Suplemento Cultural Tres Mil 23 de Enero de 2016

22.02.2016 Views

NO. 1334 / SÁBADO 23 / ENERO / 2016 FUNDADO EL 24 DE MARZO DE 1990 FOTOGRAFÍA >Elvis Aviv Guzmán, GOLPE DE SOMBRA 2 (El Salvador) ARTÍCULO /4 RETORNO Y FINAL DE RUBÉN DARÍO IDENTIDAD /5 DE CLASES SOCIALES FANTASÍA Y VIOLENCIA RACIAL COMPILACIÓN /5 RIMA TOPONÍMICA POTONA POESÍA /6-7 ANTOLOGÍA DE SALVADOR JUÁREZ

NO. 1334 / SÁBADO <strong>23</strong> / ENERO / <strong>2016</strong> FUNDADO EL 24 DE MARZO DE 1990<br />

FOTOGRAFÍA<br />

>Elvis Aviv Guzmán, GOLPE DE SOMBRA 2 (El Salvador)<br />

ARTÍCULO /4<br />

RETORNO Y FINAL<br />

DE RUBÉN DARÍO<br />

IDENTIDAD /5<br />

DE CLASES<br />

SOCIALES FANTASÍA<br />

Y VIOLENCIA RACIAL<br />

COMPILACIÓN /5<br />

RIMA TOPONÍMICA<br />

POTONA<br />

POESÍA /6-7<br />

ANTOLOGÍA DE SALVADOR JUÁREZ


“Cada uno <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> todos los individuos se realizan por tres únicas razones: por honor, por dinero o por amor” (NAPOLEÓN BONAPARTE)<br />

Un horror<br />

vacío y lleno<br />

Al escuchar el nombre <strong>de</strong> la exposición<br />

Horror Vacui: Arte <strong>de</strong> la posguerra<br />

que se <strong>de</strong>sarrolla en la Sala Nacional<br />

<strong>de</strong> Exposiciones Salarrué, esa frontera<br />

entre la guerra y la posguerra me pareció<br />

tener mayor sentido que el que le daba, tuve una imagen<br />

más clara, gracias a esos siete artistas plásticos que nos<br />

muestran un poco <strong>de</strong> su visión.<br />

Utilizar palabras en latín para <strong>de</strong>scribir ese momento<br />

nos da una i<strong>de</strong>a simbólica <strong>de</strong> origen, <strong>de</strong> venir <strong>de</strong> algo<br />

que pue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rado sacro, impuesto, pero sacro.<br />

Tal y como es nuestra historia, pero las palabras tienen<br />

más sentido al pronunciar horror. ¿Acaso no fue la<br />

guerra algo horroroso? Sí que lo fue, mientras que<br />

vacío es un poco más complicado <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir, aunque<br />

también es justo eso lo que existe en el alma al ver<br />

tantas pérdidas y horrores, un vacío que no se llenará<br />

con nada. Un nombre muy intenso para esta exposición.<br />

Y es que es eso precisamente, un horror vacío que nos<br />

<strong>de</strong>vora aún en la posguerra, porque no po<strong>de</strong>mos negar el<br />

pasado, todo lo que sucedió sigue en nosotros y seguirá.<br />

La guerra civil salvadoreña fue cruenta y nos llenó <strong>de</strong><br />

luto, dolor e insensibilidad. ¿Cómo podríamos no ser<br />

violentos tras todos esos horrores? La violencia social<br />

Bitácora<br />

MAURICIO VALLEJO MÁRQUEZ<br />

COORDINADOR<br />

SUPLEMENTO TRES MIL<br />

en que vivimos es producto <strong>de</strong> esos años y <strong>de</strong> todos<br />

los que se vivieron antes con la represión militar y las<br />

injusticias. Negar eso es estar ciego.<br />

Sin embargo, la muestra <strong>de</strong> estos artistas plásticos<br />

procuran mostrarnos ese traslado <strong>de</strong> tiempos <strong>de</strong> guerra<br />

a la paz. Curiosamente los horrores <strong>de</strong> la guerra siguen<br />

presente, porque la guerra no ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> ser parte <strong>de</strong><br />

nuestra idiosincrasia, es inherente a nosotros y siempre<br />

estará porque la hemos vivido y es un capítulo más <strong>de</strong><br />

la historia.<br />

La muestra es <strong>de</strong> Óscar Soles, Luis Lazo Chaparro,<br />

Dagoberto Nolasco, Negra Álvarez, Romeo Galdámez,<br />

Mauricio Mejía y Manuel Antonio Bonilla.<br />

Antes <strong>de</strong> abrir las puertas al público recorrí la muestra<br />

junto a Mayra Barraza, Dagoberto Nolasco, Negra<br />

Álvarez, Mauricio Mejía y Romeo Galdámez. Esa<br />

pequeña camina frente a sus obras hizo que los cuadros<br />

cobraran aún más vida y se alimentara <strong>de</strong> sus crónicas<br />

y anécdotas, viendo cada una <strong>de</strong> las perspectivas,<br />

como lo dijo Dagoberto Nolasco: “Cada quien tiene su<br />

perspectiva, pero somos parte <strong>de</strong> una generación”.<br />

Y así es, porque vivieron el antes, durante y <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> la guerra logrando narrar su tiempo a través <strong>de</strong> la<br />

imagen, <strong>de</strong> la pintura y la escultura, para que ahora<br />

nosotros podamos apreciar esta muestra.<br />

vallejomarquez.blogspot.com<br />

@vallejomarquez Mauricio Vallejo Márquez<br />

Histeria <strong>de</strong> amor árabe-cristiano<br />

Georges Perec “(París, 7 <strong>de</strong><br />

marzo <strong>de</strong> 1936-Ivry-sur-Seine,<br />

3 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1982) fue uno<br />

<strong>de</strong> los escritores más importantes <strong>de</strong><br />

la literatura francesa <strong>de</strong>l siglo XX.<br />

Fue miembro <strong>de</strong>l grupo Oulipo <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

1967 hasta su muerte, y aban<strong>de</strong>rado<br />

<strong>de</strong>l Nouveau roman. Su obra estuvo<br />

basada en la experimentación, en<br />

ciertas limitaciones formales como<br />

forma <strong>de</strong> creación, y en el explícito<br />

propósito <strong>de</strong> nunca repetir la misma<br />

i<strong>de</strong>a en dos libros. Ha sido traducido<br />

a más <strong>de</strong> quince idiomas, y pese a no<br />

ser un escritor leído por multitu<strong>de</strong>s, se<br />

le suele consi<strong>de</strong>rar un autor <strong>de</strong> culto”.<br />

-Wikipedia-<br />

En su obra: La vida instrucciones <strong>de</strong><br />

uso (La Vie Mo<strong>de</strong> d´Emploi)/Georges<br />

Perec – Barcelona: Anagrama, 2015<br />

Pág. 634 encuentro un relato notable:<br />

“La tercera foto… es la escena final<br />

<strong>de</strong> El con<strong>de</strong> Gleichen <strong>de</strong> Yorick. El<br />

con<strong>de</strong> <strong>de</strong> Gleichen cayó prisionero en<br />

un combate con los sarracenos y fue<br />

con<strong>de</strong>nado a ser esclavo. Lo enviaron<br />

a trabajar a la huerta <strong>de</strong>l serrallo, por<br />

lo que reparó en él la hija <strong>de</strong>l sultán.<br />

Le pareció hombre <strong>de</strong> calidad, se<br />

enamoró <strong>de</strong> él y le prometió favorecer<br />

su huida, si se casaba con ella. Él le<br />

hizo respon<strong>de</strong>r que estaba casado,<br />

lo cual no <strong>de</strong>spertó escrúpulos en la<br />

princesa, acostumbrada al rito <strong>de</strong> la<br />

pluralidad <strong>de</strong> esposas. Pronto llegaron<br />

a un acuerdo, se hicieron a la mar y<br />

tomaron puerto en Venecia. El con<strong>de</strong><br />

fue a Roma a exponer a Gregorio IX<br />

todos los pormenores <strong>de</strong> su historia.<br />

Intimissimun<br />

CARALVÁ<br />

FUNDADOR<br />

SUPLEMENTO TRES MIL<br />

Hugo Wast y los Buquinistas<br />

Hugo Wast (1883-1962), pseudónimo<br />

<strong>de</strong> Gustavo Adolfo Martínez Zuviría,<br />

abogado, escritor y político argentino,<br />

fue un autor extraordinariamente prolífico,<br />

popularísimo en los medios hispanoamericanos<br />

<strong>de</strong> buena parte <strong>de</strong>l pasado siglo.<br />

Uno <strong>de</strong> sus gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>votos, el poeta David<br />

Escobar Galindo, nos lo recuerda, al referirnos<br />

que Wast, junto con el colombiano José María<br />

Vargas Vila (1860-1933), acapararon la atención<br />

y el gusto <strong>de</strong>l público, sobre todo, <strong>de</strong>l juvenil,<br />

en esos años dorados, cuando se leía <strong>de</strong> forma<br />

casi industrial.<br />

La personalidad multifacética <strong>de</strong> Wast se<br />

revela en una larga lista <strong>de</strong> novelas, cuentos,<br />

crónicas, ensayos, dramas, artículos, y en un<br />

maravilloso anecdotario. Incluso, algunas <strong>de</strong><br />

sus novelas fueron adaptadas al cine, como<br />

“Flor <strong>de</strong> Durazno”, en su primera recreación<br />

–muda- <strong>de</strong> 1917, con la participación primeriza<br />

<strong>de</strong> Carlos Gar<strong>de</strong>l. Luego, México, realizó dos<br />

versiones <strong>de</strong>l texto, la primera, en 1945; y la<br />

segunda, en 1970. A<strong>de</strong>más, fueron llevadas a<br />

la gran pantalla, con mucho éxito, otras <strong>de</strong> su<br />

autoría como: “La que no perdonó” (1938), “La<br />

casa <strong>de</strong> los cuervos” (1941), “El camino <strong>de</strong> las<br />

llamas” (1942) y “Valle negro” (1943).<br />

Hugo Wast fue un ferviente católico <strong>de</strong><br />

orientación conservadora. Mantuvo afinidad<br />

con los gobiernos civiles y militares argentinos<br />

<strong>de</strong> este signo, y con otros <strong>de</strong> orientación<br />

similar a nivel mundial, especialmente<br />

con la España nacionalista. En 1954 fue<br />

con<strong>de</strong>corado con la Gran Cruz <strong>de</strong> Alfonso X<br />

el Sabio, por parte <strong>de</strong>l régimen <strong>de</strong>l general<br />

Francisco Franco.<br />

La trayectoria literaria <strong>de</strong> Wast, fue<br />

reconocida y premiada internacionalmente.<br />

Su obra gozó <strong>de</strong> una amplia difusión, tanto<br />

en América como en Europa. En tal sentido,<br />

fue traducido y publicado por editoriales, que<br />

tenían la exclusividad <strong>de</strong><br />

Claraboya<br />

ÁLVARO DARÍO LARA<br />

ESCRITOR Y POETA<br />

sus <strong>de</strong>rechos. Sus tomos<br />

se imprimieron, en distintos formatos,<br />

dirigidos a diversos mercados <strong>de</strong> ávidos<br />

lectores, en ediciones rústicas, encua<strong>de</strong>rnadas<br />

y populares.<br />

Su nieto, Pru<strong>de</strong>ncio Martínez Zuviría, nos<br />

dice respecto a su memorable abuelo, en el<br />

artículo “Para juzgar a Hugo Wast hay que<br />

conocerlo” (Diario “El Litoral”, Santa Fe,<br />

Argentina, 20 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2012): “Su<br />

Con la promesa que hizo <strong>de</strong> convertir<br />

a la sarracena, el papa le dio dispensa<br />

para quedarse con sus dos mujeres.<br />

La primera <strong>de</strong> éstas experimentó un<br />

júbilo tan gran<strong>de</strong> con el regreso <strong>de</strong> su<br />

marido, que, fueran cuales fueran las<br />

condiciones <strong>de</strong> su vuelta, consintió en<br />

todo y aun manifestó a su bienhechora<br />

una gratitud sin límites. Cuenta la<br />

historia que la sarracena no tuvo hijos<br />

y amó con amor <strong>de</strong> madre a los <strong>de</strong> su<br />

rival. ¡Qué pena que no diera a luz a<br />

una criatura parecida a ella! En Gleichen<br />

se enseña la cama don<strong>de</strong> dormían<br />

juntos los tres insólitos personajes. Los<br />

enterraron en el mismo sepulcro, en el<br />

monasterio benedictino <strong>de</strong> San Petersburgo;<br />

y el con<strong>de</strong>, que sobrevivió a sus<br />

dos mujeres, or<strong>de</strong>nó que pusieran en el<br />

sepulcro, que sería más tar<strong>de</strong> el suyo, el<br />

siguiente epitafio que había compuesto<br />

él mismo: «Aquí yacen dos mujeres<br />

rivales que se amaron como hermanas<br />

y me amaron por igual. Una abandonó<br />

a Mahoma para seguir a su esposo y la<br />

otra corrió a echarse en brazos <strong>de</strong> su<br />

enemiga, que se lo <strong>de</strong>volvía. Unidos<br />

por los lazos <strong>de</strong>l amor y el matrimonio,<br />

sólo tuvimos un lecho nupcial en vida<br />

y nos cubre una misma losa <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> muertos.» Junto a la tumba, como<br />

correspon<strong>de</strong>, se plantaron un roble y<br />

dos tilos.” Pág. 56<br />

He admirado a Perec <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi época<br />

