strong>de</strong>licia <strong>de</strong> generaciones <strong>de</strong><br />

pequeños lectores.<br />

La composición citada, la conocí, en la infancia,<br />

gracias al celo <strong>de</strong> mis padres, que no sólo me<br />

la hicieron memorizar y recitar, sino colocar<br />

en un lugar <strong>de</strong>l comedor <strong>de</strong> la antigua casa <strong>de</strong><br />

San Salvador. Decía el referido texto: “Es<br />

absolutamente necesario que se comprenda el<br />

error <strong>de</strong> aquellos padres que se proponen darle<br />

al hijo felicidad, como quien da un regalo.<br />

Lo más que se pue<strong>de</strong> hacer es encaminarlo<br />

hacia ella, para que él la conquiste. Difícil,<br />

casi imposible, será <strong>de</strong>spués. Cuanto menos<br />

trabajo se tomen los padres en los primeros<br />

años, más, muchísimo más, tendrán en lo futuro.<br />

Habitúalo, madre, a poner cada cosa en su sitio,<br />

y a realizar cada acción a su tiempo. El or<strong>de</strong>n<br />

es la primera ley <strong>de</strong>l cielo. Que no esté ocioso,<br />

que lea, que dibuje, que trabaje, que te ayu<strong>de</strong><br />

en alguna tarea, que se acostumbre a ser atento<br />

las naciones y <strong>de</strong> la humanidad. “¡Es<br />

doble mal, porque es un crimen y una<br />

equivocación!” Memorias <strong>de</strong> Foché<br />

/ Joseph Fouché España: Desván <strong>de</strong><br />

Hanta, 2015 pág 175<br />

El relato nos recuerda la guerra civil<br />

<strong>de</strong> los años ochenta en nuestra nación,<br />

con tal fuerza que el asesinato <strong>de</strong> los<br />

sacerdotes jesuitas parece reproducir<br />

Intimissimun<br />

CARALVÁ<br />

FUNDADOR<br />

SUPLEMENTO TRES MIL<br />

aquellas escenas <strong>de</strong>l imperio napoleónico,<br />

ese evento trágico continuará por<br />

generaciones, como un símbolo <strong>de</strong> “un<br />

crimen y una equivocación” como lo<br />

afirmó Foché. Durante la historia <strong>de</strong> la<br />

humanidad existen acciones similares<br />

que fácilmente se pue<strong>de</strong>n encontrar con<br />

un poco <strong>de</strong> voluntad e investigación<br />

histórica.<br />

Los académicos actuales usan el concepto<br />

<strong>de</strong> “Chivo expiatorio” así: “se utiliza<br />

la expresión para <strong>de</strong>nominar a aquél que<br />

ha pagado las culpas <strong>de</strong> otra persona o<br />

y servicial. Deja algo en el suelo para que él<br />

lo recoja; incítalo a limpiar, arreglar, cuidar,<br />

o componer alguna cosa, que te alcance<br />

ciertos objetos que necesites; bríndale, en<br />

fin, las oportunida<strong>de</strong>s para que emplee sus<br />

energías, su actividad, su voluntad, y lo hará<br />

con placer. Críalo como hijo <strong>de</strong> pobre, y lo<br />

enriquecerás; críalo como hijo <strong>de</strong> rico y lo<br />

empobrecerás para toda la vida”.<br />

Y bajo estos preceptos transcurrió mi<br />

educación y crianza. A pesar <strong>de</strong> provenir<br />

<strong>de</strong> un hogar don<strong>de</strong> jamás<br />

Claraboya<br />

ÁLVARO DARÍO LARA<br />

ESCRITOR Y POETA<br />

faltó lo necesario, pues<br />

mi padre fue siempre un profesional y<br />

funcionario <strong>de</strong> gobierno, muy trabajador y<br />

<strong>de</strong>dicado al ámbito familiar, rara vez se me<br />

prodigó en exceso. Mis padres trataron, en<br />

lo posible, <strong>de</strong> inculcarme (como se <strong>de</strong>cía<br />

antes) el valor <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n, el aseo y la bondad<br />

<strong>de</strong> levantarse temprano para empren<strong>de</strong>r las<br />

tareas diarias.<br />

Juguetes, diversiones, entretenimientos,<br />

grupo, librando a estos <strong>de</strong> represalias.<br />

También es posible que la persona víctima<br />

<strong>de</strong> éste fenómeno termine mintiendo su<br />

efectiva responsabilidad para aliviar la<br />

situación pidiendo una especie <strong>de</strong> perdón<br />

o porque recibió una amenaza coactiva,<br />

lo que a veces la empeora y hace difícil<br />

encontrar la verdad confundiéndose a la<br />

víctima como victimario. En Sociología,<br />

el término se utiliza para <strong>de</strong>signar a una<br />

persona o grupo por el cual los más<br />

afectados por la frustración redirigen su<br />

agresión. Un chivo expiatorio también es<br />

conocido como Cabeza <strong>de</strong> turco” –wikipedia-.<br />

El proceso contra los militares salvadoreños<br />

involucrados en ese procedimiento,<br />

no escapa al juicio <strong>de</strong> la historia, algunos<br />

libros incluso parecen <strong>de</strong>velar esa situación:<br />

“nuestro buen nombre y reputación<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n más <strong>de</strong> lo que ocultamos que<br />

<strong>de</strong> lo que revelamos. Todo el mundo comete<br />

errores, pero quienes son realmente<br />

hábiles y sagaces se las arreglan para<br />

ocultarlos y hacer que otros carguen con<br />

la culpa. En tales momentos, siempre se<br />

<strong>de</strong>biera tener a mano un oportuno chivo<br />

expiatorio”. Po<strong>de</strong>r /Robert Greene. Buenos<br />

Aires: Atlántida, 1999. – pág 259<br />

Fe <strong>de</strong> errata:<br />

El sábado anterior se tituló esta columna por error:<br />

“Histeria <strong>de</strong> amor árabe-cristiano”, siendo lo correcto:<br />

“Historia <strong>de</strong> amor árabe-cristiano”. Solicitamos favor<br />

<strong>de</strong> tomar nota.<br />

nunca me fueron negados. Pero siempre,<br />

bajo el criterio que en el mundo existían<br />

personas menos afortunadas, a quienes<br />

<strong>de</strong>bíamos apoyar, volviendo su vida<br />

menos difícil.<br />

Por otra parte, se me estimuló el trabajo,<br />

en alguna temporada navi<strong>de</strong>ña; y<br />

luego, al alcanzar los dieciocho años,<br />

hice mi ingreso laboral, en forma.<br />

La experiencia fue enriquecedora, no<br />

sólo por el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong><br />

seguridad personal y <strong>de</strong> autonomía, sino<br />

por todas las buenas prácticas sociales e<br />

individuales que el trabajo genera.<br />

Es lamentable, que en la actualidad,<br />

pongamos exageradas cortapisas –<br />

institucionales o laborales- para que<br />

los niños y los jóvenes tengan reales<br />

oportunida<strong>de</strong>s salariales. El trabajo educa<br />

y dignifica.<br />

Por <strong>de</strong>sgracia, el mal uso <strong>de</strong> las remesas<br />

-enviadas con tanto sacrificio- y el<br />

peligroso facilismo <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>lictivas, están perdiendo a nuestra<br />

juventud, alejándola <strong>de</strong> la vida honrada,<br />

que construye esforzadamente su<br />

presente y porvenir.<br />

Urge, que como país y como familia,<br />

pongamos <strong>de</strong> moda, nuevamente, el amor<br />

al trabajo; volviendo a una formación<br />

más realista, como <strong>de</strong>cía don Constancio<br />

C. Vigil.<br />

El único suplemento cultural<br />

<strong>de</strong> El Salvador<br />

2 TRESMIL Sábado <strong>30</strong> / enero / <strong>2016</strong><br />

Director Diario Co Latino: Francisco Valencia.<br />

Coordinador: Mauricio Vallejo Márquez.<br />

Colaboradores: Caralvá, José Roberto Cea, Augusto Crespín, Julio Iraheta<br />

Santos, Álvaro Darío Lara, Tirso Canales, Luis Antonio Chávez, Rob Escobar,<br />

Elvis Aviv Guzmán, Wilfredo Arriola y Bilal Arif Portillo. Armando Molina (San<br />

Francisco), Dora Olivia Magaña (Los Ángeles), Rafael Lara-Martínez (Nuevo<br />

México), Manuel Iris (Cincinatti), Alfonso Velis-Tobar (Canadá), Perla Rivera Núñez<br />

(Honduras) y Edgar Quisquinay (Guatemala).<br />

<strong>Suplemento</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>30</strong>00 fue fundado el 24 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1990 por Gabriel<br />

Otero y Caralvá. Durante 25 años lo han coordinado en diferentes periodos<br />

Gabriel Otero, Caralvá, Walter Raudales, Otoniel Guevara (2) , Luis Alvarenga,<br />

Álvaro Darío Lara, Colectivo Coordinador* y Mauricio Vallejo Márquez.<br />

* Salvador Juárez, Roberto Quezada, Mario Castrillo, Luis Alvarenga, José Roberto Cea y Mauricio Marquina<br />

Toda colaboración <strong>de</strong> artículos, cuentos, ensayos, poesía, ilustración, pintura y fotografía<br />

pue<strong>de</strong> enviarse al correo electrónico: suplemento<strong>30</strong>00@gmail.com


POE<br />

| artículo |<br />

MARIO CASTRILLO<br />

Escritor<br />

Poe fue un incomprendido en su<br />

época. Su vida tormentosa y su<br />

literatura hablan mucho <strong>de</strong> él.<br />

Una <strong>de</strong> las características <strong>de</strong> sus<br />

escritos ha sido la obsesión y el<br />

terror. Abordó otros temas, tales<br />

como la ciencia ficción, los temas<br />

policiales y algunos <strong>de</strong> humor. En este escrito nos<br />

centraremos en la temática <strong>de</strong> la obsesión y el terror.<br />

El miedo, que es una cualidad natural <strong>de</strong>l ser<br />

humano, es la antesala <strong>de</strong>l terror. El terror es<br />

suscitado por un suceso extraordinario y participa<br />

<strong>de</strong> lo estético, <strong>de</strong> lo sublime. De ello nos habla Kant<br />

