Desarrollo social inclusivo: una nueva generación de políticas para superar la pobreza y reducir la desigualdad en América Latina y el Caribe

América Latina y el Caribe logró en el último decenio notables avances en materia de desarrollo social. Sin embargo, aún hay un largo camino por recorrer. Persisten, como desafíos ineludibles, la definitiva superación de la pobreza y la sustancial reducción de la desigualdad que, además de ser un imperativo ético, constituyen una condición imprescindible para avanzar en el desarrollo sostenible, en sintonía con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, recién aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Pese al actual escenario económico mundial, más complejo e incierto que el de los años anteriores y que, al menos en el corto plazo, será menos favorable para la región, es fundamental asegurar los avances en materia de desarrollo social alcanzados en el último decenio y no postergar las asignaturas pendientes en ámbitos en que el progreso ha sido insuficiente. América Latina y el Caribe logró en el último decenio notables avances en materia de desarrollo social. Sin embargo, aún hay un largo camino por recorrer. Persisten, como desafíos ineludibles, la definitiva superación de la pobreza y la sustancial reducción de la desigualdad que, además de ser un imperativo ético, constituyen una condición imprescindible para avanzar en el desarrollo sostenible, en sintonía con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, recién aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Pese al actual escenario económico mundial, más complejo e incierto que el de los años anteriores y que, al menos en el corto plazo, será menos favorable para la región, es fundamental asegurar los avances en materia de desarrollo social alcanzados en el último decenio y no postergar las asignaturas pendientes en ámbitos en que el progreso ha sido insuficiente.

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Desarrollo social inclusivo: una nueva generación de políticas para superar la pobreza... E. Otras dimensiones de la desigualdad 1. Desigualdades por área geográfica: los sectores rurales El territorio es otro factor estructurante de la desigualdad en la región. Por una parte, hay una clara desventaja de la población rural en la mayor parte de los indicadores de bienestar social. Los cambios demográficos que tuvieron lugar en la segunda mitad del siglo XX han implicado una modificación del discurso respecto de la dimensión e importancia de la población rural, que pasa de representar más de la mitad de los habitantes en la mayor parte de los países hasta situarse en rangos que fluctúan entre el 10% y el 30% de la población total, a excepción de Guyana, Haití, Honduras, Santa Lucía y Trinidad y Tabago, que muestran una relativa paridad entre los porcentajes de población rural y urbana. En 2015 se estima que América Latina tiene, aproximadamente, 121,8 millones de habitantes rurales, que representan un 19,9% de la población total. Este hecho es de gran importancia para entender muchos de los procesos que explican la actual situación de bienestar de la población rural y la preponderancia de la problemática urbana en el discurso latinoamericano de las últimas décadas (CEPAL, 2011a). La incidencia y la intensidad de la pobreza siguen siendo considerablemente superiores en las áreas rurales 13 . Según los últimos datos elaborados por la CEPAL, en 2013 un 23,2% de la población urbana vivía en hogares en situación de pobreza de ingresos, una proporción que entre la población rural se duplicaba (47,9%). Además, el 7,7% de la población urbana se encontraba en situación de indigencia, frente al 28,2% de la población rural (CEPAL, 2015c). Al considerar la evolución de las tasas de pobreza e indigencia en el período reciente, destaca que el descenso de la pobreza en la región desde comienzos de la década de 2000 no tuvo la misma evolución en el medio urbano que en el rural. Mientras que entre la población urbana se registra un descenso sostenido de las tasas de pobreza desde 2002, entre la población rural se observa un descenso entre ese año y 2007 (del 62,4% al 53,0%), un leve incremento en 2008 y 2009 (54,9% en ambos años) y recién en 2010 una disminución (Rossel, 2012). El resultado de esta tendencia es un leve ensanchamiento de las brechas de pobreza entre la población urbana y la rural (CEPAL, 2012c) y un incremento bastante más claro de las distancias o brechas entre ambas poblaciones en materia de indigencia (Rossel, 2012, págs.10 y 11). La situación es bastante heterogénea entre países. En algunos de ellos, la pobreza rural casi duplica e incluso está cerca de triplicar la pobreza urbana; en otros, es un 20% o un 30% superior a la urbana, y solo en dos países es inferior a la urbana. La población rural aparece sistemáticamente en desventaja frente a la población urbana en otras dimensiones del bienestar, como el acceso a la educación, la salud y la protección social. Diversas investigaciones evidencian que la población que vive en zonas rurales está más expuesta a la pobreza y a la indigencia que aquella que vive en las ciudades (Rossel, 2012; CEPAL, 2012b, 2012c, 2010b y 2009). En un estudio reciente, Rossel (2012) ha destacado algunos factores que inciden en una mayor vulnerabilidad de la población rural a la pobreza. Primero, las tasas de fecundidad son más altas en las zonas rurales que en las urbanas; el mayor número de hijos por mujer está fuertemente asociado a menores niveles educativos y a la pertenencia a población indígena. Debido a estos factores, los hogares rurales tienden a ser más numerosos que los urbanos y, al mismo tiempo, los hogares rurales pobres destacan por su mayor número de integrantes frente a los no pobres. Segundo, el embarazo adolescente es más frecuente en la población rural que en la urbana. Este fenómeno se debe posiblemente a una combinación de déficits en el acceso a servicios educativos, las expectativas laborales y la ausencia o mayor debilidad de las políticas de salud sexual y reproductiva. Como resultado de estas tendencias, los indicadores de bienestar y pobreza en las generaciones más jóvenes de las zonas rurales presentan valores más negativos y muy alejados de los registrados en zonas urbanas. Por último, la pobreza en el medio rural está también fuertemente asociada a la población indígena. Hay una importante superposición entre la población rural y la población indígena. Los hogares encabezados por indígenas 13 Los conceptos de urbano y rural no son siempre homogéneos, ya que sus definiciones suelen variar según los países. Capítulo I 33