<strong>de</strong> exilio en México, gracias al <strong>Suplemento</strong><br />

<strong>Cultural</strong> dominical <strong>de</strong> Excélsior<br />

Diorama, una breve crónica generó mi<br />

curiosidad por experimentar la omisión<br />

<strong>de</strong> la letra “a” (español), por su referencia<br />

<strong>de</strong> su novela La Disparition (El<br />

secuestro) que no incluye la letra “e”<br />

(francés). Literatura como arte combinatoria,<br />

etc.<br />

vasta obra literaria lo convierte en uno <strong>de</strong><br />

los escritores argentinos más premiados,<br />

como asimismo el que más libros escribió<br />

y vendió en la historia <strong>de</strong> las letras<br />

argentinas. Sólo en nuestro país vendió<br />

más <strong>de</strong> 3 millones <strong>de</strong> ejemplares…”.<br />

Pero, hablemos –finalmente- <strong>de</strong> los<br />

buquinistas, ya que gracias a ellos (¡Vaya<br />

ironías <strong>de</strong>l tiempo!) llegué a Hugo Wast,<br />

el que fuera tan famoso en el ayer; y que<br />

ahora, como nos afirma siempre David,<br />

es prácticamente, un literato olvidado.<br />

Escribe Wast en este fragmento <strong>de</strong><br />

“Mi amigo, el buquinista (1°)”: “Los<br />

franceses llaman bouquiniste al<br />

negociante en libros raros, y bouquineur<br />

al comprador <strong>de</strong> ellos. Bouquiner es<br />

andar a caza <strong>de</strong> estos libros o bouquins,<br />

para coleccionarlos o reven<strong>de</strong>rlos, cuya<br />

búsqueda se realiza no solamente, en las<br />

librerías, sino en los más extravagantes<br />

rincones, don<strong>de</strong>quiera que el olfato <strong>de</strong>l<br />

bibliófilo rastrea un hallazgo. Es todo un<br />

arte capaz <strong>de</strong> llenar completamente la<br />

vida <strong>de</strong> ciertos hombres”, (Tomado <strong>de</strong>:<br />

“Naves, Oro, Sueños”).<br />

Insuficiente el espacio para continuar<br />

citando al gran Hugo Wast. Hay que<br />

leerlo y ponerlo nuevamente <strong>de</strong> moda.<br />

Incursionar en él, es una aventura que<br />

jamás nos <strong>de</strong>fraudará. Conste, lo dice un<br />

consumado bouquineur.<br />

El único suplemento cultural<br />

<strong>de</strong> El Salvador<br />

2 TRESMIL Sábado <strong>23</strong> / enero / <strong>2016</strong><br />

Director Diario Co Latino: Francisco Valencia.<br />

Coordinador: Mauricio Vallejo Márquez.<br />

Colaboradores: Caralvá, José Roberto Cea, Augusto Crespín, Julio Iraheta<br />

Santos, Álvaro Darío Lara, Tirso Canales, Luis Antonio Chávez, Rob Escobar,<br />

Elvis Aviv Guzmán, Wilfredo Arriola y Bilal Arif Portillo. Armando Molina (San<br />

Francisco), Dora Olivia Magaña (Los Ángeles), Rafael Lara-Martínez (Nuevo<br />

México), Manuel Iris (Cincinatti), Alfonso Velis-Tobar (Canadá), Perla Rivera Núñez<br />

(Honduras) y Edgar Quisquinay (Guatemala).<br />

<strong>Suplemento</strong> <strong>Cultural</strong> 3000 fue fundado el 24 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1990 por Gabriel<br />

Otero y Caralvá. Durante 25 años lo han coordinado en diferentes periodos<br />

Gabriel Otero, Caralvá, Walter Raudales, Otoniel Guevara (2) , Luis Alvarenga,<br />

Álvaro Darío Lara, Colectivo Coordinador* y Mauricio Vallejo Márquez.<br />

* Salvador Juárez, Roberto Quezada, Mario Castrillo, Luis Alvarenga, José Roberto Cea y Mauricio Marquina<br />

Toda colaboración <strong>de</strong> artículos, cuentos, ensayos, poesía, ilustración, pintura y fotografía<br />

pue<strong>de</strong> enviarse al correo electrónico: suplemento3000@gmail.com


FRANCISCO JAVIER<br />

BAUTISTA LARA<br />

Escritor nicaragüense<br />

Está pálido, <strong>de</strong>lgado, exangüe…<br />

Presenta aspecto <strong>de</strong> un hombre<br />

<strong>de</strong> 60 años… Su abdomen<br />

abultado, hinchado. La mirada<br />

dormida, el párpado caído…”.<br />

Según Torres Bo<strong>de</strong>t: “Rubén Darío, en el<br />

fondo, había sido un genial suicida. Se había<br />

envenenado constantemente. El alcohol y la<br />

poesía hicieron el resto. Médicos afanosos<br />

extrajeron <strong>de</strong>l cuerpo las vísceras esenciales.<br />

Por sus relatos saben hoy los lectores que el<br />

hígado <strong>de</strong> Rubén Darío estaba endurecido,<br />

que tenía el corazón engrasado y que sus<br />

pulmones y sus riñones hubieran podido<br />

resistir varios años más…”<br />

Aunque se ha comentado que la causa <strong>de</strong> la<br />

cirrosis hepática <strong>de</strong> Darío fue su alcoholismo,<br />

otros enfoques contemporáneos ofrecen<br />

distinta interpretación y la palabra <strong>de</strong>finitiva<br />

no ha sido dicha. Sin exten<strong>de</strong>rnos en el<br />

asunto, <strong>de</strong> acuerdo con la Nueva Medicina<br />

Germánica (1985), razonable y polémica<br />

concepción formulada por el médico alemán<br />

Dr. Ryke Hamer, la cirrosis hepática pue<strong>de</strong><br />

tener dos causas posibles: 1) Conflicto<br />

generado por el miedo a morir o morirse<br />

<strong>de</strong> hambre, ya sea miedo a sí mismo o por<br />

otros, lo que genera un proceso biológico<br />

que provoca crecimiento <strong>de</strong>l hígado y otros<br />

efectos, y 2) Conflicto por rencor en el<br />

territorio, contrariedad territorial, o conflicto<br />

en área territorial masculina. Explica que<br />

“la inmensa mayoría <strong>de</strong> los carcinomas<br />

<strong>de</strong>l hígado en caso <strong>de</strong> un hombre joven se<br />

regeneran, <strong>de</strong> modo que más tar<strong>de</strong> se vuelven<br />

visibles. Cuando el paciente envejece,<br />

comprobamos una transformación <strong>de</strong> estos<br />

carcinomas –a condición <strong>de</strong> que el conflicto<br />

acabe por pararse–, en tejido conjuntivo. Es<br />

lo que llamamos cirrosis <strong>de</strong>l hígado. En otro<br />

tiempo, nos imaginábamos siempre que “la<br />

cirrosis tenía como causa el alcohol”.<br />

Ambos conflictos causales son<br />

i<strong>de</strong>ntificables en la vida <strong>de</strong> Darío; el miedo<br />

terrible a morir y a la muerte fue constante,<br />

las penurias económicas y afectivas, y la<br />

Retorno y final<br />

<strong>de</strong> Rubén Darío<br />

contrariedad que tuvo con su territorio<br />

<strong>de</strong> origen–. Torres Bo<strong>de</strong>t señaló: “Entre<br />

Nicaragua y Rubén Darío faltó un vínculo<br />

indispensable… el <strong>de</strong> la madre <strong>de</strong> carne<br />

y hueso… porque nada nacionaliza al<br />

ciudadano futuro como la cotidiana visión<br />

<strong>de</strong> una madre amada… peor que no tener<br />

padres: saber que existen y que, no obstante,<br />

jamás lo serán <strong>de</strong> veras”, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su nacimiento<br />

en un espacio familiar disfuncional, y a lo<br />

largo <strong>de</strong> su vida, imposibilitado <strong>de</strong> construir<br />

un hogar, con carencias económicas, afligido<br />

por la pobreza, con aspiraciones <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>za<br />

y <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n en sus gastos, necesitado <strong>de</strong><br />

inventar siempre “un pretexto para otra<br />

fuga”, “sintió el espanto <strong>de</strong> lo perece<strong>de</strong>ro<br />

y lo inexorable: la fatalidad <strong>de</strong>l no ser, y la<br />

proximidad magnética <strong>de</strong> la muerte”, estos<br />

conflictos pue<strong>de</strong>n tener distinto impacto y<br />

Entrega final<br />

ser asumidos <strong>de</strong> manera diferente por las<br />

personas.<br />

Darío no fue capaz <strong>de</strong> resolver<br />

su conflicto, no revirtió la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>terioro físico que tenía en su causa los<br />

| artículo |<br />

traumas personales que lo ahogaban. Era<br />

un hombre sensible y frágil, vulnerable<br />

emocionalmente, dicen que parecía un niño<br />

gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> memoria privilegiada, pudo ser<br />

afectado por ello y provocarle los <strong>de</strong>sajustes<br />

por “el conflicto biológico” no resuelto y que<br />

según algunas opiniones, y en particular este<br />

nuevo y renovado enfoque señala –aunque<br />

lógico, choca y cuestiona la gran industria<br />

farmacológica y médica prevaleciente–. “El<br />

conflicto biológico” - DHS: Síndrome <strong>de</strong><br />

Dirk Hamer-, cuya solución no es intelectual<br />

ni racional, requiere en tiempo razonable<br />

para adaptarse a la vida o perecer, implica<br />

cambios en la estructura y función biológica,<br />

la llamada “parte activa <strong>de</strong>l conflicto” que<br />

muestra aumento <strong>de</strong> la función <strong>de</strong>l órgano y<br />

multiplicación celular, como mecanismo <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l cuerpo. La crisis que no superó<br />

y lo llevó al final comenzó a fines <strong>de</strong> 1914,<br />

antes <strong>de</strong> salir <strong>de</strong> Barcelona, por la pérdida<br />

<strong>de</strong>l trabajo ante el inicio <strong>de</strong> la Guerra,<br />

la insolvencia financiera, el abandono a<br />

Francisca y al pequeño Rubén.<br />

Están presentes en la <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia física y<br />

emocional <strong>de</strong> Darío, el factor inmediato,<br />

el binomio inseparable: guerra-<strong>de</strong>sempleo/<br />

crisis económica personal-escasez, y<br />

abandono-carencias <strong>de</strong> afectos. El primero,<br />

es la razón inminente <strong>de</strong> su retorno, y<br />

que, sumado al segundo, inseparable en<br />

su dimensión humanas cuya acumulación<br />

marcó su vida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su origen los años y<br />

espacios transitados, a pesar <strong>de</strong> sus escapes y<br />

excesos que lo llevarán a los pa<strong>de</strong>cimientos<br />

y a la muerte en el mismo lugar <strong>de</strong>l principio.<br />

Entre la <strong>de</strong>sesperanza, a pesar <strong>de</strong> todo, trató<br />

<strong>de</strong> retornar a su fe esperanzadora que expresó<br />

en algunos versos <strong>de</strong> sus últimos poemas,<br />

ante la fatalidad que va condicionando su<br />

rumbo que lo llevó al punto <strong>de</strong> partida para<br />

escribir con los hechos y no en el texto, el<br />

epílogo <strong>de</strong> su vida.<br />

Ello quedó dicho <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> lo publicado en los<br />

medios impresos <strong>de</strong> Centroamérica, vistos<br />

a la luz <strong>de</strong>l presente, con la información<br />

contemporánea, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un siglo, con<br />

las cuestiones que solo la serenidad <strong>de</strong>l<br />

tiempo permite ver y siempre es posible<br />

reinterpretar.<br />

| narrativa |<br />

TRES BREVI-CUENTOS DE<br />

RENÁN ALCIDES ORELLANA<br />

RENÁN ALCIDES<br />

ORELLANA<br />

Escritor y periodista<br />

A propósito <strong>de</strong> la realidad circundante, 3 Brevi-cuentos <strong>de</strong> inicios década 1970.<br />