(1724-1804) en su ensayo Observaciones sobre<br />

el sentimiento <strong>de</strong> lo bello y lo sublime. En este<br />

ensayo analiza las distintas “tonalida<strong>de</strong>s afectivas”<br />

<strong>de</strong> lo sublime, entre ellas, lo sublime terrorífico. Lo<br />

sublime es lo informe en tanto que es infinito y se<br />

refiere a la razón.<br />

Obsesión proviene <strong>de</strong>l latín obssesio y se trata<br />

<strong>de</strong> una perturbación <strong>de</strong>l ánimo por la presencia<br />

incisiva <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>a fija <strong>de</strong> la cual el sujeto no<br />

pue<strong>de</strong> librarse y que lo pue<strong>de</strong> llevar a cometer un<br />

crimen o conducirlo a su propia <strong>de</strong>strucción.<br />

Una obsesión en Edgar Allan Poe es la muerte.<br />

No la muerte natural, sino la muerte provocada<br />

por propia mano o por la acción <strong>de</strong> terceros. “El<br />

gato negro” es un cuento en que la muerte se pasea<br />

enseñoreándose en la escena, como un pavorreal.<br />

En este cuento encontramos también rasgos<br />

acentuados <strong>de</strong> sadismo. La obtención <strong>de</strong>l placer a<br />

través <strong>de</strong>l dolor o la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> otros, eso es el<br />

Sadismo. La muerte, cuya etimología proviene <strong>de</strong>l<br />

latín mors, mortis es el fin y a la vez el principio <strong>de</strong><br />

algo distinto y <strong>de</strong>sconocido. La muerte ha intrigado<br />

al ser humano <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tiempos inmemoriales. Ya<br />

los egipcios la consi<strong>de</strong>raban como una <strong>de</strong>idad y<br />

los griegos le <strong>de</strong>nominaban Moira, y los romanos<br />

Parcas: Nona, Décima, Morta. En “El gato negro”,<br />

Poenos dice: “Fue ese insondable anhelo <strong>de</strong>l<br />

alma <strong>de</strong> exasperarse a sí misma –<strong>de</strong> resistirse<br />

contra su propia naturaleza- <strong>de</strong> hacer el mal tan<br />

solo por hacerlo –lo que me empujó a continuar<br />

y, finalmente, a consumar el tormento que había<br />

infligido al inocente animal. Una mañana, a sangre<br />

fría, le puse una cuerda al cuello y lo colgué, en la<br />

rama <strong>de</strong> un árbol”.<br />

Charles Bau<strong>de</strong>laire (1821-1867) escribió un ensayo<br />

titulado Edgar Allan Poe. Bau<strong>de</strong>laire consi<strong>de</strong>raba a<br />

Poe como un poeta, un crítico, un novelista, y algo<br />

más, un filósofo. Bau<strong>de</strong>laire consi<strong>de</strong>ra a Poe un ser<br />

<strong>de</strong>licado y a la vez brutal. Para un hombre así –<br />

afirma Bau<strong>de</strong>laire- es comprensible que “la vida se<br />

convirtiera en un infierno y que terminara mal”, y<br />

aña<strong>de</strong> que “solo se asombra <strong>de</strong> que pudiera aguantar<br />

tanto tiempo”. Edgar Allan Poe murió alcoholizado<br />

el 7 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1849, en el hospital <strong>de</strong> Baltimor,<br />

en don<strong>de</strong> unos agentes lo había llevado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

recogerlo tendido en la calle. Apenas había vivido<br />

treinta y siete años.<br />

Sábado <strong>30</strong> / enero / <strong>2016</strong> TRESMIL 3


| cuento |<br />

Amor<br />

canino<br />

WILFREDO MÁRMOL AMAYA<br />

Escritor viroleño<br />

Entre vuelta y vuelta escuchó como todas las noches<br />

anteriores el ladrido <strong>de</strong>l perro al otro lado <strong>de</strong>l vecindario,<br />

pero esta vez le pareció mucho más cercano que otras<br />

ocasiones.<br />

Ese día, la tar<strong>de</strong> estuvo tierna, tranquila y ventilada; la<br />

brisa vespertina trajo consigo una llovizna con relámpagos y truenos.<br />

El tiempo parecía alargarse sin pasar inadvertido. Los ladridos<br />

estuvieron haciendo eco al compás <strong>de</strong>l crepúsculo, lo que si no se<br />

escuchó fueron los pericos al pasar al caer la tar<strong>de</strong>, bueno a <strong>de</strong>cir<br />

verdad no sucedía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace un par <strong>de</strong> meses atrás.<br />

Añorando ese canto <strong>de</strong>l ocaso <strong>de</strong>l día y el aullido <strong>de</strong> nostalgia<br />

canina, Rita, la pequeña <strong>de</strong> la casa se fue a la cama, recordando<br />

que ahora el vecindario sólo era un montón <strong>de</strong> árboles rasgados <strong>de</strong><br />

raíz, gran<strong>de</strong>s volcanes <strong>de</strong> tierra, promontorios <strong>de</strong> ripios que no eran<br />

más que vestigios que en el gran terreno baldío vivieron personas<br />

humil<strong>de</strong>s, cuyas casas fueron arrasadas por máquinas inescrupulosas<br />

que terraciarón <strong>de</strong> un santiamén las casas humil<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l antiguo<br />

vecindario, arrojando a sus oriundos a buscar techo en otros<br />

municipios aledaños.<br />

Rita recordó la noticia que había aparecido <strong>de</strong> manera insistente en<br />

los noticieros <strong>de</strong> la televisión en las últimas semanas, <strong>de</strong>stacando<br />

como la honorable Sala <strong>de</strong> lo Constitucional, había amparado a los<br />

ilegítimos e ilegales antiguos propietarios.<br />

Esa noche, Rita logró conciliar el sueño con una i<strong>de</strong>a entre ceja y<br />

ceja: “mañana, muy temprano iré a buscarlo y traerlo conmigo a<br />

casa, así sea lo último que haga…pobre perrito…”<br />

Como niña cumplidora <strong>de</strong> sus propias promesas, se levantó,<br />

<strong>de</strong>sayunó y tomó el atajo más certero al vecindario recién usurpado<br />

por la ley, luego <strong>de</strong> sortear máquinas, columnas y herramientas <strong>de</strong><br />

construcción se encontró al perro; estaba sucio, flaco y hambriento.<br />

Por un momento la niña pensó, “pobre perrito por amor <strong>de</strong> los pellejos<br />

no se le caen los huesos”, tenía por cierto una profunda triste mirada.<br />

Ahí estaba, echado en el rincón <strong>de</strong> lo que fuera la esquina <strong>de</strong> su<br />

antigua casa, surcos acuosos color café le bajaban <strong>de</strong> sus ojos,<br />

<strong>de</strong>sconsolado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que su familia fue <strong>de</strong>spojada <strong>de</strong>l vecindario,<br />

nadie llegó a recogerlo, y no hay manera <strong>de</strong> sacarlo <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong> la<br />

actual construcción, ya los trabajadores han hecho vanos intentos,<br />

pero siempre regresa. Suele ser visto <strong>de</strong>ambulando en medio <strong>de</strong> las<br />

máquinas y promontorios por los albañiles <strong>de</strong> lo que será la futura<br />

“Resi<strong>de</strong>ncial La Esperanza” que será por cierto inaugurada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

algunos meses. Los trabajadores llaman al perro, el usurpador <strong>de</strong> la<br />

Resi<strong>de</strong>ncial.<br />

Rita se puso frente al perro, como pudo, se fue acercando lo más<br />

que pudo al perro, le dio comida y agua que puso en un pequeño<br />

recipiente, le tocó el lomo, le hizo piojitos <strong>de</strong> la cabeza a la cola,<br />

empezó a moverse en señal <strong>de</strong> confianza; le hizo unos gestos <strong>de</strong><br />

consuelo y como pudo le susurró al oído “te escucho llorar por<br />

las noches, tus aullidos <strong>de</strong> soledad llegan al cielo y golpean mi<br />

corazón nocturno, como si alguien tocase las puertas <strong>de</strong>l cielo…<br />

por favor acompáñame a tu nueva casa… te cuidaré y vivirás otra<br />

vez en familia… ven conmigo perrito lindo…”, pero el perro tomó<br />

distancia, se echó al suelo y se puso las patas <strong>de</strong>lanteras sobre su<br />

cabeza, no volvió la mirada. Se quedó quieto, inmóvil. No escuchó<br />

más las palabras <strong>de</strong> Rita. La niña dio la vuelta y retornó triste a casa,<br />

al igual que la mirada <strong>de</strong>l perro usurpador.<br />

A diversas horas <strong>de</strong> la noche, en medio <strong>de</strong> la nada, suele escucharse el<br />

aullido <strong>de</strong> un perro, con la esperanza <strong>de</strong> ser recogido por su familia,<br />

un día <strong>de</strong> estos.<br />

La Laguna, Chalatenango, 14 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2014. 6:11 pm.<br />

| narrativa |<br />

Un sábado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la guerra<br />

IV | Gato <strong>de</strong> siete vidas<br />

Des<strong>de</strong> la edad <strong>de</strong> tres años<br />

Garibaldi tiene latente<br />

su primer recuerdo<br />

se remonta a lo más<br />

profundo <strong>de</strong> su memoria,<br />

su imaginación siempre trabajando<br />

cuando se le mete algo a la cabeza,<br />

remonta su pensamiento a su infancia.<br />

Y lo primero que viene a su memoria<br />

es algo que empieza, casi como una<br />

tragedia que no quisiera contar. Un<br />

día su mamá lo llamó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el largo<br />

