El duende quiso madrugar. nº 2
Ante todo, sea la cultura la máxima expresión que intentamos representar mediante la literatura, y esa parte de la historia que siempre la acompaña. El legado de las letras siempre continuará, a pesar de los intentos de ciertas personalidades por parar dicho avance. Aunque las institu-ciones decaigan, siempre estarán las motivaciones particulares por transmitir por escrito el pensamiento del ser humano a través de los tiempos. No morirán las letras ni aunque las quemen.
Ante todo, sea la cultura la máxima expresión que intentamos representar mediante la literatura, y esa parte de la historia que siempre la acompaña. El legado de las letras siempre continuará, a pesar de los intentos de ciertas personalidades por parar dicho avance. Aunque las institu-ciones decaigan, siempre estarán las motivaciones particulares por transmitir por escrito el pensamiento del ser humano a través de los tiempos. No morirán las letras ni aunque las quemen.
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
-Mamá, cuando sea grande seré sepulturero.<br />
-Hijo mío, nunca serás rico, pero seguramente estés más cerca del Cielo.<br />
Es hora de cerrar el cementerio. Sólo un hombre, el último que queda, tiene las llaves, emulando<br />
a San Pedro; él determina, conforme al horario de visitas, el tiempo de entrada y de salida. Él se da cuenta<br />
de quiénes se quedan más tiempo y a quiénes les gana el compromiso. Si no fuera por orden municipal,<br />
incluso marcaría quién entra y quién sale, sabiendo que salir es todo un privilegio, y aún más cuando se ha<br />
permanecido mucho tiempo adentro.<br />
Francisco Javier González de Córdova.<br />
PÁGINA 9