I.CONTRADICCIÓN<br />

II. MUTACIÓN<br />

III. MÁS ALLÁ DEL SUEÑO<br />

El Consejo <strong>de</strong> Ancianos <strong>de</strong>liberaba noche y día. Habían<br />

perdido la noción <strong>de</strong>l tiempo, en la búsqueda <strong>de</strong> una fórmula<br />

para poner fin a la violencia que diariamente enlutaba al<br />

imperio. Por fin:<br />

- La solución, gritaron.<br />

Pero, era tar<strong>de</strong>. Cuando salieron a la calle no quedaba un<br />

ciudadano vivo y, con marcada <strong>de</strong>silusión, uno a uno los<br />

ancianos se fueron suicidando…<br />

Hubo tiempo en que el hombre era el lobo <strong>de</strong>l hombre…<br />

Ahora<br />

el hombre es el lobo <strong>de</strong>l lobo.<br />

(Del libro “De casi seres humanos y<br />

otros cuentos”, Ediciones 1975 y 2003).<br />

Ha vuelto la tranquilidad. Puedo ver, sin que ellos lo noten,<br />

los rostros furibundos <strong>de</strong> mis acusadores; y sus manos<br />

crispadas, impotentes, aferrándose a las piedras y los garrotes<br />

que han escogido para mi linchamiento. Pero, nada pue<strong>de</strong>n<br />

hacerme. De este otro lado estoy irremediablemente protegido<br />

y ningún golpe, si lograran <strong>de</strong>scargarlo, me haría el menor<br />

daño. Me doy cuenta, eso sí, <strong>de</strong> su interminable ira y su <strong>de</strong>seo<br />

incontenible <strong>de</strong> continuar golpeándome. Pero, no lo hacen.<br />

No pue<strong>de</strong>n hacerlo. Y, sin embargo, ya no hay frustración en<br />

sus miradas. ¿Por qué habrían <strong>de</strong> sentirla, si estar frente a mi<br />

cadáver es haber alcanzado su objetivo…?<br />

Sábado <strong>23</strong> / enero / <strong>2016</strong> TRESMIL 3


A los marxistas que rechazan el<br />

estudio <strong>de</strong> las clases sociales.<br />

Si “la verdad está en lo increíble —<br />

ximántara diama xitrán—“ (Euralas),<br />

es porque la fantasía duplica lo Real.<br />

Lo calca en espejeo y lo <strong>de</strong>sdobla en<br />

realidad y realeza.<br />

Abstract: “On Social Classes.<br />

Fantasy an Racial Violence”<br />

studies two recognized works from<br />

the Salvadoran literary canon:<br />

O-Yarkandal (1929) by Salarrué and<br />

La princesa está triste… (The Princess<br />

is sad…, 1925) by Raúl Contreras.<br />

Both narratives classify as fantastic<br />

literature influenced by orientalism,<br />

displaying an imagined monarchical<br />

empire ruled by a specific ethnic<br />

group. A white royal population<br />

reigns over black slave resi<strong>de</strong>nts,<br />

submitting them to torture, and<br />

hard labor. In a epoch of increasing<br />

violence, fantasy should not only be<br />

analyzed by its fascinating mythical<br />

material, but also by the means it<br />

disguises historical inequalities, i. e.<br />

white supremacy administrates afro<strong>de</strong>scendant<br />

slavery.<br />

***<br />

Si lo fantástico implica que el<br />

lector consi<strong>de</strong>re “el mundo <strong>de</strong> los<br />

personajes como un mundo <strong>de</strong><br />

personas vivientes” (T. Todorov,<br />

Introducción, 37), aún su carácter<br />

etéreo extremo presupone la materia.<br />

Lo concreto obliga al espíritu más<br />

sutil a manifestarse en lo tangible.<br />

De lo contrario, permanecería<br />

oculto para un habitante terrestre y<br />

mundano. Sea la lengua sonido y<br />

escrito, pe<strong>de</strong>stal <strong>de</strong>l sentido, sin esa<br />

huella dual no hay comunicación.<br />

No hay idioma sin un espectro<br />

físico e inscripción. Sea el cuerpo<br />

biológico, cimiento <strong>de</strong> la psique, sin<br />

su rondar, no hay figura literaria, aun<br />

si se llame alma en pena. Esta doble<br />

presencia palpable —lengua y cuerpo<br />

<strong>de</strong> un “simio gramático”— hace que<br />

la fantasía se arraigue en el reino<br />

físico <strong>de</strong> este mundo. La fantasía se<br />

imagina como un universo posible,<br />

paralelo a la sociedad humana.<br />

En El Salvador, dos ejemplos<br />

clásicos se intitulan O-Yarkandal<br />

(1929/1969/1971/1996) <strong>de</strong> Salarué<br />

y, menos renombrado, La princesa<br />

está triste… (1925/1996) <strong>de</strong> Raúl<br />

Contreras. Ambas obras no sólo<br />

comparten una misma afición<br />

generacional — el orientalismo—<br />

(véase la foto <strong>de</strong> ambos junto a<br />

Alberto Guerra Trigueros, en<br />

Contreras, Obra, 1996: entre 111-<br />

113). También <strong>de</strong>scriben un mismo<br />

modo esclavista <strong>de</strong> producción.<br />

Por afición esotérica e imaginaria,<br />

a los blancos les correspon<strong>de</strong> la<br />

posición dominante, mientras a los<br />

negros se les asigna el quehacer <strong>de</strong><br />

esclavos sometidos. La dialéctica<br />

<strong>de</strong>l amo-esclavo calca el tinte <strong>de</strong> la<br />

piel, según una literatura fantástica<br />

en reflejo <strong>de</strong> lo social sin presencia<br />

indo-americana.<br />

***<br />

Léanse las siguientes citas que<br />

<strong>de</strong>scriben un modo esclavista y<br />

racista <strong>de</strong>l trabajo en O-Yarkandal<br />

(1969):<br />

Krosiska […] marcaba a sus esclavos<br />

con hierros can<strong>de</strong>ntes […] llamó a su<br />

esclava Bethez que era negra y le<br />

dijo:<br />

— ¡Oh tú, márfil negro […]<br />

(165-166).<br />

A Sirsica [mujer <strong>de</strong> alcurnia] una<br />

negra enjoyada y casi <strong>de</strong>snuda la<br />

asiste […] está como arrodillada<br />

entre sedas blancas y es bella como<br />

una sombra, como la propia sombra<br />

| artículo |<br />

4 TRESMIL Sábado <strong>23</strong> / enero / <strong>2016</strong><br />

De clases sociales<br />

Fantasía y<br />

violencia racial<br />

<strong>de</strong> Sirsica. Al timón hay un<br />

negro robusto y en la proa,<br />

en silencio, dos esclavos y<br />

RAFAEL LARA-MARTÍNEZ<br />

dos esclavas. En la popa<br />

hay un mozo pálido (200).<br />

New Mexico Tech,<br />

Ulusú-Nasar vivía en un<br />

soter@nmt.edu<br />

palacete […] los esclavos<br />

Des<strong>de</strong> Comala siempre…<br />

que atendían, se ataviaban<br />

tan sólo con entreperneras<br />

cuajadas <strong>de</strong> rubíes y<br />

llevaban el cuerpo untado <strong>de</strong> óleo,<br />

juicio crítico original, “la realeza<br />

que les hacía resplan<strong>de</strong>cer como si<br />

representa la jerarquía máxima y”,<br />

hubieran sido <strong>de</strong> ébano vivo […]<br />

por tanto, simboliza “la expresión<br />

Ulusú-Nazar poseía un suave matiz<br />

<strong>de</strong> las jerarquías espirituales” (H.<br />

rosado (214).<br />

Lindo, en Salarrué, 1969: LXIV).<br />

Casi todas las referencias a los<br />

Acaso no habría “condición mística<br />

esclavos los i<strong>de</strong>ntifican como<br />

o iniciática” (í<strong>de</strong>m) sin esa tajante<br />

“negros”, mientras que los amos, en<br />

servidumbre regulada por el color.<br />

cambio, son blancos. La esclava <strong>de</strong><br />

El cuadro siguiente resume la<br />

Sirsica, aunque bella, es la “sombra”<br />

distribución espacio-racial <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong> su patrona y el “matiz rosado” <strong>de</strong><br />

“reinos tributarios” (Salarrué, 1969:<br />

Ulusú-Nasar contrasta con el color<br />

163-164).<br />

ébano <strong>de</strong> sus sirvientes. El tono <strong>de</strong> la<br />

tez parece dictar la riqueza, el po<strong>de</strong>r<br />

Norte: Ki-Su – hombres amarillos<br />

y la posición social <strong>de</strong> los personajes.<br />

A<strong>de</strong>más, el papel protagónico<br />

Noroeste: Askankán –<br />

le correspon<strong>de</strong> a los amos. Los<br />

Nor<strong>de</strong>ste: Edimaputa –<br />

esclavos aparecen exclusivamente<br />

hombres rojos |<br />

en el trasfondo, jugando una función<br />

hombres blancos<br />

secundaria <strong>de</strong> ayudantes.<br />

\ /<br />

Hay una marcada diferencia étnica<br />

y racial entre la servidumbre y<br />

Oeste: Xibalbay/ — Samiramina<br />

sus amos. La división <strong>de</strong> clases<br />

— Este: Zunzunte –<br />

se correspon<strong>de</strong> con una distinción<br />

Xibaibailá: hombres Capital<br />

racial. Aunque no exista instancia<br />

hombres negros<br />

alguna <strong>de</strong> discriminación directa<br />

<strong>de</strong> barro<br />

contra una población <strong>de</strong> origen<br />

africano, su posición <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la<br />

/ \<br />

jerarquía social <strong>de</strong>l imperio <strong>de</strong>marca<br />

|<br />

un claro racismo. A ninguno <strong>de</strong> los<br />

Sureste: Bagalgaya – hombres<br />

gobernantes, ni a los protagonistas<br />

color uva<br />

pudientes, les preocupa en lo más<br />

mínimo esa equivalencia entre el<br />

Sur:<br />

color negro <strong>de</strong> la piel y la esclavitud.<br />

Kadputra – hombres grises<br />

A<strong>de</strong>más, al percibir la realeza como<br />

“misión sagrada” (Salarrué, 1969:<br />

***<br />

185), se presupone que una visión<br />

Como episteme <strong>de</strong> la época, la<br />

teocrática <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r la sustenta una<br />

equivalencia <strong>de</strong> la raza con la<br />

i<strong>de</strong>ología racista apenas insinuada<br />

jerarquía social la reitera Raúl<br />

en el texto. De ahí que el modo <strong>de</strong><br />

Contreras en su obra La princesa<br />

producción <strong>de</strong>l fabuloso imperio<br />

está triste… (1925/1996). Si los<br />

<strong>de</strong> Dathtalía se caracterice como<br />

“esclavos” son “negros” (31), la<br />

fundado en la esclavitud y en el<br />

belleza <strong>de</strong> la princesa <strong>de</strong>staca por su<br />

racismo. Las prerrogativas reales<br />

piel blanca, ojos ver<strong>de</strong>s, rizos rubios<br />

(real and royal) son atributo <strong>de</strong><br />

(41-42). En su enlace intermedio, se<br />

una población marcada por una<br />

hallan los trabajos que se le asignan<br />

“blancura” casi “transparente” (175),<br />

a quienes divierten a la realeza. Las<br />

una “blancura radiante” (202). Una<br />

“bailarinas” son <strong>de</strong> “Siria” (46) y<br />

<strong>de</strong> sus verda<strong>de</strong>ras maravillas “vuelve<br />

los juglares, <strong>de</strong> “Bagdad” (50). En<br />

rubias las cabelleras más negras”<br />

calco fiel, el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> raza caucásica<br />