corredor <strong>de</strong> la casa. El niño salió<br />

corriendo como todo niño que busca<br />

enredarse en las faldas <strong>de</strong> su mamá,<br />

sentirse como protegido por ella. Lo<br />

llama para darle “una sorpresa” --- le<br />

dijo-, y era un enorme dulce <strong>de</strong> menta<br />

marca “Penjamo”, creo que eran<br />

mejicanos, porque así llamaban mis<br />

hermanos y hermanas mayores Fi<strong>de</strong> y<br />

Toñito a esos dulces que eran muy ricos<br />

y <strong>de</strong> chuparse los <strong>de</strong>dos. Garibaldi un<br />

niño goloso <strong>de</strong> chocolates y membrillos<br />

<strong>de</strong> guayaba como era la costumbre le<br />

encantaba como gato <strong>de</strong> siete vidas.<br />

_ Ten cuidado no te lo vayas a<br />

tragar es gran<strong>de</strong> -para qué putas<br />

me dijo- fueron las últimas palabras<br />

siendo un niño alcance a escuchar <strong>de</strong><br />

mamá “ten cuidado, no me vayas a dar<br />

un susto”, recalcando con energía bien<br />

la recuerdo.<br />

Mientras tanto, Garibaldi salía<br />

corriendo hacia el patio, no recuerda<br />

qué estaba haciendo, a lo mejor<br />

siempre inventando alguna travesura<br />

, puyando las cuevas <strong>de</strong> las arañas<br />

peludas o tirando con su ondilla <strong>de</strong> tres<br />

varas <strong>de</strong> hule piedras a las lagartijas<br />

que se arrastraban sobre las pare<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>trás <strong>de</strong> los tapiales <strong>de</strong> adobe que<br />

ro<strong>de</strong>aban la casa. Solo recuerda, que<br />

se fue saboreando aquel dulce bien<br />

a gusto saltando por todo el comedor<br />

buscando como siempre el patio. ¿No<br />

sé? ¿Cómo pasó?, pero Garibaldi en<br />

uno <strong>de</strong> esos saltos <strong>de</strong> gacela que daba<br />

fue lo primero que inconscientemente<br />

hizo, casi por inercia aquel dulce se le<br />

atraganto. En ese momento Garibaldi<br />

estaba cerca <strong>de</strong> la gran pilona llena<br />

<strong>de</strong> agua a un lado <strong>de</strong>l jardín, cuando<br />

<strong>de</strong> repente se vio ahogándose, el cual<br />

en un salto que hizo, aquel dulce <strong>de</strong><br />

“PENJAMO” se fue <strong>de</strong>slizándose<br />

hacia a<strong>de</strong>ntro; no lo pudo controlar, fue<br />

a dar directamente a su garganta En<br />

su <strong>de</strong>sesperación trató solo <strong>de</strong> solventar<br />

aquella situación, pero pasaban los<br />

segundos, su respiración se perdía tan<br />

pronto. En su angustia, se acordó <strong>de</strong><br />

su mamá, no podía ni siquiera gritar,<br />

el dulce estaba tan aprisionado que ni<br />

para a<strong>de</strong>ntro ni hacia afuera se movía.<br />

Segundos <strong>de</strong> angustias. Segundos <strong>de</strong><br />

esa lucha por las ansias <strong>de</strong> vivir, la<br />

respiración se perdía, se ahogaba y<br />

empezaba a ver todo a oscuras. Estaba<br />

sintiéndose débil, sin fuerzas, ya iba a<br />

ALFONSO VELIS TOBAR<br />

Poeta, investigador y<br />

ensayista<br />

M.A Carleton University<br />

caer. Cuando se<br />

vio in<strong>de</strong>fenso,<br />

recordó a su<br />

mamá, quien<br />

se encontraba<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la<br />

casa, a unos treinta<br />

metros <strong>de</strong> distancia, pues minutos antes<br />

Garibaldi la había <strong>de</strong>jado en la sala<br />

cosiendo ropa y unos calcetines <strong>de</strong> su<br />

papá Toño que todavía no había llegado<br />

<strong>de</strong>l trabajo, pues eran más o menos las tres<br />

<strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> y el sol estaba muy brillante...<br />

También por esa mala suerte, ninguna<br />

otra persona, ni sus hermanos, ni Beto<br />

Zetino que acostumbraba algún quehacer<br />

en el patio, ni la tía Mary se encontraban<br />

para que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cocina a través <strong>de</strong> la<br />

ancha ventana pudiera darse cuenta <strong>de</strong><br />

aquella agonía que estaba Garibaldi<br />

viviendo en segundos que pasaban pues<br />

se estaba ahogando, ya pelando “cushta”<br />

como <strong>de</strong>cimos. Deseando que alguien<br />

llegara a auxiliarlo, pues <strong>de</strong> verdad se<br />

moría, se asfixiaba, nadie dio un grito <strong>de</strong><br />

alerta e ir en su auxilio.<br />

Recuerda que todavía tenía un poco<br />

<strong>de</strong> conciencia <strong>de</strong> lo que estaba pasando,<br />

eran vitales aquellos segundos que<br />

pasaban a velocidad in<strong>de</strong>scifrable, todo<br />

le daba vueltas. Todavía le quedaban<br />

fuerzas para correr entre alucinaciones<br />

en su mente, sentía que todo se le iba<br />

opacando con mucha velocidad. Y todo<br />

le daba vueltas y vueltas a su alre<strong>de</strong>dor<br />

entre la oscuridad y la luz que se va<br />

<strong>de</strong>svaneciendo. En su <strong>de</strong>sesperación<br />

sólo se acordó <strong>de</strong> su mamá, esa imagen<br />

sagrada para un niño <strong>de</strong> apenas sólo tres<br />

años que no tenía conciencia <strong>de</strong> prevenir<br />

los peligros <strong>de</strong> la muerte. Garibaldi<br />

corriendo, trastrabillando cruzó el largo<br />

corredor. Garibaldi, no se acuerda ni<br />

como cruzo el corredor ni pudo ver <strong>de</strong><br />

pasada la imagen <strong>de</strong> <strong>de</strong> la Última Cena<br />

<strong>de</strong> Leonardo da Vinci. Luego pasando<br />

un pequeño arco, su mamá alcanzó a<br />

verle. La niña Margarita, luego imaginó<br />

el problema, mientras Garibaldi en su<br />

agonía <strong>de</strong>sesperada fue a caer a sus pies,<br />

oyendo a lo lejos el eco <strong>de</strong> un grito muy<br />

hondo, <strong>de</strong> angustia aterradora<br />

-- ¡Ay mi hijo se me muere!<br />

-- ¡Ay Ayúdame Dios mío! Y en<br />

verdad aquel niño ya estaba en sus<br />

últimos alientos, porque sí se tarda un<br />

poquito no estuviera ni contando el<br />

cuento <strong>de</strong> tragedia fatal que lamentar<br />

toda la vida. Igual como él. Día que día<br />

también Garibaldi vio morir a su primito<br />

<strong>de</strong> seis años Lipito, que se ahogo con una<br />

semilla <strong>de</strong> zapote rojo, y cuando buscaba<br />

ayuda ya fue a caer muerto, lo mismo<br />

le estaba pasando a Garibaldi quien<br />

perdió por completo el conocimiento,<br />

sintiéndose tan débil, las fuerzas se<br />

terminaban. Eso lo contaba días <strong>de</strong>spués<br />

su mamá-. En la cama recobrándose<br />

<strong>de</strong>l susto <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber sido rociado<br />

<strong>de</strong> su espalda con los Siete Espíritus y<br />

llevarlo ante el cura Linares en la capilla<br />

<strong>de</strong>l pueblo, a rezar los Santos Evangelios<br />

con el agua bendita como se cree bueno<br />

para los sustos y así se evita hincharse<br />

por el mismo susto, y luego recuperarse<br />

<strong>de</strong> aquel percance.<br />

Cuando ya había pasado el susto.<br />

La niña Margarita solía contar la historia,<br />

<strong>de</strong> cómo había logrado volverlo en sí.<br />

Dice que cuando lo vio pálido, blanco,<br />

ya estaba todo aguado <strong>de</strong> su cuerpo<br />

cuando lo tomó en sus brazos, sólo se<br />

acordó <strong>de</strong> aclamar a Dios para colgarlo<br />

muy rápido <strong>de</strong> los pies con la cabeza<br />

abajo dándole súbitas palmadas en su<br />

espalda, apretó su estómago fuertemente<br />

metiéndole el <strong>de</strong>do por la boca y vio<br />

que el dulce ya había saltado fuera <strong>de</strong><br />

su garganta haciendo que aquel niño<br />

súbitamente reaccionara a gran<strong>de</strong>s<br />

ahogos, <strong>de</strong>rramando bocanadas <strong>de</strong> saliva,<br />

dando profundos suspiros, lanzando un<br />

enorme llanto <strong>de</strong> aliento como si hubiera<br />

salido <strong>de</strong> un enorme túnel negro. Y costó<br />

pero con Dios y ayuda <strong>de</strong> todos los<br />

santos <strong>de</strong>l cielo, logró recobrarse y oía<br />

que su mama contaba con ojos llorosos<br />

aquel susto.<br />

Aunque momentos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />

susto, su mama lo castigo con la correa<br />

<strong>de</strong> cuero, creía que había <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cido<br />

cuidado. Oyéndola <strong>de</strong>cir “yo tengo la<br />

culpa por darle esos malditos dulces”,<br />

creo que ella estaba llorando sobre la silla<br />

y lloraba <strong>de</strong> alegría sintiéndose culpable;<br />

ella misma se acusaba por aquella<br />

impru<strong>de</strong>ncia cometida sin percatarse<br />

antes <strong>de</strong> las consecuencias que pudieron<br />

ser fatales a nuestra familia... Por suerte<br />

todo pasó a feliz momento. Pues quizás<br />

a esta hora ya estuviera gozando <strong>de</strong><br />

los angelitos allá en el limbo <strong>de</strong>l cielo<br />

don<strong>de</strong> <strong>de</strong>cía su abuelito “Papanel” que se<br />

van todos los niños que mueren a muy<br />

temprana edad.<br />

En verdad aquel día Garibaldi se<br />

vio tentado por la muerte. Y aquellos<br />

dulces <strong>de</strong> menta marca “Penjamo” ya<br />

no se volvieron a ver más en la casa y<br />

se prohibió a las muchachas no darles<br />

dulces a los niños sin consentimiento<br />

<strong>de</strong> su mamá quien llegó hasta odiarlos.<br />

Des<strong>de</strong> entonces como toda mamá que<br />

recibe también su lección siempre<br />

estaba recomendando a las muchachas<br />

que cuidaban <strong>de</strong> los cipotes tener más<br />

cuidado con Garibaldi y sus otros<br />

hermanos José Antonio, Fi<strong>de</strong>la Isabel,<br />

Ethel Araceli, Rigoberto Isidro y Miguel<br />

Ángel estaba <strong>de</strong> brazos y Víctor todavía<br />

no había nacido entonces su mama tuvo<br />

sumos cuidados<br />

Mientras tanto la vida seguía su<br />

curso corriendo en el tiempo. En fin <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