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) tienen mayor probabilidad de ser pobres y en algunos países las distancias entre hogares con jefatura indígena y no indígena en materia de pobreza alcanza niveles extremos (Rossel, 2012, págs.14 y 15). 2. Las personas con discapacidad En el Panorama Social de América Latina, 2012 (CEPAL, 2013a, pág. 204) se resaltaba que, según el Informe mundial sobre la discapacidad (OMS, 2011) y la Red Latinoamericana de Organizaciones no Gubernamentales de Personas con Discapacidad y sus Familias (RIADIS), las personas con discapacidad están sobrerrepresentadas en la población en situación de pobreza y extrema pobreza. Las causas son varias y se articulan entre sí de manera compleja. Por un lado, la misma pobreza y la vulnerabilidad exacerban situaciones de discapacidad por falta de atención y cuidado oportunos. Por otro, la ausencia de servicios de cuidado lleva en muchos casos a que al menos un miembro de la familia de la persona con discapacidad deba dejar de trabajar, con lo que disminuyen aún más los ingresos del núcleo familiar. Junto con la persistente discriminación y marginalización, las personas con discapacidad se encuentran afectadas por la falta de acceso a múltiples dimensiones del bienestar, entre ellas la educación y las oportunidades laborales. En efecto, los niños y las niñas con discapacidades tienen una menor probabilidad de asistir a la escuela y enfrentan importantes desafíos para permanecer y avanzar en los ciclos educativos (OMS, 2011). La información sobre el tiempo de asistencia a centros de enseñanza de las personas con discapacidad de 13 a 18 años de edad en la región revela grandes disparidades según el país y el tipo de discapacidad. No obstante, considerando la información disponible, en 2011 el promedio era de no más de tres años de estudio en América Latina y solo algo superior en los países del Caribe de habla inglesa (CEPAL, 2013a). Los establecimientos educativos son inaccesibles, carecen de instalaciones adecuadas y no proporcionan a los estudiantes con discapacidad los ajustes necesarios o dispositivos de asistencia. Las escuelas inclusivas y accesibles, y los programas de sensibilización y de capacitación para los maestros y el personal de la escuela son condiciones esenciales para promover la inclusión social, la aceptación, la igualdad y las oportunidades educativas para los niños y niñas con discapacidad. Al no adquirir las habilidades y competencias necesarias para participar en el mercado laboral, las oportunidades de las personas con discapacidad para acceder a un trabajo decente e independizarse son muy limitadas. Un análisis reciente (CEPAL, 2012b) indica que en todos los países de América Latina y el Caribe el porcentaje de personas de 15 años y más económicamente activas con una o más discapacidades es mucho más bajo que el porcentaje de personas sin discapacidad. Aunque los bajos logros educativos y la falta de habilidades puede afectar su competitividad en el mercado laboral, las actitudes negativas acerca de la discapacidad y la discriminación también son obstáculos para la inserción laboral de estas personas. Como resultado, los adultos con discapacidad tienden a vivir en hogares más pobres que los adultos sin discapacidad. Se crea entonces un preocupante ciclo en que los niños con discapacidad tienen menores oportunidades para desarrollar y adquirir las destrezas y habilidades que les permitirían lograr una buena inserción laboral, lo que los predispone a la pobreza siendo adultos. Mientras las personas con discapacidad sufran discriminación por el rechazo a las diferencias, la pobreza, el aislamiento social, el prejuicio, la ignorancia y la falta de servicios y apoyo, no podrán ejercer sus derechos y vivir plenamente. La consecuencia no es únicamente un impacto social y económico negativo para los afectados y sus familias, sino que además implica altos costos y pérdidas para el conjunto de la sociedad, al no permitírseles ofrecer todo su potencial creativo y productivo. F. El trabajo como llave maestra para la igualdad: evolución positiva de los indicadores del mercado de trabajo Entre los ámbitos de la sociedad que producen, exacerban o mitigan desigualdades, el más decisivo es el mundo del trabajo. Ahí se genera la mayor parte del ingreso de los hogares en América Latina y el Caribe, así como las desigualdades inherentes a su distribución. Además, en él se producen otras desigualdades igualmente relevantes, Capítulo I 34