(Salarrué, 1969: 183).<br />

lo replican los poemarios Versos<br />

Se clasifique bajo el rubro <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>l ayer (1920-1945/1996) y Niebla<br />

literatura astral, teosófica o fantástica<br />

(1956/1996). Mientras la primera<br />

no hace variar el hecho social en<br />

antología implora el “cariño” <strong>de</strong> una<br />

sí: la clasificación <strong>de</strong> los grupos<br />

“mujer” en el “armiño <strong>de</strong> sus manos”<br />

humanos por su tinte <strong>de</strong> piel, premisa<br />

(155), el segundo libro, su “mirada<br />

<strong>de</strong> una época anterior al ADN y al<br />

casi ver<strong>de</strong>” (268). En preludio a<br />

genoma. A lo sumo, ese código<br />

Niebla, Claudia Lars anticipa que<br />

legitima el hecho para sí <strong>de</strong> una<br />

la “niña <strong>de</strong> palabras <strong>de</strong> agua pura”<br />

sociedad dividida en clases sociales,<br />

posee “color <strong>de</strong> nieve” y “blancura”<br />

a saber: la esclavitud <strong>de</strong> los afro<strong>de</strong>scendientes<br />

y el tributo <strong>de</strong> reinos<br />

(“A Lydia Nogales”, 257). La<br />

fantasía jamás imagina un mundo<br />

subalternos. La distribución espacial<br />

justo, trastocado por los Derechos<br />

calca la pátina <strong>de</strong> la <strong>de</strong>rmis, como si<br />

Humanos más elementales (artículo<br />

la naturaleza dictase lo social, cuanto<br />

1), esto es, una sociedad posesclavista<br />

y <strong>de</strong>mocrática en la cual<br />

que nada más arbitrario que clasificar<br />

los humanos o las frutas (fresa y<br />

las diversas razas y etnias posean una<br />

tomate) por su apariencia. Por un<br />

voz política y un voto similar.<br />

***<br />

Mientras en O-Yarkandal<br />

la mezcla racial resulta un<br />

enigma acallado, en La<br />

princesa está triste… la<br />

misceginación la castiga<br />

el asesinato <strong>de</strong>l juglar que<br />

osa transgredir los códigos<br />

<strong>de</strong> la jerarquía social.<br />

Al enamorarse <strong>de</strong> un<br />

subalterno, la princesa no<br />

sólo reduciría su estatuto financiero:<br />

“es humil<strong>de</strong> su cuna”; “hablar con<br />

un artista sería rebajarte” (96), le<br />

advierte el Hada. A la vez, enturbiaría<br />

el i<strong>de</strong>al poético <strong>de</strong>l albor inmaculado<br />

que encarna su cuerpo: “es linda y<br />

graciosa/rubia como el trigo,/blanca<br />

como aljófar;/sus pupilas ver<strong>de</strong>s”,<br />

i<strong>de</strong>aliza el poeta (93).<br />

Tal es el misterio <strong>de</strong> la fantasía —sea<br />

esotérica o poética. No se permite<br />

un mestizaje racial entre los amos<br />

blancos y los esclavos negros, ni<br />

tampoco entre el estamento superior<br />

y los intermedios sirios o iraquíes.<br />

La estratificación étnica es rígida<br />

y castiga cualquier transgresión al<br />

<strong>de</strong>seo <strong>de</strong> traspasar esas fronteras.<br />

La justicia socio-racial protege a<br />

la princesa blanca, al <strong>de</strong>cretar la<br />

“horca” <strong>de</strong>l poeta iraquí que se<br />

“balancea” cual péndulo humano<br />

(152).<br />

En su <strong>de</strong>fecto, se elu<strong>de</strong> toda referencia<br />

a la misceginación como si existiera<br />

un tabú <strong>de</strong> insinuarla. Habría quizás<br />

una endogamia estricta que hace<br />

posible la separación absoluta <strong>de</strong>l<br />

“matiz rosado” y <strong>de</strong>l “marfil negro”.<br />

No sólo se separan en el color sino en<br />

el vestido, en la filiación étnica y en<br />

su rango social, acaso vivido como<br />

“misión sagrada” <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los orígenes.<br />

Uno <strong>de</strong> los límites <strong>de</strong> la fantasía la<br />

ofrece la constitución <strong>de</strong> familias<br />

racial y culturalmente diversas.<br />

Ninguna obra fantástica poetiza la<br />

existencia <strong>de</strong> unida<strong>de</strong>s domésticas<br />

mixtas en raza y cultura.<br />

Si “habéis notado que doy preferencia<br />

a los cuentos que hablan <strong>de</strong> princesas<br />

y <strong>de</strong> reyes” (182), olvidáis su tez<br />

blanca cual la certifica “la realidad<br />

<strong>de</strong> mi realeza” (Salarrué, 1969:<br />

<strong>23</strong>0). Por un juego <strong>de</strong> palabras —<br />

intraducible a otro idioma— lo Real<br />

remite a la monarquía y a la verdad<br />

objetiva. Si el mundo imperial lo<br />

rige la política, lo regio administra<br />

lo Real. Por la realeza, lo Real se<br />

vuelve realidad.<br />

***<br />

Al presente que combate la<br />

impunidad, reclama la justicia<br />

y anhela aplicar los <strong>de</strong>rechos<br />

humanos, no le correspon<strong>de</strong>ría<br />

mitificar fantasías orientalistas. En<br />

cambio, su entereza política exige<br />

investigar la manera en que se<br />

inventan diferencias sociales por<br />

el simple tinte <strong>de</strong> la piel. Si esa<br />

disgregación social —amos blancos,<br />

artistas árabes y esclavos negros—<br />

presupone una violencia fundadora,<br />

su verda<strong>de</strong>ra naturaleza se llama<br />

imaginación humana. Un imaginario<br />

cultural —la fantasía— concibe<br />

que el color legitima la realeza y la<br />

realidad social. Se anota <strong>de</strong> nuevo<br />

la ausencia <strong>de</strong> toda población indoamericana,<br />

aún encubierta por las<br />

premisas <strong>de</strong>l silogismo maravilloso.<br />

La ecuación ficticia resulta más<br />

exacta que toda fórmula matemática.<br />

La pureza <strong>de</strong> la raza blanca <strong>de</strong>be<br />

mantenerla una justicia <strong>de</strong>spiadada.<br />

Su crueldad legitima la jerarquía<br />

social por una blancura sinónima<br />

<strong>de</strong>l albor y <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cencia. El “alma<br />

negra” (165) significa el pecado,<br />

como la “blancura” <strong>de</strong> nube, lo etéreo<br />

(Salarrué, 1969: 219). Al <strong>de</strong>nunciar<br />

la violencia sinfín, la actualidad<br />

observaría en la crueldad imaginaria<br />

<strong>de</strong> la fantasía un anuncio certero <strong>de</strong><br />

su larga dimensión en el pasado.<br />

No hay nada nuevo bajo el sol <strong>de</strong>l<br />

“crimen” organizado e institucional<br />

(Contreras, 152).<br />

Previo a todo “plata o plomo”<br />

a la moda, se vaticina que el<br />

quinto mandamiento jamás reza<br />

“no matarás”. Por lo contrario,<br />

borgeanamente prescribe “si matas<br />

en nombre <strong>de</strong> lo que crees justo,<br />

no eres culpable”. Tales asesinatos<br />

legales producen “<strong>de</strong>leites para el ojo<br />

y el oído” —según la lectura original<br />

e irrefutable <strong>de</strong>l texto salarrueriano<br />

(A. Masferrer (1925), en Salarrué,<br />

1969: 159). Igualmente, suscitan<br />

una emoción superior, “tan poética y<br />

elegante” que sugieren el indulto (J.<br />

Cejador (1925), en Contreras, 8).<br />

En síntesis, al hacer <strong>de</strong>l “asesinato<br />

una <strong>de</strong> las bellas artes” (T.<br />

Quincey, 1827 y 1839), la crítica<br />

literaria clásica endulza el crimen<br />

disfrazándolo <strong>de</strong> esoteria y <strong>de</strong> poesía.<br />

Por un cambio <strong>de</strong> sensibilidad, la<br />

elegancia formal <strong>de</strong>l homicidio ya<br />

no se evalúa por lo “refinado” <strong>de</strong><br />

su estilo (Masferrer, í<strong>de</strong>m). Ahora<br />

rin<strong>de</strong> cuenta por el acto mismo <strong>de</strong><br />

violencia institucional solapada. Tan<br />

“bellas son en verdad las historias<br />

que nos cuentas” (Salarrué, 1969:<br />

242), como horrenda la división<br />

racial que ocultan. La tortura que<br />

justifican…<br />

Bibliografía<br />

Contreras, Raúl. Obra poética. San<br />

Salvador: Dirección <strong>de</strong> Publicaciones<br />

e Impresos, 1996. David Escobar<br />

Galindo (compilador).<br />

Salarrué. O-Yarkandal. Historiascuentos-y<br />

leyendas <strong>de</strong> un remoto<br />

imperio. Cuscatlán: Tipografía<br />

Patria, 1929.<br />

---. Obras escogidas. San<br />

Salvador: Editorial Universitaria<br />

<strong>de</strong> El Salvador, 1969. Selección,<br />

Prólogo y Notas <strong>de</strong> Hugo Lindo (viicxviii).<br />

---. O-Yarkandal. Historiacuentos-leyendas<br />

<strong>de</strong> un remoto<br />

imperio. San Salvador: Dirección<br />

<strong>de</strong> Publicaciones <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong><br />

Cultura, 1971.<br />

---. O-Yarkandal. San Salvador:<br />

Concultura, Biblioteca Básica <strong>de</strong><br />

Literatura Salvadoreña, No. 5, 1996.<br />

Todorov, Tzvetan. Introduction<br />

à la littérature fantastique. Paris:<br />

Editions du Seuil, 1970.<br />

Rafael Lara-Martínez es profesor <strong>de</strong><br />

estudios hispanos en el Tecnológico<br />

<strong>de</strong> Nuevo México/New Mexico<br />

Tech, Socorro, NM, EEUU. Escribe<br />

bajo supervisión <strong>de</strong> La Llorona/<br />

Cihuanahual.