aquel ancho patio Garibaldi contemplaba<br />

junto con sus hermanos, primos <strong>de</strong> la<br />

familia o amigos <strong>de</strong> su camada querida<br />

la puesta <strong>de</strong>l sol en el horizonte <strong>de</strong> los<br />

altos montes, luego miraba las nubes<br />

entre el cielo tan azul o celeste cuando<br />

a lo lejos, se reflejaba el resplandor <strong>de</strong>l<br />

crepúsculo. Se retiraba cuando llegaba<br />

la noche, <strong>de</strong>spués se iba a mirar <strong>de</strong><br />

las estrellas su resplandor. Gustaba<br />

contarlas por miles con el <strong>de</strong>do pulgar,<br />

casi las tocaba y a veces era lluvia <strong>de</strong><br />

estrellas, miraba su sombra por el suelo;<br />

siguiéndola sin po<strong>de</strong>rse atrapar uno al<br />

otro, hasta hoy sombra y cuerpo nunca<br />

se pudieron atrapar. En realidad era una<br />

fantasía que bullía en la imaginación<br />

<strong>de</strong> aquel niño cargada <strong>de</strong> inocencias y<br />

grotescas perversida<strong>de</strong>s, pensando solo<br />

en hacer travesuras, aunque era <strong>de</strong> mente<br />

meditabunda, pues a veces se le miraba<br />

cayado, pensando o con un libro sentado<br />

en el enorme troncón <strong>de</strong> ciprés en el patio<br />

en que don Toño su papa también suele<br />

leer novelas y cuentos que le encantan,<br />

lo viven Garibaldi y sus hermanos.<br />

Aquella hermosa casona era un retrato<br />

ancho mundo lleno <strong>de</strong> aventuras y<br />

corazón <strong>de</strong> infancia.<br />

4 TRESMIL Sábado <strong>30</strong> / enero / <strong>2016</strong>


Entrega final<br />

| ensayo |<br />

Álvaro Rivera Larios<br />

Escritor<br />

Esta perspectiva<br />

no pue<strong>de</strong> aislarse<br />

tampoco <strong>de</strong> la<br />

filosofía social <strong>de</strong>l<br />

escritor. Por un lado,<br />

Roque hace suyo el legado <strong>de</strong><br />

la vanguardia literaria, pero, por<br />

otro, su concepción dialéctica <strong>de</strong><br />

la sociedad subsume el lenguaje<br />

<strong>de</strong> la vanguardia en el proyecto<br />

<strong>de</strong> la construcción <strong>de</strong> una cultura<br />

nacional, popular y revolucionaria.<br />

Al menos en el Dalton maduro,<br />

esto supuso una tensión irónica<br />

entre la lírica vanguardista y la<br />

intencionalidad retórica. En lo que<br />

atañe al Dalton maduro, estamos<br />

ante uno <strong>de</strong> los escritores más autoconscientes<br />

<strong>de</strong> nuestra tradición<br />

literaria. Era un poeta intelectual.<br />

Y este rango <strong>de</strong> creador intelectual,<br />

<strong>de</strong> creador con una perspectiva<br />

estratégica, ha tenido escasos<br />

seguidores lúcidos entre los poetas<br />

salvadoreños posteriores, a pesar<br />

<strong>de</strong> “la gran influencia” que se<br />

atribuye a Roque.<br />

Cuando afirmo que fue un poeta<br />

intelectual, no señalo que, a<strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> crear textos líricos, Dalton<br />

escribiese una monografía sobre la<br />

historia <strong>de</strong> El Salvador y ensayos<br />

sobre literatura y política etcétera,<br />

etcétera. Me refiero a otra cosa.<br />

EL DUDOSO REINADO<br />

DE ROQUE DALTON<br />

Todos esos trabajos le ayudaron al<br />

militante y al escritor a formarse<br />

una imagen (equivocada o no) <strong>de</strong><br />

la cultura salvadoreña y él acabó<br />

“situando su voz literaria” <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong>l marco <strong>de</strong> dicha visión cultural.<br />

En un momento <strong>de</strong>terminado, los<br />

materiales y las conclusiones <strong>de</strong><br />

su ensayística fueron objeto <strong>de</strong><br />

un trasvase literario como pue<strong>de</strong><br />

verse en ciertas zonas <strong>de</strong> “Taberna<br />

y otros lugares” y en las “Historias<br />

prohibidas <strong>de</strong>l Pulgarcito”.<br />

Podría ampliar con más ejemplos<br />

cómo las facetas intelectuales <strong>de</strong><br />

Roque pasaron a formar parte<br />

<strong>de</strong> su poesía (en “Los hongos”,<br />

por ejemplo), pero basten estas<br />

palabras para hacernos una i<strong>de</strong>a<br />

<strong>de</strong> la complejidad <strong>de</strong>l escritor que<br />

presuntamente ha influido tanto en<br />

nuestra lírica mo<strong>de</strong>rna.<br />

Este poeta “que tanto nos ha<br />

influido” ha sido ya objeto <strong>de</strong><br />

estudio para varias generaciones<br />

<strong>de</strong> escritores salvadoreños. Uno<br />

<strong>de</strong> los mecanismos a través <strong>de</strong> los<br />

cuales se realiza la influencia es<br />

la lectura. A un lírico joven se le<br />

podría <strong>de</strong>cir “Dime cómo lees a<br />

los poetas dominantes y te diré<br />

cómo te influyen”. En la cultura<br />

mo<strong>de</strong>rna, que tanto aprecia la<br />

novedad y la originalidad, una<br />

lectura inteligente –hecha por<br />

un escritor– <strong>de</strong>be hermanar<br />

la comprensión y la traición<br />

necesaria porque en el acto<br />

creativo repetir al mo<strong>de</strong>lo<br />

dominante es síntoma <strong>de</strong> falta<br />

<strong>de</strong> talento y originalidad. Las<br />

lecturas mo<strong>de</strong>rnas, si son<br />

inteligentes, se mueven entre<br />

la comprensión admirativa y el<br />

rechazo. Las lecturas mo<strong>de</strong>rnas,<br />

cuando son hechas por los<br />

escritores lúcidos, resultan<br />

parciales. En esas lecturas creativas<br />

hay parcialida<strong>de</strong>s superficiales y<br />

parcialida<strong>de</strong>s profundas.<br />

La asunción creativa <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>terminadas características <strong>de</strong><br />