Comisión Económica <strong>para</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y <strong>el</strong> <strong>Caribe</strong> (CEPAL)<br />

ti<strong>en</strong><strong>en</strong> mayor probabilidad <strong>de</strong> ser pobres y <strong>en</strong> algunos países <strong>la</strong>s distancias <strong>en</strong>tre hogares con jefatura indíg<strong>en</strong>a y no<br />

indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> materia <strong>de</strong> <strong>pobreza</strong> alcanza niv<strong>el</strong>es extremos (Ross<strong>el</strong>, 2012, págs.14 y 15).<br />

2. Las personas con discapacidad<br />

En <strong>el</strong> Panorama Social <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, 2012 (CEPAL, 2013a, pág. 204) se resaltaba que, según <strong>el</strong> Informe mundial<br />

sobre <strong>la</strong> discapacidad (OMS, 2011) y <strong>la</strong> Red Latinoamericana <strong>de</strong> Organizaciones no Gubernam<strong>en</strong>tales <strong>de</strong> Personas<br />

con Discapacidad y sus Familias (RIADIS), <strong>la</strong>s personas con discapacidad están sobrerrepres<strong>en</strong>tadas <strong>en</strong> <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción<br />

<strong>en</strong> situación <strong>de</strong> <strong>pobreza</strong> y extrema <strong>pobreza</strong>. Las causas son varias y se articu<strong>la</strong>n <strong>en</strong>tre sí <strong>de</strong> manera compleja. Por un<br />