Álvaro Rivera Larios<br />

Escritor<br />

Nota: He reescrito en gran medida<br />

este ensayo que apareció por<br />

primera vez en Elfaro.net hace un<br />

par <strong>de</strong> años. Aunque conserva su<br />

título original, tiene <strong>de</strong>sarrollos<br />

nuevos don<strong>de</strong> introduzco matices<br />

en un concepto como el <strong>de</strong><br />

“influencia literaria” que es<br />

central para esta discusión. Un<br />

fallo que se <strong>de</strong>tecta entre quienes<br />

hablan con tanta seguridad <strong>de</strong>l<br />

influjo <strong>de</strong>l poeta Dalton es que,<br />

por lo general, a sus juicios les<br />

falta una fundamentación teórica.<br />

A esta carencia súmenle otra muy<br />

importante y es que sus hipótesis<br />

aún no han sido verificadas<br />

por medio <strong>de</strong> una investigación<br />

literaria. Una gran parte <strong>de</strong> nuestra<br />

crítica asume hoy una tesis –la <strong>de</strong> la<br />

gran influencia <strong>de</strong> Roque– a pesar<br />

<strong>de</strong>l vacío conceptual y la ausencia<br />

<strong>de</strong> confirmación metódica que hay<br />

<strong>de</strong>trás <strong>de</strong> esta teoría. Yo diría que,<br />

más que ante una teoría, estamos<br />

ante una creencia que cumple<br />

ciertas funciones i<strong>de</strong>ológicas en el<br />

campo literario salvadoreño.<br />

IUno <strong>de</strong> los lugares<br />

comunes más<br />

correosos <strong>de</strong><br />

nuestra opinión<br />

literaria es aquel<br />

que da por supuesta –sin <strong>de</strong>finirla,<br />

sin investigarla– la “po<strong>de</strong>rosa<br />

influencia <strong>de</strong> Roque Dalton”. Se<br />

dice, se supone, se da por hecho que<br />

la poesía salvadoreña <strong>de</strong>l último<br />

cuarto <strong>de</strong>l siglo XX estuvo poseída<br />

por el fantasma <strong>de</strong>l poeta asesinado<br />

en mayo <strong>de</strong> 1975. Y habría que<br />

preguntarse ¿hasta qué punto<br />

los hechos (literarios) confirman<br />

ese juicio que dan por cierto los<br />

simpatizantes y los <strong>de</strong>tractores <strong>de</strong>l<br />

presunto rey <strong>de</strong> nuestra lírica?<br />

Las dudas que plantea la posible<br />

influencia <strong>de</strong> un autor sobre un<br />

<strong>de</strong>terminado período <strong>de</strong> la historia<br />

literaria no pue<strong>de</strong>n respon<strong>de</strong>rse<br />

especulativamente. Hay que fechar<br />

textos y reconstruir contextos y<br />

<strong>de</strong>mostrar, por medio <strong>de</strong>l análisis y<br />

la comparación, la huella po<strong>de</strong>rosa<br />

<strong>de</strong> un escritor sobre el lenguaje<br />

<strong>de</strong> otros. ¡Cuidado¡ Cuando hablo<br />

<strong>de</strong>l lenguaje <strong>de</strong> un literato como<br />

Dalton, no me refiero solo a facetas<br />

aisladas <strong>de</strong> su elocuencia o <strong>de</strong> sus<br />

temas que puedan inventariarse en<br />

un listado <strong>de</strong> figuras retóricas y <strong>de</strong><br />

motivos recurrentes, me refiero<br />

también a su manera <strong>de</strong> concebir el<br />

discurso lírico y <strong>de</strong> situar la poesía<br />

en el horizonte <strong>de</strong> la peculiar<br />

mo<strong>de</strong>rnidad <strong>de</strong> una cultura como<br />

la salvadoreña; me refiero, por lo<br />

tanto, a su poética.<br />

¿De qué influjo literario hablamos,<br />

si aún no disponemos <strong>de</strong> una<br />

imagen crítica <strong>de</strong> la poética <strong>de</strong><br />

Dalton que nos permita valorar<br />

hasta qué punto, en su unidad<br />

formal y temática, su proyecto<br />

literario ha <strong>de</strong>jado huella en la lírica<br />

salvadoreña escrita en las últimas<br />

décadas? En este sentido, nuestros<br />

juicios sobre el gran impacto <strong>de</strong>l<br />

poeta carecen <strong>de</strong> fundamentación<br />

teórica y no están confirmados por<br />

una investigación meticulosa.<br />

En los años noventa <strong>de</strong>l siglo pasado,<br />

el cambio <strong>de</strong> la circunstancia<br />

histórica que supusieron el final<br />

<strong>de</strong> la guerra civil y la aparición <strong>de</strong><br />

una conciencia posmo<strong>de</strong>rna nos<br />

terminó llevando a la intuición<br />

<strong>de</strong> que algo se había quedado<br />

atrás en la voz <strong>de</strong>l poeta. Así fue<br />

como algunas figuras <strong>de</strong>l mundo<br />

académico y literario empezaron<br />

a sentir la necesidad <strong>de</strong> clarificar<br />

el tema <strong>de</strong>l impacto estético <strong>de</strong><br />

Dalton. Se advirtió que dicha<br />

huella no <strong>de</strong>bía confundirse con su<br />

ejemplo moral. Sin embargo, tales<br />

aclaraciones –hechas en nombre<br />

<strong>de</strong> la autonomía <strong>de</strong> la literatura–<br />

no dieron paso, al menos entre los<br />

escritores, a una evaluación lúcida<br />

<strong>de</strong> la obra escrita y el pensamiento<br />

poético <strong>de</strong>l presunto rey <strong>de</strong> nuestra<br />

lírica.<br />

Debo advertirles, antes <strong>de</strong> seguir,<br />

que mi ensayo pue<strong>de</strong> leerse como<br />

una intervención crítica en ese<br />

espacio que <strong>de</strong>nomino “esfera <strong>de</strong><br />

la opinión pública literaria”. Lugar<br />

al que acu<strong>de</strong>n los escritores a<br />

<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r o atacar i<strong>de</strong>as que, aunque<br />

se transmitan con un lenguaje en<br />

apariencia académico, realmente<br />

pertenecen a un universo<br />

don<strong>de</strong> se libran enfrentamientos<br />

i<strong>de</strong>ológico-literarios. Aquí no<br />

hablo, por lo tanto, <strong>de</strong> la imagen<br />

compleja que <strong>de</strong>l poeta Dalton<br />

vienen levantando y ofreciendo<br />

estudiosos como Ricardo<br />

Roque Baldovinos, Luis Melgar<br />

Brizuela, Rafael Lara Martínez<br />

y Luis Alvarenga, por ejemplo.<br />

El objeto <strong>de</strong> mi cuestionamiento<br />

son aquellos textos <strong>de</strong> naturaleza<br />

crítica don<strong>de</strong> los mismos escritores<br />

salvadoreños intentan <strong>de</strong>finirse a sí<br />

mismos a través <strong>de</strong> la valoración<br />

<strong>de</strong>l presunto rey <strong>de</strong> nuestra lírica.<br />

En esos ensayos don<strong>de</strong> los poetas<br />

juzgan al ya viejo poeta Dalton<br />

suele asomar el mal manejo que<br />

algunos hacen <strong>de</strong> conceptos como<br />

“influencia”, “estética”, “política”,<br />

etcétera.<br />

En lo relativo a la fundamentación<br />

teórica <strong>de</strong> los juicios don<strong>de</strong> se<br />

predica el gran impacto <strong>de</strong> Roque en<br />

nuestra lírica, bastaría con darse un<br />

paseo por internet para advertir que<br />

el concepto <strong>de</strong> “influencia literaria”<br />

suele ser acusado <strong>de</strong> ambigüedad,<br />

<strong>de</strong> linealidad mecanicista, <strong>de</strong> falta<br />

<strong>de</strong> precisión por autores como<br />

Paul Valery, Roland Barthes<br />

y Michael Baxandall. Estos<br />

señalamientos <strong>de</strong>berían obligarnos<br />

a utilizar con cautela un concepto<br />

como el <strong>de</strong> “influencia”. Por<br />

ejemplo, cuando se afirma que<br />

X ha influido a Y, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir<br />

todo y po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir nada, en la<br />

medida en que no establezcamos<br />

qué aspectos formales y temáticos<br />

<strong>de</strong> la compleja obra <strong>de</strong> X influyen<br />

sobre Y. Tampoco diremos nada,<br />

si no aclaramos cómo reaccionan<br />

literariamente ante el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> X<br />

los presuntos creadores que estan<br />

bajo su dominio. Y es que una<br />

visión cerrada <strong>de</strong> la originalidad<br />

literaria pue<strong>de</strong> convertir<br />

equivocadamente toda huella <strong>de</strong><br />

un poeta en otro en un indicio <strong>de</strong><br />

sumisión. Detectada la influencia<br />

se indicaría <strong>de</strong> inmediato la <strong>de</strong>uda<br />

castrante, pero, dado que ningún<br />

literato está libre <strong>de</strong> influencias<br />

(todos los creadores trabajan a<br />

partir <strong>de</strong> ellas), señalarlas no nos<br />

dice nada concreto acerca <strong>de</strong> cómo<br />

cada poeta se posiciona frente a<br />

ellas. Algunos quedan atrapados<br />

en la huella <strong>de</strong>l poeta dominante,<br />

otros utilizan dicha huella como<br />

trampolín para sus búsquedas<br />

creativas personales. Estas y<br />

otras dificulta<strong>de</strong>s valorativas<br />

suelen saltárselas olímpicamente<br />

quienes conciben la presunta gran<br />

influencia <strong>de</strong> Roque <strong>de</strong> una manera<br />

lineal y mecanicista.<br />

El poeta <strong>de</strong>l cual hablamos es<br />

también una figura difícil <strong>de</strong><br />

abordar porque, dado el papel<br />

central que ha <strong>de</strong>sempeñado en las<br />

encrucijadas <strong>de</strong> nuestra cultura,<br />

no resulta fácil separar su impacto<br />

i<strong>de</strong>ológico <strong>de</strong> su influjo literario.<br />

Creadores cuyo estilo nunca cedió<br />

ante la fuerza <strong>de</strong>l lenguaje <strong>de</strong>l<br />

autor <strong>de</strong> “Taberna” pudieron verse<br />

condicionados por su “ejemplo<br />

moral”. Así que cuando alguien<br />

afirma haber estado influido por<br />

Primera entrega<br />

Dalton, hay que precisar a qué<br />

plano <strong>de</strong> esa influencia se está<br />

refiriendo. Esta duda tampoco<br />

se resuelve indicando que nos<br />

referimos a su impacto literario,<br />

ya que, por un lado, en la obra<br />

<strong>de</strong>l poeta hubo lo que podríamos<br />

<strong>de</strong>nominar “periodos” y, dado<br />

que, por otra parte, en su obra <strong>de</strong><br />

madurez asomó una concepción <strong>de</strong><br />

la literatura en la que la i<strong>de</strong>ología<br />

y el estilo <strong>de</strong>splegaron un baile<br />

complejo.<br />

Si Roque fue el presunto mo<strong>de</strong>lo<br />

poético dominante, cómo<br />

<strong>de</strong>terminamos el influjo <strong>de</strong> una<br />

obra susceptible <strong>de</strong> <strong>de</strong>scomponerse<br />

en “períodos”, <strong>de</strong> una obra cuya<br />

trayectoria pue<strong>de</strong> verse como una<br />

dialéctica y una metamorfosis<br />

¿Hasta qué punto su heterogeneidad<br />

formal nos permite hablar <strong>de</strong> una<br />

voz uniforme? ¿Hasta qué punto<br />

po<strong>de</strong>mos referirnos a “la poética<br />

<strong>de</strong> Dalton”?<br />

Como hipótesis, podríamos <strong>de</strong>cir<br />

que las formas que adoptó la voz<br />

<strong>de</strong>l poeta a lo largo <strong>de</strong> sus libros<br />

fueron las distintas respuestas<br />

exploratorias que fue dando a<br />

las problemáticas relaciones<br />

entre el lenguaje, los temas y los<br />

valores que eran centrales para<br />

un escritor, intelectual y militante<br />

como él. Valorar esta trayectoria<br />

en sus diversas voces no pue<strong>de</strong><br />

limitarse a una búsqueda escolar<br />

<strong>de</strong> versos fallidos o a una simple<br />

enumeración <strong>de</strong> rasgos estilísticos.<br />

Si estamos ante una obra en la que<br />

pue<strong>de</strong>n vislumbrarse “etapas”,<br />

la cautela obliga a precisar las<br />

hipótesis sobre su influencia.<br />

| ensayo |<br />

Así podría <strong>de</strong>cirse que sus textos<br />

<strong>de</strong>l período “C” posiblemente<br />

marcaron a tales y tales poetas o<br />

podría <strong>de</strong>cirse también que el poeta<br />

“X” quizás adoptó ciertos aspectos<br />

<strong>de</strong> un período <strong>de</strong>terminado <strong>de</strong> la<br />

lírica <strong>de</strong> Dalton.<br />

En lo relativo a los aspectos<br />

semánticos y formales <strong>de</strong>l poeta,<br />

por mucho que ciertos temas puedan<br />

ser consi<strong>de</strong>rados típicos <strong>de</strong> su obra,<br />

lo que la <strong>de</strong>fine, como mo<strong>de</strong>lo, es<br />

la manera en que el creador abordó<br />

formalmente esos temas. Conviene<br />

recordar esto porque durante<br />

la época <strong>de</strong>l conflicto ciertos<br />

motivos que impuso la misma<br />

experiencia podrían atribuirse<br />

equivocadamente a la influencia<br />

<strong>de</strong> Roque. En tal caso, la mejor<br />

forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar su huella en<br />

la voz <strong>de</strong> otros sería a través <strong>de</strong><br />

criterios formales. Resulta curioso<br />

que tanto los admiradores como<br />

los <strong>de</strong>tractores <strong>de</strong>l poeta olvi<strong>de</strong>n,<br />

por diferentes motivos, que su<br />

influencia literaria solo pue<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>terminarse teniendo en cuenta el<br />