un poeta pue<strong>de</strong> ser superficial<br />

o profunda. La asimilación<br />

superficial <strong>de</strong> los rasgos literarios<br />

<strong>de</strong> un autor pue<strong>de</strong> ser el producto<br />

<strong>de</strong> una lectura limitada que al<br />

<strong>de</strong>sembocar en la imitación creativa<br />

“<br />

Las lecturas<br />

mo<strong>de</strong>rnas, cuando<br />

son hechas por los<br />

escritores lúcidos,<br />

resultan parciales.<br />

En esas lecturas creativas hay<br />

parcialida<strong>de</strong>s superficiales y<br />

parcialida<strong>de</strong>s profundas”<br />

se aleja <strong>de</strong>l entendimiento <strong>de</strong> la<br />

complejidad <strong>de</strong>l poeta modélico.<br />

Un escritor inteligente no se <strong>de</strong>svía<br />

<strong>de</strong> un buen mo<strong>de</strong>lo recurriendo<br />

a la treta <strong>de</strong> caricaturizarlo.<br />

Quien se <strong>de</strong>svía <strong>de</strong> un gran poeta<br />

simplificándolo <strong>de</strong> forma tramposa<br />

lo que hace es per<strong>de</strong>r una riqueza.<br />

Como hipótesis, podría aventurarse,<br />

que entre los poetas salvadoreños,<br />

si acaso, lo que han predominado<br />

son las lecturas cegatas <strong>de</strong> Dalton.<br />

Unas lecturas que, por lo general,<br />

no se han apropiado ni distanciado<br />

críticamente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la plena<br />

comprensión, <strong>de</strong> las complejas<br />

estrategias <strong>de</strong>l lenguaje que<br />

articularon la poética <strong>de</strong>l Dalton<br />

maduro. Esta recepción limitada<br />

<strong>de</strong>l Roque más complejo quizás<br />

fue el producto <strong>de</strong> lecturas hechas<br />

en un contexto <strong>de</strong> insurrección<br />

armada.<br />

Muchos lectores y, entre ellos,<br />

muchos poetas interpretaron la<br />

obra literaria <strong>de</strong> Roque a través<br />

<strong>de</strong> una lectura superficial <strong>de</strong><br />

los Poemas Clan<strong>de</strong>stinos.<br />

Leyeron ese poemario póstumo<br />

e inconcluso confundiendo su<br />

naturaleza <strong>de</strong> táctica retórica<br />

con un rasgo estratégico y<br />

esencial <strong>de</strong> la poesía <strong>de</strong> Dalton.<br />

La sencillez metafórica <strong>de</strong> ese<br />

poemario obe<strong>de</strong>cía a un criterio<br />

<strong>de</strong> oportunidad, no fue impuesta<br />

por la i<strong>de</strong>ología sino que por<br />

una circunstancia comunicativa.<br />

Algunos entendieron que esa<br />

sencillez era una licencia que<br />

legitimaba el <strong>de</strong>scuido y el<br />

<strong>de</strong>sprecio estilístico. Pero tal<br />

como <strong>de</strong>cía Cicerón: la sencillez<br />

estilística pue<strong>de</strong> ser una a<strong>de</strong>cuación<br />

retórica a un tema o una situación y<br />

esa sencillez no es necesariamente<br />

ausencia <strong>de</strong> estilo, es un estilo.<br />

Y, en este caso, en el caso <strong>de</strong> los<br />

“Poemas Clan<strong>de</strong>stinos”, el estilo<br />

fue adoptado para un instante<br />

<strong>de</strong>terminado <strong>de</strong> la movilización<br />

política y armada.<br />

Sigue en página 6/<br />

Sábado <strong>30</strong> / enero / <strong>2016</strong> TRESMIL 5


Viene <strong>de</strong> página 5/<br />

He dicho que la recepción parcial<br />

<strong>de</strong>l Roque más creativo quizás fue<br />

el producto <strong>de</strong> lecturas hechas en un<br />

contexto <strong>de</strong> insurrección armada.<br />

Y he dicho “quizás” porque lo<br />

cierto es que, acabada la guerra,<br />

la mayoría <strong>de</strong> poetas salvadoreños<br />

siguió teniendo dificulta<strong>de</strong>s<br />

para interpretar al poeta y para<br />

apropiarse creativamente <strong>de</strong> su<br />

legado más complejo.<br />

Durante la guerra civil, en la<br />

década <strong>de</strong> los 80, se escribió y<br />

se leyó bajo unas circunstancias<br />

muy difíciles. La incorporación<br />

<strong>de</strong> muchos escritores a la lucha<br />

los confinó en las vivencias y<br />

las dinámicas i<strong>de</strong>ológicas <strong>de</strong>l<br />

conflicto. Eso medió la relación <strong>de</strong><br />

bastantes creadores con la literatura<br />

y sus posibles <strong>de</strong>stinatarios. En lo<br />

que se refiere al público lector, su<br />

relación con los textos también se<br />

vio condicionada por una situación<br />

dramática. Creadores y lectores<br />

se vieron atrapados en el más acá<br />

<strong>de</strong> una guerra y en las priorida<strong>de</strong>s<br />

éticas y las orientaciones <strong>de</strong> valor<br />

que ésta impuso al lenguaje y<br />

su interpretación. Poco se ha<br />

investigado el funcionamiento<br />

<strong>de</strong> la institucionalidad literaria a<br />

lo largo <strong>de</strong> ese período, pero es<br />

<strong>de</strong> suponer, como hipótesis, que<br />

estuvo sometida a presiones y que<br />

su condición quizás fue precaria.<br />

Una imagen i<strong>de</strong>alista <strong>de</strong> las<br />

influencias literarias invisibiliza<br />

el contexto en el que estas operan.<br />

La lectura parcial y simplificadora<br />

<strong>de</strong> Dalton que tuvo lugar en esa<br />

década remite a una circunstancia<br />

en la cual la comunicación política<br />

impuso la exigencia <strong>de</strong> la claridad<br />

retórica. Esa mirada selectiva<br />

que dominó el marco social y el<br />

horizonte <strong>de</strong> la época no cabría<br />

atribuírsela por entero a las i<strong>de</strong>as<br />

<strong>de</strong> Roque, salvo que uno pretenda<br />

mitificarlo.<br />

Algunos críticos han convertido<br />

a Dalton en una especie <strong>de</strong><br />

sinécdoque y han entendido que<br />

<strong>de</strong>jar atrás su obra era <strong>de</strong>jar atrás<br />

el contexto <strong>de</strong> aquella época,<br />

como si la obra <strong>de</strong>l poeta y el<br />

horizonte <strong>de</strong> los años 80 fuesen<br />

lo mismo. “Es cierto que una y<br />

otra guardan relación, pero no son<br />

equivalentes. No cabe confundir<br />

una circunstancia histórica con una<br />

obra literaria. Ese contexto que<br />

presuntamente fue dominado por la<br />

lírica <strong>de</strong> Roque fue el contexto que<br />

volvió difícil la socialización <strong>de</strong><br />

una lectura compleja <strong>de</strong> su obra”.<br />

He dicho que la recepción parcial<br />

<strong>de</strong>l Roque más creativo quizás fue<br />

el producto <strong>de</strong> lecturas hechas en<br />

una situación <strong>de</strong> levantamiento<br />

armado. Y he dicho “quizás”<br />

porque lo cierto es que, acabada<br />

la guerra, la mayoría <strong>de</strong> poetas<br />

6 TRESMIL Sábado <strong>30</strong> / enero / <strong>2016</strong><br />

salvadoreños siguió teniendo<br />

dificulta<strong>de</strong>s para interpretar al poeta<br />

y para apropiarse creativamente <strong>de</strong><br />

su legado más complejo.<br />

El mismo horizonte <strong>de</strong> los años<br />

80 –que presuntamente gobernó<br />

la lírica <strong>de</strong> Roque– impuso unas<br />

condiciones que dificultaron<br />

la socialización <strong>de</strong> una lectura<br />

compleja <strong>de</strong> su obra. Era <strong>de</strong> esperar<br />

que el cambio <strong>de</strong> circunstancias y<br />

perspectivas operado en la última<br />

década <strong>de</strong>l siglo XX facilitara una<br />

interpretación más profunda <strong>de</strong> la<br />

compleja trayectoria literaria <strong>de</strong>l<br />

poeta, pero no fue así, al menos<br />

en el mundo <strong>de</strong> la opinión pública<br />

literaria.<br />

Las complejida<strong>de</strong>s históricas <strong>de</strong>l<br />

panorama cultural <strong>de</strong> los 80 y el<br />

cambio <strong>de</strong> escenario en los 90 se<br />

han querido explicar acudiendo<br />

a una variante simplista y<br />

maniquea <strong>de</strong> los enfrentamientos<br />

generacionales. De esa forma, un<br />

Roque que no había sido leído<br />

ni asimilado <strong>de</strong> forma compleja<br />

se convirtió en el enemigo <strong>de</strong>l<br />

pluralismo literario y en el obstáculo<br />

para la aparición <strong>de</strong> nuevos<br />

caminos en nuestra lírica. Cuando<br />

el terreno era propicio al fin para una<br />

apropiación creativa y crítica <strong>de</strong>l<br />

legado más complejo <strong>de</strong>l poeta, lo<br />

que algunos hicieron fue levantarle<br />

una leyenda negra y maniquea<br />

que se vistió con los ropajes <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>sacralización posmo<strong>de</strong>rna. Para<br />