<strong>la</strong>do, <strong>la</strong> misma <strong>pobreza</strong> y <strong>la</strong> vulnerabilidad exacerban situaciones <strong>de</strong> discapacidad por falta <strong>de</strong> at<strong>en</strong>ción y cuidado<br />

oportunos. Por otro, <strong>la</strong> aus<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> cuidado lleva <strong>en</strong> muchos casos a que al m<strong>en</strong>os un miembro <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> familia <strong>de</strong> <strong>la</strong> persona con discapacidad <strong>de</strong>ba <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> trabajar, con lo que disminuy<strong>en</strong> aún más los ingresos <strong>de</strong>l<br />

núcleo familiar.<br />

Junto con <strong>la</strong> persist<strong>en</strong>te discriminación y marginalización, <strong>la</strong>s personas con discapacidad se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran afectadas<br />

por <strong>la</strong> falta <strong>de</strong> acceso a múltiples dim<strong>en</strong>siones <strong>de</strong>l bi<strong>en</strong>estar, <strong>en</strong>tre <strong>el</strong><strong>la</strong>s <strong>la</strong> educación y <strong>la</strong>s oportunida<strong>de</strong>s <strong>la</strong>borales.<br />

En efecto, los niños y <strong>la</strong>s niñas con discapacida<strong>de</strong>s ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>una</strong> m<strong>en</strong>or probabilidad <strong>de</strong> asistir a <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> y <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tan<br />

importantes <strong>de</strong>safíos <strong>para</strong> permanecer y avanzar <strong>en</strong> los ciclos educativos (OMS, 2011). La información sobre <strong>el</strong> tiempo<br />

<strong>de</strong> asist<strong>en</strong>cia a c<strong>en</strong>tros <strong>de</strong> <strong>en</strong>señanza <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas con discapacidad <strong>de</strong> 13 a 18 años <strong>de</strong> edad <strong>en</strong> <strong>la</strong> región reve<strong>la</strong><br />

gran<strong>de</strong>s disparida<strong>de</strong>s según <strong>el</strong> país y <strong>el</strong> tipo <strong>de</strong> discapacidad. No obstante, consi<strong>de</strong>rando <strong>la</strong> información disponible,<br />

<strong>en</strong> 2011 <strong>el</strong> promedio era <strong>de</strong> no más <strong>de</strong> tres años <strong>de</strong> estudio <strong>en</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y solo algo superior <strong>en</strong> los países <strong>de</strong>l<br />

<strong>Caribe</strong> <strong>de</strong> hab<strong>la</strong> inglesa (CEPAL, 2013a). Los establecimi<strong>en</strong>tos educativos son inaccesibles, carec<strong>en</strong> <strong>de</strong> insta<strong>la</strong>ciones<br />

a<strong>de</strong>cuadas y no proporcionan a los estudiantes con discapacidad los ajustes necesarios o dispositivos <strong>de</strong> asist<strong>en</strong>cia.<br />

Las escue<strong>la</strong>s inclusivas y accesibles, y los programas <strong>de</strong> s<strong>en</strong>sibilización y <strong>de</strong> capacitación <strong>para</strong> los maestros y <strong>el</strong><br />

personal <strong>de</strong> <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> son condiciones es<strong>en</strong>ciales <strong>para</strong> promover <strong>la</strong> inclusión <strong>social</strong>, <strong>la</strong> aceptación, <strong>la</strong> igualdad y<br />

<strong>la</strong>s oportunida<strong>de</strong>s educativas <strong>para</strong> los niños y niñas con discapacidad.<br />

Al no adquirir <strong>la</strong>s habilida<strong>de</strong>s y compet<strong>en</strong>cias necesarias <strong>para</strong> participar <strong>en</strong> <strong>el</strong> mercado <strong>la</strong>boral, <strong>la</strong>s oportunida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas con discapacidad <strong>para</strong> acce<strong>de</strong>r a un trabajo <strong>de</strong>c<strong>en</strong>te e in<strong>de</strong>p<strong>en</strong>dizarse son muy limitadas. Un análisis<br />

reci<strong>en</strong>te (CEPAL, 2012b) indica que <strong>en</strong> todos los países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y <strong>el</strong> <strong>Caribe</strong> <strong>el</strong> porc<strong>en</strong>taje <strong>de</strong> personas <strong>de</strong><br />