ámbito formal <strong>de</strong> su lírica, es <strong>de</strong>cir,<br />

teniendo en cuenta las maneras en<br />

que organizó estilísticamente sus<br />

materiales. Esas maneras también<br />

indican cómo el creador se situaba<br />

en el horizonte <strong>de</strong> los <strong>de</strong>bates<br />

estéticos e i<strong>de</strong>ológicos <strong>de</strong> su época.<br />

De las características formales<br />

<strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> Roque no po<strong>de</strong>mos<br />

rendir cuentas, por lo tanto, con<br />

una sencilla enumeración <strong>de</strong> rasgos<br />

estilísticos. Dichas características<br />

tienen que observarse bajo la<br />

perspectiva <strong>de</strong> su concepción <strong>de</strong>l<br />

lenguaje poético.<br />

Continuará...<br />

EL DUDOSO REINADO<br />

DE ROQUE DALTON<br />

Roque Dalton junto al poeta cubano Heberto Padilla.<br />

Sábado <strong>23</strong> / enero / <strong>2016</strong> TRESMIL 5


| poesía |<br />

Salvador Juárez<br />

EL SALVADOR<br />

el exigente<br />

(a rené mazariego)<br />

que te da picazón en el oído<br />

y las vértebras te corroen como pulgas<br />

el lomo <strong>de</strong> cuca <strong>de</strong> tus espaldas<br />

cuando escuchás poemas <strong>de</strong> jóvenes absurdos<br />

porque te enmarcás <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> lo clásico<br />

y sos exigente en la poesía<br />

y leés y releés y te fascina<br />

“el brindis <strong>de</strong>l bohemio” y “la chacha micaila”<br />

y no te da por per<strong>de</strong>r los minutos<br />

como humo <strong>de</strong> cigarrillos o gorgoritos <strong>de</strong> aire<br />

leyendo a ese cortázar que tanto te menciono<br />

y que no gastás tu saliva<br />

platicando sobre la poesía nuestra<br />

porque <strong>de</strong>cís que no hay quien le llegue a las patas<br />

a darío con su “marcha triunfal”<br />

ah exigente<br />

por exigente te meten gato por liebre<br />

te vas al mar únicamente a emborrachar<br />

y ocupás el día sólo para comer los tres tiempos<br />

y la noche te sirve para cobijarte <strong>de</strong> pie a cabeza<br />

y rezar para que no te asuste el diablo o la siguanaba<br />

y a dios lo ocupás para limpiar el betún <strong>de</strong> tu hojarasca<br />

y le pedís que no llueva cuando san pedro se orina<br />

que cese el calor cuando hay vaho <strong>de</strong> infierno<br />

te quite <strong>de</strong> penas<br />

te dé el cinema<br />

el estadio<br />

y otros<br />

y que no permita seás como nosotros<br />

locos relocos que tanto chingamos con la protesta<br />

ah exigente<br />

por exigente te llevarán los cuervos<br />

sin un hilito <strong>de</strong> amor en tu conversación<br />

te repren<strong>de</strong>n las horas<br />

y te ahogás en un vaso <strong>de</strong> agua<br />

mientras leés a corín tellado<br />

(Del libro: Al otro lado <strong>de</strong>l espejo, Primer Premio Poesía, LVII Juegos Florales<br />

Centroamericanos, Quezaltenango-Guatemala 1972. Primera edición, Editorial<br />

José <strong>de</strong> Pineda Ibarra, Ministerio <strong>de</strong> Educación <strong>de</strong> Guatemala, 1973; Segunda<br />

edición, Colección Nuevapalabra, Dirección <strong>de</strong> Publicaciones, Dirección <strong>de</strong><br />

Cultura, Ministerio <strong>de</strong> Educación, El Salvador 1973).<br />

COMO CUANDO UNO LLEGA A UN SANITARIO<br />

como cuando uno llega a un sanitario<br />

don<strong>de</strong> se siente fresco el <strong>de</strong>tergente<br />

y los azulejos ostentan un brillante orgullo<br />

a pesar <strong>de</strong> la lluvia <strong>de</strong> orines que reciben<br />

¡ah babosos!)<br />

don<strong>de</strong> hasta el papel higiénico<br />

se encuentra en un estado egocéntrico enrollado en sí mismo<br />

y los <strong>de</strong>pósitos <strong>de</strong> “usados” se dan el lujo<br />

<strong>de</strong> creer que son otra cosa<br />

y las tazas mantienen sus bocas en suspenso<br />

¿esperando qué? ¿diciendo qué?<br />

¡don<strong>de</strong> al ver tanta pulcritud y al sentirse solo<br />

dan ganas <strong>de</strong> escribir MIERDA! en las pare<strong>de</strong>s<br />

así así he entrado a este momento<br />

en que dan ganas <strong>de</strong> <strong>de</strong>rrumbar los castillos<br />

construidos en el viento<br />

<strong>de</strong>spenicar una a una las rosas <strong>de</strong> la ilusión<br />

y pegar con todas la erupción <strong>de</strong> mis uñas<br />

en la cabeza <strong>de</strong> un alfiler<br />

o en la punta <strong>de</strong> un vello pendiente <strong>de</strong> una campana gigante<br />

dan ganas <strong>de</strong> escribir en vez <strong>de</strong> un poema<br />

un par <strong>de</strong> notas marciales<br />

y gritar y gritar a través <strong>de</strong> una tuba<br />

todo el DO-lor <strong>de</strong>l mundo.<br />

(Poema introductorio <strong>de</strong>l libro “Tomo la palabra”, Colección<br />

Poesía-Volumen 39, Dirección <strong>de</strong> Publicaciones <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong><br />

Educación, El Salvador, 1977))<br />

ANTE LA CARA TRISTE DE UNA ESTATUA<br />

Después que te hayan hecho pasar muchas vergüenzas<br />

conmemorándote en días festivos<br />

Después que te hayan orinado perros y gatos en tu propia<br />

6 TRESMIL Sábado 16 / enero / <strong>2016</strong><br />

cara<br />

Después que ya no aguantes tanta belleza puesta a tus muslos<br />

y te acose el <strong>de</strong>ambular <strong>de</strong> un pordiosero<br />

con sus harapos al aire libre<br />

Cuando ya no te <strong>de</strong>s cuenta si <strong>de</strong> hierro o <strong>de</strong> bronce son tus cimientos<br />

y al igual que el hombre <strong>de</strong> carne y hueso<br />

tú también flaqueas<br />

Cuando por razones obvias te aburras <strong>de</strong> estar sola<br />

bajo la sucia sombra que te legaron ciertos historiadores<br />

Cuando te hayas percatado que eres una solemne calamidad<br />

así estéril inmutable sin qué hacer en un lugar público<br />

don<strong>de</strong> cualquiera se espanta <strong>de</strong>l estruendo ruido <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo<br />

Entonces cuando ya nada te importe la corona <strong>de</strong> laurel<br />

que viene rodando <strong>de</strong> a saber cuántas efigies embusteras<br />

cuando al fin y al cabo le digas un basta ya a la inmortalidad<br />

entonces verás el <strong>de</strong>smoronamiento <strong>de</strong> tu nostalgia.<br />

(Del libro: Tomo la palabra, Primera edición, Colección Poesía-<br />

Volumen 39, Dirección <strong>de</strong> Publicaciones <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Educación,<br />

El Salvador, 1977)<br />

PURO GUANACO<br />

Hoy me dijeron que la puesía nuestra es pura mierda,<br />

que no hay tales puetas en este país rascuache<br />

que más parece un arrimado a la humanidá que otra cosa.<br />

Y me lo dijeron así como para llevarme <strong>de</strong> encuentro.<br />

Hasta le rechinaban los dientes<br />

al fulano que entonces hablaba con sus ojos, diciéndome:<br />

«Vaya, vos, <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>te, <strong>de</strong>cí algo, apostá tu alma<br />

y verás si no te vas <strong>de</strong>rechito al infierno.<br />

Decí si no es cierto que a uste<strong>de</strong>s les hace falta<br />

la suerte que a otros les abundó en Italia, en Grecia, en Francia…<br />

Ya me imagino cómo se verían con la corona <strong>de</strong> laurel <strong>de</strong> Petrarca<br />

y cómo charranganearían la cítara en el Olimpo<br />

y cómo menearían los jaiboles en las recepciones diplomáticas<br />

en don<strong>de</strong> Darío estuvo a través <strong>de</strong> su marcha triunfal por esta vida.<br />

¡Ah igualados, uste<strong>de</strong>s están pior que nuestros futbolistas,<br />

aguacateros,<br />

que cómo suspiran cuando ven que en los diarios<br />

se habla a gran<strong>de</strong>s titulares <strong>de</strong> Pelé y Kubala;<br />

se les figura que son ellos, semejantes pelados<br />

que nos han hecho per<strong>de</strong>r la cara <strong>de</strong> vergüenza en los<br />

mundiales!<br />

¡Ah babosos! ¡Si aquí no hay algo que valga la pena!<br />

¡Ni científicos, ni técnicos, ni pintores, ni periodistas, ni nada!<br />

Por último, los ladrones que podrían levantar cabeza por nosotros<br />

son unos aprendices,<br />

gáunsteres <strong>de</strong> a peseta que a la vuelta <strong>de</strong> la esquina<br />

los está agarrando la cuilia con su gran botín<br />

(un mone<strong>de</strong>ro con tres pesos y treinta centavitos),<br />

sólo para darles una gran pijiada por pen<strong>de</strong>jos.<br />

¡Imaginate si no estamos para el tigre!<br />

¡Y todavía aparece un aludo <strong>de</strong> uste<strong>de</strong>s<br />

escribiendo que El Salvador ocupa en Latinoamérica:<br />

el primer lugar en poesía,<br />

el segundo en cuento,<br />

el tercero en teatro,<br />

y por último empatado en novela con Colombia y Argentina!<br />

No creés que ya es tiempo <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarse <strong>de</strong> tanto mambo,<br />

que le digan <strong>de</strong> una vez por todas a la majada salvadoreña<br />

que mejor se busque otro mapa;<br />

que ya es mucho jo<strong>de</strong>r también con la enganchada que nos han<br />

dado<br />

<strong>de</strong> que el Himno Nacional es el más cachimbón <strong>de</strong>l mundo<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la Marsellesa;<br />

que se hagan así,<br />

oí a Guillermo Tell<br />

y te cagarás <strong>de</strong> la risa<br />

al oír el mismo tara ra ta ta ta tata tan…<br />

Pero ahí vamos, Juan ven<strong>de</strong>me la conserva,<br />

o como dicen también “¿A dón<strong>de</strong> vas Vicente?,<br />

¡adon<strong>de</strong> va toda la gente!”….<br />

No hombré, si es cierto que por algo nos dicen Guanacos<br />

no crean que todos estamos en pañales.<br />

No somos tan dialtiro<br />

chocos ni sordos, pues el hecho <strong>de</strong> que a veces<br />

no <strong>de</strong>cimos ni cuío cuando nos quieren meter goles<br />

en todos los campos <strong>de</strong> la vida,<br />

no significa que no sepamos quiénes son los contrincantes<br />

ni quiénes son los réferis <strong>de</strong> este país,<br />

que para qué seguir, si ya estamos hasta aquí<br />

<strong>de</strong> tanta paja en los cafetines,<br />

en los periódicos, en la radio, en la televisión,<br />

en todos los lugares don<strong>de</strong> siempre hay un periquito,<br />

feliz con su masita en el piquito…<br />

Sí, pueta, para qué seguir,<br />

si ya se me está yendo la lengua hasta bien lejos<br />

y vos sabés que las pare<strong>de</strong>s oyen<br />

y no vaya a ser el diablo que mañana amanezca todo aserenado<br />

por estar hablando babosadas,<br />

que como dicen por ái “machete estate en tu vaina”,<br />

que es lo mismo echate al lomo tu misma sombra.<br />

No, pueta, no le busquemos tres pies al gato.<br />

Mejor recitemos “Un rancho y un lucero” <strong>de</strong> Espino,<br />

que nada nos cuesta;<br />

o cantemos “El carbonero”,<br />

pues al fin y al cabo el que canta su mal espanta….»<br />

[Del libro: Puro guanaco, Primer Premio Universitario Latinoamericano<br />

<strong>de</strong> Poesía 1977. Primera edición, EDITORIAL UNIVERSITARIA,<br />

Universidad <strong>de</strong> Panamá 1979; Segunda edición, EDITORA ABRIL<br />

UNO, San Salvador 1983; <strong>de</strong> la Tercera edición (San Salvador, 2000)<br />

a la Séptima edición (San Salvador 2014), EDICIONES SALVADOR<br />

JUÁREZ]<br />

PALABRAS MARCADAS<br />

Dicen mis padres<br />

que mis palabras fueron marcadas…<br />

Que dos meses antes <strong>de</strong> nacer<br />

grité “¡Mamáaaaaa!”<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el túnel más soñado.<br />

Dicen que entonces todos se murieron <strong>de</strong>l susto<br />

porque <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l grito<br />

la casa se inundó <strong>de</strong> un olor a reseda.<br />

Dicen que mi abuelo<br />

para celebrar la gran fecha<br />

llevó marquesote, chocolate caliente<br />

y guaro quemado con limón.<br />

Luego llegó la Romilia,<br />

mi mamá Lola,<br />

Silverio y sus hijas,<br />

la Catocha Sosa y todo su clan.<br />

Dicen que esa noche<br />

no hallaban qué hacer con tanta gente.<br />

Sacaron las camas,<br />

los canceles,<br />

los cofres antiguos,<br />

¡y ni así daban abasto los corredores!<br />

Dicen que los niños se escondían <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> los pilares<br />

y espiaban aquel gentío que murmuraba,<br />

que iba a<strong>de</strong>ntrándose como un mar <strong>de</strong> sombras<br />

hasta el patio.<br />

Dicen que el primero que llegó con su guitarra<br />

fue Chepe Valencia,<br />

quien felicitó a mi papá con Los Rosales.<br />

Dicen que <strong>de</strong> ahí nadie respondió por su sano juicio.<br />

Llovió guaro que fue maravilla.<br />

Bailaron, cantaron<br />

y fon<strong>de</strong>aron bajo el palo <strong>de</strong> amate.<br />

Y la Niña Lucía Navarro<br />

–que era la partera oficial–<br />

dicen que no hizo más que llorar toda la noche<br />

por sus colochos hechos.<br />

(Del libro: Tomo la palabra, op. cit.)<br />

ABRIÉNDOME CAMINO VOY<br />

Abriéndome camino voy con mi mirada que me aparta <strong>de</strong> los<br />

estercoleros<br />

en los an<strong>de</strong>nes mugrientos <strong>de</strong> los suburbios,<br />

y me alerta a no dar el paso en falso a la vuelta <strong>de</strong> cualquier esquina<br />

en las calles-sin-tragantes <strong>de</strong>l Centro Histórico <strong>de</strong> San Salvador.<br />