que esa <strong>de</strong>sacralización maniquea<br />

funcionase como rito <strong>de</strong> paso había<br />

que convertir a Dalton en el nefasto<br />

Rey <strong>de</strong> la lírica salvadoreña <strong>de</strong> los<br />

años 70 y 80.<br />

El enfoque generacional, si es mal<br />

utilizado, permite manejar con<br />

tres variable simples las tortuosas<br />

sendas <strong>de</strong>l cambio literario. Solo<br />

necesita un rey viejo y su corte<br />

<strong>de</strong> figuras literarias momificadas.<br />

Bajo la tiranía literaria <strong>de</strong> tales<br />

ancianos se haya sometido un<br />

pueblo <strong>de</strong> escritores y lectores.<br />

Ante ese panorama se alza un<br />

grupito <strong>de</strong> jóvenes príncipes en<br />

cuyas espadas re<strong>de</strong>ntoras brilla el<br />

filo <strong>de</strong> lo nuevo. Así <strong>de</strong> sencilla<br />

es la leyenda con la que algunos<br />

jóvenes críticos intentan explicar<br />

el cambio acaecido en el panorama<br />

<strong>de</strong> nuestra lírica a partir <strong>de</strong> la<br />

última década <strong>de</strong>l siglo XX. La<br />

caída <strong>de</strong>l muro <strong>de</strong> Berlín y su<br />

impacto i<strong>de</strong>ológico en nuestra<br />

intelectualidad, el final <strong>de</strong> la guerra<br />

civil, la generalización <strong>de</strong> una<br />

conciencia posmo<strong>de</strong>rna que atacó<br />

los gran<strong>de</strong>s relatos históricos y<br />

“<br />

El enfoque<br />

generacional, si<br />

es mal utilizado,<br />

permite<br />

manejar con<br />

tres variable simples<br />

las tortuosas sendas <strong>de</strong>l<br />

cambio literario”<br />

culturales <strong>de</strong> la izquierda, etcétera.;<br />

todo esto carece <strong>de</strong> importancia<br />

explicativa, cuando aparecen en<br />

escena los príncipes poetas que<br />

<strong>de</strong>capitan simbólicamente al viejo<br />

rey <strong>de</strong> nuestra lírica. Para que este<br />

relato funcione hay que silenciar<br />

la complejidad <strong>de</strong> nuestra historia<br />

literaria, hay que dar por supuesta<br />

la gran influencia <strong>de</strong> Roque y hay<br />

que visualizar esa influencia <strong>de</strong><br />

una forma lineal y mecanicista.<br />

Para que este relato funcione hay<br />

que ignorar la trayectoria <strong>de</strong> los<br />

escritores jóvenes <strong>de</strong> los años 70 y<br />

80 y silenciar el hecho fácilmente<br />

<strong>de</strong>mostrable <strong>de</strong> que ellos también<br />

han participado activamente en la<br />

<strong>de</strong>sacralización <strong>de</strong> Roque y en el<br />

ensanchamiento posmo<strong>de</strong>rno <strong>de</strong>l<br />

horizonte <strong>de</strong> nuestra lírica.<br />

Si no po<strong>de</strong>mos referirnos a la<br />

influencia <strong>de</strong> un autor, sin <strong>de</strong>finir<br />

previamente un “mo<strong>de</strong>lo” <strong>de</strong><br />

su poética; tampoco po<strong>de</strong>mos<br />

esclarecer su impacto, si no<br />

proponemos una visión dialéctica<br />

<strong>de</strong> la influencia literaria. A esta<br />

última, entre nosotros, se le da<br />

un alcance generacional. Así se<br />

dice que los creadores <strong>de</strong> una<br />

<strong>de</strong>terminada generación fueron<br />

mol<strong>de</strong>ados por las figuras tutelares<br />

<strong>de</strong> estos o aquellos poetas. A los<br />

receptores <strong>de</strong> tal influjo suele<br />

vérseles como sujetos<br />

pasivos que hacen suya la<br />

voz <strong>de</strong> otros y permanecen<br />

prisioneros <strong>de</strong> ella durante<br />

toda su trayectoria creativa.<br />

En algunos casos esta imagen<br />

pue<strong>de</strong> ser cierta; en otros,<br />

la historia <strong>de</strong>muestra que<br />

no es una nueva generación<br />

la que juzga a los poetas<br />

dominantes sino que son<br />

sus hijos directos quienes<br />

acaban cuestionándolos.<br />

Si entre el gran maestro y<br />

sus presuntos discípulos pue<strong>de</strong><br />

darse una dialéctica interna,<br />

hay que proponer una visión<br />

menos lineal y mecanicista <strong>de</strong> la<br />

influencia literaria. En nuestro<br />

caso, si no hacemos esto, no<br />

podremos explicar con rigor los<br />

cambios literarios <strong>de</strong> los años<br />

noventa. Críticos como Rafael<br />

Lara Martínez y Ricardo Roque<br />

Baldovinos y escritores como<br />

Miguel Huezo Mixco y Horacio<br />

Castellanos Moya iniciaron en<br />

la última década <strong>de</strong>l siglo pasado<br />

una revisión <strong>de</strong>sacralizadora <strong>de</strong><br />

la figura <strong>de</strong> Dalton. Todos ellos, a<br />

principios <strong>de</strong> los 80, eran jóvenes<br />

admiradores <strong>de</strong>l “poeta” y todos<br />

ellos con el curso <strong>de</strong>l tiempo, el<br />

estudio y la experiencia fueron<br />

adoptando posiciones más<br />

complejas e irónicas frente al<br />

ejemplo moral e i<strong>de</strong>ológico <strong>de</strong><br />

Roque. Dado que las influencias<br />

literarias son un proceso en el<br />

que pue<strong>de</strong>n gestarse la crítica,<br />

el <strong>de</strong>svío creativo y la mala<br />

interpretación, lo más sensato es<br />

concebirlas <strong>de</strong> modo dialéctico. El<br />

maestro influye sobre el discípulo,<br />

pero las creaciones y las i<strong>de</strong>as<br />

<strong>de</strong>l discípulo con talento pue<strong>de</strong>n<br />

acabar alterando la percepción que<br />

se tiene <strong>de</strong>l maestro.<br />

La dialéctica entre el maestro<br />

y el discípulo, por mucho que<br />

tenga cierta lógica generacional,<br />

no explica <strong>de</strong>l todo los cambios<br />

literarios. El cambio en la<br />

percepción <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> Roque<br />

Dalton en los años 90 <strong>de</strong>l siglo<br />

pasado también se <strong>de</strong>bió, como<br />

ya dije, a transformaciones <strong>de</strong><br />

or<strong>de</strong>n local e internacional que<br />

se vivieron en esa época. En los<br />

últimos años <strong>de</strong>l siglo XX se puso<br />

<strong>de</strong> moda la <strong>de</strong>sacralización <strong>de</strong> los<br />

símbolos <strong>de</strong> la izquierda.<br />

Las tesis <strong>de</strong> los hagiógrafos y<br />

los <strong>de</strong>tractores <strong>de</strong>l poeta que le<br />

imputan una gran influencia en<br />

nuestra lírica, como ya lo hecho<br />

dicho, carecen <strong>de</strong> fundamentación<br />

teórica y no han sido verificadas<br />

por la investigación literaria y, en<br />

esa medida, son una continuación<br />

<strong>de</strong> las leyendas que ro<strong>de</strong>an a la<br />

figura <strong>de</strong> Dalton. El asunto es que<br />

nuestro poeta siempre ha estado<br />

ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> mitos. Los mitos <strong>de</strong><br />

los 80 fueron <strong>de</strong>stronados por los<br />

mitos <strong>de</strong> los 90. A una leyenda<br />

radiante le sucedió una leyenda<br />

negra que visualizó a Roque<br />

como el único gran culpable <strong>de</strong>l<br />

estancamiento <strong>de</strong> nuestra poesía.<br />

Él ha sido el gran culpable, por<br />

supuesto, <strong>de</strong> nuestras gran<strong>de</strong>s<br />

limitaciones como lectores suyos.<br />

Nuestra proverbial dificultad para<br />

apropiarnos creativamente <strong>de</strong> su<br />

legado más complejo también es<br />

culpa suya, solo suya.<br />

En resumidas cuentas, aun no<br />

estamos en condiciones <strong>de</strong><br />

presentar un juicio seguro y<br />

matizado acerca <strong>de</strong> cuáles han sido<br />

el alcance y las modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la<br />

influencia <strong>de</strong>l presunto rey <strong>de</strong> los<br />

poesía mo<strong>de</strong>rna salvadoreña. Si<br />

esto es así, gran parte <strong>de</strong> la crítica<br />

que se ha hecho en las últimas<br />

décadas sobre la centralidad <strong>de</strong><br />

Roque en la lírica <strong>de</strong> los años 70<br />

y 80 se apoya en premisas que aún<br />

no están <strong>de</strong>mostradas en el terreno<br />

<strong>de</strong> la investigación literaria.<br />

Todo lo que podamos <strong>de</strong>cir al<br />

respecto pertenece al ámbito <strong>de</strong> las<br />

hipótesis, a pesar <strong>de</strong> que nuestras<br />

intuiciones o leyendas nos digan lo<br />

contrario.