15 años y más económicam<strong>en</strong>te activas con <strong>una</strong> o más discapacida<strong>de</strong>s es mucho más bajo que <strong>el</strong> porc<strong>en</strong>taje <strong>de</strong><br />

personas sin discapacidad. Aunque los bajos logros educativos y <strong>la</strong> falta <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s pue<strong>de</strong> afectar su competitividad<br />

<strong>en</strong> <strong>el</strong> mercado <strong>la</strong>boral, <strong>la</strong>s actitu<strong>de</strong>s negativas acerca <strong>de</strong> <strong>la</strong> discapacidad y <strong>la</strong> discriminación también son obstáculos<br />

<strong>para</strong> <strong>la</strong> inserción <strong>la</strong>boral <strong>de</strong> estas personas. Como resultado, los adultos con discapacidad ti<strong>en</strong><strong>de</strong>n a vivir <strong>en</strong> hogares<br />

más pobres que los adultos sin discapacidad.<br />

Se crea <strong>en</strong>tonces un preocupante ciclo <strong>en</strong> que los niños con discapacidad ti<strong>en</strong><strong>en</strong> m<strong>en</strong>ores oportunida<strong>de</strong>s <strong>para</strong><br />

<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r y adquirir <strong>la</strong>s <strong>de</strong>strezas y habilida<strong>de</strong>s que les permitirían lograr <strong>una</strong> bu<strong>en</strong>a inserción <strong>la</strong>boral, lo que los<br />

predispone a <strong>la</strong> <strong>pobreza</strong> si<strong>en</strong>do adultos.<br />

Mi<strong>en</strong>tras <strong>la</strong>s personas con discapacidad sufran discriminación por <strong>el</strong> rechazo a <strong>la</strong>s difer<strong>en</strong>cias, <strong>la</strong> <strong>pobreza</strong>, <strong>el</strong><br />

ais<strong>la</strong>mi<strong>en</strong>to <strong>social</strong>, <strong>el</strong> prejuicio, <strong>la</strong> ignorancia y <strong>la</strong> falta <strong>de</strong> servicios y apoyo, no podrán ejercer sus <strong>de</strong>rechos y vivir<br />

pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te. La consecu<strong>en</strong>cia no es únicam<strong>en</strong>te un impacto <strong>social</strong> y económico negativo <strong>para</strong> los afectados y sus<br />

familias, sino que a<strong>de</strong>más implica altos costos y pérdidas <strong>para</strong> <strong>el</strong> conjunto <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad, al no permitírs<strong>el</strong>es ofrecer<br />

todo su pot<strong>en</strong>cial creativo y productivo.<br />

F. El trabajo como l<strong>la</strong>ve maestra <strong>para</strong> <strong>la</strong> igualdad: evolución<br />

positiva <strong>de</strong> los indicadores <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> trabajo<br />

Entre los ámbitos <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad que produc<strong>en</strong>, exacerban o mitigan <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s, <strong>el</strong> más <strong>de</strong>cisivo es <strong>el</strong> mundo<br />

<strong>de</strong>l trabajo. Ahí se g<strong>en</strong>era <strong>la</strong> mayor parte <strong>de</strong>l ingreso <strong>de</strong> los hogares <strong>en</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y <strong>el</strong> <strong>Caribe</strong>, así como <strong>la</strong>s<br />

<strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s inher<strong>en</strong>tes a su distribución. A<strong>de</strong>más, <strong>en</strong> él se produc<strong>en</strong> otras <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s igualm<strong>en</strong>te r<strong>el</strong>evantes,<br />

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