También me ultravioletiza las intuiciones<br />

al venir <strong>de</strong> La Libertad viendo el negocio que han hecho <strong>de</strong> sus<br />

balsamares;<br />

y, al transitar por la Gran Vía<br />

y Santa Elena,<br />

Sigue en página 7/


Viene <strong>de</strong> página 6/<br />

me envuelve tiernamente para acorazar mis a<strong>de</strong>ntros<br />

y me vuelve invisible entre esas clonadas zonas <strong>de</strong>l progreso.<br />

Es <strong>de</strong>cir, así como el Yo Soy,<br />

como el Yavé <strong>de</strong>l Éxodo le dio a Moisés su espíritu para dividir el mar<br />

y atravesarlo ya seco<br />

en su perspectiva infinita <strong>de</strong> liberación...<br />

Igual mi creador me va dictando dón<strong>de</strong> ir poniendo mis pies<br />

y pasar <strong>de</strong> largo ante ese ámbito, opulento pero vacío,<br />

pujante pero alienado;<br />

capeando la untazón que hace el sistema con sus surtidores <strong>de</strong> mierda<br />

por todos lados,<br />

don<strong>de</strong> mantiene bien irrigadas sus estructuras,<br />

instituciones e intereses;<br />

intereses como parásitos<br />

que, <strong>de</strong> tan pegados a sus intestinales sueños,<br />

no hay tiro-seguro que dé en el blanco como flecha en la cabeza <strong>de</strong> lombriz,<br />

tal esa publicidad hecha a machete,<br />

sin subliminales ni na’;<br />

pues -según el criterio creativo <strong>de</strong> ese marketing-,<br />

esa imagen,<br />

esa imagen como cebo nada más,<br />

va dirigida estrictamente a los lombricientos <strong>de</strong>l Tercer Mundo.<br />

¡Qué solución más fantástica sería que el oportunismo, la impunidad y la<br />

corrupción<br />

tuvieran el final que apunta esa publicidad tan patética que, entre ceja y ceja,<br />

acierta la puntería <strong>de</strong>l eunuco mercante,<br />

¡tánto que el flechazo le salta los ojos a las lombrices!<br />

¡y la flecha queda vibrando aún,<br />

con un going reverberante como <strong>de</strong> audio <strong>de</strong> muñequitos animados!<br />

¡Pero qué carajo va a andar siendo así <strong>de</strong> facilito su exterminio!,<br />

y ¿por qué ver como en chiquilladas el planeta invadido por esa especie <strong>de</strong><br />

gusanos?,<br />

si son gérmenes que se caracterizan por su ´adaptación vil y lacayuna’,<br />

<strong>de</strong> fácil reproducción, hostilidad y resistencia...<br />

¡Mucho cuidado con fantasear en este otro período <strong>de</strong> la historia,<br />

mirá que con nadita tienen el intelectual y el poeta pequeñoburgueses<br />

para <strong>de</strong>venir i<strong>de</strong>ológicamente contrarrevolucionarios!<br />

Que en tiempos <strong>de</strong> guerra copian <strong>de</strong> libros sus teorías<br />

diciendo que dan el salto <strong>de</strong> calidad en el movimiento popular,<br />

pero con funciones <strong>de</strong> periferia nomás,<br />

imaginando que ojalá haya un traje-entero bélico<br />

con todo y antifaz blindado a prueba <strong>de</strong> láser.<br />

Y que, cual máscara <strong>de</strong> hierro,<br />

los puntitos para ver sean como ojitos <strong>de</strong> ratón<br />

pa’ que <strong>de</strong> retache no quepa ni una bala 22.<br />

Y, con posiciones coquetas <strong>de</strong> opositores y no <strong>de</strong> beligerantes,<br />

ruegan porque termine antes <strong>de</strong> empezar la lucha<br />

y se negocie rapidito la revolución...<br />

Con razón en tiempos post revolucionarios,<br />

y <strong>de</strong> mayor infección imperialista como los actuales,<br />

los mismos incendiarios <strong>de</strong> ayer<br />

lisonjean el «arte por el arte»,<br />

enarbolan el esteticismo lejos <strong>de</strong> la vida<br />

y ausente <strong>de</strong> esa realidad,<br />

que dizque no hay que acercarse a ella<br />

porque apacha el aura<br />

y rustiquea la metáfora.<br />

Y si tocan la situación histórica<br />

es hasta don<strong>de</strong> aguanta el concepto social-chovinista<br />

o sea ‘socialismo <strong>de</strong> palabra y chovinismo <strong>de</strong> hecho’,<br />

revolucionismo en apariencia y oportunismo en evi<strong>de</strong>ncia,<br />

marxistas hasta don<strong>de</strong> consiente la burguesía.<br />

(Véase El Estado y la Revolución<br />

<strong>de</strong> V.I. Lenin, en nuestra misión...<br />

Y léase el último Romanticismo <strong>de</strong> la Historia Social <strong>de</strong> la Literatura,<br />

sin cuestionar pretenciosamente “¿y éste todavía hojea a Hauser?”,<br />

pues ahí no es novedoso que ‘por todas partes<br />

la lucha termina con el abandono <strong>de</strong> la realidad<br />

y la renuncia a modificar la estructura <strong>de</strong> la sociedad existente’.<br />

Es como si ahí se <strong>de</strong>scribiera la misma <strong>de</strong>sbandada i<strong>de</strong>ológica<br />

<strong>de</strong> a finales <strong>de</strong>l XX y a principios <strong>de</strong>l XXI<br />

ante el anuncio <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> la historia,<br />

esa ‘histeria contrarrevolucionaria que ha envenenado ahora la<br />

atmósfera intelectual.’<br />

Véase que esta Estética como Panfleto es parte <strong>de</strong> la Poesía como<br />

la Vida,<br />

que se resiste a doblegar su palabra<br />

y a morir con el espíritu que mata el neoliberalismo.<br />

Y, como seguimos en lucha por la sobrevivencia,<br />

¡que viva la verdad <strong>de</strong> este panfleto!)<br />

(Del libro ¿Y QUIÉN DIJO SILENCIO? <strong>de</strong> Salvador Juárez.<br />

Primera edición 2010. Segunda Edición 2015.<br />

Concepto editorial y publicaciones:<br />

EDICIONES SALVADOR JUÁREZ)<br />

EL SALPULLIDO DEL TRUNCADO SOCIALISMO*<br />

XII.<br />

El salpullido <strong>de</strong>l truncado socialismo<br />

¡ah revolucionarios <strong>de</strong> mentol!,<br />

no se quita con aguarrás ¡qué va!<br />

Ni con las cobas <strong>de</strong>l sana sana<br />

culito <strong>de</strong> rana.<br />

Y mucho menos con los discursos duroblanditos<br />

que prometen que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro<br />

se irán transformando las estructuras<br />

hasta cuando el sistema actual, cansado y agotado, diga:<br />

“¡Vaya, ya colapsé por mis contradicciones internas,<br />

ahora es vuestro turno, colegas socialistas!”<br />

¡Con que ni con salivita quiso darle chance<br />

el elefante a la hormiguita! ¡Contimás!...<br />

Pero uste<strong>de</strong>s sigan dándole a la pajística florida,<br />

que ya llegaron otra vez el chingolingo,<br />

la rueda <strong>de</strong> caballitos, la carpa y los malabaristas<br />

en la gran parafernalia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia.<br />

Ahí armen sus chanchullos como les ronque la gana.<br />

Hagan sus micos y pericos,<br />

sus vainas y chanfainas,<br />

sus trucos y trabucos,<br />

las sospechosas selecciones<br />

<strong>de</strong> encontradas sensaciones<br />

e increíbles manipulaciones<br />

en sus amañadas imposiciones,<br />

total ya llegaron las elecciones<br />

con sus tribunas y alocuciones,<br />

proclamando las más exóticas aleaciones:<br />

la <strong>de</strong>recha popular,<br />

la izquierda oligárquica,<br />

el socialismo liberal,<br />

el centro radical,<br />

la extrema pon<strong>de</strong>rada,<br />

el pacifismo foquista,<br />

el terrorismo constitucional,<br />

la dialéctica pragmática,<br />

la empresa privada proletaria,<br />

la Sociedad Anónima revolucionaria,<br />

Etcétera, etcétera, etcétera...<br />

<strong>Enero</strong> 2009<br />

(Del libro ¿Y quién dijo silencio, Salvador Juárez, op. cit.)<br />

POEMA DE LOS MÁS BAJOS FONDOS<br />

(Al Che ¿y por qué al Che? Si sólo un acto provi<strong>de</strong>ncial podía<br />

levantarme<br />

<strong>de</strong> mi caso <strong>de</strong>sesperado, en mi situación <strong>de</strong> moribundo; para ahora<br />

cantar,<br />

ya restituido, al amor y la esperanza, y anunciar que “sí se pue<strong>de</strong> salir<br />

<strong>de</strong> esos fondos <strong>de</strong>spiadados!”)<br />

¿Y qué ando haciendo aquí,<br />

en plena madrugada,<br />

sin rumbo en estas calles solas,<br />

¡tremendamente solas!?...<br />

¿Hacia dón<strong>de</strong> me encaminan<br />

estos pasos que más me entristecen<br />

cuando ni huellas <strong>de</strong>jan<br />

por mi cuerpo sin su estatura,<br />

sin el peso que disecó el choche-bomba,<br />

que se chupó la pipa <strong>de</strong> un solo jalón?<br />

¿Qué suerte me espera<br />

en este cantón don<strong>de</strong> me he apoltronado,<br />

si esta angustia<br />

por tal <strong>de</strong> saciarse<br />

es capaz <strong>de</strong> empeñar mi alma<br />

y ven<strong>de</strong>r a mi familia?<br />

¿Qué fortuna me he quedado buscando<br />

a tientas en el suelo,<br />

como ciego <strong>de</strong>sesperado<br />

queriendo tactar una migaja no sé <strong>de</strong> qué<br />

que me exaspera hasta el <strong>de</strong>lirio.<br />

| poesía |<br />

Y en el <strong>de</strong>satino<br />

confundo una micra <strong>de</strong> indigencia<br />

con el pedacito <strong>de</strong> sustancia que rastreo enloquecido?<br />

¿Qué me hace clavarme tras las champas,<br />

en el fondo don<strong>de</strong> terminan las gradas <strong>de</strong>l suburbio,<br />

a la orilla <strong>de</strong>l Acelhuate,<br />

en los lin<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> la peor marginalidad?<br />

¿Qué fuerza me impi<strong>de</strong> dar un paso<br />

hacia la verda<strong>de</strong>ra realidad,<br />

aunque las ganas <strong>de</strong> salir <strong>de</strong>l infierno<br />

también sean po<strong>de</strong>rosas?<br />

Hay una impotencia hasta el tuétano <strong>de</strong>l alma<br />

que acurruca al hombre más pintado<br />

y a mí me hace escon<strong>de</strong>rme <strong>de</strong> todo y <strong>de</strong> nada,<br />

sombristo en la esquina <strong>de</strong> los tétricos callejones.<br />

¡Es el pánico que transpiran<br />

las imaginaciones peregueteadas a mil!<br />

Y allí, ¡bufa esa <strong>de</strong>sesperación in<strong>de</strong>scriptible!<br />

Y cualquiera llora al verse topado al cerco <strong>de</strong>l infortunio.<br />

Más si se repara en que su alado ser<br />

ha quedado completamente chuña.<br />

Así como vengo por estas calles<br />

barrileando con la esperanza <strong>de</strong> hallar aunque sea<br />

un par <strong>de</strong> cachos,<br />

que aunque no sean a mi medida está bien,<br />

y aunque un zapato no sea igual que el otro<br />

me da lo mismo!<br />

Al menos quisiera oír el ruido <strong>de</strong> mis pasos<br />

para espantar mi soledad en estas calles<br />

y que la vergüenza no entre como el frío por mis talones.<br />

Pues sentado en esta cuneta<br />

siento que mis <strong>de</strong>dos se escon<strong>de</strong>n <strong>de</strong> pena<br />

al recordar aquellos otros pies <strong>de</strong> hombres en las Higueras.<br />