JOAQUÍN MEZA<br />

Escritor e investigador<br />

“Retorcijón”, <strong>de</strong>cimos<br />

todos. Retortijón, <strong>de</strong>l<br />

latín contorsio (<strong>de</strong> tripas)<br />

y tormen (tormento) es,<br />

precisamente, lo que<br />

sufren nuestras vísceras<br />

cuando cotidianamente<br />

somos estremecidos al escuchar y leer<br />

a muchos comunicadores, periodistas,<br />

políticos, profesionales, etc., que con<br />

ufano afán por lucir “cultos” cometen<br />

muchas veces, garrafales errores <strong>de</strong><br />

dicción y ortografía, entre otros, con<br />

inútiles neologismos y abundantes<br />

vueltas y torceduras al lenguaje.<br />

Existe en la disciplina que estudia<br />

el lenguaje, lo que los especialistas<br />

llaman “Economía lingüística”,<br />

fenómeno que consiste en que el<br />

hablante al aplicar el principio<br />

<strong>de</strong>l “menor esfuerzo” en sus<br />

construcciones verbales, recorta o<br />

elimina fonemas, palabras y hasta<br />

frases.<br />

Pero en el caso que nos ocupa, ocurre<br />

mayoritariamente lo contrario. El<br />

hablante o escritor, pretendiendo<br />

<strong>de</strong>stacar por su seudo riqueza lexical<br />

provoca un fenómeno <strong>de</strong> elongación<br />

<strong>de</strong>l lenguaje, incorporando fonemas<br />

o sílabas innecesarias al vocablo<br />

utilizado.<br />

Este mal uso o abuso <strong>de</strong>l lenguaje<br />

por parte, principalmente <strong>de</strong><br />

quienes, dada su función como<br />

comunicadores <strong>de</strong>ben esforzarse por<br />

educar y culturizar a sus lectores,<br />

radioescuchas y televi<strong>de</strong>ntes, resulta<br />

censurable en tanto su <strong>de</strong>sempeño<br />

ante una ingente población necesitada<br />

<strong>de</strong> mayores y mejores niveles<br />

<strong>de</strong> educación y cultura, los torna<br />

personajes modélicos <strong>de</strong> la retórica,<br />

la gramática y la semántica (y aun<br />

<strong>de</strong> la opinión) que los receptores <strong>de</strong><br />

sus mensajes, en su mayoría, asimilan<br />

como válidas sin mayor miramiento.<br />

Este sinsabor que nos <strong>de</strong>ja dicha<br />

práctica es asunto cotidiano en los<br />

principales medios <strong>de</strong> comunicación,<br />

ya sean radiales, televisivos o <strong>de</strong><br />

prensa escrita, y ahora cibernética.<br />

La pregunta que me hizo una<br />

compatriota que por más <strong>de</strong> dos<br />

décadas resi<strong>de</strong> en el extranjero<br />

sobre el significado <strong>de</strong> la palabra<br />

“criteriado”, empleado sobre todo<br />

en el sociolecto o jerga judicial, me<br />

motivó a hacer durante algún período<br />

una monitorización en los distintos<br />

medios <strong>de</strong> comunicación para acopiar<br />

una parte <strong>de</strong>l inapropiado uso que se<br />

hace <strong>de</strong> la lengua, tanto verbalmente<br />

como por escrito.<br />

Resultado <strong>de</strong> ese acecho a las<br />

verda<strong>de</strong>ras “malas palabras” utilizadas<br />

en todos los medios <strong>de</strong> comunicación,<br />

que no cuidan la expresión correcta<br />

<strong>de</strong> sus presentadores <strong>de</strong> noticias,<br />

informadores, comentadores,<br />

editorialistas, etc. es el siguiente<br />

muestrario, al que se incorporan las<br />

correcciones atinentes fundamentadas<br />

en los vocablos incorporados al<br />

diccionario <strong>de</strong> la Real Aca<strong>de</strong>mia<br />

Española.<br />

| Artículo |<br />

Abordaje<br />

Este sustantivo perteneciente<br />

exclusivamente al ámbito <strong>de</strong> la<br />

marinería, con el que se indica el acto<br />

<strong>de</strong> pasar gente armada <strong>de</strong> un barco<br />

a otro con propósito <strong>de</strong> combatir<br />

a la tripulación para apo<strong>de</strong>rarse<br />

<strong>de</strong>l barco abordado, es utilizado<br />

cuando se alu<strong>de</strong> al “planteamiento”,<br />

“análisis”, “estudio”, “investigación”,<br />

“<strong>de</strong>sarrollo”, etc. <strong>de</strong> un tema.<br />

Accesar<br />

Con la sustitución <strong>de</strong>l verbo “acce<strong>de</strong>r”<br />

se verbaliza el sustantivo “acceso”<br />

para referirse a la “acción <strong>de</strong> llegar o<br />

acercarse”, o a la <strong>de</strong> entrar o pasar <strong>de</strong><br />

uno a otro espacio físico. También se<br />

refiere a la oportunidad <strong>de</strong> entrar en<br />

trato o comunicación con alguien.<br />

Apaliar<br />

La hibridación <strong>de</strong> tres verbos que<br />

guardan cierto parentesco fonológico<br />

contribuyen a la comisión <strong>de</strong> este<br />

error: “apalear” (Dar golpes con<br />

palo u otra cosa semejante), “palear”<br />

(Trabajar con pala) .y “paliar”,<br />

cuando se preten<strong>de</strong> significar el acto<br />

<strong>de</strong> “mitigar, suavizar, atenuar una<br />

pena, disgusto” o daño físico.<br />

Aperturación<br />

Con la elongación <strong>de</strong>l sustantivo<br />

“apertura” se remite a la “acción <strong>de</strong><br />

abrir” o <strong>de</strong> “dar principio, o <strong>de</strong> volver<br />

a dárselo, a las tareas <strong>de</strong> una asamblea,<br />

a los estudios <strong>de</strong> una corporación, a<br />

los espectáculos <strong>de</strong> un teatro, etc.”<br />

Aperturar<br />

El sustantivo “apertura” es<br />

verbalizado para sustituir al verbo<br />

“abrir”, o sea a la “acción <strong>de</strong> abrir” o<br />

al “acto <strong>de</strong> dar principio”.<br />

Aperturamiento<br />

El acto <strong>de</strong> abrir y el <strong>de</strong> iniciar es<br />

indicado con el alargamiento <strong>de</strong>l<br />

sustantivo “apertura”, o para indicar<br />

el aperturismo, o transigencia <strong>de</strong><br />

alguien.<br />

Aplaudible<br />

Cuando alguien es “digno o merecedor<br />

<strong>de</strong> aplauso”, o algo es “atendible,<br />

admisible, recomendable”, entonces<br />

<strong>de</strong>be <strong>de</strong>cirse y escribirse que es<br />

“plausible”.<br />

Austeridad<br />

Este sustantivo perteneciente al<br />

ámbito <strong>de</strong> la ascética remite a la<br />

“mortificación <strong>de</strong> los sentidos y<br />

pasiones”. Se <strong>de</strong>fine como “austero”<br />

a quien consigo mismo es “severo y<br />

rigurosamente ajustado a las normas<br />

<strong>de</strong> la moral”. Ha sido trasplantado<br />

al campo <strong>de</strong> la Economía cuando se<br />

quiere significar “ahorro”, “recortes”<br />

o limitaciones en el gasto público o<br />

privado.<br />

Cebreado<br />

Derivado <strong>de</strong> “cebra”, alu<strong>de</strong> a la<br />

zona marcada con franjas blancas<br />

Retorcijones<br />

<strong>de</strong>l lenguaje<br />

en las bocacalles <strong>de</strong>stinado al cruce<br />

peatonal.<br />

Cebra<br />

Por metáfora plástica que evoca al<br />

“animal solípedo <strong>de</strong>l África austral,<br />

parecido al asno, <strong>de</strong> pelo blanco<br />

amarillento, con listas transversales<br />

pardas o negras”, se <strong>de</strong>nomina así a la<br />

zona <strong>de</strong> tránsito señalizada con franjas<br />

blancas <strong>de</strong>stinada al cruce <strong>de</strong> peatones<br />

en las bocacalles.<br />

Condicionalidadores<br />

No hace falta la epéntesis que se<br />

comete al injertar las sílabas /li/ /da/<br />

para referirse a los “condicionantes”,<br />

es <strong>de</strong>cir a aquello que “<strong>de</strong>termina o<br />

condiciona”.<br />

Conectividad<br />

Al “enlace, atadura, trabazón,<br />

concatenación <strong>de</strong> una cosa con otra”<br />

o a la “acción y efecto <strong>de</strong> conectar”,<br />

es <strong>de</strong>cir “unir, enlazar, establecer<br />

relación, poner en comunicación”, se<br />

le <strong>de</strong>be adjetivar como “conectivo”, es<br />

<strong>de</strong>cir “que une, ligando partes <strong>de</strong> un<br />

mismo aparato o sistema”.<br />

Criteriado<br />

En el ámbito judicial se verbaliza en<br />

participio el sustantivo “criterio” para<br />

<strong>de</strong>signar al individuo que recibe como<br />

beneficio la atenuación <strong>de</strong> la pena<br />

impuesta a cambio <strong>de</strong> proporcionar<br />

información que involucre a los<br />

cómplices en el hecho <strong>de</strong>lictivo<br />

cometido.<br />

Criteriar<br />

La jerga <strong>de</strong> los abogados verbaliza<br />

el sustantivo “criterio” que se refiere<br />

a la “norma para conocer la verdad”<br />

y al “juicio o discernimiento” para<br />

significar el acto jurídico <strong>de</strong> otorgar<br />

atenuante <strong>de</strong> la con<strong>de</strong>na penal a quien<br />

habiendo participado en la comisión<br />

<strong>de</strong> un <strong>de</strong>lito colabora con la autoridad<br />

proporcionando información <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>más partícipes.<br />

Desaforamiento<br />

Por <strong>de</strong>finición “fuero” es “cada uno<br />

<strong>de</strong> los privilegios y exenciones que<br />

se conce<strong>de</strong>n a una provincia, a una<br />

ciudad o a una persona”; o bien, “el<br />

privilegio, prerrogativa o <strong>de</strong>recho<br />

moral que se reconoce a ciertas<br />

activida<strong>de</strong>s, principios, virtu<strong>de</strong>s, etc.,<br />

por su propia naturaleza”. El “hecho<br />

que priva <strong>de</strong> fuero a quien lo tenía”,<br />

es llamado “<strong>de</strong>safuero”; es <strong>de</strong>cir,<br />

significa que por haber <strong>de</strong>linquido se<br />

le priva <strong>de</strong> los privilegios que gozaba.<br />

Deshidratamiento<br />

A la privación que se hace “a un<br />

cuerpo o a un organismo <strong>de</strong>l agua que<br />

contiene” se le llama <strong>de</strong>shidratación.<br />

Deslegitimizar<br />

Con la epéntesis <strong>de</strong> los fonemas /i/ /z/<br />

entre la penúltima y última sílaba se<br />

produce el estiramiento <strong>de</strong>l a<strong>de</strong>cuado<br />

verbo “<strong>de</strong>slegitimar”, o sea “privar <strong>de</strong><br />

vali<strong>de</strong>z o legitimidad”.<br />

Dinamicidad<br />

La actividad, agilidad, presteza,<br />

cuidado y diligencia que se empeña<br />

en ejecutar algo, es llamada<br />

“dinamismo”.<br />

Empleabilidad<br />

Tanto al referirse a la “acción y efecto<br />

<strong>de</strong> emplear” como a la ocupación<br />

u oficio <strong>de</strong>be <strong>de</strong>cirse y escribirse<br />

“empleo”.<br />

Empren<strong>de</strong>durismo<br />

Con este estiramiento idiomático se<br />

neologiza la cualidad y actividad <strong>de</strong><br />

un “empren<strong>de</strong>dor”, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> quien<br />

“empren<strong>de</strong> con resolución acciones<br />

dificultosas o azarosas”, en nuestro<br />

caso, en el campo <strong>de</strong> la llamada micro<br />

economía.<br />

Empresabilidad<br />

Todo lo relacionado o perteneciente<br />

a las empresas o a los empresarios<br />

<strong>de</strong>be adjetivarse como “empresarial”,<br />

cuando se refiera a su crecimiento<br />

o <strong>de</strong>crecimiento como “unidad <strong>de</strong><br />

organización <strong>de</strong>dicada a activida<strong>de</strong>s<br />

industriales, mercantiles o <strong>de</strong><br />

prestación <strong>de</strong> servicios con fines<br />

lucrativos”.<br />

Escrutinizar<br />

Epéntesis puesto en boga<br />

principalmente en períodos<br />

electorales con el que al indicado<br />

verbo “escrutar”, en su acepción <strong>de</strong><br />

“reconocer y computar los votos que<br />

para elecciones u otros actos análogos<br />

se han dado secretamente por medio<br />

<strong>de</strong> bolas, papeletas o en otra forma”,<br />

se le injertan vanamente los fonemas<br />

/i/ /n/ /i/ /z/ en las antepenúltima,<br />

penúltima y última sílaba.<br />

Escrutinizado<br />

El participio <strong>de</strong> la acción efectuada, o<br />

sea el escrutinio, o “reconocimiento y<br />

cómputo <strong>de</strong> los votos en las elecciones<br />

Sigue en página 8/<br />

Sábado <strong>30</strong> / enero / <strong>2016</strong> TRESMIL 7


Viene <strong>de</strong> página 7/<br />

o en otro acto análogo”, al que se le<br />

injertan superfluamente los fonemas<br />

/i/ /n/ /i/ /z/ en las antepenúltima,<br />

penúltima y última sílaba.<br />

<strong>de</strong>be escribirse y <strong>de</strong>cirse “escrutado”.<br />

Excepcionando<br />

Cuando excluimos “a alguien o<br />

algo <strong>de</strong> la generalidad <strong>de</strong> lo que<br />

se trata o <strong>de</strong> la regla común”,<br />

hacemos una “excepción”; es <strong>de</strong>cir,<br />

“exceptuamos”. Si la exclusión se<br />

está realizando, entonces se está o<br />

estamos “exceptuando”.<br />

Expertiz<br />

La “prueba pericial” o “experticia”<br />

es realizada por un “perito”, es <strong>de</strong>cir<br />

un “entendido, experimentado, hábil,<br />

práctico en una ciencia o arte”.<br />

Familiarización<br />

Al hecho <strong>de</strong> adaptarse, “hacer familiar<br />

o común algo”, o <strong>de</strong> “introducirse<br />

y acomodarse al trato familiar <strong>de</strong><br />

alguien”, <strong>de</strong>be llamarse y escribirse<br />

“familiaridad”.<br />

Galardonear<br />

A quien por sus méritos o servicios<br />

se premia o recompensa, no se le<br />

galardonea, sino que se le galardona.<br />

Entonces el verbo es “galardonar”.<br />

Infraccionar<br />

El que “infringe” es “infractor”,<br />

es <strong>de</strong>cir, que violenta la ley, no<br />

únicamente el Reglamento <strong>de</strong><br />

Tránsito; y <strong>de</strong>be sancionársele,<br />

multársele, castigársele, pero<br />

no “infraccionársele”. Con esta<br />

verbalización <strong>de</strong>l sustantivo<br />

“infracción”, o sea una “transgresión,<br />

quebrantamiento <strong>de</strong> una ley, pacto o<br />

tratado, o <strong>de</strong> una norma moral, lógica<br />

o doctrinal”, se sustituye verbos<br />

apropiados como “multar”, que es<br />

imponer una “sanción administrativa<br />

o penal que consiste en la obligación<br />

<strong>de</strong> pagar una cantidad <strong>de</strong>terminada <strong>de</strong><br />