Aquel hombre que hasta sus pies fulguraron tan bellos<br />

al caer en el arrojo <strong>de</strong> sus caminos soñados<br />

y no estos <strong>de</strong>signios <strong>de</strong> los más bajos fondos,<br />

ni esta vida <strong>de</strong>sperdiciada inútilmente.<br />

¡Oh cristo <strong>de</strong> los pobres,<br />

apiádate <strong>de</strong> estas otras víctimas <strong>de</strong>l sistema que tánto<br />

combatiste!<br />

¿Qué no ves que con mi cabeza agachada<br />

entre los brazos sobre mis rodillas estoy llorando?<br />

Y tú no inculcaste esta calamitosa especie,<br />

sino la conciencia ascendiendo a los más altos escalones<br />

humanos.<br />

¡Vuélveme a dar tus luces,<br />

que esta madrugada sin lucero<br />

hace más oscuro el trecho en la <strong>de</strong>riva!<br />

Así, no quisiera pronunciar ningún mañana,<br />

ni que amaneciera nunca.<br />

¡Mira las fachas en que me va encontrar el día!<br />

Y si alguna vez puedo salir <strong>de</strong> esta manigua <strong>de</strong> la existencia,<br />

haz que no olvi<strong>de</strong> esta cruz-calle sin nombre,<br />

esta zona <strong>de</strong> alta peligrosidad<br />

don<strong>de</strong> mareros, ladrones y drogadictos<br />

llevamos el mismo estigma,<br />

somos los mismos espectros en la ciudad sin ley.<br />

Ah, y que no me olvi<strong>de</strong> <strong>de</strong> este tragante <strong>de</strong> las aguas negras<br />

por don<strong>de</strong> se fueron mis lágrima mugrosas,<br />

ni que tú fuiste uno <strong>de</strong> los que nos levantaron<br />

para establecer los nuevos rumbos…<br />

De aquí ha <strong>de</strong> nacer un pelotón <strong>de</strong> hombres restaurados<br />

entre los nuevos contingentes <strong>de</strong> tu estrategia.<br />

¡Y sudarán sus manos por asirse al futuro!<br />

¡Sumaremos más los que no encontramos<br />

en qué emplear bien nuestras vidas…!<br />

(Del libro: Testamento inconcluso, San Salvador 2003, e<br />

incluido en el libro Los más bajos fondos, San Salvador<br />

2012. Ambos libros publicados por Ediciones Salvador<br />

Juárez)<br />

Salvador Juárez<br />

EL SALVADOR<br />

Sábado <strong>23</strong> / enero / <strong>2016</strong> TRESMIL 7


| Artículo |<br />

JOAQUÍN MEZA<br />

Escritor e investigador<br />

ERENTIQUE. Arantique. (Del<br />

potón aran, apócope <strong>de</strong> arangaca:<br />

alacrán, y tique: cerro, montaña,<br />

localidad. “Cerro <strong>de</strong> los alacranes”).<br />

Antigua ciudad cuyos restos<br />

arqueológicos se encuentran en el<br />

Cerro Pelón, municipio <strong>de</strong> Ciudad<br />

Barrios, <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> San<br />

Miguel. Conocida también como<br />

Eventique.<br />

GUACHAGUANTIQUE. (Del<br />

potón gua: tabaco, shaguán: acción<br />

<strong>de</strong> secar, y tique: cerro, montaña,<br />

localidad. “Don<strong>de</strong> se seca tabaco”,<br />

“Lugar adornado <strong>de</strong> robles”).<br />

Quebrada perteneciente a los<br />

municipios <strong>de</strong> Jiquilisco y Puerto El<br />

Triunfo, <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Usulután.<br />

GUACOTIQUE Guacotecti.<br />

Goacotecte. Goacotecti. Guacotetec.<br />

Guaco. Guacoteti. Guaktetkl. (Del<br />

potón guac: tesoro, y tektl: escondido.<br />

“Riqueza escondida”, “Riquezas<br />

ocultas”; o <strong>de</strong>l nahuat huaco, huaca:<br />

tesoro, tecti: sumo sacerdote. “Tesoro<br />

<strong>de</strong>l prelado”, “Sumo Sacerdote <strong>de</strong> los<br />

tesoros”, <strong>de</strong> guaca, huaca: tesoro, y<br />

tecti: papa, sumo sacerdote. “Lugar<br />

<strong>de</strong>l papa o sumo sacerdote <strong>de</strong>l<br />

tesoro”; <strong>de</strong> guancotocti: pedazo <strong>de</strong><br />

árbol, troncón, y co: lugar. “Lugar <strong>de</strong><br />

la papa”, “Lugar <strong>de</strong> troncones”; o <strong>de</strong><br />

Guakiltexkil, nombre <strong>de</strong> un supuesto<br />

cacique <strong>de</strong>l lugar). Municipio <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Cabañas. //2.<br />

Loma <strong>de</strong>l municipio <strong>de</strong> Guacotecti,<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Cabañas. //3.<br />

Río <strong>de</strong> 8 kilómetros <strong>de</strong> longitud,<br />

perteneciente a los municipios<br />

<strong>de</strong> Guacotecti y Sensuntepeque,<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Cabañas.<br />

JEOTIQUE. (Del potón jeo,<br />

sheo, shéula: colorado, y tique:<br />

cerro, montaña, localidad. “Cerro<br />

colorado”). Río <strong>de</strong> los municipios<br />

<strong>de</strong> San Buenaventura y Estanzuelas,<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Usulután.<br />

JIOTIQUE. Jeotique. (Del nahuat<br />

jeo, <strong>de</strong> sheo, shéula: colorado, rojo,<br />

y tique: cerro, montaña, localidad.<br />

“Cerro colorado”). Río <strong>de</strong> 18.5<br />

kilómetros <strong>de</strong> longitud, perteneciente<br />

a los municipios <strong>de</strong> Nueva Granada<br />

y Estanzuelas, <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong><br />

Usulután; y Sesori y Lolotique,<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> San Miguel.<br />

Conocido también como río Las<br />

Vueltas.<br />

Entrega final<br />

RIMA TOPONÍMICA<br />

POTONA<br />

JOCOAITIQUE. Jocoaytique.<br />

Xoaytique. Xocutique. (Del lenca<br />

joco, xogo, shogo: mimbre, ayquín:<br />

valle, al<strong>de</strong>a, tique: cerro, montaña.<br />

“Lugar <strong>de</strong> jocotes rojos”; <strong>de</strong> joco,<br />

jobo: jocote, ai: rojo, y tequi, tique:<br />

abundancia. “Don<strong>de</strong> abundan<br />

los jocotes”; o <strong>de</strong> xoco, joco:<br />

jocote, ara, aran, lan: abundancia.<br />

“Abundancia <strong>de</strong> jocotes”. “Cerro<br />

poblado <strong>de</strong> mimbre”, “Cerro <strong>de</strong> los<br />

cinco fuegos”, “Ciudad <strong>de</strong> fuego”).<br />

Municipio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong><br />

Morazán.<br />

JOCOMONTIQUE. (Del potón<br />

joco: corrupción <strong>de</strong> shogo: blanco,<br />

mimbre, mon: conejo, y tique: cerro,<br />

montaña, localidad. “Cerro <strong>de</strong> los<br />

conejos y los mimbres”, “Montaña<br />

<strong>de</strong> los conejos blancos”). Cantón<br />

<strong>de</strong>l municipio <strong>de</strong> Nueva Granada,<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Usulután. //2.<br />

Caserío <strong>de</strong>l cantón <strong>de</strong>l municipio <strong>de</strong><br />

Nueva Granada, <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong><br />

Usulután. //3. Cerro <strong>de</strong>l municipio<br />

<strong>de</strong> Nueva Granada, <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong><br />

Usulután.<br />

LOLOTIQUE. Olotique.<br />

Olontique. Langatique. Lolontique.<br />

Lorontique. Lotique. (Del potón<br />

lolo: guajolote, chompipe¸ pavo<br />

común, lolón: movimiento, temblor;<br />

y tique: cerro, montaña. “Cerro<br />

<strong>de</strong> los guajolotes”, “Cerro <strong>de</strong> los<br />

temblores”, “Loma <strong>de</strong>l sombrero”).<br />

Municipio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> San<br />

Miguel. //2. Cerro <strong>de</strong>l municipio<br />

<strong>de</strong> Lolotique, <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> San<br />

Miguel. Conocido también como El<br />

Cimarrón.<br />

MECHOTIQUE, De. (Del potón<br />

me, mer: garrobo, sho, shogo: blanco,<br />

mimbre, y tique: cerro, montaña,<br />

localidad. “Lugar <strong>de</strong> mimbres y<br />

garrobos”). Río <strong>de</strong> 3.5 kilómetros <strong>de</strong><br />

longitud, perteneciente al municipio<br />

<strong>de</strong> Berlín, <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Usulután.<br />

Conocido también como El Jícaro.<br />

2. Caserío <strong>de</strong>l municipio <strong>de</strong> Berlín,<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Usulután.<br />

MOCHOTIQUE. Hacienda <strong>de</strong>l<br />

municipio <strong>de</strong> Berlín, <strong>de</strong>partamento<br />

<strong>de</strong> Usulután.<br />

MOLONTIQUE. Punta <strong>de</strong>l<br />

municipio <strong>de</strong> Puerto El Triunfo,<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Usulután.<br />

OROMONTIQUE. (Del potón<br />

horomona: olomina, ilumina, mon:<br />

conejo, y tique: cerro, montaña,<br />

localidad. “Cerro <strong>de</strong> conejos y<br />

olominas”). Cantón <strong>de</strong>l municipio<br />

<strong>de</strong> Chinameca, <strong>de</strong>partamento<br />

<strong>de</strong> San Miguel. //2. Caserío <strong>de</strong>l<br />

cantón Oromontique, municipio <strong>de</strong><br />

Chinameca, <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> San<br />

Miguel.<br />

OROMONTIQUE. Cerro <strong>de</strong>l<br />

municipio <strong>de</strong> Santiago <strong>de</strong> María,<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Usulután. //2.<br />

Laguneta <strong>de</strong>l municipio <strong>de</strong> Berlín,<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Usulután.<br />

QUELEPA. Lequepatique.<br />

Quelepatique. Quinlocatique. (Del<br />

potón que: piedra, roca, peña, y<br />

leba, lepa: jaguar, puma. “Jaguar<br />

<strong>de</strong> piedra”, “La piedra <strong>de</strong>l jaguar”,<br />

“Cerro <strong>de</strong> los jaguares <strong>de</strong> piedra”,<br />

“Zorrillo quemado”, “Zorrillo<br />

quebrado”.). Municipio <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> San Miguel.<br />

SINGALTIQUE. Cingaltique.<br />

Çingualtique. Cingualtique. (Del<br />

potón singa: negro, bal, gal, wal: agua,<br />

y tique: cerro, montaña, localidad.<br />

“Cerro <strong>de</strong> aguas negras”). Caserío<br />

<strong>de</strong>l cantón San Pedro, municipio <strong>de</strong><br />

Chapeltique, <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> San<br />

Miguel.<br />

SINSIMONTIQUE. Sinsimón.<br />

(“Cerro <strong>de</strong> conejos y pacayas”).<br />

Actualmente San Simón, municipio<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Morazán.<br />

TOTOROSTIQUE. Cerro<br />

<strong>de</strong>l municipio <strong>de</strong> Guatajiagua,<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Morazán.<br />

YAGUANTIQUE. Caserío <strong>de</strong>l<br />

cantón El Progreso, municipio y<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> San Miguel.<br />

YAYANTIQUE. Yaya. Yayan. (Del<br />

potón yayan, yayah: capulín, y tique:<br />

cerro. “Cerro <strong>de</strong> los capulines”,<br />

“Lecho <strong>de</strong> los conejos”). Municipio<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> La Unión. 2.<br />

Cerro <strong>de</strong> los municipios <strong>de</strong> San Alejo<br />

y Yayantique, <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> La<br />

Unión.<br />

YUSIQUE. (Del potón yus, yux:<br />

pino, ocote, e ique, tique: cerro.<br />

“Cerro <strong>de</strong> los pinos”, “Cerro <strong>de</strong><br />

los ocotes”). Paraje asentamiento<br />

<strong>de</strong>l municipio <strong>de</strong> Las Vueltas, <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Chalatenango.<br />

8 TRESMIL Sábado <strong>23</strong> / enero / <strong>2016</strong>

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