dinero. O bien, se le <strong>de</strong>be “sancionar”<br />

o “castigar”.<br />

Legitimizar<br />

Epéntesis que injertando los<br />

fonemas /i/ /z/ en las penúltima y<br />

última sílabas indica el hecho <strong>de</strong><br />

“convertir algo en legítimo” o para<br />

“probar o justificar la verdad <strong>de</strong><br />

algo o la calidad <strong>de</strong> alguien o algo<br />

conforme a las leyes” que se llama y<br />

escribe “legitimar”.<br />

Mandatar<br />

El sustantivo “mandato” se verbaliza<br />

y sustituye al verbo “mandar” para<br />

referir una “or<strong>de</strong>n o precepto que el<br />

superior da a los súbditos”<br />

Merece<strong>de</strong>ro<br />

Si alguien es digno <strong>de</strong> premio o<br />

castigo, entonces es “merecedor”.<br />

Mocionante<br />

En la jerga jurídica se le llama así<br />

a quien presenta una “moción”, o<br />

| artículo |<br />

8 TRESMIL Sábado <strong>30</strong> / enero / <strong>2016</strong><br />

sea una “proposición que se hace o<br />

sugiere en una junta que <strong>de</strong>libera”.<br />

Lo correcto ha <strong>de</strong> ser “proponente”.<br />

Mofear<br />

A la acción <strong>de</strong> burlarse y hacer<br />

escarnio <strong>de</strong> alguien o <strong>de</strong> algo con<br />

palabras, acciones o señales exteriores<br />

se le nombra y escribe “mofar”.<br />

Monitorear<br />

Al seguimiento continuo que se<br />

hace para evaluar el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong><br />

alguna actividad, o para buscar<br />

información que interesa en los<br />

medios <strong>de</strong> comunicación, o para<br />

tener control <strong>de</strong> los movimientos<br />

<strong>de</strong> personas o cosas, se <strong>de</strong>be<br />

<strong>de</strong>cir y escribir “monitorizar”,<br />

que en estricto sentido significa<br />

“observar mediante aparatos<br />

especiales el curso <strong>de</strong> uno o<br />

varios parámetros fisiológicos o<br />

<strong>de</strong> otra naturaleza para <strong>de</strong>tectar<br />

posibles anomalías”.<br />

Opcionar<br />

Se verbaliza el sustantivo<br />

“opción”, como “libertad o<br />

facultad <strong>de</strong> elegir” y se le<br />

confun<strong>de</strong> con el correcto verbo<br />

“optar” que es la facultad que se<br />

tiene <strong>de</strong> “escoger algo entre varias<br />

cosas”.<br />

Opinólogo<br />

Neologismo que se refiere al que<br />

emite un “dictamen o juicio que se<br />

forma <strong>de</strong> algo cuestionable”, a quien<br />

<strong>de</strong>be llamársele “opinante”.<br />

Paganidad<br />

La religión <strong>de</strong> los gentiles o paganos,<br />

o al conjunto <strong>de</strong> los gentiles se le<br />

llama y escribe “paganismo”.<br />

Peticionar<br />

El sustantivo “petición” se verbaliza<br />

para sustituir al verbo “pedir” para<br />

significar la “acción <strong>de</strong> pedir”, o sea<br />

“rogar o <strong>de</strong>mandar a alguien que <strong>de</strong><br />

o haga algo, <strong>de</strong> gracia o <strong>de</strong> justicia”.<br />

Potencializar<br />

Con el epéntesis que forma la<br />

inserción <strong>de</strong> los fonemas /l/ /i/ /z/ /a/<br />

en las penúltima y última sílaba se<br />

significa el hecho <strong>de</strong> que “comunicar<br />

potencia a algo o incrementar la que<br />

ya tiene” es “potenciar” ese algo.<br />

Puncionar<br />

Se sustituye con esta verbalización<br />

<strong>de</strong>l sustantivo “punción”, que es la<br />

“introducción <strong>de</strong> un instrumento<br />

“El hablante<br />

o escritor,<br />

pretendiendo<br />

<strong>de</strong>stacar por<br />

su seudo<br />

riqueza lexical provoca<br />

un fenómeno <strong>de</strong><br />

elongación <strong>de</strong>l lenguaje,<br />

incorporando fonemas o<br />

sílabas innecesarias al<br />

vocablo utilizado”<br />

agudo, como un trocar o una aguja, en<br />

un tejido, órgano o cavidad” al verbo<br />

“punzar” que es “herir con un objeto<br />

puntiagudo” o “pinchar, zaherir”.<br />

Recepcionar<br />

Verbalización <strong>de</strong>l sustantivo<br />

“recepción” que suplanta al verbo<br />

“receptar”, como el acto <strong>de</strong> tomar,<br />

recibir o acoger lo que le dan o envían<br />

a alguien.<br />

Registración<br />

Tanto a la “acción y efecto <strong>de</strong><br />

registrar”, o sea “mirar, examinar<br />

algo o a alguien, minuciosamente,<br />

para encontrar algo que pue<strong>de</strong> estar<br />

oculto”, o al hecho <strong>de</strong> “inscribir en<br />

una oficina <strong>de</strong>terminados documentos<br />

públicos, instancias, etc.” se le<br />

nombra y escribe “registro”.<br />

Regularizar<br />

Con la elongación <strong>de</strong>l apropiado<br />

verbo “regular” en su acepción <strong>de</strong><br />

“ajustar, reglar o poner en or<strong>de</strong>n<br />

algo”, también se <strong>de</strong>signa el hecho <strong>de</strong><br />

“<strong>de</strong>terminar las reglas o normas a que<br />

<strong>de</strong>be ajustarse alguien o algo” y a la<br />

acción <strong>de</strong> “ajustar el funcionamiento<br />

<strong>de</strong> un sistema a <strong>de</strong>terminados fines”<br />

Regulatorio<br />

El conjunto <strong>de</strong> ór<strong>de</strong>nes, normas,<br />

reglas, estatutos, <strong>de</strong>cretos, leyes,<br />

etc., que regulan, dirigen o<br />

conciertan tiene la característica<br />

<strong>de</strong> ser “regulativo”, como ha <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>cirse y escribirse.<br />

Relacionamiento<br />

Todo lo que pertenece o es relativo<br />

a la “relación”, es <strong>de</strong>cir a la<br />

“conexión o correspon<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

algo con otra cosa” o “<strong>de</strong> alguien<br />

con otra persona” <strong>de</strong>be adjetivarse<br />

como “relacional”.<br />

Rentabiliar<br />

“Hacer que algo sea rentable,<br />

productivo o provechoso” es<br />

“rentabilizar”.<br />

Repitencia<br />

Esta neologización <strong>de</strong>l sustantivo<br />

“repetición”, o sea la “acción y<br />

efecto <strong>de</strong> repetir o repetirse”, que es<br />

“volver a hacer lo que ya se había<br />

hecho, o <strong>de</strong>cir lo que se había dicho”,<br />

tiene connotación en el ámbito<br />

magisterial para referir el fenómeno<br />

<strong>de</strong> las consecutivas reprobaciones<br />

académicas <strong>de</strong> los alumnos en un<br />

mismo grado escolar.<br />

Reproducidad<br />

A la “capacidad <strong>de</strong> reproducirse o ser<br />

reproducido” y “a la acción y efecto<br />

<strong>de</strong> reproducir o reproducirse” se le<br />

llama y escribe “reproducibilidad”.<br />

Segmentizar<br />

La acción <strong>de</strong> “cortar o partir en<br />

segmentos”, o sea en “porciones<br />

o partes cortadas o separadas <strong>de</strong><br />

una cosa”, es llamada y escrita<br />

“segmentar”.<br />

Suavi<strong>de</strong>z<br />

La “cualidad <strong>de</strong> suave”, o lo que<br />

nos resulta “liso y blando al tacto,<br />

en contraposición a tosco y áspero”,<br />

lo mismo que lo “dulce y grato a los<br />

sentidos”, es en correcta dicción y<br />

escritura “suavidad”.<br />

Territorialización<br />

Lo que pertenece o es relativo al<br />

territorio se <strong>de</strong>be adjetivar como<br />

“territorial”. La división en partes <strong>de</strong><br />

un territorio se llama “territorialismo”.<br />

Tramitologismo<br />

El neologismo que ha sido aceptado es<br />

el sustantivo “tramitología”, <strong>de</strong>finido<br />

como el “arte o ciencia <strong>de</strong> resolver,<br />

perfeccionar o facilitar los trámites”;<br />

es <strong>de</strong>cir, “cada uno <strong>de</strong> los estados y<br />

diligencias que hay que recorrer en un<br />

negocio hasta su conclusión.”<br />

Transparencia<br />

Este sustantivo perteneciente al<br />

campo <strong>de</strong> la óptica, como parte <strong>de</strong><br />

la física que remite a la “cualidad<br />

<strong>de</strong> transparente” o a la cualidad<br />

que tiene un cuerpo, “a través<br />

<strong>de</strong>l cual pue<strong>de</strong>n verse los objetos<br />

claramente” ha reemplazado al<br />

sustantivo “honra<strong>de</strong>z” y su sinónimo<br />

“probidad” como “rectitud <strong>de</strong> ánimo,<br />

integridad en el obrar”, y con él se<br />

ha llegado a nombrar una secretaría<br />

gubernamental.<br />

Transparentar<br />

Con este verbo que alu<strong>de</strong> a la cualidad<br />

que tiene un cuerpo <strong>de</strong> “permitir que<br />

se vea o perciba algo a través <strong>de</strong> él” se<br />

remite al hecho <strong>de</strong> permitir el acceso<br />

a la información <strong>de</strong> interés público en<br />

po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> funcionarios o instituciones<br />

gubernamentales.<br />

Trayectorio<br />

Al aludir o escribir a cerca <strong>de</strong> la<br />

“línea <strong>de</strong>scrita en el espacio por un<br />

cuerpo que se mueve” o al “curso<br />

que, a lo largo <strong>de</strong>l tiempo, sigue<br />

el comportamiento o el ser <strong>de</strong> una<br />

persona, <strong>de</strong> un grupo social o <strong>de</strong><br />

una institución”, <strong>de</strong>be hacerse con el<br />

sustantivo femenino “trayectoria”.<br />

Cabe esperar que muchos, sino<br />

todos, y otros nuevos vocablos<br />

que se incorporen y vuelvan parte<br />

<strong>de</strong>l inveterado uso lingüístico <strong>de</strong><br />

nuestros hablantes serán en el futuro<br />

consi<strong>de</strong>rados para su inclusión en<br />

el normar <strong>de</strong>l lenguaje español que<br />

regula la Real Aca<strong>de</strong>mia Española.<br />

18/01/<strong>2016</strong> 16:38:11

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